Neuropsicología de los traumatismos craneoencefálicos
RESUMEN
La lesión cerebral traumática es una causa común de secuelas neuropsychogical. La gravedad de los síntomas depende de la fuerza del impacto. Las lecciones pueden ser primarias o secundarias y focales o difusas. Esta condición neurológica causa deterioro cognitivo y trastornos conductuales o psiquiátricos con disminución de las capacidades adaptativas y una gran dificultad para volver a la vida anterior del sujeto.
Neuropsicología de los traumatismos craneoencefálicos
Enrique Moraleda (a,b), Modesto Romero (a,b)
a. Servicio de Evaluación y Rehabilitación Neuropsicológica.
b. Universidad de Huelva.
Correspondencia: Dr. Enrique Moraleda Barreno. Departamento de Psicología Clínica, Experimental y Social. Facultad de Ciencias de la Educación, Campus El Carmen, Avd. Tres de Marzo, s/n 21071 Huelva.
Palabras clave: Cognición, Conducta, Neuropsicología, Traumatismo Craneoencefálico.
ABSTRACT
Traumatic brain injury is a common cause of sequelae neuropsychogical. The severity of symptoms depends on the force of the impact. Lessons can be primary or secondary, and focal or diffuse. This condition causes neurological cognitive impairment and behavioral or psychiatric disorders with decreased adaptive capacities and great difficulty to return to the previous lifestyle of the subject.
Key words: Behavior, Cognition, Neuropsychology, Traumatic Brain Injury.
INTRODUCCIÓN
Un traumatismo craneoencefálico (TCE) es una lesión cerebral causada por una fuerza mecánica. Se trata de una de las entidades neurológicas más frecuentes en menores de 40 años, y su incidencia es tan elevada (entre 200 y 300 casos cada 100.000 habitantes) que entre los profesionales se ha vuelto común utilizar el término “epidemia silenciosa”. La incidencia está muy relacionada con las conductas de riesgo, sobre todo en la conducción, de modo que resulta más frecuente en hombres que en mujeres y en jóvenes más que en personas de edad madura. El índice de mortalidad es muy elevado, así como la cantidad de pacientes que sufren secuelas graves e incluso resultan en estado vegetativo.
Fisiopatología
La gravedad de la lesión está directamente relacionada con la fuerza del impacto. Es necesario tener en cuenta que el daño no sólo está provocado por el contacto del golpe (daño directo), sino también por la inercia de la aceleración y desaceleración a las que se ve sometido el cerebro (daño indirecto), que pueden causar lesiones en lugares alejados del impacto, siendo las principales los hematomas subdurales y la lesión axonal difusa. También hay que tener en cuenta que la fuerza de la aceleración y desaceleración puede causar que el cerebro resulte dañado al rozar y golpear contra el interior de la bóveda craneal, sobre todo en las áreas basales que presentan una superficie más accidentada.
Las lesiones focales suelen estar causadas de manera directa por el golpe y consisten en contusiones cerebrales, hematomas intracraneales, desplazamiento o distorsión de la masa cerebral y suelen causar aumento de la presión intracraneal (PIC). Es necesario tener en cuenta que el cráneo envuelve al cerebro con una estructura rígida, lo cual limita la posible expansión de las lesiones que producen un aumento del volumen intracraneal, como las hemorragias o hematomas, causando el aumento de la presión intracraneal (PIC).
Las lesiones difusas se deben a los efectos indirectos e incluyen el daño axonal difuso causado por el cizallamiento de los axones que ocurre al moverse el cerebro dentro del cráneo, las alteraciones vasculares, la hipoxia, la hinchazón cerebral (sweelling) o la congestión vascular cerebral.
Las lesiones primarias son las provocadas por el impacto y la aceleración-desaceleración, así como el movimiento del cerebro dentro del cráneo y se producen en el momento del traumatismo. Las secundarias se presentan de manera más tardía e incluyen la isquemia cerebral, la hipoxia, los edemas, hematomas y hemorragias, así como el aumento de la presión intracraneal (PIC).
El daño provocado por la aceleración y desaceleración causa daño axonal difuso, el cual se produce por las fuerzas rotacionales que causan la destrucción de los haces de axones incluso sin golpes directos en la corteza cerebral. Esta es la principal causa de la pérdida de conciencia, sobre todo cuando implica al troncoencéfalo.
Una de las principales clasificaciones es la que divide a los traumatismos craneoencefálicos en abiertos y cerrados. Por definición, en una lesión cerrada la duramadre está intacta en comparación con un trauma abierto en el que la duramadre se rompe.
Gravedad
Aunque los traumatismos craneoencefálicos (TCE) pueden ser muy diferentes entre sí, suelen agruparse en función de su gravedad por necesidades clínicas., siendo la principal herramienta utilizada la Escala de Coma de Glasgow (GCS). En función de su gravedad podríamos clasificarlos como Leves (14 o 15 puntos), Moderados (entre 9 y 13) y Graves (8 puntos o menos). Para utilizar esta escala como pronóstico de la gravedad, debe elegirse la mejor puntuación obtenida en las primeras 24 horas una vez transcurridas 6 desde la lesión. La puntuación en la Escala de Coma de Glasgow (GCS) correlaciona con el posterior ajuste laboral y social, así como con los déficits cognitivos del paciente.
La duración del periodo de coma es otro indicador de la gravedad de la lesión. En pacientes con periodos de coma superiores a 6 horas, se ha encontrado correlación entre el tiempo de coma y la severidad de las secuelas. No obstante, estos hallazgos no han podido confirmarse en las lesiones más leves.
El periodo de amnesia postraumática (ATP) también suele utilizarse como factor pronóstico. La ATP es el periodo transcurrido entre la lesión y la recuperación de la memoria anterógrada (es decir, la capacidad de crear y recuperar nuevas memorias). La mayor duración correlaciona con mayor gravedad en los déficits cognitivos generales, mnésicos, psicosociales y laborales.
La naturaleza de la lesión también influye en el pronóstico, de modo que las lesiones provocarán más secuelas cuanta mayor sea la masa cerebral afectada. También son factores de mal pronóstico las lesiones intracerebrales, bihemisféricas, frontotemporales, subcorticales y troncoencefálicas.
Alteraciones neuropsicológicas
Los traumatismos craneoencefálicos (TCE) suelen producir secuelas cognitivas y conductuales. Las funciones superiores pueden verse afectadas en cualquiera de sus modalidades y las alteraciones emocionales y del comportamiento pueden provocar un grave deterioro en las capacidades adaptativas de los pacientes. El retorno al modo de vida anterior