ciego, en el que participaron 13 centros sanitarios aplicando el mismo protocolo de prevención de úlceras por presión (UPP) en ambos grupos. Se comparó el grupo de intervención (administración de ácidos grasos) con el grupo placebo. Participaron en el estudio pacientes de moderado riesgo a muy alto riesgo de desarrollar úlceras por presión (UPP), a los que se les realizó el seguimiento durante 30 días.
Se excluyeron pacientes con insuficiencia vascular periférica, los tratados con quimioterapia, terminales y los que presentaban más de tres úlceras previas. El tamaño de la muestra fue determinado de acuerdo a la incidencia de las úlceras por presión (UPP) en el grupo control. 380 pacientes, 167 en el grupo control y 164 en el de intervención. 49 fueron excluidos: 2 por fallecimiento, 7 por traslado a otro centro y 38 por incorrecta aplicación del protocolo del estudio. Es un grupo homogéneo en cuanto a características de los pacientes.
El protocolo consistió en la aplicación del producto de intervención o placebo 2 veces al día como mínimo en tres áreas del cuerpo: sacro, trocánteres y talones. Se tuvieron en cuenta variables demográficas, riesgos, tiempo de permanencia encamado y sentado, frecuencia de cambios posturales, superficies utilizadas para el alivio de presiones, presión sistólica y diastólica, drogas vasoactivas, antiinflamatorios y diabetes. La incidencia de las úlceras por presión (UPP) durante el estudio fue 7.32% en el grupo de intervención frente al 17.37% en el grupo control. Por cada 10 pacientes tratados con Mepentol una úlcera fue evitada (NNT 9.95). La curva de supervivencia y el modelo de regresión mostraron una diferencia estadística significativa en ambos grupos (p≤0.001), especialmente a partir del día 20.
DISCUSIÓN
En el análisis de la validez interna de ambos estudios, se identifican algunas limitaciones. En relación al artículo de valoración y respecto a su diseño: representa la experiencia de un único hospital, el uso de un registro médico electrónico retrospectivo como fuente de datos puede dar lugar a omisión o inexactitud de la información, los cambios frecuentes del personal, la escasa formación continua para el uso de la escala y la diferencia significativa entre la duración de la estancia en ambos grupos puede afectar la fiabilidad de los datos.
Asimismo, varios estudios apoyan que el uso de medidas preventivas eficaces antes del uso de la escala disminuyen su valor predictivo (Defloor y Grypdonck 2005, Schoonhoven et al. 2002); además a pesar de haber obtenido el permiso del Departamento de Investigación, no dice haber obtenido la aprobación del Comité Ético del hospital. Respecto al artículo de intervención se debe tener en cuenta que no se trata de una medida efectiva por si sola, sino que forma parte de un conjunto de medidas encaminadas a reducir el riesgo de desarrollarlas: cambios posturales, colchones de aire, dispositivos que disminuyan los puntos de presión y estado nutricional óptimo, tal y como concluyen los artículos complementarios: “Decubitus ulcers: pathophysiology and primary prevention” y la revisión sistemática: “Cambios de posición para el tratamiento de las úlceras por decúbito”.
CONCLUSIÓN
La evidencia generada a partir de los resultados sugiere por una parte que la validez predictiva de la escala de Braden no ha demostrado ser lo suficientemente buena como para recomendar su uso sistemático para definir el riesgo de desarrollar úlceras por presión (UPP). Se deberían de hacer nuevos estudios de mayor rigor metodológico e incluir factores de riesgo mas específicos de pacientes críticos (ejemplo: medicación inotrópica, TAM, hemoglobina, etc) y concluir si la escala es válida para pacientes en UCI. Por otra parte los ácidos grasos hiperoxigenados (AGHO) son una opción terapéutica óptima dentro de un paquete de medidas preventivas, por lo que su aplicación debería formar parte de los protocolos clínicos de actuación de Enfermería en la prevención de las úlceras por presión en los pacientes de riesgo de nuestras unidades.
TABLAS
TABLA 1
Paciente ingresada en UCI, bajo sedación profunda. Al ingreso presentaba piel integra. Se hace valoración con la escala de Braden obteniendo una puntuación de 12, es decir, con un alto riesgo de desarrollar úlceras por presión (UPP). Los aspectos que se han tenido en cuenta son: percepción sensorial, completamente limitada (1); exposición de la humedad, ocasionalmente húmeda (3); actividad, nula puesto que está encamada (1); movilidad, muy limitada (2) nutrición, adecuada con nutrición parenteral (3) y peligro de lesiones por fricción ocasional (2).
Se están administrando ácidos grasos hiperoxigenados (Mepentol), y adoptando medidas para aliviar la presión en zonas proclives, como colocación de almohadas, taloneras, colchón antiescaras y cambios posturales cada 2-3 horas.
La paciente ha desarrollado durante su estancia dos úlceras por presión (UPP) grado I (talón derecho y sacro).
TABLA 2. ECUACIONES DE BÚSQUEDA
MEDLINE
- Critically ill patients
- Critical Care
- Bedridden patients
- intensive care
- Intensive care unit
- Critical illness Risk
- Assessment, Fatty acids,
- Nursing Care, Skin Care
- Critical Care
- Clinical Practise
- Pressure ulcers, Ulcers
- Ulcer prevention
- Skin Ulcers, Preventive Care
- Theraphy
- Treatment
CINHAL
- Critically ill patients
- Bedridden patients
- Intensive care
- Intensive care nursing
- Critical care
- Critical care nursing
- Braden scale
- Scales
- Clinical Assessment Tools
- Braden Scale for Predicting Pressure Sore Risk
- Acids, Fatty acids
- Skin Care
- Pressure ulcers
- Pressure Sore
- Pressure Sore Risk
- Risk
- Predicting Risk
COCHRANE
- Pacientes encamados
- Ácidos grasos
- Mepentol
- Ulceras por presión
- Tratamiento
- Prevención