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Duelo perinatal. Revisión bibliográfica

Duelo perinatal. Revisión bibliográfica

Autora principal: María Castillo Lozano

Vol. XVIII; nº 21; 1051

Perinatal grief. Literature review

Fecha de recepción: 21/09/2023

Fecha de aceptación: 07/11/2023

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XVIII. Número 21 Primera quincena de Noviembre de 2023 – Página inicial: Vol. XVIII; nº 21; 1051

Autores:

María Castillo Lozano. Graduada en Enfermería. Especialista en enfermería obstétrico-ginecológica. Zaragoza, España. Hospital Universitario Miguel Servet.

Irene Lobatón Gallardo. Graduada en Enfermería. Especialista en enfermería obstétrico-ginecológica. Zaragoza, España. Hospital Universitario Miguel Servet.

Declaración de buenas prácticas

Los autores de este manuscrito declaran que:

Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses.

La investigación se ha realizado siguiendo las pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El manuscrito es original y no contiene plagio.

El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista. Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados. Han preservado las identidades de los pacientes.

Resumen

La experiencia de una muerte perinatal es vivida como una tragedia que no es abordada de forma suficiente a nivel mundial. Tiene consecuencias psicológicas, así como económicas, además de ser considerado en muchas ocasiones un tema tabú, provocando estigmatización.

Es de vital importancia que se aborden las barreras sociales y culturales existentes para poder garantizar a los padres el apoyo y la compresión necesarias para afrontar su pérdida.

Además la formación de los profesionales que atienden estos casos es primordial para ofrecer una atención especializada, individualizada y de calidad.

Palabras clave: Pérdida, tabú, duelo, aborto, muerte fetal, mortinato.

Abstract

The experience of a perinatal death is experienced as a tragedy that is not sufficiently addressed worldwide. It has psychological as well as economic consequences and is often considered a taboo subject, leading to stigmatisation.

It is vitally important that social and cultural barriers are addressed in order to ensure that parents have the support and understanding they need to cope with their loss.

Furthermore, the training of the professionals who deal with these cases is essential in order to offer specialised, individualised and quality care.

Keywords: Bereavement, taboo, grief, miscarriage, fetal death, stillbirth.

1.    Introducción

Actualmente, los avances en Ginecología y Obstetricia nos muestra de una manera muy precoz a nuestra descendencia, por lo que desde el inicio de la gestación se aumenta muy rápidamente el apego de los progenitores. Además de este hecho, estos avances tecnológicos permiten detectar problemas, lo cual en algunas ocasiones puede desembocar en la toma de decisiones sobre la continuidad del embarazo y la decisión de vida o muerte de su bebé.

La cultura a la que pertenezcan, la sociedad en la que viven y las expectativas de los progenitores sobre la gestación influye ante el afrontamiento de una situación de muerte perinatal.

Algunos individuos presentan síntomas de episodios de depresión mayor, como tristeza, anorexia, insomnio, pérdida de peso y anorexia como reacción a la muerte de su hijo, tal y como sería de una persona querida. El duelo normal tiene una duración y expresión variable según la cultura a la que pertenezcan. Se puede definir al duelo como una adaptación psicológica a la muerte de algo muy preciado con un vínculo al individuo ya sean personas, mascotas, objetos, ilusiones, proyectos, etc. Esta situación debe enfrentarse individualmente el propio individuo con sus recursos y medios.

  1. Definiciones

La SEGO clasifica de este modo la muerte neonatal:

  • Muerte fetal tardía: definida como la muerte de un feto de más de 1000 g de peso y/o mayor de 28 semanas de gestación.
  • Muerte neonatal: muerte del nacido antes de los 28 días de Se divide a su vez en muerte neonatal precoz, haciendo referencia a las que ocurren en los primeros siete días de vida, y muerte neonatal tardía si se produce entre los días 8 y 27 del nacimiento.
  • Muerte perinatal: se define de forma diferente según distintos organismos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como la suma de la mortalidad perinatal a partir de las 28 semanas de gestación, más la mortalidad neonatal precoz. Se realiza de este modo para poder llevar a cabo comparaciones internacionales, ya que en todos los países no es obligatorio llevar un registro de muertes fetales de menor edad gestacional.

En nuestro país, y en los de más recursos, se considera muerte perinatal a la que ocurre a partir de las 22 semanas de gestación o 500 g de peso.

  • Muerte perinatal ampliada: incluye las muertes fetales desde la semana 22 o 28, según el país, como hemos comentado, y las muertes neonatales hasta los 28 días de vida.
  1. Prevalencia

Según la OMS, cada año se producen alrededor de 2 millones de muertes prenatales, aproximadamente una cada 16 segundos.

Encontramos que más del 40% de la totalidad de las muertes perinatales ocurren durante el parto.

En 2014, la Asamblea Mundial de la Salud aprobó el Plan de Acción para Todos los Recién Nacidos, estableciendo la meta mundial de que en 2030, todos los países lleguen a una cifra de 12 mortinatos o menos por cada 1000 nacimientos.

