Medicina Alternativa
Según un mito antiguo, sobre los dioses Mayas menciona, que los dioses decidieron formar seres mejores: los hombres, enviando al coyote, al gato montés, a la cotorra chocoyo y al cuervo a traer las mazorcas amarillas y blancas de Paxil y Cayalá. Molieron el maíz e hicieron con la masa nueve bebidas, y con ella crearon la sangre y la carne del primer varón y la primera mujer. Fueron maravillosas criaturas, quienes pudieron reproducirse para llenar el mundo de seres que reconocen, alaban y alimentan con sus ofrendas a los dioses.
Medicina Alternativa
L.E. Sara Beatriz Teodoro, M.E. Marcela Tenorio Gómez, Dra. María Elena Ruiz Montalvo, Dra. Amelia Espinoza
Antecedentes
Los antiguos pobladores de Huastecapan fueron los primeros que domesticaron y cultivaron el maíz, llamándolo to-nacayo, que significa “nuestra carne”, porque su leyenda decía que el hombre fue hecho por los dioses únicamente de maíz, es así como surge la veneración a las plantas y siendo en este caso el maíz la primera planta a quien los hombres le tuvieron fe y esperanza, en la actualidad es común que la mayoría de la gente recurra a la medicina alternativa cuando la enfermedad no cede con tratamientos convencionales.
Pero ¿Qué es la medicina alternativa? En una palabra la Medicina alternativa, es la base de la medicina moderna y según la OMS, los procedimientos terapéuticos (sistemas, prácticas y productos) que no forman parte de la medicina alópata o de la medicina tradicional usada en la región o país de origen, conforman la medicina alternativa o complementaria. En 1976, la Organización Mundial de la Salud (OMS) incorporó la medicina tradicional en sus programas de Salud y en 1991, en China, la OMS declaró el 22 de octubre el «Día Mundial de la Medicina Tradicional.
En el Diario Oficial de la Federación (mayo 7 del 2002) se especifica que la Secretaría de Salud clasifica a herbolarios y curanderos en el rubro de medicina tradicional, mientras que la homeopatía y la acupuntura en el de medicinas alternativas o complementarias.
Los conocimientos médicos ancestrales se han difundido mediante el aprendizaje teórico y práctico, por medio de la observación y la experimentación, a partir de la repetición exacta de sus principios e, igualmente, de las innovaciones que algunos individuos introducen gracias a su propia experiencia, es así, como surgen los cuidados, en la antigüedad la mujer era la que se encargaba de preservar la especie, es así que la figura principal en la familia en este caso de los aztecas fue la partera, que se ocupaba de la atención de la madre desde el momento que se consideraba embarazada y más tarde daba atención a la madre y al hijo, no solo durante el parto, sino durante los primeros meses del niño; estas mujeres recibían el nombre de tlamatqui‐ticitl y eran figura principal en cualquier comunidad.
No hay una persona responsable de los cuidados enfermeros, pero se identificará a la figura de la partera como esta parte esencial de los cuidados, situación que corresponde a la época medieval dentro de la historia universal. Es decir, hay un paralelismo entre las figuras femeninas para establecer los cuidados. Además, las mujeres eran responsables de los cuidados familiares de alimentación, limpieza, etc.
Los antiguos pobladores vivían con una cosmovisión basada en una tradición de pensamiento, en el cual el cuidado era muy importante y se derivó de diversos aspectos como la relación con los dioses, los signos calendáricos y las parteras, y los terapeutas de diferentes especialidades
La colonización española pretendió imponer un sistema de gobierno teocrático-militar “eliminando” las expresiones religiosas y culturales locales, entre otras, las prácticas y ciencias de curación indígenas, acusando a sus practicantes de “hechiceros”. Este estigma prevalece hasta la fecha, siendo común que se asocie el concepto de medicina tradicional con la noción popular de “brujo”. la medicina tradicional mexicana como la expresión del conjunto de los sistemas terapéuticos, tomando en cuenta que cada pueblo posee el suyo, que comparte muchos elementos con el resto, pero que también presenta características propias.
Actualmente la nación tiene una composición pluricultural sustentada originalmente en sus pueblos indígenas que son aquellos que descienden de poblaciones que habitaban en el territorio actual del país al iniciarse la colonización y que conservan sus propias instituciones sociales, económicas, culturales y políticas, o parte de ellas.
Se consideran males “naturales” los que son causados por un accidente, una caída, el exceso de frío o calor, por emociones como el enojo, la ira, la tristeza, la envidia; por contacto con alguien cargado de una energía dañina; todo ello implica el desacomodo o el mal funcionamiento de un órgano, la circulación de fluidos nocivos y dolor en alguna parte del cuerpo. Son tratados por medio de masajes, “sobadas”, baños de hierbas, la aplicación de ventosas, supositorios, purgas, o con el suministro de infusiones de plantas medicinales o algunos preparados de origen mineral y animal.
Sus especialistas son sobadores, yerberos, hueseros, pero, también las parteras y los curanderos en general conocen y tratan este tipo de malestares que se conocen como bilis o latido, caída de mollera, cuajo, empacho, entre otros. prácticas terapéuticas: no sólo herbolaria, sino curaciones rituales, temazcal, masaje tradicional indígena, uso ritual de plantas enteógenas, etc. y deben de tener la capacidad de curar, saber y ver.
Los sanadores son aquellos que predominantemente utilizan su propio cuerpo o conocimiento mítico-religioso (predominantemente el ritual) como herramienta de curación.
Los curanderos utilizan algún tipo de técnica o elemento ajeno a su cuerpo para inducir la curación:
Gracias al conocimiento empírico, el médico tradicional atiende el malestar, la dolencia del cuerpo localizada en una parte, o una disfunción orgánica, mientras que el pensamiento simbólico lo dota de otro tipo de instrumentos, que intervienen cuando existe un trastorno