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El parto en el medio extrahospitalario

posible prepararnos para actuar nosotros.

3)             Tranquilizar a la parturienta.

4)             Actuar según el momento del parto del que se trate:

Nuestra actitud va a variar según el periodo del parto en el que nos encontremos, y estos se van a dividir en:

a)             Período de dilatación.

b)            Período expulsivo.

c)             Período de alumbramiento.

III.- PERÍODO DE DILATACIÓN:

Durante este período la mujer puede permanecer levantada, excepto cuando la presentación fetal se encuentre muy alta, o si existe una rotura prematura de membranas o prolapso de cordón, en cuyo caso quedará en supino lateralizado sobre el lado izquierdo.

  • Calibraremos las características de las contracciones uterinas (frecuencia, intensidad, duración y ritmo), para ello utilizaremos el reloj y palparemos el abdomen de la mujer.
  • Intentaremos conocer la situación de la dilatación, mediante tacto rectal o vaginal con guantes estériles, esta no es una práctica que se deba repetir demasiado por el riesgo que conlleva de infección del canal del parto. Mediante el tacto podemos conocer el espacio dilatado presentación grado de encajamiento, características de la pelvis materna, estado de integridad o no de membranas y aparición de patología
  • Para conocer el avance de la presentación mediante maniobras externas, podemos valorar con la maniobra de Schwarzenbach (si con la punta de los cuatro últimos dedos de una mano se toca el espacio comprendido entre el cóccix y el ano, podemos encontrar una resistencia dura y amplia que es la cabeza fetal). Si la cabeza ha llegado al suelo de la pelvis, realizaremos la maniobra de De Lee (se presiona con profundidad sobre la parte externa de uno de los labios mayores encontrando la dureza de la cabeza fetal. Si la cabeza se encuentra en el estrecho inferior será visible en la vulva.

Auscultación de los tonos fetales, se realiza con un estetoscopio de pinar (trompetilla) o con fonendoscopio, es fundamental por darnos información sobre la situación fetal, por tanto es una constante que valoraremos antes y después de cada evento (contracciones, rotura de bolsa, etc). Para no confundir el pulso materno con el fetal conviene que al mismo tiempo que auscultamos los tonos fetales, tomemos el pulso a la madre para poder diferenciarlos. Los tonos fetales se sitúan entre 120 y 160 latidos por  minuto (lpm).

  • Tomaremos una vía gruesa periférica por la que hidrataremos a la mujer de entrada con dextrosa al 5%
  • Vigilancia contínua de las constantes de la paciente y su estado emocional.
  • Tratamiento con analgésicos (espasmolíticos o analgésicos potentes), asociados en ocasiones a benzodiacepinas) aunque existen muchos detractores. Durante la fase activa del parto se puede utilizar un neuroléptico, y si se está familiarizado con la conducta a seguir se puede hacer una estimulación oxitócica con 5UI de oxitocina en 500 cc. de Dx 5%, primero con flujo de leve estimulación uterina, para terminar con gran contracción tras el alumbramiento. Siempre que se utilice, se debe monitorizar el latido cardíaco fetal y suspenderla perfusión ante cualquier alteración de este.

IV.- PERÍODO EXPULSIVO:

Se mantendrá preferentemente una conducta expectante durante el expulsivo, siempre que las condiciones de salud materna y fetal lo permitan.

Si las condiciones del parto lo permiten, la mujer podrá estar acompañada por la persona que desee. El manejo más fisiológico del expulsivo debería ser el de esperar a que la mujer sienta ganas de empujar. Si los pujos son efectivos, se dejará que los haga de la forma que ella desee para su comodidad, facilitando en el momento del expulsivo, la visualización del periné para protegerlo adecuadamente.

Al igual que durante la dilatación, no se debe restringir la posibilidad de ingesta de líquidos y se debe informar a la mujer en todo momento de forma veraz y adecuada a sus conocimientos sobre la evolución del parto. Hay que favorecer la micción espontánea. Si la parturienta no orina o no lo ha hecho en cantidad adecuada, se practicará un sondaje vesical.

Se debe valorar durante el expulsivo, no sólo su duración, sino también su progreso. En ausencia de compromiso fetal, si la dinámica uterina es adecuada, la colaboración de la madre es buena y no existen problemas maternos que lo contraindiquen, se acepta como duración normal hasta 2 horas en nulíparas y hasta una hora en multíparas, siempre que exista un progreso continuo en el descenso de la presentación. En caso de anestesia regional, los límites se establecen en tres y dos horas para nulíparas y multíparas respectivamente.

La falta de progreso y detención del descenso implican mal pronóstico, por lo que en estos casos deberemos extremar la vigilancia fetal y replantearnos la actuación.

No se realizará rasurado del periné de forma rutinaria, quedando limitado a aquellos casos en que sea necesaria practicar una episiotomía. El rasurado se hará tan sólo en la zona mínima necesaria.

La práctica de la episiotomía ha de ser restrictiva, limitada únicamente a los casos en que a criterio de quien asiste el parto, se considere necesaria.

La expulsión de la cabeza fetal se hará de la forma más lenta y controlada posible.

  • La presión sobre el fondo uterino, podrá ser utilizada sólo con la intención de ayudar al desprendimiento de la cabeza, pero en ningún caso para facilitar el descenso de la presentación.
  • Es importante realizar una adecuada protección del periné para minimizar el riesgo de desgarros.
  • Para facilitar la distensión perineal y el desprendimiento de la cabeza fetal se pueden usar compresas calientes o sustancias lubricantes. Se debe evitar el masaje continuo de vulva y periné.
  • Se deben practicar el menor número posible de tactos vaginales.

Tanto sea un parto no intervenido como un parto instrumental se deben adoptar las máximas medidas de limpieza y asepsia durante el expulsivo:

  • Parto no intervenido:
  • Según la posición de la parturienta, se usarán paños estériles con la frecuencia adecuada para mantener el espacio asistencial lo más limpio posible.
  • Tanto el personal asistencial como los acompañantes usarán gorros y mascarillas.
  • La sutura de una episiotomía o