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La alimentación durante el primer año de vida

La alimentación durante el primer año de vida

Una alimentación inapropiada durante los primeros meses de vida puede perjudicar de forma irreversible el crecimiento y el desarrollo del bebé, además de generar múltiples alergias alimentarias.

AUTORES:

  • Beatriz Castellote Colás (Graduada en Enfermería, Especialista en Enfermería Obstétrico-Ginecológica)
  • Cristina Montero López  (Graduada en Enfermería, Especialista en Enfermería Obstétrico-Ginecológica)
  • Inés Ruiz Salvador (Graduada en Enfermería, Especialista en Enfermería Obstétrico-Ginecológica)
  • Lidia Salas Gil (Graduada en Enfermería, Especialista en Enfermería Obstétrico-Ginecológica)
  • Diego Sorli Latorre (Graduado en Enfermería, Especialista en Enfermería Obstétrico-Ginecológica)
  • Mireya Tomás Cardiel (Graduada en Enfermería, Especialista en Enfermería Obstétrico-Ginecológica)
  • Laura Villalba Cubero (Graduada en Enfermería, Especialista en Enfermería Obstétrico-Ginecológica)

RESUMEN

 La alimentación durante esta etapa debe tener en cuenta tanto los requerimientos energéticos y nutritivos del niño, como las características de maduración de los diferentes sistemas, de manera que se instaure una alimentación gradual desde la lactancia materna hasta la alimentación del niño mayor. Un correcto aprendizaje de los hábitos alimenticios durante los primeros años de vida, va a favorecer la adquisición de unos hábitos saludables para la etapa adulta. Es esencial que los profesionales sanitarios orienten, apoyen y acompañen a los padres durante toda esta etapa para que la alimentación de los bebes sea de la mayor calidad posible.

Palabras clave: “lactancia materna”, “fórmulas infantiles”, “lactancia artificial”, “alimentación complementaria”.

ABSTRACT

An inappropiate feeding during the first months of life can irreversibly damage the baby’s growth and development as well as cause multiple food allergies. Feeding during this period must not only take into account the child’s energy and nutritional needs, but must also consider the characteristics of maturity of the different systems. In this way, a progressive feeding from breastfeeding to feeding the older child is established. A correct learning of eating habits is very important during the first years of life, since it will help to consolidate the acquisition of healthy habits into adulthood. It is essential that health professionals guide, support and accompany parents during this period in order to achieve the highest quality on feeding babies.

Key words: «breastfeeding»,”infant formulas”, «complementary feeding».

INTRODUCCIÓN

La alimentación durante los primeros meses de vida de un niño es esencial para garantizar un correcto desarrollo neurológico, físico y cognitivo. Así mismo va a tener importantes consecuencias en su salud futura y va a ser fundamental para establecer unos buenos hábitos alimentarios.

Existen tres etapas en la alimentación del lactante:

  • Etapa de lactancia exclusiva: Incluye los 4-6 primeros meses de vida, durante los cuales el alimento debe ser únicamente leche, con prioridad de la leche materna.
  • Etapa transicional: Hasta el final del primer año. Durante esta etapa se introduce la alimentación complementaria.
  • Etapa de adulto modificado: Desde los 12 hasta los 24 meses. El niño va adoptando progresivamente una alimentación más parecida a la de los adultos 1,2.

La OMS recomienda la lactancia materna de forma exclusiva durante los primeros 6 meses de vida, siempre que sea posible. Esto significa que el lactante no recibe ningún otro alimento sólido o líquido, ni si quiera agua, con la excepción de soluciones de rehidratación, complejos vitamínicos u otros medicamentos 3.

La leche materna es el alimento ideal para el lactante durante los primeros meses de vida. Le proporciona los nutrientes imprescindibles para un apropiado desarrollo y el mejor aporte metabólico. Además reduce la sensibilización alérgica e incrementa la inmunidad, por lo que le confiere protección frente a infecciones. Desde el punto de vista emocional, asegura la instauración de un buen vinculo madre-hijo. Por último, también disminuye la incidencia de muerte súbita y confiere cierta protección frente a algunas enfermedades crónicas 1,4,5.

La mayoría de las madres pueden amamantar con éxito, sin embargo hay estados de salud de la madre y del lactante en los que estaría justificado no recomendar la lactancia materna 6.

