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Piel con piel: la importancia para la madre y el recién nacido tras el parto 

Piel con piel: la importancia para la madre y el recién nacido tras el parto 

Autora principal: Olga Rocío Roldán Luque

Vol. XVII; nº 9; 336

Skin with skin: the importance for mother and newborn after childbirth

Fecha de recepción: 30/03/2022

Fecha de aceptación: 12/05/2022

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XVII. Número 9 – Primera quincena de Mayo de 2022 – Página inicial: Vol. XVII; nº 9; 336  

Autoras:

Olga Rocío Roldán Luque. Matrona Hospital Universitario Donostia. San Sebastián, España. María Caballero Rodríguez. Matrona Hospital Universitario Donostia. San Sebastián, España. Ana María Martín Jiménez. Matrona Hospital Universitario Donostia. San Sebastián, España.

Los autores de este manuscrito declaran que

Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la

investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS) https://cioms.ch/publications/product/pautas-eticas- internacionales-para-la-investigacion-relacionada-con-la-salud-con-seres-humanos/

El manuscrito es original y no contiene plagio

El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.

Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados. Han preservado las identidades de los pacientes.

Resumen.

El piel con piel es una técnica que tiene más beneficios que riesgos, por lo tanto debe de extenderse de forma rutinaria a todas las unidades obstétricas del mundo. Como objetivo del trabajo nos planteamos describir la importancia del contacto precoz piel con piel para la madre y el recién nacido tras el parto. Para ello se ha realizado una búsqueda bibliográfica en las bases de datos de PudMed, Cochrane, Scielo y Google Académico. Obteniendo un total de 80 artículos posteriormente analizados para distinguir las áreas particulares abordadas. Son incontables los trabajos que muestran las ventajas y beneficios que tiene el piel con piel tanto para el recién nacido como para la madre. La medida predominante investigada ha sido la instauración precoz de la lactancia materna, y también, el efecto de la termorregulación materna sobre la prevención de hipotermia en el niño. Entre los beneficios para la madre se encuentra un aumento de los sentimientos de confianza y seguridad que merman la aparición de la ansiedad y depresión posparto. En la mayoría de los casos se puede implantar esta técnica exenta de peligros, pero es importante la educación de la madre y de los profesionales para poder evitar los riesgos que conlleva en algunas situaciones. La buena aceptación y los sentimientos positivos que surgen, hace que se acerque más al ideal de la humanización del parto. Deseamos que llegue el día en el que todas las madres y sus recién nacidos tengan contacto piel con piel continuado que les lleve a recordar placenteramente el nacimiento de su hijo.

Palabras clave: piel con piel, recién nacido, importancia, parto

Abstract:

Skin-to-skin is a technique that has more benefits than risks, so it should be routinely extended to all obstetric units around the world. The objective of the study was to describe the importance of early skin-to-skin contact for the mother and newborn after childbirth. For this purpose, a bibliographic search has been carried out in the databases of PudMed, Cochrane, Scielo and Google Scholar. Obtaining a total of 80 articles subsequently analyzed to distinguish the particular areas addressed. There are countless works that show the advantages and benefits of skin with skin for both the newborn and the mother. The predominant measure investigated has been the early introduction of breastfeeding, and also the effect of maternal thermoregulation on the prevention of hypothermia in the child. Among the benefits for the mother is an increase in feelings of confidence and security that diminish the appearance of anxiety and postpartum depression. In most cases this technique can be implemented safely, but it is important to educate the mother and the professionals in order to avoid the risks involved in some situations. The good acceptance and the positive feelings that arise, brings it closer to the ideal of the humanization of childbirth. We hope that the day will come when all mothers and their newborns will have continuous skin-to-skin contact that will lead them to pleasantly remember the birth of their child.

Keywords: skin to skin, newborn, importance, childbirth

Introducción.

El recién nacido presenta después del parto, un periodo especial en el que se encuentra en un estado de alerta tranquila, en el que puede interactuar con su madre, reptar sobre su abdomen, moverse hasta el pecho y empezar a mamar de manera espontánea1.

Se denomina “contacto piel con piel” a la colocación del recién nacido en el pecho o el vientre de la madre tras el parto. Este contacto debe comenzar inmediatamente después del nacimiento y continuar ininterrumpido durante al menos 1 hora para todas las madres o continuarlo con la primera alimentación para madres que amamantan2, 1.

