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Intervención de Enfermería: enfoque de Nola Pender, en el consumo de alcohol de estudiantes universitarios

Actualmente, la Organización Mundial de la Salud insta a sus estados miembros a la necesidad de trabajar rápidamente para promover la salud y el desarrollo de los adolescentes, insistiendo en que ha llegado el momento de ampliar las intervenciones seguras, eficaces y efectivas que, con la participación de los adolescentes, les proporcionen a éstos y a sus padres los conocimientos y las capacidades adecuadas para hacer frente a los riesgos potenciales, y les permitan acceder a los servicios y al apoyo apropiado (González M. & Cols. 2004). Entender el mecanismo de la problemática del consumo indebido de alcohol requiere la identificación de muchos factores como los personales, familiares, laborales, ambientales, culturales y otros cuya interacción patológica interfiere en el desarrollo político, económico y social del país en general.

El siguiente diseño de intervención, se conformó por tres grandes capítulos, el primero expone el problema desde los tres enfoques que Sidani y Branden (2012), propone; empírico, teórico y experiencial, el siguiente (Capítulo II), muestra los fundamento teóricos para la implementación de la intervención, la justificación de la teoría a utilizar, así como el detalle de los participantes en la intervención, el tiempo de aplicación, y el tiempo de cada una de las sesiones y cantidad a ejecutarse, describiendo, objetivo, meta, estrategia y técnica de abordaje del tema por sesión.

El último capítulo (III), integraron los manuales a utilizar, para el facilitador, el observador y la persona de apoyo y logística, además detallan las funciones específicas por sesiones y las actividades a llevarse a cabo, por sesiones y las actividades a llevarse a cabo, tanto para el facilitador, el observador y la persona de apoyo y logística y el estudiante, también se expone el material y equipo, el recurso humano, físico y material, así como el financiamiento por sesión y total.

Modelo de Promoción de la Salud de Nola J. Pender

La promoción de la salud ha sido motivo de análisis y discusión a lo largo del tiempo. Esta temática se ha utilizado como estrategia para realizar diversos planteamientos relacionados con la formulación de políticas públicas saludables, intervenciones dirigidas a personas y comunidades, y para algunas investigaciones relacionadas con la salud, del individuo, familia o comunidad (Mariner y Raile, 2007)

La promoción de la salud, se consigue a través de tres mecanismos intrínsecos o internos de las personas, según lo planteado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), esto son (Tobón, 2009): El autocuidado, es decir, las decisiones y acciones que las personas lleva a cabo en beneficio de su propia salud. La ayuda mutua o acciones que las personas realizan para ayudarse unas a otras de acuerdo a la situación que estén viviendo. Los entornos sanos o creación de las condiciones ambientales que favorecen la salud, tales como las escuelas saludables que se constituyen en escenarios potenciales de las capacidades de los niños y niñas, en las que la educación para la salud y la promoción de la salud son opciones pedagógicas para el desarrollo humano y la formación en valores en la niñez (Ania, 2007).

La Dra. Pender ha revolucionado los conocimientos sobre la promoción de la salud a través de su investigación, docencia, comunicaciones y sus escritos. Pender nació en 1941 en Lansing, Michigan (Estados Unidos de América), fue hija única de unos padres defensores acérrimos de la educación de la mujer. Su familia la animo en su objetivo de llegar a ser enfermera diplomada, merced a lo cual se matriculo en la Escuela de Enfermería del West Suburban Hospital del Oak Park en Illinois. Recibió su diploma de Enfermería en 1962 y empezó a trabajar en una unidad médico-quirúrgica en un hospital de Michigan. Es reconocida en la profesión por su aporte con el Modelo de Promoción de la Salud (1975).

Pender agrega que si un individuo tiene una alta percepción de su capacidad, seguro realizará dicha conducta, volviéndose repetitiva y adquiriendo cada día más seguridad y satisfacción por su desempeño. Según Pender, el Modelo de Promoción de la Salud retoma las características y experiencias individuales, además de la valoración de las creencias en salud, en razón a que estas últimas son determinantes a la hora de decidir asumir un comportamiento saludable o de riesgo para la salud, debido a su alto nivel de interiorización y la manera de ver la realidad que lo rodea.

             Por otro lado, se identificaron 42 artículos que respaldaran el diseño de intervención en diferentes bases de datos, la pertinencia de las referencias localizadas se decidió analizando el título y el resumen, se eliminaron 34 artículos, por no cumplir con los requerimientos necesarios de selección.

