Hipertensión arterial: revisión bibliográfica
Autor principal: Daniel Montero Bermejo
Vol. XX; nº 05; 182
Arterial hypertension: a bibliographical review
Fecha de recepción: 02/02/2025
Fecha de aceptación: 06/03/2025
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XX. Número 05 Primera quincena de Marzo de 2025 – Página inicial: Vol. XX; nº 05; 182
Autores:
Daniel Montero Bermejo. Grado en Enfermería, Universidad de Zaragoza. HCU Lozano Blesa, Servicio de Cirugía Vascular, Zaragoza, España.
María del Mar Garrido Merino. Grado en Enfermería, Universidad de Zaragoza. HCU Lozano Blesa, Servicio de Alergología, Zaragoza, España.
Cynthia Molés Gascón. Grado en Enfermería, Universidad de Zaragoza. HCU Lozano Blesa, Servicio de Medicina Nuclear, Zaragoza, España.
María Muñoz Lapeña. Grado en Enfermería, Universidad de Zaragoza. ESAD Sector II, Zaragoza, España.
Julia Arias Pérez. Grado en Medicina, Universidad Católica de Valencia. Hospital Royo Villanova, Servicio de Alergología, Zaragoza, España.
RESUMEN
La hipertensión arterial es la elevación por encima de 140mmHg de presión arterial sistólica y/o 90 mmHg de presión arterial diastólica en adultos. Existen diferentes clases y fenotipos. Para su diagnóstico, se recomienda realizar varias tomas de tensión arterial no consecutivas en varios días o usar un método de medición fuera de la consulta (AMPA o MAPA). Entre el 90 y el 95% de los casos son primarios, por lo que la actuación sobre los hábitos de vida es de gran importancia para su prevención. También existe una variedad de tratamientos farmacológicos que, unida al estilo de vida saludable, previene eventos futuros mortales y no mortales, ahorrando así importantes costes relacionados con la asistencia sanitaria.
PALABRAS CLAVE: hipertensión arterial, presión arterial, cardiovascular, revisión bibliográfica.
ABSTRACT
Arterial hypertension consists in an elevation above 140 mmHg of systolic blood pressure and/or 90 mmHg of diastolic blood pressure in adults. There are different types and phenotypes. For its diagnosis, it is recommended to perform several non-consecutive blood pressure measurements over several days or to use an out-of-office measurement method (ABPM or HBPM). Between 90 and 95% of cases are primary, so taking action on lifestyle habits is of great importance for prevention. There is also a variety of pharmacological treatments that, combined with a healthy lifestyle, prevents future fatal and non-fatal events, saving like this important healthcare-related costs.
KEYWORDS: arterial hypertension, blood pressure, cardiovascular, bibliographical review.
Los autores de este manuscrito declaran que:
Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses.
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El manuscrito es original y no contiene plagio.
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
Han preservado las identidades de los pacientes.
METODOLOGÍA
Se ha realizado una revisión bibliográfica en las bases de datos Pubmed, Sciencedirect y Dialnet, utilizando diferentes palabras clave unidas por operadores booleanos y seleccionando los artículos que se adecúan al objetivo de esta revisión.
DISCUSIÓN
La hipertensión arterial se define como valores de presión arterial sistólica (PAS) iguales o superiores a 140 mmHg y/o de presión arterial diastólica (PAD) iguales o superiores a 90 mmHg. Estas cifras se utilizan en personas jóvenes, de mediana edad y ancianas, mientras que los niños y adolescentes se valoran según los percentiles correspondientes. Aunque algunos estudios indican valores diferentes, los que siguen son los más ampliamente extendidos, ya que los proporcionan las principales guías: 1, 2, 3, 4
- Óptima: PAS <120 mmHg y PAD <80 mmHg.
- Normal: PAS 120-129 mmHg y PAD 80-84 mmHg.
- Normal-elevada: PAS 130-139 mmHg y/o PAD 85-89 mmHg.
- HTA grado 1: PAS 140-159 mmHg y/o PAD 90-99 mmHg.
