Gestión de residuos sanitarios
Autora principal: Paula Diest Pina
Vol. XVI; nº 4; 181
Sanitary waste management
Fecha de recepción: 10/01/2021
Fecha de aceptación: 15/02/2021
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XVI. Número 4 – Segunda quincena de Febrero de 2021 – Página inicial: Vol. XVI; nº 4; 181
Autoras: Paula Diest Pina (Enfermera. Hospital Universitario Miguel Servet, España. Bloque quirúrgico), Adelina Dutulescu (Enfermera), Alexandra Elena Claeanu (Enfermera. Hospital Clínico Lozano Blesa, España. Medicina Interna)
Resumen
Los desechos sanitarios son todos los residuos generados en los centros de salud, centros de investigación y laboratorios relacionados con los procedimientos médicos. Los residuos se han clasificado en función de si poseen riesgo (grupo I y II) o si poseen riesgo (III, IV, V, VI,VII). Es necesario una gestión eficaz y sostenible tanto intracentro como extracento de sus residuos sanitarios porque pueden ser un peligro tanto ambiental como personal. La OMS dispuso que la selección de los métodos de eliminación de desechos clínicos debe ser rentable, fácil de implementar y respetuoso con el medio ambiente. España no ha promulgado todavía una legislación relativa a los residuos sanitarios, pero la gestión de residuos específicos está regulada por la Ley 10/98 sobre residuos
Palabras clave: residuos sanitarios, gestión
Abstract
Healthcare waste is all waste generated in health centers, research centers and laboratories related to medical procedures. The wastes have been classified according to whether they pose a risk (group I and II) or whether they pose a risk (III, IV, V, VI, VII). It is necessary an efficient and sustainable management both intracenter and extracento of their sanitary waste because they can be both an environmental and personal danger. WHO ruled that the selection of clinical waste disposal methods should be cost-effective, easy to implement, and environmentally friendly. Spain has not yet enacted legislation on sanitary waste, but the management of specific waste is regulated by Law 10/98 on waste
Keywords: sanitary waste, management
Introducción
El término desechos sanitarios incluye todos los residuos generados en los centros de salud, centros de investigación y laboratorios relacionados con los procedimientos médicos1. No disponemos de una definición única de los desechos médicos, por lo que los términos de residuos médicos, residuos hospitalarios y desechos infecciosos a menudo se han utilizado indistintamente.2
Clasificación
Los residuos sanitarios se clasifican en dos grandes bloques distinguiendo entre los que carecen de riesgo para la salud y los potencialmente peligrosos. Residuos sin riesgo:
- Grupo I o residuos sanitarios asimilables a urbanos: aquellos que no generan contaminación específica y no poseen riesgo infeccioso. Incluyen cartón, papel, material de oficina, cocinas, bares, etc…
- Grupo II o residuos sanitarios no específicos: desechos sobre lo que hay que adoptar medidas de prevención en su manipulación, recogida, almacenamiento y transporte, solamente en el centro sanitario. Incluyen material de curas, yesos, ropa y material de un solo uso contaminados con sangre, secreciones, excreciones.
Residuos de riesgo:
- Grupo III o residuos sanitarios específicos: aquellos que generan riesgo para la salud laboral y pública, por lo que es fundamental adoptar medidas de prevención en su manipulación, recogida , almacenamiento y transporte dentro y fuera del centro sanitario. Son los residuos punzantes y/o cortantes, cultivos y reservas de agentes infecciosos, recipientes que contengan más de 100 ml de líquidos corporales y muestras de sangre o productos derivados y residuos anatómicos humanos.
- Grupo IV o cadáveres y restos humanos de entidad: restos humanos y residuos anatómicos procedentes de abortos, mutilaciones y operaciones quirúrgicas.
- Grupo V o residuos químicos: residuos caracterizados como peligrosos por su contaminación química.
- Grupo VI o residuos citostáticos: restos de medicamentos citostáticos y todo material que haya estado en contacto con ellos que presentan riesgos carcinógenos, mutagénicos y teratogénicos.
