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Técnica enfermera en la medición de la presión intraabdominal

Técnica enfermera en la medición de la presión intraabdominal

ANTECEDENTES: La presión en la cavidad intraabdominal puede oscilar entre los 2-5 mmHg, pero ésta cifra puede variar, estando dentro de la normalidad, con los movimientos respiratorios, también en pacientes obesos y en embarazadas. Con el aumento de la presión intraabdominal se puede disminuir el retorno cardiaco, disminuyendo el gasto cardiaco. La presión intraabdominal (PIA) es una complicación frecuente en las unidades de cuidados intensivos. En la actualidad existen diferentes tipos de medición y tratamiento.

Autores:

Beatriz Sánchez Lomba: enfermera en Hospital San Jorge de Huesca.

Andrea Santisteban Zamora: enfermera en el Hospital Clínico Lozano Blesa de Zaragoza.

Sonia Sancho Salazar: enfermera en el Hospital General de la defensa de Zaragoza.

Lorena Castellot Perales: enfermera en el Hospital Infantil de Zaragoza.

Ana Agüeras Cristóbal: enfermera en el Hospital General de la defensa de Zaragoza.

RESUMEN

MÉTODOS: Se realizó una revisión bibliográfica acerca de la técnica de medición, los cuidados de Enfermería y las posibles complicaciones.

RESULTADOS: Se encontraron beneficios de la técnica de medición de la presión intraabdominal, así como diferentes técnicas, siendo la más importante la medición de presión intravesical.

CONCLUSIÓN: La técnica de medición de presión intraabdominal favorece la disminución de mortalidad y de complicaciones en los pacientes de las unidades de cuidados intensivos.

PALABRAS CLAVE: Cavidad abdominal, presión, sonda vesical, infección urinaria.

INTRODUCCIÓN

La cavidad abdominal es un espacio anatómico de distensibilidad limitada, no lineal que depende de la rigidez del peritoneo, de los elementos que la componen y de la relación dinámica entre el volumen y la presión.

La presión intraabdominal (PIA) es la presión que existe dentro de la cavidad abdominal en estado de estabilidad. El valor normal de la presión intraabdominal (PIA) oscila entre ser subatmosférico y estar entre 2-5 mmHg; pero puede sufrir discretas variaciones que se aceptan como normales durante la tos, el estornudo, la defecación y los movimientos respiratorios (aumenta durante la inspiración por contracción del diafragma y disminuye durante la espiración por relajación diafragmática). En pacientes críticos se aceptan como valores normales entre 5-7mmHg y en obesos y embarazadas entre 9-14mmHg.

Un aumento de la presión intraabdominal (PIA) conduce a una disminución del flujo vascular a los órganos esplácnicos, un aumento de la presión intratorácica y una disminución del retorno venoso, con una importante caída del gasto cardíaco. Lo que en caso de persistir podría conllevar a un síndrome compartimental abdominal (SCA) con el consiguiente fallo orgánico múltiple, con fracaso renal, cardiocirculatorio, respiratorio e isquemia intestinal llegando a un 60% de mortalidad en caso de no recibir tratamiento. 1,2,3,4,5,6

JUSTIFICACIÓN

La hipertensión intraabdominal (HIA), aunque conocida desde hace siglo y medio, no ha suscitado interés investigador hasta hace dos décadas en las que se ha producido un aumento de las publicaciones y demostración de sus efectos nocivos en el organismo.

Es una complicación frecuente que aparece tradicionalmente en pacientes postquirúrgicos, politraumatizados, grandes quemados y en pacientes de unidades de cuidados intensivos, teniendo estos últimos una incidencia del 30% al ingreso y del 64% en estancias de 7 días. En los últimos estudios se ha detallado una alta incidencia en otras patologías como shock séptico (entre el 40-50% de los pacientes), pancreatitis aguda grave (entre el 60-80%) y en el síndrome cardiorrenal.

La hipertensión intraabdominal (HIA) es fácilmente identificable, prevenible, potencialmente tratable y, en ocasiones, infradiagnosticada, al confundirse con otros procesos patológicos con los que comparte manifestaciones clínicas similares. Sin embargo, está relacionada con un peor pronóstico, mayor riesgo de síndrome de disfunción multi-orgánica y mortalidad. 3

DEFINICIÓN

En diciembre de 2004, en el primer Congreso del síndrome compartimental abdominal, se alcanzó una serie de definiciones, publicadas en 2006 y mantenidas en el último Congreso de 2013 en el que se define la hipertensión intraabdominal (HIA) como:

  • Elevación patológica sostenida o repetida de la presión intraabdominal (PIA) igual o mayor a 12 mmHg en tres mediciones en tomas de 1 a 6 horas.
  • Y/o presión de perfusión abdominal (PPA), definida como la presión arterial media (PAM) menos la presión intraabdominal (PIA) (PPA = PAM- PIA) de 60 mmHg o menos en mínimo dos mediciones estandarizadas entre 1 y 6 horas.

