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Inmovilización extrahospitalaria del paciente politraumatizado

Inmovilización extrahospitalaria del paciente politraumatizado

Autora principal: María Torralba Elía

Vol. XV; nº 13; 639

Pre-hospital immobilization for polytrauma patients

Fecha de recepción: 08/06/2020

Fecha de aceptación: 07/07/2020

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XV. Número 13 –  Primera quincena de Julio de 2020 – Página inicial: Vol. XV; nº 13; 639

Autoras:

María Torralba Elía1, Lucía Torralba Elía2

  1. Graduado Universitario en Enfermería. Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza. España
  2. Graduado Universitario en Enfermería. Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza. España                                                                              

RESUMEN

Los pacientes politraumatizados presentan un riesgo elevado de muerte y de daño medular.

En España, alrededor del 40% de las lesiones medulares están causadas por accidentes de tráfico. Es por ello que es esencial realizar una rápida y correcta inmovilización de aquellos pacientes con traumas múltiples para no agravar las lesiones existentes, así como, evitar aquellas que pudieran aparecer más adelante.

Objetivo: Conocer los diferentes tipos de inmovilizaciones extrahospitalarias existentes para pacientes politraumatizados.

Material y metodo: Realizamos una revisión sistemática de las publicaciones científicas sobre el tema, consultando las bases de datos Scielo, ScienceDirect, Cuiden y Medline. A través de ellas recopilamos los diferentes tipos de movilización existentes, así como el objetivo de cada uno.

Palabras clave: inmovilización, politraumatizado, traumatismo, lesión medular

ABSTRACT

Polytrauma patients are at high risk of death and spinal damage.

In Spain, around 40% of spinal injuries are caused by traffic accidents. That is why it is essential to perform a quick and correct immobilization of those patients with multiple traumas in order not to aggravate existing injuries, as well as, avoid those that may appear later.

Objective: To know the different types of out-of-hospital immobilizations that exist for multiple trauma patients.

Material and method: We carried out a systematic review of scientific publications on the subject, consulting the Scielo, ScienceDirect, Cuiden and Medline databases. Through them we compile the different types of mobilization that exist, as well as the objective of each one.

Keywords: immobilization, polytrauma, traumatism, medular injuries

INTRODUCCIÓN

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1,35 millones de personas mueren como consecuencia de los accidentes de tráfico y estiman que entre 20 y 50 millones de personas sufren traumatismos no mortales que en su mayoría causan una discapacidad. Estas cifras se han visto aumentadas por la globalización de la sociedad.

Como consecuencia de los accidentes de tráfico (AT), la OMS considera a los pacientes politraumatizados como un problema de salud pública mundial, con 4 millones de muertes y más de 50 millones de accidentados con graves secuelas y discapacidades.

En España, los traumatismos son la tercera causa de muerte tras las enfermedades cardiovasculares y el cáncer. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), fallecieron en 2018 410.611 personas, de las cuales 15.668 fallecieron por causas externas de mortalidad (3,9% del total). Durante el 2018 fallecieron por accidentes de tráfico 1.180 personas y 4.515 resultaron hospitalizadas.

El tiempo juega un factor vital en la morbi-mortalidad de los pacientes politraumatizados ya que unos minutos de demora pueden suponer la diferencia entre la vida y la muerte. Estos pacientes son considerados tiempo-dependientes, falleciendo el 15% durante los primeros minutos tras el accidente, el 65% durante las dos primeras horas (durante la llamada “hora de oro”) y el 20% debido a complicaciones tardías entre las 2 y 4 semanas posteriores al accidente.

Es por ello por lo que el acceso a la atención de estos pacientes debe ser especialmente rápido y con  los profesionales que deben ser  cualificados para ofrecer un manejo adecuado de la situación y, con ello, tener mayores tasas de supervivencia.

