de diez años más tarde en las mujeres que en los hombres, tras la menopausia, las cifras son similares en ambos sexos” (5)
Gráfico N° 2: Distribución Porcentual de los Pacientes Investigados Según Sexo. Unidad de Medicina Interna.
Ciudad Hospitalaria “Dr. Enrique Tejera”. Valencia. 2013
Ver: Gráficos – factores de riesgo modificables para enfermedad cardiovascular, al final del artículo
El gráfico N° 2 muestra que el 62,50% de los pacientes investigados pertenecen al sexo femenino. Durante la mediana edad (hasta la menopausia), los estrógenos tienen un efecto protector en las mujeres disminuyendo la evolución de la ateroesclerosis y reduciendo el riesgo de enfermedad cardiovascular, este efecto se pierde con la menopausia (6)
Gráfico N° 3: Distribución Porcentual de los Pacientes Investigados Según Antecedentes Familiares. Unidad de Medicina Interna. Ciudad Hospitalaria “Dr. Enrique Tejera”. Valencia. 2013
Ver: Gráficos – factores de riesgo modificables para enfermedad cardiovascular, al final del artículo
El gráfico N° 3 refleja que el 72,50% de los pacientes investigados poseían antecedentes familiares de enfermedad cardiovasculares. Numerosos estudios han mostrado un componente genético en los casos de hipertensión, hipercolesterolemia familiar y diabetes tipo 2, factores todos relacionados con el desarrollo de enfermedad cardiovascular. Los antecedentes familiares son un elemento de riesgo no modificable, las personas con predisposición familiar a padecer enfermedades cardiovasculares deben concentrar sus esfuerzos en el control de los factores sobre los que sí es posible actuar. (7)
Gráfico Nº 4: Distribución Porcentual de las Respuestas de los Pacientes Investigados Según Nivel de Conocimiento Sobre Tabaquismo y Niveles de Ocurrencia del Factor: Hábito Tabáquico. Unidad de Medicina Interna. Ciudad Hospitalaria “Dr. Enrique Tejera”. Valencia. 2013
Ver: Gráficos – factores de riesgo modificables para enfermedad cardiovascular, al final del artículo
Fuente: Instrumento Aplicado
El gráfico N° 4 indica que los pacientes ubicados en el nivel de conocimiento intermedio el 66.70% poseían hábitos tabáquicos con un nivel de ocurrencia de intermedio, mientras que el grupo ubicado en el nivel de conocimiento alto con un 78.40% poseían hábitos tabáquicos con un nivel de ocurrencia bajo. El tabaquismo, es el factor de riesgo cardiovascular más importante, ya que la incidencia de la patología coronaria en los fumadores es tres veces mayor que en el resto de la población. La posibilidad de padecer una enfermedad de corazón es proporcional a la cantidad de cigarrillos fumados al día y al número de años en los que se mantiene este hábito nocivo. Hay dos factores por los que el tabaco puede producir una isquemia coronaria: A) Nicotina: Desencadena la liberación de las catecolaminas (adrenalina y noradrenalina) que producen daño en la pared interna de las arterias (endotelio), aumenta el tono coronario con espasmo, produce alteraciones de la coagulación, incrementa los niveles de LDL (colesterol malo) y reduce los de HDL (colesterol bueno). B) Monóxido de carbono: Disminuye el aporte de oxígeno al miocardio y aumenta el colesterol y la agregabilidad plaquetaria (7)
Gráfico Nº 5. Distribución Porcentual de las Respuestas de los Pacientes Investigados Según Niveles de Conocimiento Sobre Nutrición y Niveles de Ocurrencia del Factor: Hábitos Nutricionales. Unidad de Medicina Interna. Ciudad Hospitalaria “Dr. Enrique Tejera”. Valencia. 2013
Ver: Gráficos – factores de riesgo modificables para enfermedad cardiovascular, al final del artículo
Fuente: Instrumento Aplicado
El grafico N° 5 evidencia que los pacientes con un nivel de conocimiento bajo poseían hábitos nutricionales con un nivel de ocurrencia bajo en un 100%; mientras que los pacientes ubicados en el nivel de conocimiento intermedio el 100% se ubicó en hábitos nutricionales con un nivel de ocurrencia de intermedio; finalmente los pacientes ubicados con un nivel de conocimiento alto el 72.20% se ubicó en el nivel de ocurrencia de hábitos nutricionales intermedio. Estos resultados indican que para poseer una dieta cardiosaludable es necesario que los individuos posean conocimientos básicos de alimentación ya que la salud en ciertas condiciones no solo es afectada por el desconocimiento en relación a las propiedades nutritivas de los alimentos, incluso se vinculan a factores económicos, culturales, condicionantes de hábitos alimenticios inadecuados.
Existen cinco factores de riesgos identificados por la Organización Mundial de la Salud como “clave para el desarrollo de enfermedades crónicas, los cuales están estrechamente relacionados con la alimentación y el ejercicio físico; siendo estos: el sedentarismo, la hipertensión arterial, hipercolesterolemia, obesidad y consumo insuficiente de frutas y verduras” (8)
Grafico N° 6. Distribución Porcentual de las Respuestas de los Pacientes Investigados Según Niveles de Conocimiento y los patrones de conducta de los mismos. (Variable de Estudio). Unidad de Medicina Interna.
Ciudad Hospitalaria “Dr. Enrique Tejera”. Valencia. 2013
Ver: Gráficos – factores de riesgo modificables para enfermedad cardiovascular, al final del artículo
El grafico N° 6 muestra que los pacientes que se ubicaron en el nivel de conocimiento bajo el 100% se ubicó con un patrón de conducta intermedio. Mientras que el grupo de pacientes ubicados en el nivel de conocimiento intermedio el 100% observo un patrón de conducta intermedio. Con respecto a los pacientes ubicados en el nivel de conocimiento alto el 86.50% se consideró en el patrón de conducta con un nivel de ocurrencia de intermedio.
Los resultados anteriores orientan a confirmar que los estilos de vida juegan un papel fundamental en la mayoría de los procesos mórbidos que producen mortalidad” y reconoce “los estilos de vida en un 43%, como causa más frecuente de mortalidad; seguido de lo biológico con el 27% y el sistema de cuidado sanitario en un 11%”. (9)
Actualmente, las enfermedades cardiovasculares son consideradas un problema de salud pública, a nivel mundial que exige la modificación de comportamientos arraigados en las personas tales como: el consumo de cigarrillo, hábitos alimentarios inadecuados, la ausencia de un patrón regular de ejercicios, el consumo de alcohol, entre otros factores modificables. El que una persona adquiera o mantenga comportamientos saludables va a depender de sus creencias, las cuales podrían