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Identificación del ictus

Identificación del ictus

Resumen:

El ICTUS o accidente cerebrovascular (ACV) es una de las primeras causas de incapacidad y muerte en los países desarrollados. Por tanto se trata de una emergencia vital y es primordial que se actúe de forma rápida y concreta para evitar en lo posible las secuelas neurológicas o la muerte. Por ello el presente trabajo tiene el objetivo de proporcionar toda la información precisa para la identificación precoz del ICTUS. Para tal fin se ha realizado una revisión bibliográfica a través de la búsqueda en distintas bases de datos como Dialnet, Medline Plus y PubMed.

Autores:     

Sara Garrido Manové. Graduada en Enfermería.

Lorena del Rocío Padilla Camacho. Graduada en Enfermería.

Celia Garrido Manové. Graduada en Enfermería.

Palabras claves: ictus, accidente cerebrovascular, identificación precoz.

Introducción:

El ICTUS o ACV es una de las primeras causas de incapacidad y muerte en los países desarrollados. El informe sobre la salud en el mundo, publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el año 2003, ubica al accidente cerebrovascular (ACV) en cuarto lugar entre los responsables de la carga global de enfermedad, para los mayores de 15 años, alcanzando el segundo lugar en la población mayor de 60 años. Su tasa de incidencia fue estimada, en un estudio coordinado por la OMS, en valores que se ubican entre 101 y 285 por 100.000 habitantes, para varones, y entre 47 y 198 para mujeres.

Según datos del grupo de estudio de enfermedades cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología entre 120.000 y 130.000 españoles sufren cada año un ICTUS y de ellos 80.000 fallecen o quedan con alguna discapacidad. Hasta 1997 según datos disponibles del Instituto Nacional de Estadística, el ICTUS se convirtió en la primera causa de muerte en mujeres y la segunda en hombres. La tasa de incidencia está alrededor de 200 nuevos casos por cada 100.000 habitantes al año.

Objetivos:

Con este trabajo nos planteamos el objetivo de ofrecer toda la información necesaria acerca de la identificación del ICTUS.

Metodología:

Se ha realizado una revisión bibliográfica mediante una búsqueda en distintas bases de datos como son Dialnet, Medline Plus y PubMed.

Desarrollo:

El ICTUS es una emergencia vital y por ello es primordial que se actúe de forma rápida y concreta cuando se ha producido este proceso para evitar en lo posible las secuelas neurológicas o la muerte:

  • Rápida debido a la influencia directa del factor tiempo en la magnitud de la lesión cerebral y de las secuelas posteriores. Se considera un límite de tiempo de 3 a 6 horas de máximo desde el inicio de las manifestaciones clínicas.
  • Concreta debido a que hay que realizar una identificación diferencial certero con respecto a otras patologías con las que se pueden inducirse a error al tener manifestaciones clínicas neurológicas comunes:
  • Hipoglucemia.
  • Síncope.
  • Vértigo periférico.
  • Intoxicación por drogas.
  • Crisis epilépticas.
  • Crisis hipertensivas.
  • Encefalopatía hipertensiva.
  • Migraña con aura.
  • Brote de esclerosis múltiple.
  • Hematoma subdural.
  • Parálisis de Bell.
  • Hiperventilación.
  • Encefalitis focal.
  • Tumor o traumatismo craneal, especialmente en los enfermos en estado comatoso.

También es básico una vez identificado que se está en un ICTUS, identificar de forma precoz la cauda de dicho ICTUS, isquémico o hemorrágico, ya que en función del tipo de ICTUS diferirá el enfoque terapéutico, siendo incompatible el abordaje de un tipo aplicado en el otro.

Es muy importante tener en cuenta la dificultad a la hora de la identificación del ICTUS.

Muy importante además, averiguar la localización de la lesión pudiéndose establecer el probable pronóstico del proceso y las posibles secuelas que podrían quedarle al paciente.

El no identificar correctamente puede agravar el estado del paciente, además de retrasar el abordaje correcto.

El papel de Enfermería en la identificación del ICTUS es muy importante y significativo dado que está en contacto directo con el enfermo y en muchos casos son los primeros profesionales que identifican las manifestaciones clínicas que aparecen. Es por ello que el enfermero debe conocer las manifestaciones clínicas de la enfermedad así como colaborar en la aplicación de los diferentes métodos de estudio e identificación del proceso ACVA con los profesionales implicados en el proceso de su descubrimiento.