Tras la llegada del equipo de emergencia, y una vez asegurada la zona y el personal,  se realiza una valoración inicial rápida, que no debe tardar más de dos minutos, y consiste en la siguiente secuencia:

A: Vía aérea y control de la columna cervical

B: Ventilación y respiración
C: Circulación y control de hemorragias
D: Déficit neurológico

E: Exposición. Desnudar a la persona. Prevenir hipotermia

Una vez realizada la evaluación inicial y la resucitación inmediata se debe proceder a la inmovilización del paciente con el fin de corregir deformidades, evitar o disminuir el dolor y limitar el movimiento de la zona inmovilizada.

Estos dispositivos de inmovilización deben ser de fácil y rápida aplicación sin que dificulten con ellos las maniobras de resucitación. Para facilitar el manejo posterior de estas inmovilizaciones se recomienda que sean radiotransparentes y que consigan una inmovilización eficaz.

Si a la llegada del equipo a la escena del accidente encuentran al paciente en decubito prono, es necesario ponerlo en supino sobre un plano duro, previa colocación en decubito lateral, con el eje cabeza-cuello-tronco-extremidades alineado para poder controlar la vía respiratoria y su posterior inmovilización.

Los dispositivos que se usan en la actualidad son los siguientes:

Collarines cervicales:

El collarín cervical es un dispositivo que limita el movimiento del cuello para evitar posibles lesiones secundarias por la movilización del paciente politraumatizado. Deben de ser dispositivos rígidos con apoyo mentoniano y disponer de un orificio anterior. Existen diferentes tipos de collarines cervicales, siendo los más usados en el medio extrahospitalario los siguientes:

– Collarín cervical Sifneck o extricación: Mantiene una posición anatómica del cuello mediante cuatro puntos de apoyo.  Poseen un hueco en la pieza anterior del collarín que permite el acceso al cuello para valorar el pulso carotideo, realizar una cricotiroideotomía de emergencia y/o una intubación retrógrada. Algunos también presentan una abertura trasera que permite la palpación de la zona cervical y el drenaje de sangre y otros fluidos.

Collarín cervical Philadelphia: Es una ortesis de material plástico reforzado en la zona anterior y posterior con apoyo occipital y mentoniano, cuyo objetivo es disminuir la movilidad y aliviar el dolor.  El cierre de las valvas se hace mediante tiras de velcro. En algunos casos también poseen abertura anterior para llevar a cabo manipulaciones de urgencia como las explicadas con el collarín Sifneck.

Es de vital importancia la buena colocación de estos dispositivos ya que, mal colocados, pueden provocar que las lesiones primarias óseas provoquen lesiones secundarias medulares. Cabe recordar, a su vez, que el uso de los collarines cervicales rígidos en el paciente politraumatizado debe ser limitado en el tiempo, para inmovilización y transporte ya que,  a largo plazo, puede provocar complicaciones y lesiones tisulares.

Inmovilizador de columna tipo Kendrick

Este dispositivo, además de ser un recurso de inmovilización, se utiliza en extricaciones  de diversa índole. Se trata de un corsé a base de tablas articulares que envuelven e inmovilizan en unidad cabeza, cuello y tronco de aquellos pacientes de los que se sospecha lesión de columna vertebral. Está provisto de dos anclajes en la cabeza, tres en el tórax-abdomen y dos en la cintura pélvica.

Para su colocación son necesarias dos personas y su técnica es sencilla. Una vez colocado el collarín cervical, (si es necesario), se coloca en la espalda del paciente manteniendo alineado y en posición neutra el eje cabeza-cuello-tronco. Se colocan los tres anclajes del tórax-abdomen, los dos de la cabeza y, finalmente, los anclajes de la pelvis. Una vez fijos y tensadas las correas, se puede proceder a movilizar al paciente.

Inmovilizador de columna pediátrico tipo Mei

Es un dispositivo similar al anterior adaptado a los pacientes pediátricos. Está formado por un corsé de material rígido y articulado para inmovilizar cabeza, cuello y tronco. Como diferencia del tipo Kendrick, éste no dispone de inmovilización de los miembros inferiores.

