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Impacto del desarrollo tecnológico en los servicios de los laboratorios clínicos

  • los enfermos con el menor costo posible para la sociedad; por otra parte, el propio personal de los laboratorios suele estar poco preparado en cuanto a la gestión de calidad que le permita lograr resultados de excelencia. Además, a menudo este personal carece de una formación que le permita entablar un diálogo efectivo con los médicos de asistencia.

Principios Básicos del Trabajo del Laboratorio.

Para realizar un efectivo trabajo de cualquier índole en el laboratorio, se requiere cumplir una serie de principios básicos con el objetivo de asegurar la calidad del trabajo.

Antes de comenzar a ejecutar el trabajo, el técnico debe escoger todos los elementos que requerirá para el mismo, y disponerlos ordenadamente al alcance de la mano. Se debe de verificar la limpieza de la cristalería. Los reactivos deben de ser seleccionados antes de comenzar el trabajo y dispuestos en el orden de su utilización; algunos reactivos que se conserven en frío deben de alcanzar la temperatura del ambiente antes de ser utilizados. Todos deben de estar debidamente identificados para evitar confusiones. La confección del protocolo de trabajo es una tarea vital, que requiere la mayor atención por parte del analista, para evitar confusiones u omisiones, que implican repetición de la toma de muestra, cuando son detectadas, pero también pueden dar lugar a errores groseros. En los laboratorios donde se ha introducido la computación, el protocolo es confeccionado por el ordenador, pero debe ser comprobado cuidadosamente. Las muestras que van a ser procesadas deben ser debidamente identificadas, ordenadas y dispuestas, de acuerdo con el trabajo que se va a realizar, de modo que evitar errores de identificación o de selección de muestra.

Instalaciones del Laboratorio Clínico

El local en el que se realizan las investigaciones de laboratorio debe reunir determinadas condiciones físicas que respondan a las necesidades de trabajo actuales del departamento y permitan determinada flexibilidad para adaptarse a los cambios tecnológicos en un futuro previsible. Para ello se deben tener en cuenta las necesidades y las perspectivas de la institución (o instituciones) de salud a la(s) que brinda sus servicios el laboratorio; en otras palabras, resulta conveniente considerarlo como un ambiente dinámico. Para el diseño de un laboratorio clínico se deben valorar los factores siguientes: (9)

  • Necesidades que dependen del flujo de trabajo (cantidad y variedad de análisis electivos o de urgencia, cantidad de personal, flujo de muestras, entre otras).
  • Necesidades que dependen del tipo y cantidad de equipos, automatización, informatización, estaciones de trabajo (work-stations).
  • Necesidades de locales auxiliares, de tipo administrativo (oficinas), docente (aulas), para la limpieza y esterilización de materiales, para el almacenamiento (que incluya refrigeración), sala de espera, para la toma de muestras y otras facilidades para el personal (servicios sanitarios, taquillas, duchas, cuarto de descanso para el personal de guardia, etc.).
  • Necesidad de áreas con características especiales (área estéril, área para trabajo con isótopos radiactivos).

Fases del trabajo del laboratorio clínico.

Toda la actividad que se realiza en el laboratorio se divide en tres fases bien delimitadas pero estrechamente relacionadas entre sí:

Fase preanalítica: abarca el período comprendido desde que el médico de asistencia llena la solicitud de análisis, hasta que la muestra llega al puesto de trabajo donde va a ser analizada. Incluye la preparación del paciente, la toma o recolección de las muestras, su procesamiento y conservación, además de los mecanismos de control administrativo (registro del paciente y de las indicaciones, identificación de la muestra. Fase analítica: incluye toda la etapa del procesamiento analítico propiamente dicho, así como las medidas de aseguramiento de la calidad que se toman en la misma (control del procedimiento, de los reactivos, de los equipos, calidad del agua, etc.)

Fase posanalítica: es la que se inicia cuando se informan los resultados obtenidos en la fase anterior e incluye los mecanismos de registro y entrega de los mismos, su interpretación y la garantía del secreto profesional. En esta fase se contabiliza el tiempo total invertido desde la indicación por el médico hasta la recepción, por este, del informe de los resultados. (10)

Aplicaciones de la computación en el Laboratorio Clínico

En el laboratorio clínico moderno resulta imprescindible la introducción de la computación como parte esencial del proceso de automatización del trabajo (sistema de informatización del laboratorio). Las funciones que permite realizar dentro de este sistema de trabajo, se pueden resumir como sigue:

  • Entrada de solicitudes de análisis, a través de terminales en la recepción del laboratorio, o en las salas de hospitalización.
  • Confección de listas de trabajo por secciones o por puestos de trabajo.
  • Registro de los resultados.
  • Envío directo de resultados al archivo central o a las salas de hospitalización, según sea el caso.
  • Cálculos del control interno de la calidad y registro de los resultados de este.
  • Inventarios e informes estadísticos y administrativos.
  • Interconexión de equipos automatizados (los equipos entre sí).
  • Conexión a distancia con los laboratorios satélites.
  • Interpretación de los resultados (sistema experto).

Todas estas funciones pueden ser realizadas por sistema off-line o mejor aún, de tipo on-line. En el primer caso, los datos se introducen de forma manual entre una y otra fase del proceso y, por lo tanto, la rapidez del sistema es mucho menor y las posibilidades de introducir errores son mucho mayores que en el segundo caso. En el de tipo on-line existe interconexión interna entre todos los elementos del sistema, por lo que la intervención humana en el proceso es mínima. (11)

Junto con la introducción de la computación en el laboratorio, ha tenido lugar la automatización cada vez mayor de los procesos que se llevan a cabo, lo cual ha traído aparejado un incremento apreciable de la eficiencia y una mejoría en la calidad de los resultados. En los últimos años del siglo XX, comenzó la introducción de la robótica, con la finalidad de cumplir tareas repetitivas y consumidoras de tiempo, como la preparación de muestras. Muchos equipos automatizados tienen incorporados robots de tipo cartesiano o cilíndrico, para dispensar los reactivos y las muestras (los cartesianos, son brazos que realizan movimientos en los tres planos del espacio; los cilíndricos, además de realizar estos movimientos, giran sobre un eje). En la actualidad