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Dieta recomendada en el niño con fibrosis quística

Dieta  recomendada en el niño con fibrosis quística

OBJETIVO

Nuestro objetivo es hacer una revisión bibliográfica sobre las recomendaciones energéticas dietéticas en la fibrosis quística.

Dieta  recomendada en el niño con fibrosis quística

Doctora Ana Belén Cid Sánchez. Médico de Familia. Granada

Palabras clave: dieta, fibrosis quística, nutrición

INTRODUCCIÓN

La fibrosis quística, se asocia a una mutación de un gen localizado en el brazo largo del cromosoma 7, esta enfermedad multisistémica afecta especialmente a los pulmones y al páncreas exocrino, lo cual supone el trastorno más influyente en la nutrición de estos pacientes. Por tanto es una enfermedad pulmonar crónica con anormalidades gastrointestinales y nutricionales en las que hay una típica elevación del cloro en el sudor. Requiere un control riguroso de la dieta para favorecer el desarrollo puberal, la composición corporal,  para mejorar la afectación pulmonar y en general para mejorar la calidad de vida del paciente.

Existe un desequilibrio energético debido a que están aumentadas las necesidades de energía y proteínas, existe una disminución de la ingesta calórica y esteatorrea (pérdidas aumentadas por las heces).

En los pacientes con fibrosis quística la prevalencia de la desnutrición es elevada, aunque variable, y se asocia directamente con el estado pulmonar y la supervivencia. Por tanto la terapia nutricional ha adquirido gran importancia debido a  que se asocia con un mejor crecimiento y mejora o estabilización de la función pulmonar, por lo que debe ser una parte integral del tratamiento.

MATERIAL Y MÉTODOS

Se ha realizado una  revisión bibliográfica de publicaciones contenidas en las bases de datos de Science Direct,  Medline, pubmed, MEDES y Scielo. La búsqueda se limitó a los últimos diez años. Las palabras claves utilizadas fueron “dieta” y “fibrosis quística”.

RESULTADOS

El tratamiento nutricional de los pacientes con fibrosis quística tiene dos objetivos: asegurar un correcto crecimiento y  un buen desarrollo en niños, y conseguir y mantener un estado aceptable de salud a lo largo de la vida.

Es importante hacer hincapié en la prevención e intervención precoz con objeto de evitar el fallo nutricional o corregirlo lo antes posible, sobre todo en el período peripuberal, ya que es una etapa crucial para alcanzar el pico de masa ósea, con lo que evitaríamos posibles complicaciones futuras de osteoporosis y osteopenia.

Recomendaciones nutricionales en la fibrosis quística:

– Energía: la energía recomendada es de un 120-130% y hasta un 150% de las calorías recomendadas para personas sanas de su misma edad, sexo y composición corporal.

– Proteínas: 1 a 2 g/kg × día; deben ser del 12 al 15% del valor calórico total.

– Grasas: 40% del valor calórico total de la dieta. Los ácidos grasos esenciales deben estar incluidos junto con un aporte de enzimas pancreáticas, se evita así la mala digestión y la mala absorción. Los triglicéridos de cadena media deben también utilizarse.

– Hidratos de carbono: constituirán del 15 al 48% del valor calórico total.

– Las vitaminas hidrosolubles (vitaminas del complejo B y vitamina C por su efecto antioxidante) según recomendaciones (población general).

– Las vitaminas liposolubles como vitamina A: 3000 a 10000 UI/día; vitamina D: 400 a 800 UI/día; vitamina E: 100 a 400 UI/día; vitamina K: de 2 a 5 mg (semanal, según edad).

– Suplemento de cloruro de sodio de 0,5 a 3 g/día. Es necesario añadir a la dieta una cantidad adicional de sal, debido a pérdidas excesivas del cloro y sodio por el sudor.

La dieta debe ser hipercalórica, variada, normal o elevada en grasas, rica en proteínas, adecuada en vitaminas, oligoelementos y en hidratos de carbono, y con un suplemento de cloruro de sodio.

Recomendaciones para agregar proteínas y calorías a la dieta:

  • No ofrecer líquidos cerca de la hora de las comidas: Por lo tanto, limitar los líquidos media hora antes de los alimentos puede hacer que el sujeto se sienta lleno y disminuya su apetito.
  • La alimentación debe caracterizarse por su flexibilidad con alimentos agradables, a su gusto, sin descuidar el valor nutritivo.
  • Consuma leche entera, semidescremada, crema o leche enriquecida en las comidas, al igual que en las bebidas. A la leche enriquecida se le agrega polvo de leche sin grasa.
  •  A lo largo del día comer pequeñas cantidades de comida.
  • Comer regularmente y mantener siempre alimentos nutritivos a su alcance.
  • Adicionar queso rallado en las sopas, las verduras, el arroz, las salsas, las pastas y las carnes.
  • Adicionar trocitos de huevo cocido y pedacitos de queso a las ensaladas rápidas.
  •  El yogurt puede ser utilizado en las salsas para los vegetales o como adobo en las ensaladas de frutas.
  • Usar mantequilla en los panes o adicionarla como salsa para remojar verduras y frutas. Una cucharadita de mantequilla le agrega 45 calorías a las comidas.
  • Sirva cuajada o requesón con frutas enlatadas o frescas.
  • Agregue quesos rallados, atún, camarones, carne de cangrejo, carne molida, jamón en trocitos o huevos cocidos y rebanados a las salsas, arroz, cazuelas y pastas.

Cuando el crecimiento y  la ganancia de peso son insuficientes, se recomienda aumentar el aporte nutricional (± 20% en promedio). Si la relación peso/talla persiste en un valor inferior al 90% del ideal o si hay una clara disminución en la curva de crecimiento se recomienda colocar una sonda nasogástrica o gastrostomía para alimentación enteral nocturna continua.

La terapia de reemplazo de enzimas pancreáticas debe ser individualizada y adaptada a cada comida ya que la ingestión de altas concentraciones de enzimas pancreáticas, es un factor de riesgo para el desarrollo de colonopatía fibrosante y no se recomienda exceder  de la dosis de 10.000 unidades de lipasa / kg / día.

CONCLUSIONES

El estado nutricional del niño fibroquístico condiciona la evolución de la enfermedad ya que repercute y determina la supervivencia. El incremento de la supervivencia depende de la mejoría de los suplementos pancreáticos disponibles, del adecuado soporte nutricional y su monitorización así como del tratamiento de las infecciones pulmonares con antibióticos novedosos. El cumplimiento de la dieta debe ser continuado y más en la adolescencia debido a un mayor crecimiento y al desarrollo acelerado que presentan.

El aspecto nutricional debe ser una parte integral del tratamiento y los requerimientos nutricionales de los pacientes deben revisarse periódicamente para adaptar las pautas a sus cambiantes necesidades clínicas y psicosociales.

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