También para Leonardo da Vinci el cuerpo fue objeto de aprendizaje para con su experiencia como disector, conocer el cuerpo para crear sus obras, entre ellas el modelo humano conocido como el hombre de Vitrubio.
A nivel antropológico se afirma que todas las actividades humanas son corpóreas, no se pueden dar sin el cuerpo, ni las relaciones humanas intrapersonales, de comunicación o socialización; ni las relaciones con el medio natural sensible y manipulable.
El cuerpo es producto de una dialéctica entre la naturaleza y la cultura, de hecho, una serie de explicaciones constructivistas sociales reconoce el cuerpo como una entidad biológica, pero consideran el modo en que está sujeto a la construcción social.
Desde la fenomenología, Merleau Ponty, entiende la concepción del hombre como un compuesto de cuerpo y espíritu, es decir, la visión dualista de Ponty, considera el cuerpo como sujeto a las mismas relaciones causales a que están sometidos los demás objetos materiales, pero en lo referente al espíritu, es para el autor toda fuente de conocimiento, de libertad, de apertura hacia los demás, como “existencia”. Desde su concepto de cuerpo-sujeto, no niega que el cuerpo pueda tratarse como objeto de estudio en las investigaciones científicas, pero a su juicio esta posibilidad presupone que el cuerpo humano es él mismo un sujeto, en dialogo con el mundo y con las demás personas, insiste en que el cuerpo humano es una realidad material y espiritual al mismo tiempo (3).
La particular visión del cuerpo en Foucault, es de interés, porque para este filósofo el cuerpo fue el pivote principal alrededor del cual giraron sus reflexiones, el autor concibe el cuerpo como un texto donde se escribe toda la realidad social de una persona. Con esa visión, gran parte de sus investigaciones se pasearon por examinar las formas de gobierno dirigidas a vigilar y orientar el comportamiento individual, en las diferentes instituciones, tales como la medicina, la escuela, la fábrica, el ejército, las cárceles y otras. En estas instituciones se dota al individuo, de estrictas normas corporales; de una manera de actuar y de obedecer, que de ser positivos sus resultados, se convierten en garantía del orden social.
Para este filosofo, en lo que al cuerpo se refiere, éste se ha visto involucrado en un sin número de movimientos corporales, tácticas, estrategias, maniobras las cuales operan al interior de las distintas relaciones que el cuerpo establece con otros cuerpos o “micropoderes”, a este tipo de relaciones Foucault las denomina “Tecnología política del cuerpo”. Esta tecnología es difusa, rara vez formulada en discursos continuos y sistemáticos; se compone a menudo de fragmentos, y utiliza unas herramientas o unos procedimientos inconexos (4).
Con esto lo que nos deja entender Foucault, es que el objetivo central del bio-poder es el control de los cuerpos de los sujetos, en dos niveles: a nivel individual, donde la preocupación es procurar un saber del cuerpo que permita su manipulación; y a nivel de la especie, donde la preocupación es la reproducción del juego de las relaciones y mantener la ley que las rige. Pero ese saber para someter el cuerpo se caracteriza por ser difuso, vale decir, no está formulado en discursos sistemáticos, por eso se utilizan herramientas y procedimientos que en su narración son poco claros, no son estrategias uniformes, son variadas y multiformes como para que no se identifiquen en los discursos, pero si son claras en cuanto al objetivo estratégico de que penetren en el cuerpo de cada hombre.
Así, cada hombre se convierta en un micropoder, pero sin que cada hombre sienta que es dueño del poder, partiendo de la idea básica de Foucault de que el poder se ejerce, no se posee. La tecno política del cuerpo se localiza utilizando una imagen de la circulación del cuerpo en un nivel capilar, abarcando todo el cuerpo social, esto quiere decir que no se origina en el nivel de las instituciones, sino que las inviste a todas; y a pesar de ser multiforme en su presentación es coherente en sus resultados porque está presente y se mueve en todas partes.
En la voluntad del saber Foucault nos habla de cómo las relaciones de fuerzas por su constancia y desigualdad inducen a estados de poder omnipresente: El poder está en todas partes, no es que lo englobe todo, sino que viene de todas partes. Y “el” poder en lo que tiene de permanente, de repetitivo…no es una institución y no es una estructura, no es cierta potencia de los que algunos estarían dotados. Es el nombre que se presta a una situación estratégica compleja en una sociedad dada (5).. Dentro de este saber tecno político del cuerpo, el poder ocupa el cuerpo e inevitablemente el cuerpo se rebela contra el poder, en una lucha indefinida, que según el autor, esto no quiere decir que algún día pueda terminar.
.Relaciones de poder- cuerpo-
Como comentamos anteriormente, Foucault no pretendió crear una teoría general del poder, pero si dedico la mayor parte de su tiempo a investigar las relaciones intrínsecas del poder, en esa idea basa la parte fundamental del planteamiento filosófico de su tesis sobre la concepción del poder. “Tratar de estudiar la metamorfosis de los métodos punitivos a partir de una tecnología política del cuerpo donde pudiera leerse una historia común de las relaciones de poder y de las relaciones de objeto” (6).
En la concepción de Foucault, el cuerpo se encuentra sumergido en un espacio político en el cual entra en relaciones con otros cuerpos, estas interacciones son las que Foucault denomino “relaciones de poder”. Relaciones éstas que a su vez operan sobre el cuerpo y lo hacen presa inmediata del poder, porque lo obligan a trabajos fuertes, lo marcan, lo someten a suplicios, le exigen signos, lo cercan. “Este cerco político del cuerpo va unido, de acuerdo con unas relaciones complejas y reciprocas, a la utilización económica del cuerpo…el cuerpo se convierte en fuerza útil cuando es a la vez cuerpo productivo y cuerpo sometido” (7). En estas relaciones, Foucault admite que el cuerpo se encuentra inmerso en ellas, esta como atrapado y de las cuales no puede salir, llegando a desenvolverse como el autor principal de las relaciones de poder.
A juicio de Foucault el sometimiento del cuerpo no se obtiene solamente por la violencia o por la ideología, puede ser también por medios materiales que aunque no parezcan violentos, están muy bien calculados, técnicamente bien organizados que sometan al cuerpo y pueden parecer sutiles pues no hay uso de las armas ni del terror.
En la tesis de Foucault, las interacciones sociales en la práctica juegan un papel importante, porque el poder depende de la interacción de las