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Visión deliberada del pensamiento de Foucault de cómo se ejerce el poder sobre del cuerpo humano

distintas relaciones que se gestan en los modos de vida y en las prácticas sociales. No es un poder absoluto, es la microfísica del poder; es el poder fraccionado en lo más microscópico y holográfico, allí es donde Foucault pone su énfasis y le da gran importancia al estudio del poder a nivel microscópico, porque es ahí donde se van consolidando las relaciones de poder «visibles».

El estudio del poder en Foucault, pudiéramos compararlo con el estudio que ha hecho la ciencia médica para adquirir conocimiento sobre el cuerpo humano, como ejemplo tenemos que en los estudios iniciales, el hombre empezó a obtener conocimiento del cuerpo de sus partes más visibles y de hecho se dividía el cuerpo para su estudio en: cabeza, tronco y extremidades que es lo más evidente; con el correr del tiempo, se comenzó a estudiar la anatomía del cuerpo en mayor profundidad al punto de que hoy hablamos de muchos tipos de anatomía, entre ellas la anatomía macroscópica, microscópica y otras, y por especificar alguna, anatomía sistémica, donde identificamos y describimos los diferentes sistemas: sistema óseo, muscular, nervioso, respiratorio, circulatorio y otros. Pero los avances en las investigaciones científicas han continuado hasta el punto de ver, lo que a simple vista no se ve como el caso de la información a nivel micro celular y del código genético.

Hoy se sabe que las enfermedades pueden ser multicausales, estos son factores muy importantes que inciden en la complejidad del cuerpo, hasta el punto de que la medicina tradicional a llegado a aceptar que «no existen enfermedades, sino enfermos», porque hasta la enfermedad misma depende de cómo se relacione con la genética del cuerpo. A partir de esta reflexión realmente entendemos que esto precisamente es lo que ha hecho Foucault en sus investigaciones sobre el poder, analizarlo muy minuciosamente hasta su parte más microfísica, en todas sus relaciones, principalmente las que establece con el cuerpo, tal como lo afirma:

Se trata de coger al poder en sus extremidades, en sus confines últimos, allí donde se vuelve capilar, de asirlo en sus formas e instituciones más regionales, más locales (8). De allí que Foucault estudia y nos muestra en sus obras que no hay nada es más material, más corporal que el ejercicio de poder. Y como tal lo estudia en Vigilar y Castigar, penetrando en la materialidad del poder desde sus extremidades; su preocupación no es analizar las formas normadas, regladas y legitimadas del poder en su centro, sino de agarrarlo en su capilaridad, en sus instituciones más regionales y locales, donde no adopta la forma de grandes principios jurídicos, sino de multiplicidad de estrategias y tácticas que a simple vista parecen neutras o sin importancia (el examen, la revisión médica, los test) ‘Se trata en cierto modo de una microfísica del poder que los aparatos y las instituciones ponen en juego, pero cuyo campo de validez se sitúa en cierto modo entre esos grandes funcionamientos y los propios cuerpos con su materialidad y sus fuerzas 9 ..’ En su obra Vigilar y Castigar muestra como estos mecanismos microfísicos de poder que los aparatos y las instituciones ponen en juego, se materializan en el cuerpo (tecnología política del cuerpo). Dice Foucault, lo que busco, es intentar demostrar cómo las relaciones de poder pueden penetrar materialmente al interior del espesor mismo de los cuerpos.

 Las relaciones de poder son inherentes a otras formas de relaciones, en la visión de Foucault por razones económicas, políticas, religiosas. Este tipo de relaciones son el efecto de las asimetrías entre los sujetos en todas las rejillas de la sociedad. El tipo de poder propuesto por Foucault siempre está asociado a una relación dual, en donde uno ejerce poder sobre otro, por ejemplo, el cura con el confesado, el maestro con el estudiante, el policía con el delincuente. Por ende, la noción de poder de Foucault no es la del Estado soberano que ejerce sobre el pueblo es más bien el suelo movedizo y concreto sobre el que ese poder se incardina 10.

Para Foucault, el problema del cuerpo va apareciendo en el desarrollo de un proceso político. Se da una evolución de la relación corporal entre las masas y el aparato de Estado. En “Poder-Cuerpo a su juicio, también pone énfasis en la materialidad del poder: nada es más material y corporal que el ejercicio de poder; subraya que el cuerpo social no aparece por consensus, sino por la materialidad del poder sobre los cuerpos de los mismos individuos.

De allí que Foucault plantea que el cuerpo está inmerso en un campo político y que las relaciones de poder impactan sobre el cuerpo y lo hacen su presa inmediata. Además,

existe un “saber” que no se corresponde con la fisiología del cuerpo y un dominio de sus fuerzas que es más que la capacidad de vencerlas; este saber y este dominio es lo que Foucault denomina “tecnología política del cuerpo”.

Pero Foucault no analiza los efectos del poder a nivel de ideología, pues para èl al privilegiar esta perspectiva represiva supone la existencia de un sujeto humano con conciencia al estilo de la filosofía clásica (recordemos que para Foucault el hombre es una invención de fecha reciente, y cabe que el hombre se borre “como en los límites del mar se borra un rostro de arena”). En este sentido nos interesa ahora destacar que precisamente, no todos los efectos del poder son negativos, porque el poder “produce efectos positivos” tanto a nivel de deseo como de saber, y por tanto el poder, lejos de estorbar al saber, lo produce. Hay que admitir más bien que el poder produce saber; que poder y saber se implican directamente el uno al otro; que no existe relación de poder sin construcción correlativa de un campo de saber, ni de saber que no suponga y no constituya al mismo tiempo unas relaciones de poder (11).. Con esto lo que nos da a comprender Foucault, es que el poder en su esencia no es del todo dañino, no produce solamente efectos negativos en la sociedad, también aporta efectos constructivos y positivos al ciudadano y a la sociedad. Dice el autor que: si el poder es fuerte es debido al hecho de producir efectos positivos, aquí podríamos citar como ejemplo; a nivel del saber.

“El poder, lejos de impedir el saber, lo produce”. La gran enseñanza que nos deja Foucault con su investigación sobre las relaciones de poder, es que al poder debemos mirarlo, o hay que verlo, diríamos por las dos caras de la moneda, existe una apreciación equivocada del poder, y en ese sentido al poder sólo se lo mira como algo negativo que prohíbe y reprime. Entonces tenemos que el aporte de Foucault es muy valioso en tanto analiza el poder sin dejarse influenciar por los prejuicios que sobre este concepto existen. En sus trabajos nos explica detalladamente en el capítulo de la disciplina de Vigilar y Castigar cómo fue que