- HTA grado 2: PAS 160-179 mmHg y/o PAD 100-109 mmHg.
- HTA grado 3: PAS ≥180 mmHg y/o PAD ≥110 mmHg.
- HTA sistólica aislada: PAS ≥140 mmHg y PAD <90 mmHg.
- HTA diastólica aislada: PAS <140 mmHg y PAD ≥90 mmHg.
Se recomienda confirmar el diagnóstico con varias mediciones repetidas estandarizadas en consulta (al menos tres, separadas uno o dos minutos entre ellas y en dos sesiones separadas entre sí de una a dos semanas) o con la toma de la tensión arterial fuera de la consulta, ya sea mediante la automedida domiciliaria de la presión arterial (AMPA) o la monitorización ambulatoria de la presión arterial (MAPA).2 Se ha demostrado que la MAPA puede revelar los fenotipos de HTA de bata blanca y HTA enmascarada, en ocasiones mal diagnosticados cuando sólo se utilizan mediciones tomadas en consulta. 5 El diagnóstico de ambos es muy importante, ya que los pacientes con HTA de bata blanca pueden verse sometidos a exploraciones no indicadas y tratamientos innecesarios, con sus riesgos, y los pacientes con HTA enmascarada estarán en riesgo de recibir un tratamiento insuficiente. 2
Según datos recopilados por la OMS del año 2019 (incluyendo otros anteriores pero próximos a éste) de personas de entre 30 y 79 años, la prevalencia de hipertensión arterial es superior en los varones, situándose España en una posición intermedia en las cifras ajustadas por edad respecto a otros países con diferentes grados de desarrollo socioeconómico, presentando una prevalencia menor y unas tasas de diagnóstico, tratamiento y control superiores. En nuestro país, la prevalencia es superior en varones, pero la cobertura diagnóstica y terapéutica es mayor en mujeres. Además, a pesar de que algunos de los principales estudios apuntan a un aumento de la prevalencia entre los años 2010 y 2019, las tasas ajustadas por edad de la OMS de personas entre 30 y 79 años indican un descenso continuo durante las dos últimas décadas. 6
La hipertensión arterial se manifiesta de manera más frecuente a través de cefalea frontal y occipital. Otros síntomas son: epistaxis, acúfenos, confusión, ansiedad, arritmia, fatiga, dolor torácico, temblores musculares, alteraciones visuales, mareos, náuseas y vómitos. Los mayores de 60 años pueden presentar disfunción eréctil (debida al daño endotelial o secundaria al tratamiento hipotensor). En los casos graves de HTA hay repercusión cardíaca, que se manifiesta por hipertrofia ventricular izquierda (que lleva a la disfunción diastólica y, en etapas más graves, a la disfunción sistólica) y por cardiopatía isquémica. 7
Puede influir en el desarrollo de otras enfermedades, como accidentes cerebrovasculares, deterioro cognitivo, cardiopatía isquémica y enfermedad arterial periférica. 8
La HTA puede deberse a un gasto cardíaco elevado, a una resistencia vascular periférica elevada o a una combinación de ambos. 9
Puede ser esencial o primaria, cuando se asocia a la edad, factores genéticos o hábitos de vida, o secundaria, cuando se debe a otra patología, siendo los principales el hiperaldosteronismo primario, la enfermedad renal parenquimatosa y la apnea obstructiva del sueño. Entre el 90 y el 95 % de los casos de HTA son primarios, siendo sus factores de riesgo más importantes los siguientes: 2,7,10
No modificables:
- Edad: con la edad ocurren diversos cambios en las arterias que favorecen el desarrollo de HTA, como son la tendencia a la aterosclerosis (placas de ateroma, o grasa, en las paredes arteriales), aumento de la rigidez de las fibras de colágeno, rigidez en las arterias (debida a alteraciones en la noradrenalina, angiotensina, adrenalina y aldosterona), pérdida de la elastina de las paredes vasculares, desorganización de las fibras y disfunción endotelial (debida a la disminución de óxido nítrico y el aumento de vasoconstrictores). A partir de los 60 años, aumenta la presión arterial sistólica y disminuye la presión arterial diastólica.
