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Guía para el empleo de equipos de protección individual en las emergencias extrahospitalarias

– PROTECTORES DE LOS OJOS Y DE LA CARA:

– Opción 1: Gafas de montura integral:

Las gafas de montura integral están formadas por una montura de plástico flexible, con ocular panorámico y una banda elástica que se ajusta a la cabeza. Proporcionan protección de los ojos desde todos los ángulos al estar completamente ajustadas a la cara. Según los modelos, este tipo de gafas también va acoplada al casco.

– Opción 2: Pantallas faciales:

Disponen de un gran ocular que cubre toda la región ocular y parte o todo la región facial, sobre una montura con arnés de cabeza o acoplable a casco. La mayoría pueden llevarse con gafas graduadas y aunque protegen la cara no aíslan completamente los ojos.

Ambas opciones son posibles ya que evitan daños por impacto de partículas sólidas, salpicaduras de líquidos químicos o biológicos o exposición a sustancias gaseosas a través de la conjuntiva, no obstante puesto que la mayor posibilidad de contagio es a través de la conjuntiva (hay un caso documentado de contagio de Hepatitis C a través de una salpicadura en la conjuntiva (13) se recomienda el uso de la primera. Gafas y pantallas deben cumplir con la norma EN 166. La clase óptica será tan buena como sea posible (Clase 1).

EPI – NORMAS – PICTOGRAMAS

Opción 1: Gafas de montura integral. – EN 166 – N/A

Opción 2: Pantalla facial – EN 166 – N/A

Figura 3: Equipos de Protección Individual (EPIs), normas y pictogramas necesarios para riesgos por contacto (salpicaduras)..

– BATAS DESECHABLES Y MASCARILLAS QUIRÚRGICAS:

La correcta utilización de los Equipos de Protección Individual (EPIs) en el ámbito sanitario está lastrada debido a una marcada tendencia a confundir los equipos destinados a evitar la contaminación del material estéril, de un producto, de una muestra o de un paciente, con los destinados a la protección del trabajador, usándose aquellos como protectores personales frente al riesgo biológico, cuando en la mayoría de las situaciones no sólo no son eficaces, sino que provocan la sensación de falsa protección frente al riesgo. Un ejemplo típico en este sentido es la utilización de mascarillas quirúrgicas para la protección frente a la inhalación de un bioaerosol infeccioso (13,14).

Las mascarillas quirúrgicas tienen por objeto evitar que su usuario pueda transmitir enfermedades a través de las vías respiratorias y por tanto no ofrecen al usuario protección eficaz frente al riesgo de transmisión por vía aérea, pero pueden considerarse suficientes para proteger al trabajador de salpicaduras en las mucosas nasal y oral (11). Es muy importante dejar claro que estos equipos, junto con las batas NO se consideran Equipos de Protección Individual (EPIs) según el RD 773/1997, por tanto no ofrecen garantías de seguridad para el trabajador, no obstante cuando se prevea la producción de grandes salpicaduras de sangre y/o líquidos orgánicos está recomendado su uso.

2.2.- Equipos de Protección Individual (EPIs) en la prevención del RIESGO POR INHALACIÓN:

Los equipos de protección respiratoria están destinados a reducir la entrada de microorganismos y aerosoles biológicos por las vías respiratorias. Para protegernos de estos agentes hay que elegir Equipos de Protección Individual (EPIs) frente a partículas, dado que los microorganismos que pueden entrar por las vías respiratorias son aquellas asociadas a gotas de fluidos biológicos o partículas (en general aerosoles biológicos).

Existen diferentes tipos de equipos de protección respiratoria, mascarillas autofiltrantes, piezas faciales con filtros, equipos motorizados, etc. La elección entre unos u otros dependerá de la eficacia que se necesite, pero también de otros criterios tales como ambiente de trabajo, características del usuario, características del puesto de trabajo, etc. En el caso de los agentes biológicos se suelen elegir equipos desechables o bien aquellos que sean de fácil descontaminación (15).

En principio los filtros clasificados, por su eficacia filtrante, como P3 (alta eficacia frente a partículas sólidas y aerosoles líquidos) conectados a un adaptador facial (máscara o mascarilla) pueden recomendarse para su uso frente a microorganismos. Sin embargo, esta afirmación no está en ningún momento contemplada específicamente en el campo de aplicación de las normas EN143 y EN149 (10). La categoría FFP3 es la que ofrece la eficacia de filtración más elevada (superior al 98%, factor de protección nominal 50) 16,17.

Las mascarillas autofiltrantes suelen ser de un solo uso y pueden desecharse después de cada turno, no debiéndose utilizar más de un día (11) o antes si presentan alguna salpicadura. Son una excelente opción, ya que al ser desechables se simplifican los procedimientos de descontaminación de equipos. No obstante serían los EPI con filtros HEPA los que proporcionan mayor protección frente al riesgo biológico. En los ensayos realizados a estos filtros HEPA se obtiene una eficacia mínima del 99,99% para partículas de 0,3 mm de diámetro (10,11).

EPI – NORMAS – PICTOGRAMAS

Mascarilla Autofiltrante para partículas. FFP3 – EN 143, EN149 – N/A

Figura 4: Equipos de Protección Individual (EPIs), normas y pictogramas necesarios para riesgos por inhalación.

3.- RIESGOS FÍSICOS Y/O AMBIENTALES:

Consideraremos aquí la existencia de tres riesgos que son:

3.1.- Exposición a Ruido.

3.2.- Golpes/choques contra objetos.

3.3.- Condiciones climatológicas adversas.

3.1.- EPIS PARA LA PREVENCIÓN PORLA EXPOSICIÓN A RUIDO:

Cuando las exposiciones a ruido son poco frecuentes y/o de corta duración como puede ocurrir en las emergencias extrahospitalarias está justificado el empleo de un EPI en vez de la adopción de medidas técnicas y organizativas. El problema del ruido se va a presentar de forma puntual y en determinadas circunstancias según las condiciones del entorno donde estemos prestando la asistencia sanitaria. Según se establece en el