- Grupo VII o radiactivos: residuos contaminados por sustancias radiactivas.3
Gestión de residuos
La gestión intracentro incluye todo lo referente a la recogida de los residuos, a los tipos de recipientes utilizados para contenerlos, a las características del transporte intracentro, así como el tipo de almacenamiento de los residuos. Los productores y los gestores de residuos sanitarios específicos y citotóxicos se encargarán de actualizar el Libro Oficial de Control indicando el origen, la cantidad, el destino, el transporte y el tratamiento de los residuos. Entre otras responsabilidades, los productores deberán tener al día el libro de registro de incidentes y accidentes y elaborar el Plan de Gestión de Residuos, con un contenido mínimo, indicando el responsable del plan, los equipos y métodos utilizados en la gestión intracentro, las cantidades generadas de residuos y los métodos utilizados para reducir estas cantidades, la frecuencia de evacuación a los almacenes y las medidas de prevención utilizadas.
La gestión extracentro comprende las diferentes operaciones que se llevan a cabo en el exterior de los centros sanitarios referente a la recogida, transporte, almacenamiento, tratamiento y eliminación de los residuos, así como la vigilancia de todas estas operaciones.
La recogida y transporte de los residuos específicos de riesgo y citotóxicos han de realizarse a través de un transportista autorizado. Entre la retirada de los residuos del centro productor hasta la entrega al gestor autorizado no debe sobrepasar las 72 horas y si se excede de este tiempo, el transporte debe ser refrigerado.
La eliminación de los residuos sanitarios asumibles a urbanos deberá respetar como mínimo los mismos requerimientos, que la normativa vigente solicite para los residuos urbanos. En cuanto a los residuos sanitarios específicos de riesgo y citotóxicos deberán ser tratados y eliminados atendiendo a criterios de inocuidad, asepsia y salubridad con el fin de eliminar los gérmenes patógenos y la protección del medio ambiente. En general, hay dos opciones incluidas en distintas normativas autonómicas en cuanto al tratamiento y eliminación de los residuos:
Residuos específicos de riesgo:
- Incineración en hornos preparados para esta finalidad y construidos con unas características técnicas definidas.
- Desinfección mediante esterilización por vapor caliente a presión por la técnica de autoclave. Posteriormente, los residuos esterilizados podrán ser eliminados como residuos urbanos. La ventaja de éste método es que puede realizarse en el propio centro productor.
Residuos citotóxicos:
- Incineración a una temperatura suficiente para garantizar su destrucción.
- Neutralización química.4
Impacto ambiental
La OMS dispuso que la selección de los métodos de eliminación de desechos clínicos debe ser rentable, fácil de implementar y respetuoso con el medio ambiente.
Verter la basura a cielo abierto es el método más común en países en desarrollo puesto que es menos costoso, sin embargo es una fuente de infección para la salud pública y para la contaminación ambiental.
