práctica de Autocuidado como la ejecución de actividades que las personas inician y hacen por sí mismas para el mantenimiento de la vida, la salud y el bienestar (Tapia & Iturra, 1996). Los procesos psicológicos y el comportamiento en términos de hacer, de no hacer, de dejar de hacer e incluso el comportamiento de no dejar hacer, pueden por una parte, mantener la salud, el bienestar y la potencia, o por el contrario predisponer, agravar o hacer desencadenar una enfermedad.
Todos participan en la salud a través de creencias, sentimientos, hábitos, actitudes y conductas hacia la vida. De esta forma, practicar el autocuidado resulta esencial en la búsqueda de un mayor bienestar y salud personal. Es así como las personas desarrollan prácticas de autocuidado que se transforman en hábitos, que contribuyen a la salud y el bienestar.
Para lograr el propósito de mantener el bienestar, salud y desarrollo, todos los seres humanos tienen requisitos que son básicos y comunes a todos, estos requisitos representan los tipos de acciones humanas que proporcionan las condiciones internas y externas para mantener la estructura y la actividad, que a su vez apoyan el desarrollo y la maduración humana. Cuando se proporciona de forma eficaz, el autocuidado o la asistencia dependiente organizada en torno a los requisitos universales, fomenta positivamente la salud y el bienestar (Orem, 2003).
Por ello es de vital importancia que las prácticas de autocuidado sean adoptadas por las personas como parte de su desarrollo físico y mental, y que además sean enseñadas a nuevas generaciones para seguir cultivando una vida sana, lejos de hábitos insanos y decisiones erradas, consiguiendo así, un bienestar integral y un mejor proyecto de vida.
El autocuidado tiene que ver con estrategias, entidades, con maneras de afrontar una serie de situaciones que nos permiten cuidarnos en un contexto familiar, social, institucional y entonces acercarnos paulatinamente a ese estado de bienestar.
El propósito es contribuir a que las personas, las familias y las comunidades alcancen y mantengan la mayor capacidad posible para relacionarse entre sí y con el medio ambiente, de modo que promuevan el bienestar subjetivo, el desarrollo y el uso óptimo de sus potencialidades psicológicas, cognoscitivas, afectivas y relacionales, y el logro de sus metas individuales y colectivas, en concordancia con la justicia y el bien común (Minoletti, 2005).
El bienestar subjetivo y el autocuidado de la salud han sido estudiados por diversos autores a nivel nacional e internacional, abordados desde diversas posturas, ámbitos y con diferentes sujetos de estudio.
Durán, Extremera, Montalbán & Rey (2005), realizarón un estudio que incluye la satisfacción vital y laboral como medidas de bienestar general y de bienestar en el contexto de trabajo. Los resultados apuntan una sólida vinculación de las dimensiones de cansancio emocional y dedicación con la satisfacción vital, dimensiones a las que se suma la absorción cuando se examinan los vínculos con la satisfacción laboral. De especial interés resulta el hecho de que la dimensión vigor muestre elevadas correlaciones tanto con satisfacción laboral como con satisfacción vital y, sin embargo, no aparezca como predictor en las ecuaciones de regresión calculadas para ambas variables.
En 2007, Gómez, Villegas, Barrera & Cruz, mostraron en los resultados obtenidos de su estudio en una muestra colombiana, un alto bienestar subjetivo (BS), elevada auto-eficacia, y satisfacción con la mayor parte de los dominios vitales. Los dominios referidos a relaciones afectivas, futuro y trabajo, y la percepción de auto-eficacia explicaron un porcentaje alto de la varianza del BS. Estos dominios son los más cercanos a la vida emocional. Dichas variables explican una alta proporción de la varianza del BS. En lo referente a la asociación entre BS y los diferentes dominios de la vida, las correlaciones resultaron positivas y significativas, con excepción de “su país”. Al correlacionar el BS con la auto-eficacia se obtuvo una correlación positiva y significativa (r = 0,45, p < 0,01).
Moyano & Ramos (2007), realizaron una investigación donde midieron satisfacción vital, felicidad y salud en la población chilena de la Región Maule, los resultados muestran que en general las personas están satisfechas con su vida, siendo la familia la principal fuente de felicidad. Se encontró que las personas casadas se encuentran más felices y satisfechas que las solteras, y que las personas jóvenes presentan menor nivel de felicidad y satisfacción que las personas mayores.
Por último, se encontró una relación directa y significativa entre felicidad, autoevaluación de salud y satisfacción vital. Se estableció una relación significativa entre auto-evaluación de salud y satisfacción, de 0. 21, y entre auto-evaluación de salud y felicidad de 0. 23.
La investigación titulada “Significados del bienestar subjetivo en trabajadoras de la economía informal (tianguis) en Guadalajara, México”, realizada por Estrada, Aldrete, Torres & Rodríguez (2009), demuestran en los resultados obtenidos, que la mayoría de las participantes se perciben por las actividades que realizan, existe en el discurso el desconocimiento del auto concepto de ser mujer.
En los discursos existe la presencia de emociones y sentimientos ante el bienestar subjetivo como son anhelos y deseos como vendedoras de comida lo cual han manifestado cambiar su vida, señalan seguir trabajando en la preparación de alimentos y consideraron que pueden conciliar el trabajo y la familia para un mejor futuro. Cuando en los grupos focales se les pidió a las mujeres que hablaran sobre la existencia de satisfacción y diversión algunas mujeres señalaron que si existe el gusto el placer y la diversión.
En 2011, Lugo & Torres, en la investigación titulada “Salud mental y bienestar desde el punto de vista de docentes universitarios”, los docentes universitarios en sus percepciones acerca de la concepción que tienen de su salud mental han expresado que es normal, buena, excelente y sana, en una manera expresiva y sencilla de concebir su salud mental.
Expresan los informantes que el bienestar, es sentirse bien, lo cual implica que la salud mental está bien, también expresan que la armonía, la tranquilidad y el equilibrio son elementos importantes para las condiciones de bienestar, por cuanto, le permite una percepción de ese bienestar, que los conduce a estar consciente y a tener una mente sana. Han expresado que la salud mental es una condición biológica, mientras que otros han manifestado que la salud mental al no tener bienestar, motivado a los problemas tienden a tener la mente ocupada que los lleva a desequilibrios emocionales, momentos depresivos y deseos reprimidos alterando la salud mental producto, de que el