Tradicionalmente, esta práctica ha proporcionado calor y alimento al recién nacido y ha permitido poner en marcha el proceso de vinculación, además de ser fuertemente grato para la madre y tranquilizador para el niño. Muchas de las intervenciones que se realizan en las salas de partos no cuentan con evidencia suficiente que las respalde. En cambio, el contacto precoz piel con piel entre la madre y el recién nacido, aunque ha sido suficientemente documentado y forma parte de las recomendaciones realizadas en el Manual de reanimación Neonatal, avaladas por la American Academy of Pediatrics y la American Heart Asociation, no es una práctica que se incorpore de forma rutinaria en todas las salas de partos de nuestro país1.

El fundamento del contacto piel con piel se basa en estudios realizados en animales, en lo que se demostró que ciertas conductas innatas necesarias para la supervivencia de los neonatos dependen del hábitat. En los mamíferos, el sustento del entorno materno después del nacimiento es necesario para iniciar las conductas innatas del neonato y de la madre, que promueven una lactancia exitosa, y por lo tanto a la supervivencia. Pero si hay un momento imprescindible en ese acercamiento madre e hijo, ése es el inmediatamente posterior al parto, la primera hora fundamentalmente, de ahí la importancia de establecer en ese instante el piel con piel. Durante ese periodo se desarrolla un apego progresivo que se explica por las interacciones recíprocas entre la madre y su hijo en los primeros momentos de la relación3.

El recién nacido ya viene dispuesto para la primera interacción madre-hijo, en la que ocurren muchos fenómenos importantes. Tras el parto, madre e hijo están en un estado de alerta tranquila, expectante a lo que pasa a su alrededor. Si se le deja en decúbito prono entre los

pechos desnudos de su madre, el recién nacido permanece un rato inmóvil y, poco a poco, va reptando mediante movimientos de flexión y extensión de las extremidades inferiores. Así se activan los reflejos innatos de búsqueda y succión de su puño (que tiene aún el olor del líquido amniótico), huele la piel de su madre y se dirige hacia la areola (que reconoce facilmente por su color oscuro y por su olor). Nota el pezón en su mejilla y, espontáneamente, comienza a succionar.

El contacto del recién nacido con la piel de su madre, que tiene aumentada la sensibilidad en ese momento, a través de estímulos sensoriales como el tacto, el calor, y el olor, son un potente estimulante vagal que, entre otros efectos, da lugar a un aumento de secreción de oxitocina3. Esta hormona produce un incremento de la temperatura de la piel de las mamas de la madre, lo que proporciona calor al recién nacido. Además antagoniza el efecto de la lucha/huida, lo que reduce la ansiedad materna, y aumenta la tranquilidad y la receptividad social. Por lo tanto, es la hormona del comportamiento maternal que contribuye al acceso de amor hacia el niño. La madre, con un pico de oxitocina en alerta, sintiendo a su hijo reptar, lamer y succionarla y que mira fijamente con los ojos abiertos, embelesado, experimenta el momento mágico del establecimiento del vínculo4.

Todos los cuidados rutinarios tanto del niño como de la madre tras el parto, se pueden realizar durante el contacto piel con piel. Las investigaciones han demostrado resultados favorables tanto maternos como neonatales relacionados con el contacto inmediato de piel con piel2. Además esta técnica ha sido apoyada por la Sociedad Española de Neonatología, la Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia de UNICEF y el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad de España5.

Objetivo.

Describir la importancia del contacto precoz piel con piel para la madre y el recién nacido tras el parto.

Material y Métodos.

Se realizó una búsqueda bibliográfica en las bases de datos de PudMed, Cochrane, Scielo, Google Académico, obteniéndose un total de 80 artículos. Se excluyeron en función del año de edición, desechando aquellos más antiguos y dejando los más recientes y los que encausaban el tema de manera más central. Una vez obtenidos se analizaron para distinguir las áreas particulares abordadas.

Las palabras clave de la búsqueda fueron: skin to skin (piel con piel), newborn (recién nacido), benefits (beneficios) y humanitation care (humanización de los cuidados).

Resultados.

El contacto precoz se ha practicado desde 1970, donde tradicionalmente, en la mayoría de las culturas se colocaba al niño sobre el pecho de la madre, para que consiguiera así calor, alimento y comenzara a interactuar con la madre para poner en marcha el proceso de vinculación6.

