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El duelo y el personal sanitario

El duelo y el personal sanitario

Los cuidados paliativos, los pacientes terminales y sus familias, precisan cuidados especiales que en ocasiones no están abordados de forma correcta desde el personal sanitario que los atiende.

La muerte y todo lo que la rodea es siempre difícil de abordar, porque además de profesionales, somos personas humanas, con sentimientos y vivencias que en parte condicionan nuestra forma de actuar.

El duelo y el personal sanitario

1.- José María Loidi-García, diplomado en Enfermería. Unidad de Paliativos del Hospital Universitario Virgen Macarena (Sevilla)

2.- Miriam Sabbagh-Sequera, diplomada en Enfermería. Unidad de Recuperación Post-Anestesia Hospital Universitario Virgen Macarena, (Sevilla)

EL DUELO Y EL PERSONAL SANITARIO

RESUMEN:

Con este artículo, queremos recoger diferentes puntos de vista del abordaje de este tipo de pacientes intentando reseñar las dificultades más importantes a las que el personal sanitario se enfrenta en el día a día de sus cuidados.

PALABRAS CLAVE: muerte, duelo, paciente terminal.

INTRODUCCIÓN:

La muerte ha estado siempre presente desde los inicios de la vida, también en el devenir del ser humano. Sin embargo en nuestra sociedad actual, la perdida de la vida se ha convertido en un tema tabú. El hombre no quiere sentirse próximo a la muerte y nos angustia el sentimiento de pérdida de vida, por muy conscientes que seamos que nacemos, crecemos y morimos. Aun así, por más que pretendamos alejarlo, el sufrimiento, el dolor y la muerte, están presentes entre nosotros.

El proceso de morir, ha sido objeto de profundas reflexiones filosóficas, religiosas y actualmente científicas. Sin embargo en nuestras sociedades, es difícil aceptar su mera idea, por lo que las actitudes hacia ella, han sufrido una involución adaptativa; ya no se practican actitudes saludables de afrontamiento y aceptación.

Hasta mediados del siglo XX la muerte solía afrontarse en el domicilio familiar y esto hacía que hasta los más pequeños, lo asumieran como un proceso normal dentro del proceso vital. A partir de ese momento, entorno al año 1930, estos cambios de afrontamiento, irrumpen de forma precipitada en el personal sanitario con la institucionalización hospitalaria del paciente terminal.

Así, el hospital se convierte en el marco institucional que engloba y recoge en occidente el proceso de morir (hasta los años 50, el 80% de las muertes tenían lugar en casa y apenas un 15% en el hospital, hoy casi el 75% de las muerte urbana se ubica en el medio hospitalario). Sin embargo, para este cambio de tendencia no se han dotado los medios necesarios de infraestructuras materiales y personales, para esta nueva praxis.

Todos los trabajadores de un área de salud, han sufrido diversas pérdidas a lo largo de su propia vida, y sienten temores con respecto a perdidas futuras, por ejemplo a la pérdida de sus padres o parejas. A así, como seres humanos, los miembros del equipo de salud deben reconocerse vulnerables para comprender las situaciones de duelo y muerte en sus pacientes, les va afectar de una manera u otra.

CONCEPTO DE DUELO:

El duelo (del latín dolus, dolor), según el diccionario de la real academia de la lengua española, son las demostraciones que se hacen para manifestar el sentimiento que se tiene por la muerte de alguien, expresadas con dolor, lástima, aflicción o pesar. Fue explorada por primera vez por Freud (1917), quien describió la emoción normal del duelo y su expresión en el luto. Según este, la resolución del duelo es un proceso doloroso que no concluye con facilidad.

El duelo es una respuesta universal a una pérdida (o separación) a la que el ser humano se enfrenta independientemente de la edad y culturas, que además es normal y natural (la ausencia de respuesta no es normal y puede inducir a patología). Sin embargo, aunque es el duelo es un proceso personal, único y que cada persona lo experimenta a su modo y manera, produce reacciones humanas comunes que afectan a las personas en su totalidad: en sus aspectos psicológicos, emotivos, mentales, sociales, físicos y espirituales.

El duelo como tal, es una experiencia vital ambivalente que puede ser tomada como posibilidad o como riesgo. Posibilidad de maduración, que hace que el ser humano resurja del proceso como una persona diferente que consigue de forma consciente o inconsciente deshacer los lazos que le unían al ser querido, adaptarse a la perdida y volver a vivir de manera “sana” en un mundo en el que su ser querido no estará más. En estos casos el individuo sale fortalecido psíquica y espiritualmente. Pero también existe el riesgo de cronificación, al hacer un duelo incompleto o mal elaborado, que puede llegar a requerir tratamiento psicológico o psiquiátrico.

El duelo, surge como reacción ante el sentimiento de pérdida de manera que por ejemplo la pérdida de un ser querido se experimenta no solo a través de la muerte, sino también a través de una larga enfermedad un divorcio o una separación. También se experimenta en mayor o menor medida, en pérdida de objetos materiales, en los que se depositan importantes vínculos afectivos y ante la pérdida de roles o estatus. Cada pérdida requiere la adaptación a esa circunstancia vital específica.

Según Kubler-Ross, las 5 etapas del duelo son la conmoción y la negación, la ira, la negociación, la depresión y por último la aceptación. Es una teoría aceptada y reconocida aunque es muy discutido el hecho de encuadrar a los individuos dentro de etapas predefinidas; existen diferentes autores que hablan de un comportamiento del paciente diferente y único, muy relacionado con la personalidad de cada individuo.

CONCEPTO DE LA MUERTE:

La muerte, es la pérdida total de las funciones vitales; es la conclusión de la existencia terrenal e histórica del hombre, símbolo de la finitud del ser, que sufrida de forma impotente y pasiva no está en manos del hombre poder evitarla. La muerte, es el acontecimiento por excelencia, que en cierta forma, le confiere intensidad y valor a la vida.

La pérdida de la vida puedo ocurrir a cualquier edad, repentinamente o después de padecer una larga enfermedad. El miedo a la muerte es algo universal ya que el ser humano teme por naturaleza a lo desconocido y si bien es cierto que la muerte es una realidad especialmente difícil de entender, hoy en día parece serlo más tal y como hemos comentado anteriormente, se fomenta la ilusión de que vamos a vivir muchos años y se alimenta la negación de la realidad de la muerte.

Uno de los principales cambios relativos a la aceptación de la propia muerte, es la de que antaño, hasta hace unas décadas, el enfermo era el primero en saber que iba a morir. Hoy la tónica imperante es le ocultarle la gravedad de su enfermedad y no hablarle de la muerte ni por asomo.

LA MUERTE Y EL DUELO EN EL PERSONAL SANITARIO:

Los cambios socioculturales relacionados con la muerte junto con la institucionalización del proceso, han alcanzado a los cambios en los cuidados que se realizan por el personal sanitario, generándose en ocasiones actitudes distorsionadas en parte por la poca formación y capacitación del personal para afrontar situaciones de pérdida.