Férula espiral larga (FEL)

Es otro instrumento tanto de inmovilización como de extracción que consiste en un tablero de un material rígido, de fácil manejo, ligero y con una altura de unos 190 cm. Ofrece la posibilidad de colocar en él correas de fijación en los orificios laterales. Pese a poder ser de diversos materiales, éste no debe ser radiópaco para no interferir en el estudio radiológico.

Existen también férulas espirales cortas como ayuda para inmovilizar cuando no es posible colocar la FEL.

Camilla tipo cuchara

También conocida como camilla plegable u ortopédica Robertson. Está formada por dos palas simétricas cóncavas, fabricadas en material ligero y resistente y que se anclan por sus extremos. Su función está limitada al transporte a una camilla de ambulancia o colchón de vacío. Siempre debe tratarse de un transporte de corta distancia.

Su técnica de colocación es sencilla y requiere de dos personas con experiencia para su colocación. Una vez situada al lado del paciente, debemos de adaptar la longitud de la camilla a la altura del paciente mediante las tres opciones de bloqueo y, después, separar ambas palas y colocarlas a cada lado del paciente. Mediante un movimiento mínimo de lateralización se introduce la primera pala y, repitiendo al lado contrario, la otra. Posteriormente, deben anclarse de nuevo en los extremos superior e inferior. Por último, se fija al paciente a la camilla mediante las correas de seguridad.

Esta camilla ha demostrado ser más cómoda que la FEL y favorece un menor movimiento de la columna durante su colocación.

Dama de Elche (Inmovilizador de cabeza o tetracameral)

Está formado por tres piezas: una base rectangular con velcro en los tercios externos y varias cintas incorporadas para la fijación al tablero espinal o camilla de cuchara y otras dos piezas de forma trapecial con velcro en una de sus caras, para fijarse a la base, y atravesadas por un orificio a la altura de las orejas de la víctima, de tal forma que se pueda vigilar la presencia de otorragia y dar la posibilidad de que el paciente nos escuche en todo momento.

Colchón de vacío

Se utiliza generalmente para el transporte de larga duración del paciente en el que se sospecha una lesión de columna vertebral, una vez ha sido llevado mediante camilla de cucharas a la ambulancia.

Es una férula de material plástico por el exterior y caucho por el interior con forma de colchón hermético, en cuyo interior hay unas bolitas de poliestileno que incluye una válvula, a través de la cual se expulsa el aire del colchón. Cuando se expulsa el aire la presión atmosférica exterior presiona las bolas entre si formando una cama rígida que es un molde del cuerpo del paciente.

Inmovilizadores de extremidades

Empleados para inmovilizar miembros fracturados. Los encontramos de diferentes materiales y formas. Los más empleados son:

Férulas de tracción: Para realizar una tracción mecánica con el fin de alinear fracturas evitando el uso de pesos de tracción. Están especialmente indicadas en las fracturas distales de fémur y proximales de tibia, no siendo útiles en las de cadera, rodilla, tobillo y pie.

Férulas neumáticas: Son de material plástico o de caucho y, al inflarse, se adaptan a la forma de la extremidad y la inmovilizan. Poseen varias cámaras de aire para evitar una compresión circunferencial completa que provoque una isquemia distal. Suelen ser transparentes y suelen disponer de cierre tipo velcro o cremallera. Su inconveniente es que con la altura, el aire de su interior se expande aumentando de volumen y pudiendo provocar un compromiso vasculonervioso en la extremidad afectada.

– Férulas de vacío: Están fabricadas en un material semejante a los colchones de vacío, más resistentes que las férulas neumáticas. Funcionan al contrario que las anteriores: el aire debe ser sacado mediante una bomba que crea el vacío, quedando la extremidad completamente inmovilizada. Se recomienda la toma de pulso periférico de la extremidad inmovilizada.

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