En Puerto Rico, los investigadores: González, Alcalá (2010) cuestionaron cuales serían las actitudes de los estudiantes de una escuela graduada de Salud Pública de una Universidad, hacia el consumo de alcohol, explorando a 54 personas reclutados de manera probabilística, siendo el género femenino con un 70.4% con media de edad de 29 años, de la muestra total, el 23.9%, tuvieron una actitud inclinada hacia el castigo y el 76.1% actitud negativa hacia la terapia con problemas de alcohol.

Por otro lado, Vargas & Villar  (2008), en su afán de conocer las concepciones y actitudes de los enfermeros de los Servicios distritales de atención básica de la ciudad de Ribeirão Preto-SP. Brasil, en una muestra de 10 individuos seleccionados de manera intencionada en tres turnos y con experiencia laboral de 16 a 20 años, en edades de 41 a 50 años de edad, siendo solo 1 individuo de sexo masculino, utilizaron el método de entrevista no dirigidas y semiestructuradas con tres preguntas guías, analizando la información a través del “análisis por temática”.

De los enfermeros que consumieron alcohol tienen una actitud positiva frente al alcohol y al beber, en relación de quienes no lo consumen, la población que dijo no consumir alcohol, mostró una actitud negativa de desprecio a los alcohólicos, refiriendo; me dan asco, no sirvo para trabajar con ellos, de plano no me agrada mi trabajo, pero de esto vivo, el alcoholismo fue concebido por los enfermeros como una enfermedad progresiva, que si no es tratada a tiempo puede ser fatal.

Gilchrist, Fonseca, & Torrens, (2011), en la Ciudad de Cataluña España realizaron un estudio multicéntrico, comparativo y transversal, para detectar las barreras que limitan y factores que facilitan el acceso al tratamiento de pacientes con problemas relacionados al consumo de alcohol y otras drogas, en una muestra de 187 profesionales de los cuales 42 eran enfermeros.

Dentro de las barreras y facilitadores de acceso al tratamiento se observó diferencia significativa en las horas de atención en los centros, los Centro de Atención Primaria (CAP) contó con horario de más días de cobertura que los Centro de Salud Mental de Adultos (CSMA) y los Centro de Atención y Seguimiento de la Drogodependencias (CAS), abriendo más horas (CAPvs.CSMA; p<0.0001; CAP vs. CAS; p<0.001), el 80.0% de los centros refirieron que había una lista de espera en sus servicios, 130 mujeres conformaron la muestra, refiriendo tener un promedio de 15.8 años de trabajo, las consideraciones de los profesionales hacia personas con problemas de alcohol se obtuvo la media: 48,63 y otras drogas, media 46,93, significativamente menor que para los pacientes con depresión 53,31 o diabetes 52,27 (p<0,05).

Las profesionales femeninas (mayor población de la muestra), presentaron menos consideración hacia los pacientes con problemas de alcohol que los profesionistas masculinos, así mismo, los profesionales que laboran en los CAS, tienen mayor consideración hacia los pacientes con problemas de alcohol y pacientes con drogas que los profesionales de los CSMA (p<0,001), o los CAP (p<0,001). Los profesionales de los CSMA mostraron mayor consideración hacia pacientes con problemas de alcohol (p<0,001). En el análisis ANOVA multifactor, se observó diferencia en cuanto a pacientes con depresión y con diabetes según el tipo de profesión. Los psiquiatras (p=0,020) y psicólogos (p=0,015) mostraban mayor consideración que los Trabajadores sociales para los pacientes con depresión

Por otra parte, González, Manzano & González, en el 2009, con el fin de evaluar la eficacia de una intervención de Enfermería ante la prevención del consumo de alcohol en los adolescentes en un medio escolar, analizaron a 144 alumnos que fueron para el grupo control y 188 del grupo de intervención durante cuatro cursos escolares, en sus resultados determinaron la edad media de inicio en el consumo, se obtuvo diferencias significativas importantes en la evaluación tras la primera intervención (edad media de 12,26 en el grupo intervención frente al 11,77 en el control). En la prevalencia de consumo de alcohol en el último mes es especialmente llamativo. Hay una reducción significativa del 29,8 %, en el porcentaje de consumidores de alcohol en el último mes del grupo intervención sobre el grupo control en la evaluación realizada en el Tiempo 1; tras la primera intervención (el 41,3% han consumido alcohol en el último mes en el grupo intervención frente al 71,1% en el grupo control).

La evaluación de los datos relacionados con la consulta del adolescente es altamente satisfactoria. Acudieron un total de 67 adolescentes a lo largo de los 4 años. El 70.0%, acudía por problemas relacionados con la sexualidad, el 27.0% por problemas relacionados con el consumo de drogas y el 3.0% por otros problemas (alimentación, acné). El 40.0 % de las consultas se atendieron en el Instituto y el 60.0 % en el Centro de Salud.