Pero ha sido la norma de la humanidad hasta principios del siglo XX, cuando empezaron a separarse los niños de sus madres en los hospitales de los países desarrollados. Esta práctica pues, diverge de la historia evolutiva, donde la supervivencia del neonato dependía del contacto materno íntimo y prácticamente continúo3.

Son incontables los trabajos realizados que reflejan las ventajas y beneficios que esta práctica tiene para el recién nacido, constando entre ellas: estabilización de las funciones vitales, mejora la saturación de oxígeno, mantiene estable la temperatura corporal (reserva de energía), menor número de enfermedades nosocomiales, manifiesta menos dolor y ansiedad ante técnicas invasivas al disminuir la percepción de dolor, disminuye los niveles de cortisol tras el parto, mantiene los niveles de glucosa en la sangre, confiere periodos más largos de sueño, disminuye el llanto, y favorece la lactancia materna precoz 2,3,6-9.

Ésta es la medida predominantemente investigada hasta el momento. La lactancia materna exclusiva durante la hospitalización es mayor en mujeres que experimentan el contacto piel con piel en algún periodo comprendido entre las primeras 3 horas posteriores al nacimiento. Se realizó una investigación en el que el grupo de madres que había realizado el piel con piel el inicio de la lactancia materna fue más rápido que el de aquellas que no lo había realizado1. Además en los niños que permanecen en contacto piel con piel se ha mostrado que el encaje en el pecho materno se hace en una posición correcta en el 63%, mientras que en los separados se realiza en un 20,5% 6.

En cuanto a la termorregulación la madre proporciona calor por medio de la conducción, por lo que es la forma barata y segura de mantener al neonato a la temperatura ideal, por ello es la base de la termorregulación neonatal. Al comparar los neonatos que fueron separados de sus madres al nacer con los que sí hicieron piel con piel precoz, estos últimos presentaron episodios menores de llanto, mayor tranquilidad y sueño profundo; pues el estímulo táctil y olfatorio que ofrece la piel de su mamá, brida confort y disminuye la presencia de dolor1,10.

Del mismo modo, en las madres se observan notables beneficios, ya que contribuye a la liberación de oxitocina endógena y en consecuencia, favorece la contractibilidad e involución uterina y previene la hemorragia posparto, estimula la eyección del calostro y el incremento de la temperatura de la piel de las mamas, proporcionando alimento y calor al recién nacido, fortaleciendo el vínculo madre-hijo y reduciendo los niveles de depresión y ansiedad puerperal. Está documentado que al sentirse acompañada incrementa el grado de satisfacción materna sobre la percepción del parto. Se ha concluido que las madres que realizan piel con piel precozmente presentan menos estrés, con mayores sentimientos de confianza y competencia por el manejo de sus recién nacidos1,3,8,9,11.

Por otra parte, se observó que las madres que realizaron el contacto piel con piel en su segunda o tercera cesárea, se encuentran más satisfechas con la experiencia que en sus anteriores cesáreas en las que no hicieron piel con piel. También se ha informado que la lactancia materna había sido más satisfactoria que en los anteriores. Brady et al. descubrieron que el contacto piel con piel durante la cesárea aumentó las tasas de lactancia materna del 30% al 63% 2.

Además, esta práctica promueve la interacción vocal con los padres, por lo que los autores dan razones para animar a los padres a mantener a los recién nacidos en contacto piel con piel después de una cesárea, para apoyar el inicio precoz de la primera comunicación vocal1.

A pesar de estos resultados positivos de la literatura, y de que hay un número elevado de partos que acaban en cesárea, hay solo un 59% de hospitales en el mundo que experimentan piel con piel durante las cesáreas sin complicaciones2.

No obstante, desafortunadamente, y coincidiendo con la aplicación cada vez más generalizada del contacto piel con piel entre la madre y su hijo en la sala de partos, se han reportado casos en la literatura médica de recién nacidos que han presentado episodios aparentemente letales y muertes súbitas durante este procedimiento. Acontecen en las 24 horas que siguen al parto, sobre todo en las 2 primeras horas y durante de la primera toma al pecho. Se trata de niños aparentemente sanos, nacidos por vía vaginal y cuya historia prenatal no hacía sospechar afección alguna5.

Discusión.