En 2019, 128 países, la mayoría de ingresos altos y medianos altos, habían conseguido este objetivo, pero todavía hay muchos países que no lo han conseguido. Cerca del 84% de la totalidad de muertes prenatales se produce en los países de ingresos bajos y medianos bajos. No obstante, se observan altas tasas de muertes prenatales entre los grupos más vulnerables y las minorías étnicas en los países en los países de ingresos altos.

4.    Factores y causas

La SEGO incluye numerosos factores de riesgo relacionado con las siguientes causas:

  • Muerte fetal previa: dependiendo de la causa de la muerte existe un riesgo doble de volverse a producir, aumentando cuando se relaciona con patología Hay un riesgo de recurrencia de 8-10 por cada 1.000 cuando es en mujeres de bajo riesgo que sufren una muerte fetal sin explicación ni causa descrita.
  • Crecimiento intrauterino restringido: si se ha producido en una gestación previa la probabilidad de aparición aumenta en gestaciones posteriores.
  • Parto pretérmino espontáneo previo: su origen es multifactorial por estar relacionado con un componente de infección, hemorragia, cervical, inflamación, etc. Si tiene antecedentes de parto pretérmino el riesgo de que vuelva a ocurrir es de 2 o por 4 según los casos. El riesgo de aparición es mayor cuanto más sea la edad gestacional o que se haya producido más de un parto pretérmino.
  • Obesidad: su aparición aumenta en 5 veces el riesgo de muerte fetal derivado de una disfunción placentaria.
  • Enfermedades maternas crónicas: hipertensión arterial crónica, diabetes, nefropatía crónica y síndrome antifosfolípido.
  • Infertilidad, técnicas de reproducción asistida (TRA): este factor crea confusión puesto que las mujeres que acuden a estos recursos son mujeres con edades más avanzadas. Se aumenta el riesgo de gestación múltiple, placentación anómala y de parto pretérmino. La fecundación in vitro con ovodonación o que se haya sometido a metroplastias uterinas aumentan el riesgo de placentación anómala.
  • Edad materna: es un factor de riesgo independiente de la muerte fetal. En mujeres de entre 35 y 39 años aumenta el riesgo dos veces y en mujeres de más de 40 años de 3 a 4 veces el riesgo de muerte.
  • Drogas y tabaco: en fumadoras hay un riesgo relativo de entre 1,2 y 1,4 y se asocia con un mayor riesgo de aparición de problemas placentarios. El riesgo de muerte sería similar en mujeres que nunca fumaron a las que dejan de fumar en el primer trimestre. Usuarias que toman cocaína se relacionan con crecimiento intrauterino restringido y desprendimiento prematuro de placenta.
  • Gestación gemelar: la tasa de muerte es mayor en 19,6 frente a 4,7 por cada 000 en gestaciones únicas. Las complicaciones se deben a monocoriales, anomalías fetales, CIR y prematuridad.
  • Bajo nivel socioeconómico: por la peor nutrición, más consumo de sustancia tóxicas y peor control gestacional.

5.    Barreras sociales y culturales

Encontramos que las barreras sociales y culturales del duelo perinatal pueden tener un importante impacto en el afrontamiento y el proceso de la pérdida. Principalmente encontramos:

  • Silencio social y estigma: el duelo perinatal es considerado un tema tabú en muchas sociedades, lo que puede dar lugar a estigmatización y que los padres no lleguen a compartir su experiencia, dificultando aún más el proceso de duelo.
  • Expectativas culturales y de género: podemos encontrarnos culturas con expectativas más rígidas a la hora de cómo las personas deben afrontar una pérdida, lo que dificulta la expresión emocional y la búsqueda de apoyo. Por otro lado, la expectativa de género puede jugar un papel importante, ya que a veces se espera que los hombres se muestran más “fuertes” en situaciones de duelo.
  • Falta de apoyo
  • Creencias religiosas y espirituales: algunas personas pueden encontrar consuelo en su fe, mientras que otras pueden encontrarse con conflictos emocionales debido a interpretaciones religiosas específicas.
  • Acceso limitado a servicios de apoyo: en algunas comunidades podemos encontrar una falta de acceso a servicios especializados en el duelo perinatal así como a grupos de apoyo.

6.    Apoyo psicológico

El impacto psicológico de la vivencia de la muerte perinatal es tan importante y profundo que resulta imprescindible que el personal sanitario que los asiste conozca cómo apoyarlos y acompañarlos de una forma adecuada durante todo el proceso.

A ser posible, el diagnóstico se comunicará siempre ante la presencia de un familiar, a ser posible la pareja, y con un lenguaje claro y sencillo en un área tranquila y con privacidad. Resulta fundamental respetar todas las etapas del duelo, que suele empezar con una etapa de negación y de shock emocional. Posteriormente las parejas suelen buscar el “por qué”, buscando posibles causas y culpables, pasando a hacerse preguntas sobre el futuro inmediato, como por ejemplo sobre el parto de este hijo fallecido, y finalmente llegaron a la etapa de aceptación.

Durante todo el proceso, el personal sanitario debe cuidar la comunicación y el lenguaje empleado, tanto verbal como no verbal, haciéndoles partícipes en la toma de decisiones.