El protocolo a seguir para la identificación del ICTUS se puede resumir como: en primer lugar, hay que observar la presencia de manifestaciones que nos pueden hacer sospechar la existencia de un ICTUS. Se realizará una historia clínica completa y una valoración física que permita recoger la máxima información posible. Se hará una valoración neurológica usando algunas de las escalas del ICTUS existentes como la escala canadiense o la del NIH. Además si existiera una alteración neurológica del nivel de consciencia se aplicará la escala de coma de Glasgow. Posteriormente, se realizarán pruebas complementarias.

  • En relación con las escalas se puede decir que son herramientas ampliamente utilizadas y permiten valorar el alcance y gravedad del ICTUS así como ir percibiendo y cuantificando la evolución del episodio, si existen una mejora o un empeoramiento de las funciones cognitivas básicas. Es importante que sean aplicadas durante el ingreso y durante intervalos regulares. Permitirá una monitorización actualizada del estado actual del paciente. Las escalas de valoración más empleadas son la escala neurológica canadiense, la cual fue expuesta en 1986 y mide 4 ítems (nivel de consciencia, orientación, lenguaje y función motora), y la escala del ICTUS del National Institute of Health (NIHSS), la cual mide 15 ítems a través de 9 niveles (nivel de consciencia, lenguaje, campos visuales, mirada, fuerza, sensibilidad, ataxia, paresia facial y habla). En el ámbito de la sanidad española la más utilizada es la escala canadiense.
  • En cuanto a las pruebas complementarias, se destaca que ante la llegada al servicio de urgencias de un paciente con la sospecha clínica de ICTUS es necesario la realización de una serie de pruebas complementarias que apoyen los datos recogjdos durante la valoración y la realización de la historia clínica. Hay diferentes patologías que pueden ser confundidas con un accidente cerebrovascular por lo que se precisan datos objetivos obtenidos mediante las pruebas complementarias y confirmen la existencia de un ICTUS. Destacar la importancia de estas técnicas para la identificación precisa. Estas pruebas también permitirán concretar la localización, el tipo y la gravedad de la lesión cerebral así como si existen problemas cardiovasculares asociados que han podido ser el origen del episodio. Hay que distinguir dos niveles de estudios de identificación del proceso en función de la urgencia con la que se precise ser realizada:
  • Pruebas de realización urgente: tales como TAC craneal, estudio de laboratorio, electrocardiograma, radiografía de tórax.
  • Pruebas de realización diferida: tales como estudios de laboratorio, resonancia magnética nuclear, ultrasonografía Doppler, angiografía, ecografía, electrocardiograma Holter, electroencefalograma, angio-TAC y angio-RM.

Para concluir definir y explicar el Código ICTUS. Es importante que exista un criterio común en la atención del paciente con ICTUS desde su primer contacto con el sistema sanitario cuando comenzaron las manifestaciones hasta que termina la asistencia sanitaria. De esta forma la patología será rápidamente identificada y el abordaje será iniciado lo antes posible. En los últimos años se ha iniciado en distintos servicios de salud la experiencia del sistema código ICTUS.

El código ICTUS es una cadena de actuación que se activa cuando existe la sospecha clínica de que un paciente ha sufrido un ICTUS. Dicho código pondría en aviso los distintos niveles de asistencia para que el paciente sea trasladado de forma urgente a un centro hospitalario y atendido. Los criterios de activación de dicho código irán dirigidos a mejorar la atención consiguiendo que la mayor parte de los pacientes afectados por ICTUS y que sean susceptibles de poder ser tratados de forma efectiva, lleguen lo antes posible a la atención especializada en ICTUS.

Los criterios de activación y de inclusión de los pacientes en el código ICTUS dependerán de cada servicio de salud. Las herramientas utilizadas para la identificación de los posibles pacientes con ICTUS, son escalas de valoración estandarizadas y de amplia aplicación. La escala Cincinnati utiliza 3 ítems a valorar: debilidad facial, caída del brazo y trastorno del lenguaje.

Conclusiones:

En la actualidad y desde el punto de vista de Enfermería, es muy importante conocer cómo realizar una buena identificación del ICTUS, ya que hoy día es una enfermedad muy frecuente y es necesaria la formación del profesional enfermero ante ello para poder abordar el problema.

Bibliografía:

  • García, J.M, Serrano, J. & Pardo, A. (2015). Identificación del ictus. Actuación de Enfermería. En Experto Universitario de Enfermería en patología vascular. (pp. 281-297). Madrid: Logoss.
  • Jornet, A. R., & Delgado, S. A. CÓDIGO ICTUS: TRATAMIENTO TERCIARIO DEL ICTUS AGUDO.