- Sexo: la probabilidad de desarrollar HTA es menor en las mujeres, debido al efecto protector de los estrógenos. El riesgo aumenta en la menopausia y en mujeres que comienzan a utilizar anticonceptivos orales en edades tempranas.
- Etnia: existe mayor riesgo de HTA en personas de raza negra.
- Genética: la HTA esencial tiene una base poligénica, en la que influyen diversos genes o combinaciones de éstos, aunque también existen algunas formas monogénicas.
Modificables:
- Tabaquismo: uno de los principales factores de riesgo para desarrollar HTA, tanto para la persona que fuma como para los de su alrededor, por considerarse fumadores pasivos. Causa un aumento de la tensión arterial debido a la vasoconstricción inducida por la nicotina, además de arteriosclerosis, hipertrofia cardíaca, liberación de catecolaminas, hipercoagulación y trastornos metabólicos.
- Sedentarismo: en adultos mayores, sus efectos negativos se observan como mala oxigenación, miastenia, disminución de la densidad ósea y aumento del riesgo de desarrollar intolerancia a la glucosa. La obesidad se relaciona ampliamente con la hipertensión arterial y las enfermedades cardiovasculares, habiéndose demostrado un aumento en la presión arterial con el aumento de peso.
- Ingesta de sal: se considera uno de los precursores más dañinos al producir cambios en los fibrocitos del tejido muscular liso, lo que hace que se acumule colágeno en las paredes arteriales y así disminuya la elasticidad de las mismas.
- Consumo de alcohol: provoca resistencia a la terapia hipotensora, además de aumentar el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y encefálicas.
- Estrés: se relaciona con un mayor riesgo de desarrollar HTA, ya que estimula el sistema renina-angiotensina y aumenta el gasto cardíaco, la perfusión tisular del sistema muscular esquelético, corazón y cerebro y los niveles de adrenalina, noradrenalina, cortisol y vasopresina. El sistema nervioso, tanto el central como el periférico, hace aumentar la presión arterial cuando la persona está estresada.
- Ingesta de potasio: se ha relacionado una ingesta alta de potasio con un descenso en las cifras de presión arterial y del riesgo cardiovascular, así como con que podría mitigar los efectos negativos de una ingesta elevada de sodio.
Aunque existe controversia con los efectos del café sobre la hipertensión arterial, actualmente se considera que un consumo moderado y habitual (de entre una y tres tazas de café diarias) no aumenta el riesgo de desarrollar HTA, ni en el caso de personas que ya tienen HTA, de que esta patología se descontrole. La Sociedad Internacional de Hipertensión, en su guía de 2020, incluye al café dentro de las bebidas saludables. Sin embargo, algunas entidades destacan el efecto presor agudo de la cafeína. 11
La interacción entre los factores genéticos y los factores ambientales determinará la intensidad en la elevación de la tensión arterial. 9
Además de la modificación de los hábitos de vida anteriormente mencionados, existen diferentes tratamientos farmacológicos: 2, 12
- Diuréticos tiazídicos: muy utilizados debido a su sinergia con el resto de clases farmacológicas empleadas, con la ventaja de que previenen la aparición de insuficiencia cardíaca.
- Bloqueadores del sistema renina-angiotensina: esta clase está conformada por los fármacos inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (IECA) y los antagonistas del receptor de angiotensina 2 (ARA II). La combinación de ambos entre sí o con aliskiren está contraindicada, por no presentar ningún beneficio y sí mayor incidencia de lesión renal aguda e hiperpotasemia. Además, estos fármacos están prohibidos durante el embarazo por el riesgo de agenesia renal y otros defectos congénitos.
- Antagonistas de los canales de calcio: su efectividad es comparable a la de los IECA y las tiazidas, con una mayor prevención de eventos vasculares cerebrales isquémicos y una relación costo-beneficio favorable. Son antianginosos, antiarrítmicos y no requieren de una monitorización mediante estudios de laboratorio.