Durante el ingreso, se recomienda mostrarles el diagnóstico con comprobación por otro profesional, hacer partícipe a la pareja de la situación, dando tiempo para asimilar la situación. Deberemos mostrar cercanía, empatía y manifestar nuestro pesar por su situación. Evitaremos el uso de tecnicismos, dando toda la información de forma gradual, dándole mucha importancia al lenguaje no verbal. Ofrecerles seguridad en sus cuidados y en la investigación de las posibles causas de la muerte del bebé, evitando llamarlo “feto”.

Durante el parto, facilitaremos su estancia en una habitación individual, separada de otras gestantes y lejos de las zonas de monitorización fetal. Se señalizarán la puerta con algún símbolo, por ejemplo, una mariposa para que todo el personal conozca el caso. Si no ha sido posible antes, se recomienda informar a los padres de la importancia de la autopsia, ya que es el gold standard en la investigación de la muerte perinatal.

Durante el postparto, debemos favorecer el contacto con su hijo, y si lo desean, ayudarles en el proceso, siendo importante reafirmar la existencia de ese hijo y su muerte. Informar de la posibilidad de coger objetos de recuerdos, como pulsera identificativa, mechón de pelo, huellas del bebé, gorrito… así como facilitar las fotografías. Debemos tener en cuenta las diferentes culturas y religiones, siendo respetuosos con sus creencias.

7.    El duelo y otros factores

  • Volver a casa después de la pérdida del bebé

Esta situación es vivida por las mujeres como muy difícil porque por un lado es vivida como un alivio al alejarse de la zona donde perdieron a su bebé pero por otro lado lo relacionas como un alejamiento de tu bebé, lo que hace que las mujeres lo vivan como algo real.

En este momento, es muy importante cuidar bien la salud y ser apoyado por el entorno. Hay personas que no quieren salir para que conocidos no pregunten por su situación. Se debe pedir ayuda si se necesita porque familia y amigos estarán ahí para apoyarte. Otros progenitores les ayuda el mantenerse ocupado para no pensar en su hijo fallecido, hecho que debe ser respetado por su entorno.

Por otro lado, la mujeres tienen que vigilar su sangrado postparto y cuidarse para que no aparezca ninguna complicación en esta etapa. Algunas mujeres no dejan tiempo para recuperarse tras haber dado a luz porque al no tener a su bebé la sensación es algo muy extraño que no las deja cuidarse.

  • El duelo y la pareja

Hay diferencias entre la madre y el padre a la hora de afrontar esta situación. En la mayoría de los casos las mujeres tienden a expresar más sus sentimientos mientras que los hombres se centran más en el futuro y en el trabajo, enterrando sus sentimientos. Muchos hombres se sienten incomprendidos al tener que incorporarse al trabajo inmediatamente sin recibir el apoyo adecuado de sus compañeros.

Es la situación más dura por la que puede pasar una pareja, por ello es muy importante que se mantenga lo más unida posible puesto que es el que más te entiende en esta situación. En algunas ocasiones, puede llevar a discusiones y problemas, por lo que a veces es bueno desahogarse con personas externas pero siempre hablando y expresando sinceramente lo que sentimos.

  • El duelo y el sexo

Las relaciones sexuales puede ser un conflicto en esta etapa y es más complicado pedir ayuda externa por la intimidad del tema. A veces, estos conflictos se producen porque los miembros de la pareja pueden estar en momentos diferentes del duelo.

Para afrontar esta situación hay que fomentar una buena comunicación y expresar las emociones, sentimientos, miedos, necesidades, deseos íntimos y ser sinceros en todo momento con los pensamientos. Es esencial el vínculo y la sinceridad que se establezca para la superación del duelo.

  • El duelo y otros hijos

Si hay otros hijos, las mujeres se enfrentarán aún más a sus emociones debido a que hay que añadir la protección de nuestros hijos y llevarlos hacia un duelo sano de ellos, pero reconociendo que ellos también sufren el proceso de duelo. Hay que evitar confundir y potenciar la aceptación de la vida y la muerte de los niños.

8.    Conclusiones

La muerte perinatal sigue siendo un problema de salud pública y un reto a superar a nivel mundial.

La atención hospitalaria debe basarse en las mejores prácticas disponibles. Debemos intentar que el apoyo no acabe a la salida del hospital, sino que reciban seguimiento y apoyo a largo plazo para poder abordar los desafíos emocionales que pueden surgir tras su pérdida.

Para abordar la muerte perinatal de forma adecuada es imprescindible una buena formación de los profesionales sanitarios que atienden este proceso, para así sentirse más seguros para afrontar estas circunstancias con confianza, empatía y sensibilidad.

Se desempeña un papel crítico en el bienestar emocional de los padres en casos de duelo perinatal todo lo que envuelve la estancia hospitalaria. Hay que ofrecer una comunicación abierta, todo desde un enfoque compasivo y realizar cuidados personalizados ya que este trato puede ser una diferencia significativa en el enfrentamiento de los padres en este proceso de pérdida.

9.    Referencias bibliográficas

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