depósito reservorio que prolongue su acción en ese tejido o en un sitio distante, llevado por la circulación.
– Biotransformación, la biotransformación de fármacos y otros productos xenobióticos en metabolitos más hidrófilos resulta más esencial para que cese su actividad biológica y sean eliminados del cuerpo. En términos generales las reacciones de biotransformación generan metabolitos más polares que se excretan fácilmente al exterior.
Con la biotransformación tenemos que tener en cuenta que existen factores que pueden alterarla como las enfermedades previas, la edad, el estado general, el empleo concomitante de otros fármacos, … provocando menor o mayor duración de los efectos farmacológicos y la toxicidad de estos.
– Redistribución, normalmente el efecto de un fármaco termina por la intervención de fenómenos como la biotransformación y la excreción, pero también puede ser consecuencia de la redistribución de aquel desde el sitio de acción hacia otros tejidos o lugares.
Cuando un fármaco fuertemente liposoluble, con acción en el encéfalo o el aparato cardiovascular se administra en forma rápida mediante inyección intravenosa o inhalación, la redistribución es un factor que contribuye a la terminación del efecto medicamentoso.
– Excreción, los fármacos se eliminan en gran medida dependiendo de su liposolubilidad, es decir, los más liposolubles, se eliminan más lentamente hasta transformarse en compuestos más polares.
El principal órgano de eliminación de fármacos son los riñones, por heces (incluimos excreción por bilis) se excretan fundamentalmente, los fármacos que utilizaron la vía gastrointestinal, por último también mencionamos a los pulmones como otra de las fuentes de eliminación.
VÍAS DE ADMINISTRACIÓN DE FÁRMACOS
Las diferentes vías de administración, bien nos merecen todo un trabajo aparte, aquí realizaremos un resumen en el que nos centraremos principalmente en la vía parenteral, como tema que nos ocupa.
– Vía oral: es la vía de administración más usada, utiliza la absorción gastrointestinal y se ve modificada por diferentes factores como el flujo de sangre en el lugar; el estado físico–químico del fármaco; la superficie de absorción; la concentración; la liposolubilidad;… Existen fármacos que para su administración vía oral se presenta con recubrimiento para impedir la irritación del estómago o para que no sean inactivados por el jugo gástrico.
Las formas de presentación son en pastillas o tabletas, cápsulas, grageas o líquidos.
– Vía rectal: Suele tener un gran efecto local, es una vía que resulta útil en determinadas ocasiones y que en urgencias es empleada en algunas patologías. Se emplea en caso de vómito, inconsciencia del enfermo y en edades infantiles menos colaboradoras.
Debemos conocer que la absorción en esta vía puede ser algo errática y evita el hígado en gran porcentaje.
Las formas de presentación son supositorios, pomadas y enemas.
– Vía sublingual: Tiene una superficie de absorción pequeña, pero una actuación rápida, es una vía que tiene cierta importancia en la administración de diversos fármacos y determinadas patologías de urgencias.
– Vía inhalatoria: Tiene un área de superficie muy grande y de rápida actuación (de utilidad en urgencias), la absorción puede ser algo errática. Para su administración necesitan ser pulverizaciones, inhalaciones, nebulizaciones,…
– Vía tópica: por lo general con efectos locales, pero tenemos que tener en cuenta la absorción por mucosas que puede tener efectos tóxicos a nivel sistémico, como puede ocurrir con los anestésicos locales. Las formas de presentación pueden ser pomadas, polvos, pasta, loción, cremas y líquidos.
– Vía Parenteral: La vía parenteral hace referencia a la administración del fármaco atravesando una o más capas de la piel o de las membranas mucosas mediante una inyección. Es una vía que resulta indispensable para que algunos tipos de fármacos se absorban de forma activa. En este tipo de vía la dosis eficaz es más exacta y menos errática a diferencia de otras vías.
Es una vía de administración con rapidez de acción y aunque no es de uso exclusivo de urgencias, si es la vía fundamental en este servicio.
La forma de presentación del fármaco suelen ser ampollas y viales.
Podemos decir que existen varios subtipos de administración parenteral; la intradérmica, la intramuscular, la intraósea, la subcutánea y la intravenosa.
Cargando medicación parenteral
VÍA PARENTERAL
– Vía intradérmica: Es la inyección del líquido en la epidermis, justamente por debajo del estrato córneo. La absorción por esta vía es baja. Generalmente se administran anestésicos locales o determinadas pruebas cutáneas como las pruebas de la alergia o el Mantoux.
– Vía Subcutánea: Debemos valorar en la administración por esta vía el uso de fármacos que no irriten los tejidos, para evitar el dolor y la necrosis, así como, la aplicación de vasoconstrictores que retarda la absorción. Clásicamente, esta vía se reservaba para el uso de la insulina, heparina y vacunas, pero con la aparición de los cuidados paliativos en terminales, las utilidades del acceso subcutáneo se han ampliado. En este tejido se administra el medicamento mediante inyección de soluciones o suspensiones medicamentosas de pequeño volumen. Se suele