- Fármacos de segunda línea: betabloqueantes, diuréticos antagonistas de los receptores de la aldosterona, alfabloqueantes, vasodilatadores directos, diuréticos de asa, inhibidores directos de la renina y agonistas alfa-2.
La adopción de un estilo de vida saludable es fundamental para retrasar la aparición de la HTA y disminuir la presión arterial alta y el incremento asociado en el riesgo cardiovascular (se calcula que se obtienen valores de 4-5 mmHg menores que en las personas con hábitos de vida no favorables). Puede incrementar el efecto hipotensor del tratamiento farmacológico y reducir el número de fármacos necesarios, aunque no debe retrasar el inicio del mismo. Los cambios en hábitos de vida con mayor efectividad son la pérdida de peso, el ejercicio físico regular, una dieta específica (incluyendo la reducción de la ingesta sal e incremento de la ingesta de potasio) y moderación del consumo de alcohol. También se ha demostrado la importancia en dejar de fumar, entre otros cambios, para la reducción de la presión arterial. 4
El tratamiento de la HTA tiene una relación de coste-beneficio muy positiva, ya que previene eventos futuros mortales y no mortales (que suponen hospitalizaciones, intervenciones complejas y discapacidades), con la reducción en costes relacionados con la asistencia sanitaria que supone. Las guías indican iniciar el tratamiento farmacológico (junto a intervenciones sobre el estilo de vida) en pacientes con HTA de grados 1 con nivel cardiovascular alto, 2 y 3. Sin embargo, en los pacientes con HTA de grado 1 y riesgo cardiovascular bajo se recomienda comenzar con los cambios en los hábitos de vida y, si en unos meses no se ha controlado la presión arterial, iniciar el tratamiento con fármacos. 4
Tras el inicio del tratamiento farmacológico, se recomienda al menos una visita en los dos primeros meses para evaluar su efectividad, posibles efectos adversos y la adherencia del paciente al tratamiento (cuando es baja, suele conllevar un mal control de la presión arterial). A continuación, es recomendable una revisión cada 3 meses para reevaluación. 3
Se recomienda como objetivo una tensión arterial sistólica inferior a 140 mmHg. La guía ESC/ESH del año 2018 recomienda también una tensión arterial diastólica inferior a 80 mmHg. Sin embargo, a pesar de que sólo hay un pequeño incremento en el beneficio, se debería hacer el esfuerzo de llegar a una tensión sistólica de entre 120 y 129 mmHg, siempre y cuando se tolere bien el tratamiento para prevenir los efectos adversos del abandono del mismo. 1,4
Las emergencias hipertensivas son situaciones que representan un riesgo vital en que las cifras gravemente elevadas de presión arterial se unen a una nueva afectación o agravamiento de una lesión de un órgano diana (PAS > 180 mmHg y/o PAD > 120 mmHg según la guía de 2017 de ACC/AHA, PAS ≥ 180 mmHg y/o PAD ≥ 110 mmHg según la guía de 2018 de ESC/ESH). Su tratamiento corresponde al ámbito hospitalario y debe realizarse con fármacos intravenosos, aunque se recomienda cautela al bajar la presión arterial en el caso de las emergencias hipertensivas en los accidentes cerebrovasculares. 13
CONCLUSIONES
La hipertensión arterial representa un problema de salud a escala global. Dado que entre el 90 y el 95 % de los casos son de HTA primaria, en la que influyen los factores ambientales, la intervención sobre los diferentes hábitos de vida que intervienen en su desarrollo cobra una gran importancia. De esta manera, se puede prevenir la aparición de nuevos casos y favorecer un mejor control de los ya existentes, además de prevenir el empeoramiento de la situación de los pacientes, evitando futuras discapacidades y diferentes tratamientos o ingresos hospitalarios que podrían ser necesarios, con el consiguiente ahorro en costes económicos. En el seguimiento de las personas con hipertensión arterial es imprescindible asegurarse de que haya una buena adherencia al tratamiento, tanto farmacológico como no (actuaciones sobre el estilo de vida).
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