La lactancia de fórmula o artificial es la manera de alimentación opcional cuando la lactancia materna no es factible. Son leches que se producen a partir de la leche de vaca, que sustituyen total o parcialmente a la leche humana y deben cubrir las necesidades nutritivas durante los distintos periodos infantiles. En ellas se han realizado cambios, para que sean parecidas a la leche materna en cuanto a su contenido proteico, debido a la limitación del lactante para la concentración renal y metabolismo de aminoácidos 1,7.

El lactante que no recibe lactancia materna deja de obtener numerosos beneficios, y con la evidencia actual, se puede afirmar que está expuesto a un mayor riesgo de morbimortalidad y genera un coste económico y social notable. Del mismo modo la madre que no da el pecho también va a tener mayor riesgo de desarrollar ciertas enfermedades y una recuperación más lenta en el puerperio 8,9.

La alimentación complementaria hace referencia a la inclusión en la dieta del lactante de alimentos sólidos o líquidos distintos a la leche, durante el periodo de tiempo que está recibiendo leche materna o de fórmula. 2,7,10.

La principal razón para iniciar la alimentación complementaria es que la leche materna o leche de fórmula ya no es suficiente para cubrir todos los requerimientos nutricionales y energéticos del lactante. Pero además también existen motivos de tipo social, familiar, o educacional 2,7.

La Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátricas (ESPGHAN) recomienda que el comienzo de la introducción de la alimentación complementaria no se realice antes de las 17 semanas (4 meses) ni después de las 26 semanas (6 meses y medio). Esta recomendación tiene en cuenta la variación de las necesidades nutricionales así como la maduración de los sistemas digestivo, neuromuscular y renal. Fallos en el manejo de la introducción de la alimentación complementaria pueden desembocar en problemas importantes de salud en el lactante 1, 11-13.

La alimentación complementaria debe seguir las leyes fundamentales de la alimentación: Debe ser completa (incluir alimentos de todos los grupos), equilibrada (nutrientes en proporciones adecuadas), suficiente (que cubra todos los requerimientos) y adecuada (que se adapte a la etapa de desarrollo en la que se encuentra). Además algunos consejos generales que también debe seguir son: introducir producto a producto, no forzar al niño, evitar sabores extremos, densidad calórica apropiada, alimentación responsable, higiene y seguridad en la preparación y manipulación de los alimentos 2,10,14.

El espacio de tiempo entre la introducción de dos alimentos nuevos debe ser de al menos 7- 8 días para que el bebe se acostumbre al sabor y textura del alimento, y se pueda reconocer una posible intolerancia al mismo 2, 7.

El Comité de Nutrición de la ESPGHAN en su informe de 2008, recomendaba introducir el gluten en la dieta del lactante sano entre los 4 y 6 meses de vida. Se aconsejaba que se hiciera en cantidades pequeñas gradualmente crecientes, mientras el niño aun recibe lactancia materna, ya que se pensaba que podía disminuir el riesgo de enfermedad celiaca. Sin embargo, estudios más actuales determinan que la edad de introducción del gluten no modifica el riesgo de enfermedad celiaca y que no se le puede atribuir a la leche materna un efecto protector en cuanto a la enfermedad celiaca. Por lo tanto, se debe introducir el gluten en la dieta en cualquier momento entre los 4 y los 12 meses de edad. 13, 15-18.

Algunas características significativas durante la alimentación en los primeros meses de vida son:

  • Se desaconseja sobrepasar los 5 g/día de fibra alimentaria, evitando de este modo que el exceso de fibra pueda interferir negativamente en la absorción de nutrientes como el magnesio, hierro, y zinc 17,19,20.
  • No desaconseja agregar sal a las comidas, ya que una ingesta elevada de sodio en los lactantes se ha relacionado con riesgo de hipertensión arterial en etapas futuras. Además puede generar un daño renal que complique el manejo de la sensibilidad a la sal. Así mismo se ha visto que la preferencia por sabores salados, en esta etapa, marca el hábito en la vida adulta 14, 21, 22.
  • Se desaconseja añadir azúcar a las comidas para que el niño se habitúe a los sabores particulares y característicos de los alimentos y no al sabor dulce, que con el paso del tiempo puede generar una adicción y causar problemas de caries, sobrepeso y diabetes 22, 23.

Es fundamental instruir a los padres sobre la alimentación durante el primer año de vida de sus hijos y evitar posibles déficits de conocimientos que podrían repercutir nocivamente en el estado de salud de los mismos. Las intervenciones de apoyo profesional y educación para la salud van a ser esenciales para el comienzo y el mantenimiento exitoso de la lactancia materna 24,25,26.