La hipertensión intraabdominal (HIA) se clasifica según:

  • La magnitud de la elevación: Ver tabla nº 1: la magnitud de elevación hipertensión intraabdominal (HIA) (al final del articulo).
  • Según la duración de los síntomas:
  • Hiperaguda, con duración de segundos a minutos (maniobras de Valsalva, toser, reír, estornudar, defecar).
  • Aguda, con duración de horas (traumatismo, hemorragia abdominal por evento quirúrgico).
  • Subaguda, con duración de días (resucitación con volumen, gran quemado).
  • Crónica, con duración de meses (embarazo, obesidad mórbida, diálisis peritoneal, ascitis). 6,7

INDICACIONES

Según La WSACS debe obtenerse una medición de base de referencia de presión intraabdominal si están presentes dos o más factores de riesgo.

Se clasifican en cuatro categorías según la fisiopatología de la presión intraabdominal (PIA): Ver tabla nº 2. Factores de riesgo (al final del artículo)

  • Afecciones que disminuyen la distensibilidad de la pared abdominal.
  • Afecciones que aumentan el contenido intraluminal.
  • Afecciones relacionadas con la recogida de líquido, aire, o sangre abdominal
  • Afecciones relacionadas con la fuga capilar y la reanimación hí3,4,7

CONTRAINDICACIONES

Absolutas:

  • Hematoma retroperitoneal o pélvico.
  • Vejiga neurogénica.
  • Sutura vesical reciente.

Relativas:

  • Obesidad
  • Ascitis 2

MÉTODOS DE MEDICIÓN DE LA PIA

Para la medición de la presión intraabdominal (PIA) existen métodos directos e indirectos.

  • Métodos directos: Es necesario la utilización de cánulas metálicas, agujas de amplio calibre y catéteres peritoneales, los cuales se insertan dentro de la cavidad abdominal conectados a un manómetro de solución acuosa isotónica de cloruro de sodio 0.9%, similar a como se realiza la PVC, o un transductor electrónico. En cirugía laparoscopia el insuflador de CO2 mantiene un monitoreo automático continuo de la presión intraabdominal (PIA).
  • Métodos indirectos: La medición se realiza en órganos que son comprimidos en el momento de aumento de la presión intraabdominal.
  • Presión de la vena cava inferior: se mide directamente por vía femoral, se punciona con un catéter conectado a un manómetro, siendo la misma presión que en la cavidad intraabdominal.
  • Presión intragástrica: a partir de una sonda nasogástrica o una gastrostomía. Se infunden de 50-100 ml de agua, y se conecta el extremo de la sonda nasogástrica a un manómetro de agua o solución acuosa isotónica de cloruro de sodio 0.9%. La presión intragástrica se aproxima a la presión medida en la vejiga urinaria.
  • Presión intracística: la medición del volumen vesicular está relacionado con la presión intraabdominal.
  • Presión intravesical: se puede monitorizar la presión intraabdominal (PIA) de manera continua o intermitente con un alto grado de correlación. Es la técnica de elección porque es de fácil aplicación, tiene bajo coste y exige una mínima manipulación; por lo que centramos la revisión bibliográfica en esta técnica. 8,9

MATERIAL DE MEDICIÓN DE LA PRESIÓN INTRAVESICAL Ver foto nº 1 y 2 (al final del artículo)

  • Sonda vesical de calibre adecuado para la persona a tratar.
  • Agua estéril.
  • Solución de suero fisiológico al 0,9%.
  • Jeringas de diferentes calibres.
  • Bolsa colectora de orina de sistema cerrado.
  • Llave de tres vías.
  • Sistema y escala de medición hidráulica.
  • Gasas, paños y guantes estériles. 10,11,12

PROCEDIMIENTO DE MEDICIÓN DE LA PRESIÓN INTRAVESICAL

Ver foto nº 3 (al final del artículo)

Es el método más sencillo y fiable para la medición de la presión intraabdominal. Siendo una técnica sencilla, poco invasiva y barata, existiendo dispositivos que permiten tanto la medición intermitente como continua.

La vejiga es un órgano retroperitoneal, y debido a sus relaciones topográficas con el resto de los órganos intraabdominales, su polo superior hace de transductor, consiguiendo transmitir la presión intraabdominal y, por lo tanto, su medición.

Para conseguir una medición precisa y adecuada, ésta debe ser tomada al final de la espiración, con el paciente en decúbito supino, calibrado el «cero» a nivel de la línea axilar media en la cresta iliaca o bien a nivel de la sínfisis pubiana, en ausencia de contracciones musculares abdominales voluntarias y, si es necesario, instilando suero salino (25mL) y medir tras 30-60 segundos. 1,10,11,13