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Importancia de la educación para la salud en el manejo de la infección del tracto urinario (ITU) en lactantes

Importancia de la educación para la salud en el manejo de la infección del tracto urinario (ITU) en lactantes

La infección del tracto urinario (ITU) es una de las principales causas de infección bacteriana en la edad pediátrica. Un diagnóstico oportuno, un tratamiento adecuado y un seguimiento estrecho disminuirán el riesgo de sufrir complicaciones agudas.

AUTORAS

Noelia Murez Mojica. Diplomada Universitaria en Enfermería. SAS.

Arantza Mojica Blanco. Diplomada Universitaria en Enfermería. SAS.

María Victoria Infante Peña. Diplomada Universitaria en Enfermería. SAS.

Para ello, es de suma importancia la reacción temprana por parte de los padres, los cuales deben estar bien informados y permanecer muy atentos, sobre todo cuando son más pequeños, ya que los síntomas pueden pasar desapercibidos.

De este modo se prevendrán posibles secuelas tardías como son el daño renal crónico (cicatriz) con posibilidad en el adulto de hipertensión arterial (HTA) e insuficiencia renal crónica (IRC) y de pielonefritis aguda (PNA) en la mujer gestante.

Estas circunstancias han propiciado la difusión en los últimos 15 años de revisiones, guías y protocolos clínicos especialmente de aquellas formas clínicas más frecuentes, como son las dirigidas al manejo de la infección del tracto urinario (ITU) febril en el niño pequeño (menor de 2 años) y de la niña escolar con disfunción vesical e ITU recurrente. En la presente revisión bibliográfica vamos a centrarnos en aquellos casos de infección del tracto urinario (ITU) que afectan a los lactantes menores de 2 años.

INTRODUCCIÓN

La infección del tracto urinario es una de las infecciones bacterianas más frecuentes en niños. Se define como la colonización, invasión y multiplicación, en la vía urinaria, de microorganismos patógenos, especialmente bacterias, que habitualmente provienen de la región perineal (vía ascendente), si bien existe la posibilidad muy infrecuente de infección por vía sistémica (vía hematógena) o directa (cirugías urológicas, traumas abdominales, etc).

Entre las especies uropatógenas encontramos principalmente bacterias de origen intestinal. El agente etiológico que con más frecuencia se encuentra en la infección del tracto urinario (ITU) es Escherichia coli (86 a 90%).

El 10 a 14% restante se distribuye mayoritariamente entre Klebsiella spp, Proteus (vulgaris y mirabilis), Enterobacter spp, Enterococcusspp y Pseudomonas sp. La proporción de estas últimas bacterias se eleva principalmente en infecciones intrahospitalarias, pacientes inmunocomprometidos, asociadas a malformaciones de la vía urinaria, vejiga neurogénica e instrumentación urológica, condiciones en que también pueden sumarse Citrobacter freundii, Acinetobacter spp y Candida spp.

Epidemiológicamente, afecta con mayor frecuencia a pacientes de sexo femenino en todas las edades, a excepción de los primeros 3 meses de vida, período en que predomina en los varones. Se estima que al finalizar la edad pediátrica el 8-10% de las niñas y el 2-3% de los niños ha padecido una infección del tracto urinario (ITU) verificada con cultivo bacteriológico. La recurrencia es de aproximadamente 30% en mujeres siendo en varones bastante menos frecuente y circunscrita principalmente al primer año de vida. Las recaídas ocurren mayoritariamente en los primeros 3 a 6 meses posteriores al episodio de ITU y generalmente son causadas por la misma cepa del episodio original.

La presentación clínica puede ser de las siguientes formas:

– Cistitis o infección del tracto urinario (ITU) baja. Infección limitada a la vejiga y a la uretra, más frecuente en mujeres mayores de 2 años. Los pacientes refieren síntomas limitados a inflamación local como disuria, poliaquiuria, urgencia, orina turbia, y molestias abdominales bajas.

– Pielonefritis aguda o infección del tracto urinario (ITU) alta. Infección que compromete el parénquima renal. Es la forma más grave de ITU en niños. Los pacientes generalmente presentan síntomas sistémicos como fiebre alta, compromiso del estado general, decaimiento, dolor abdominal, dolor lumbar y frecuentemente vómitos y mala tolerancia oral. Los 2 elementos clínicos que sugieren pielonefritis o ITU alta son fiebre y dolor lumbar.

– ITU atípica. Se trata de una infección del tracto urinario (ITU) alta que evoluciona en forma tórpida. En este cuadro clínico, además de los síntomas descritos se pueden observar elementos que sugieren alteraciones anatómicas o funcionales de la vía urinaria tales como:

  • Chorro urinario débil.
  • Masa abdominal o vesical.
  • Aumento de creatinina.
  • Septicemia.
  • Falla de respuesta al tratamiento antibiótico a las 48 horas.
  • Infección por germen no E. coli.

– ITU recurrente definida como 3 o más ITU bajas, 2 o más pielonefritis o 1 pielonefritis más 1 ITU baja en un año.