El vertedero es otra opción económica de los países en desarrollo pero si un relleno sanitario no se gestiona bien, presenta numerosos riesgos y problemas que se traducen en la producción de metano, dióxido de carbono y otros gases que aunque se encuentran a bajas concentraciones son tóxicos. Asimismo, producen lixiviados, compuestos orgánicos halogenados, metales traza y ácidos orgánicos que contaminan el agua y el suelo.5 El relleno forma un entorno complejo donde tienen lugar muchos procesos químicos, biológicos y de interacción física. El proceso de degradación de los RSU en los vertederos es un evento de larga duración y sus emisiones tendrán que ser gestionadas por cientos de años, lo que contradice los principios de la sostenibilidad. Las corrientes gaseosas y líquidos generados por la descomposición de residuos, gases de vertedero y los lixiviados, constituyen las fuentes de los principales impactos ambientales asociados a esta práctica. En ausencia de cualquier tratamiento, el metano derivado de los vertederos contribuye al cambio climático a nivel mundial, ya que su potencial de calentamiento global durante un período de tiempo de 100 años es aproximadamente 25 veces mayor que el CO2. Simultáneamente, la filtración de lixiviado a través de residuos puede implicar una importante amenaza para el suelo circundante, las aguas subterráneas e incluso el agua superficial.6
La incineración es uno de los métodos más usados en todo el mundo para el tratamiento de residuos que no pueden eliminarse en un vertedero. Sin embargo, ha generado discrepancias en cuanto a su utilización porque genera monóxido de carbono, cloruro de hidrógeno, metales (mercurio), dioxinas y furanos.5 Las dibenzo-p-dioxinas (dioxinas, PCDD) y dibenzofuranos policlorados (PCDF), furanos, son conocidos por ser tóxicos para los humanos y los animales, debido a su larga vida atmosférica, por su resistencia a la degradación fotolítica, biológica y química, por su alta solubilidad en lípidos y su tendencia a la bioacumulación en las células del tejido. Todas estas propiedades los clasifican como contaminantes orgánicos persistentes (COP). Tienen gran capacidad para desplazarse largas distancias en la atmósfera antes de la deposición, incluso pueden llegar en regiones donde no se han utilizado nunca pues su acción abarca el medio ambiente de todo el mundo.7
El tratamiento en autoclave para la esterilización de residuos sanitarios podría ser una alternativa a la incineración, no obstante, presenta numerosos inconvenientes, y es que es un método más costoso porque necesita otro tratamiento para su total eliminación, no puede manejar elevadas cantidades de residuos y no se pueden eliminar diversas sustancias como residuos procedentes del tratamiento de quimioterapia, el mercurio, compuestos orgánicos volátiles y semi-volátiles, residuos radiactivos, otros desechos químicos peligrosos y elementos de gran tamaño.
El horno de microondas es más competitivo económicamente que el incinerador pero no es adecuado para la utilización a gran escala. Los estudios muestran que la capacidad de esterilización que poseen es insuficiente.5
Gestión sostenible de recursos
Gestionar los residuos de forma más sustentable con el medio ambiente se basa en el concepto de las » 3Rs » reducir, reutilizar y reciclar.
La reducción de residuos es una de las soluciones más compartidas por la administración pero debería aplicarse no solo desde su generación, sino, desde los gestores con un mayor control de la existencia y compra, por ejemplo, la adquisición de productos que minimicen los impactos medioambientales mediante el análisis del ciclo de vida de cada producto.
La reutilización de dispositivos de un solo uso ha generado diversas controversias. Hay que considerar que es otra opción para minimizar los residuos, eso sí, requiere de una evaluación realista de los riesgos.8 Los productos sanitarios de un solo uso supone un 70% de los productos sanitarios en España. Por ello, habría que replantearse desde la prudencia y rigor que exige la reutilización tras su procesado debido al riesgo de infección, los deterioros funcionales y problemas éticos derivados del paciente9. Además, al no ser concreto su significado, surgen diversas interpretaciones tales como: ¿existe una prohibición expresa de su reutilización?, ¿puede reutilizarse si es el mismo paciente?, ¿se permite darle uso tras el reprocesado?10
La FDA (Food and Drug Admistration) en EEUU permite la reutilización de DSU desde el año 2000 a todas las empresas que demostraran que no generaran ningún riesgo. Sin embargo, debido a la rigidez de la normativa solo existen dos empresas en todo el país que se dedican a tal actividad. De este modo, todos los productos son clasificados según el nivel de contacto con el organismo y si se pueden reutilizar, se reesterilizan, reprocesan y se venden al hospital generador con los mismos estándares de calidad que se le exigen al fabricante y a un 30-50 % de su valor inicial.
En cuanto a la Unión Europea, no prohíbe este método pero lo que si se persigue es no seguir las indicaciones de uso del fabricante. La Comisión Europea es contraria a estas prácticas pero permite a sus países tener la regulación que considere oportuna. Referido a España, está prohibido pero es uno de los países europeos que más lo utiliza, puntualizando que se lleva a cabo sin ningún tipo de control. Ante tal situación se elaboró en 2006 el “Libro Blanco sobre Dispositivos Médicos de un Solo Uso en España: “¿Hacia un reprocesamiento regulado?” por la Sociedad Española de Medicina Preventiva. Manifestando que tras la revisión de los trabajos realizados a nivel mundial no existe evidencia científica que avale esta práctica añadiendo que no está libre de riesgos.9
Una consideración relevante que hay que tener en cuenta es que no existe una postura clara en cuanto a esta práctica. Por un lado se encuentra la postura que defiende que, la reutilización tras los procesos de esterilización o reprocesamiento, llevados a cabo con los nuevos avances tecnológicos permiten unos niveles aceptables de seguridad. En el lado opuesto su reutilización sin haberse llevado a cabo los pertinentes procesos genera graves riesgos señalando que, a veces, aunque se realicen tales procesos, no están exentos de riesgo.10 El riesgo asociado a la reutilización no se ha podido cuantificar en pacientes, por la falta de datos sobre la incidencia de la infección cruzada y la pérdida de la funcionalidad del dispositivo.11 Los defensores estiman que, pueden ahorrar los hospitales un 50% el número de productos consumidos derivados del reprocesamiento de dispositivos de un solo uso.12 Es cierto que muchos de los DSU tienen un elevado coste y de ello se deriva que disminuya el gasto, sin embargo, la evidencia científica publicada sobre el coste-efectividad no son concluyentes.13
El reciclaje de residuos sanitarios no peligrosos puede presentar dos opciones; o generar combustible o convertirlos en nuevos productos.8
Riesgos asociados a los residuos sanitarios
Los residuos sanitarios presentan numerosos factores de riesgo como la peligrosidad por toxicidad, volumen y persistencia, e impacto en la sociedad que se traduce en impacto ecológico en los ecosistemas, impacto en los recursos acuosos, riesgo para la salud por exposiciones directas y riesgo por accidentes.14 Llama especialmente la atención la gran diversidad de enfermedades infecciosas que se pueden adquirir por accidentes de origen biológico: cólera, fiebre hemorrágica causada por virus (brucelosis, difteria), meningitis, encefalitis, fiebre Q, muermo, tuberculosis activa, hepatitis vírica, tularemia, tifus abdominal, lepra, ántrax, fiebre paratifoidea a, b y c, peste, poliomielitis, disentería bacteriana, rabia y sida.15
En el medio sanitario, el riesgo biológico es el que más frecuentemente encontramos, siendo los profesionales más expuestos: médicos, enfermeras, auxiliares de salud y personal de mantenimiento del hospital, personas que trabajan en lavanderías, limpieza, etc. El público en general también está expuesto al riesgo cada vez que los residuos sanitarios peligrosos se abandonan o se eliminan incorrectamente.16
Legislación
Dado que la gestión adecuada de residuos médicos debe llevarse a cabo de acuerdo con la normativa específica, muchos países han elaborado leyes y directrices de buenas prácticas.
En 1991 un comité directivo Europeo se creó para estudiar los problemas de desechos médicos y se formularon una serie de propuestas, que fueron enviados a la Comisión Europea en 1997 como una guía para una futura ley que regula este sector. Sin embargo, hasta ahora, ninguna directiva específica es el resultado de estas recomendaciones.
España aún no ha promulgado una legislación relativa a este tipo de residuos, pero cabe mencionar que la gestión de residuos específicos está regulada por la Ley 10/98 sobre residuos. Sin embargo, los gobiernos regionales en España han promulgado leyes de este tipo. En la Comunidad Autónoma de Aragón la legislación de residuos médicos actualmente en vigor está comprendida en el Decreto 29/1995 de residuos médicos (Decreto de 1995), modificada parcialmente por Decreto 52/1998 (Decreto, 1998a).2
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