Teniendo en cuenta que el desarrollo normal del recién nacido depende de las respuestas afectivas recíprocas entre la madre y el niño y de la unión fisiológica y psicológica, el éxito del piel con piel inmediato, depende del tiempo del contacto, el cual beneficia al binomio madre- hijo. Lo ideal sería que permanezcan juntos desde el nacimiento, pero si no pudiera ser así, lo ideal es que se reúnan lo antes posible para permitir el establecimiento de ese vínculo afectivo. Que peligre la supervivencia de alguno de los dos, es lo único que puede justificar la separación de ambos tras el parto3.

Para poner en marcha el contacto piel con piel tras el parto se debe disponer de un protocolo por escrito y consensuado con todos los profesionales que participan en la atención a la mujer y su hijo tras el parto6.

Para ello es necesario contestar a tres preguntas principales en el momento del parto:

¿Embarazo a término?, ¿respira o llora?, ¿tiene buen tono muscular?, de ser así no habrá ningún impedimento para que el niño descanse sobre el pecho de su madre. Se procederá a secar al niño con una toalla y limpiarle las secreciones con una gasa, mientras las demás técnicas, como la administración de vitamina K, profilaxis ocular y medidas antropométricas, podrán esperar para no romper ese contacto madre-hijo. Cuando no es el posible y la madre tiene que ser sometida a una intervención quirúrgica es cuando el padre debe disponerse a realizar esta función1.

Por lo tanto es pieza fundamental para sacar el máximo beneficio posible de este método informar y enseñar a la madre y al acompañante las nociones básicas para reducir riesgos como evitar que la boca y la nariz del recién nacido se obstruyan durante el contacto piel con piel, mientras está acostado en la cama junto a su madre y cuando esté tomando del pecho. Es fundamental que los profesionales se aseguren de que la madre ha sido previamente educada para ello2. Para controlar los factores de riesgo es importante que la mujer esté siempre acompañada. Si la madre no se encuentra lo suficientemente despierta como para vigilar el color y la actividad del bebé, así como para prevenir la obstrucción de la nariz del recién nacido, debe ser la pareja o acompañante el que realice el contacto piel con piel.

En uno de los trabajos consultados, se indica que la posición ideal de la madre para disminuir riesgos es semiincorporada, entre 30-45 grados y con una almohada bajo la cabeza. Se advertirá a los padres que si notan cambios de coloración o respiración irregular o ausente avisen rápidamente. Los profesionales también valorarán de forma periódica al niño y a la madre, considerando además otros factores de riesgo (cansancio materno, primiparidad, sedación…)5.

No obstante, es indispensable en la realización de este método la formación de los profesionales para que saque el mayor provecho posible. La mayoría de los profesionales que acuden a valorar al recién nacido (matronas, enfermeras y pediatras) se han formado para hacerlo en una cuna de reanimación, separándolo de su madre. Se requiere por tanto, un entrenamiento progresivo de los profesionales para que aprendan a valorar al recién nacido sobre el pecho materno y adquirir destreza en adjudicar la valoración del test de Apgar sin separar al niño de su madre, para que las interferencias en el piel con piel vayan disminuyendo progresivamente6.

En muchas revisiones se documenta que cada vez más las madres demandan un parto más humanizado, y que es el contacto piel con piel el que les proporciona sentimientos como amor, confianza y seguridad. La buena aceptación y los sentimientos positivos que surgen cuando lo realizan, sugieren rescatar los partos y cesáreas humanizadas y dejar a un lado el exceso de intervencionismo1,12.

Conclusión.

Después de haber observado los numerosos los estudios que avalan esta práctica, y que demuestran los beneficios y ventajas que tienen tanto para la madre como para el recién nacido si se aplica en el momento adecuado y con la educación materna y la supervisión profesional necesaria creo que es preciso que se promocione, se informe y se eduque en esta práctica a todas las embarazadas, debiendo ser una consideración dentro de las clases de preparación al parto.

A pesar de los múltiples beneficios que tiene el que más destaca es el inicio precoz de la lactancia materna, que incluso se observa cuando este contacto precoz se hace con el padre, que aunque no se pueda establecer el amamantamiento, en el recién nacido tiene la misma respuesta y los demás beneficios establecidos.

Como beneficio en la madre destaca el placer de disfrutar del vínculo madre e hijo y el establecimiento del apego, que se resume en una satisfacción y una experiencia más humanizada.

Deseamos que llegue el día en el que todas las madres sanas y sus recién nacidos, independientemente del modo su nacimiento, tengan contacto precoz, ininterrumpido piel con piel durante al menos una hora o continuarlo con el primer amamantamiento del recién nacido.

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