– Bacteruria asintomática. Presencia de urocultivo positivo y ausencia de marcadores inflamatorios en el examen orina completo (OC) en pacientes sin sintomatología clínica. Habitualmente es un hallazgo en exámenes de orina tomados en seguimientos. Se recomienda no indicar tratamiento antibiótico, ya que estudios a largo plazo no muestran beneficios en los grupos tratados.

En cuanto a las manifestaciones clínicas, el espectro clínico de la infección del tracto urinario (ITU) es muy amplio, pudiendo ir desde una bacteriuria asintomática hasta la urosepsis. El cuadro clínico sugerente de ITU es variable, siendo más específico en la medida en que el niño es mayor y puede verbalizar sus síntomas. Esto debe sensibilizar a los pediatras a sospechar ITU en neonatos y lactantes que se vean enfermos, con o sin fiebre, y que no tengan una causa clara para su compromiso clínico.

En todo caso debe siempre considerarse como una causa a descartar en todo niño febril sin foco claro. En el caso de los lactantes menores de 2 años, destacan signos de enfermedad sistémica, fiebre, vómitos, dolor abdominal, irritabilidad, peso estacionario. Algunos padres logran percibir la orina de mal olor.

OBJETIVO

El principal objetivo que queremos transmitir al resto del personal sanitario es afianzar y mejorar el conocimiento sobre el manejo de los episodios de infección del tracto urinario (ITU) en lactantes para que a su vez puedan dar un asesoramiento de calidad a los padres para que éstos sean capaces de identificar la sintomatología de manera temprana y así evitar complicaciones mayores en un futuro.

METODOLOGÍA:

Se ha llevado a cabo una revisión bibliográfica en las bases de datos Dialnet, Scielo y PubMed- Medline.

Los descriptores de la salud que han sido utilizados son: Infección del tracto urinario; Lactantes; Diagnóstico; Tratamiento.

DIAGNÓSTICO

El diagnóstico de infección del tracto urinario (ITU) debe plantearse frente a una historia y examen físico sugerente, asociado a un examen de orina compatible. Se confirma con un urocultivo positivo. El recuento de colonias significativo dependerá del método por el cual haya sido tomada la muestra. Es importante minimizar los riesgos de contaminación en la toma de muestra, por lo tanto, previamente debe realizarse un lavado de genitales con agua y jabón sin antisépticos. La muestra debe ser tomada y sembrada de inmediato (orina fresca), si esto no es posible se mantendrá refrigerada a 4° C por un tiempo máximo de 24 horas. Es importante destacar que la muestra debe ser tomada por personal médico.

Existen métodos de recolección no invasivos como bolsa recolectora, recolección de segundo chorro y métodos invasivos como sondeo transuretral y punción vesical. En niños sin control de esfínteres se recomienda el sondeo transuretral. De no ser posible debe realizarse una punción vesical, idealmente bajo visión ecográfica directa. En niños mayores 2 años o continentes una muestra de orina obtenida por segundo chorro es adecuada. Debido al alto índice de contaminación un urocultivo positivo obtenido por bolsa recolectora no se considera infección del tracto urinario (ITU). Se debe repetir la toma de muestra por sondeo o punción vesical para confirmar diagnóstico, previo a iniciar tratamiento antibiótico.

El urocultivo requiere mínimo 18 horas de incubación para poder informar si hay crecimiento bacteriano, por lo tanto, es recomendable apoyar el diagnóstico en elementos del examen de orina validados como sugerentes de ITU y posteriormente confirmar con urocultivo. Para ello se requiere una muestra de orina para realizar estudio físico-químico y microscópico (tira reactiva más sedimento). Los indicadores de ITU en la tira reactiva son los leucocitos (leucocito esterasa) y los nitritos.

El examen de microscópico (sedimento urinario) se realizará con orina centrifugada con resultado por campo y orina sin centrifugar con resultado por microlitro. Son indicadores de infección urinaria la presencia de más de 5 leucocitos por campo en orina o más de 10 leucocitos por ul respectivamente. La bacteriuria no tiene punto de corte, en la mayoría de estudios es positiva con cualquier bacteria (1 bacteria por campo). El examen microbiológico se puede realizar también en orina sin centrifugar a través de una tinción de Gram. La presencia de gérmenes sugiere infección del tracto urinario (ITU).

En aquellos casos donde exista duda o discordancia entre estos elementos diagnósticos, los exámenes complementarios como el cintigrama renal con ácido dimercaptosuccínico (DMSA) o ecografía doppler renal pueden ser exámenes que ayudan a confirmar el diagnóstico. No obstante, el estudio con imágenes en niños con un primer episodio de ITU debe ser selectivo, ya que el estudio rutinario a todos los niños no ha demostrado efectividad clínica y tiene un costo elevado. Tiene como objetivo la búsqueda de anomalías del tracto urinario que puedan predisponer al paciente a nuevas infecciones o a complicaciones de las mismas y que son susceptibles a tratamiento médico o quirúrgico. Al resumir las recomendaciones de estudio por imágenes considerando las publicaciones internacionales recientes y la realidad local, las indicaciones ideales serían las siguientes: