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Diagnóstico del infarto agudo del miocardio. Valor y limitación de la clínica y de los exámenes complementarios

Diagnóstico del infarto agudo del miocardio. Valor y limitación de la clínica y de los exámenes complementarios

El infarto agudo de miocardio (IAM) dada su incidencia en los países desarrollados, es la entidad que más ha aportado al desarrollo tecnológico de la cardiología. Con este trabajo nos propusimos dar a conocer un poco sobre esa enfermedad, sus factores de riesgo, manifestación y tratamiento, haciendo énfasis en los principales métodos diagnósticos, valores y limitaciones de la clínica y exámenes complementarios en el IAM. El infarto agudo de miocardio (IAM) es el cuadro clínico producido por la muerte de una porción del músculo cardíaco que se produce cuando se obstruye completamente una arteria coronaria.

Diagnóstico del infarto agudo del miocardio. Valor y limitación de la clínica y de los exámenes complementarios

Dr. Yuri Álvarez Magdariaga. Especialista de primer Grado en Medicina General Integral. Profesor Asistente. Máster en Urgencias Médicas

Dra. Kenia Gómez González. Especialista de primer Grado en Medicina General Integral. Profesor Asistente.

República Bolivariana de Venezuela. Misión Médica Cubana. Escuela Latinoamericana de Medicina “Dr. Salvador Allende”

RESUMEN

El infarto agudo de miocardio es la principal causa de muerte de hombres y mujeres en todo el mundo. Los principales riesgos que predisponen a un infarto son la aterosclerosis u otra enfermedad de las coronarias, así como la edad, principalmente en hombres mayores de 40 años y mujeres mayores de 50 años. El síntoma que suele presentarse en el infarto agudo de miocardio (IAM) es un dolor opresivo en la región medio esternal que puede irradiar al cuello, al dorso o a ambos brazos. Generalmente, no disminuye con el reposo, con la administración de analgésicos comunes o inclusive con nitratos. Los métodos utilizado para diagnosticar el infarto agudo del miocardio son, el electrocardiograma, los marcadores séricos ecocardiograma estudios de perfusión miocárdica, angiografía coronaria, angioplastia directa, estudios con inhibidores de GP IIb/IIIa y trombolíticos, Inhibidores directos de la trombina entre otros. Una vez en el hospital, los pacientes pueden recibir distintos tipos de tratamientos como oxígeno, analgésicos, betabloqueantes, trombolíticos, antiagregantes plaquetarios, calcio antagonistas, nitratos, digitálicos, etc

CONTENIDO PAGINAS

Introducción

Objetivos

Desarrollo

Conclusiones

Recomendaciones

Referencias bibliográfica

Anexos

INTRODUCCIÓN

El infarto agudo del miocardio (IAM) fue una enfermedad infrecuente hasta fines del 1900. A partir de esa época cobra mayor importancia dentro de las causas de muerte poblacional, debido a un aumento de la expectativa de vida de la población y al mayor sedentarismo que acompañan a la modernización.

De todos los esfuerzos realizados en aquella época por encontrar un origen causal para el infarto agudo de miocardio (IAM), el de mayor impacto fue el trabajo del doctor James B. Herrick, quien en 1912 fue el primero en asociar la obstrucción de las arterias coronarias con la enfermedad cardiovascular (ECV). Seis años después, logra introducir el electrocardiograma (ECG) en el diagnóstico del infarto agudo de miocardio (IAM), al establecer cambios repetitivos en el electrocardiograma (ECG) de perros, a los cuales se les ligaba las arterias coronarias.

Antiguamente se creía que el desarrollo de la enfermedad cardiovascular (ECV) no era modificable, gracias al estudio Framingham iniciado en el año 1948, se determinó la existencia de factores de riesgo modificables en esta patología. Este estudio se realizó en una población cerrada tomada de los 4260 habitantes de la ciudad de Massachusetts, los cuales fueron encuestados y seguidos por treinta años. Se determinó que los principales factores de riesgo para la enfermedad cardiovascular (ECV) correspondían a dislipidemia, hipertensión arterial (HTA), tabaco, diabetes mellitus (DM), sedentarismo, sobrepeso y gota. Fue tal el impacto de este estudio, que la incidencia de enfermedad cardiovascular (ECV) cayó en un 50% entre 1969 y 1994.

En la década de los 60 hubo un importante aporte a la terapia del infarto agudo de miocardio (IAM), con la introducción de las unidades coronarias, las cuales permitieron la detección y manejo de las complicaciones precoces del infarto.

Por último, a fines de la década de los 70, se agregan casi en forma paralela, dos nuevos aportes a la terapia del infarto agudo de miocardio (IAM): la trombolisis y angioplastia coronaria percutánea. El término infarto agudo de miocardio (frecuentemente abreviado como IAM o IMA y conocido en el lenguaje coloquial como ataque al corazón, ataque cardíaco o infarto) hace referencia a un riesgo sanguíneo insuficiente, con daño tisular, en una parte del corazón (agudo significa súbito, mio músculo y cardio corazón), producido por una obstrucción en una de las arterias coronarias, frecuentemente por ruptura de una placa de ateroma vulnerable. La isquemia o suministro deficiente de oxígeno que resulta de tal obstrucción produce la angina de pecho, que si se recanaliza precozmente no produce muerte del tejido cardíaco, mientras que si se mantiene esta anoxia se produce la lesión del miocardio y finalmente la necrosis, es decir, el infarto.

El infarto de miocardio es la principal causa de muerte de hombres y mujeres en todo el mundo.[1] La facilidad de producir arritmias, fundamentalmente la fibrilación ventricular, es la causa más frecuente de muerte en el infarto agudo de miocardio en los primeros minutos, [1] razón por la que existe la tendencia a colocar desfibriladores externos automáticos en lugares públicos concurridos. Los principales riesgos que predisponen a un infarto son la aterosclerosis u otra enfermedad de las coronarias, antecedentes de angina de pecho, de un infarto anterior o de trastornos del ritmo cardíaco, así como la edad, principalmente en hombres mayores de 40 años y mujeres mayores de 50 años. Ciertos hábitos modificables como el tabaquismo, consumo excesivo de bebidas alcohólicas, la obesidad y niveles altos de estrés también contribuyen significativamente a un mayor riesgo de tener un infarto. [3] [4]

Un infarto de miocardio es una urgencia médica por definición y se debe buscar atención médica inmediata. Las demoras son un error grave que cobra miles de vidas cada año. El pronóstico vital de un paciente con