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Prevalencia y factores asociados del síndrome de burnout en los enfermeros de oriente próximo: una revisión bibliográfica

Prevalencia y factores asociados del síndrome de burnout en los enfermeros de oriente próximo: una revisión bibliográfica

Autora principal: Raquel Sierra González

Vol. XV; nº 24; 1234

Prevalence and associated factors of burnout syndrome in middle eastern nurses: a review

Fecha de recepción: 05/11/2020

Fecha de aceptación: 15/12/2020

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XV. Número 24 –  Segunda quincena de Diciembre de 2020 – Página inicial: Vol. XV; nº 24; 1234

Autora:

Raquel Sierra González. Fisioterapeuta de Área de Servicio Aragonés de Salud. Zaragoza, España.

RESUMEN: Los profesionales sanitarios son más susceptibles de experimentar el síndrome de burnout, considerado hoy en día como una enfermedad profesional. Éste consiste en un estado de sentimientos de agotamiento emocional, cinismo y disfunción personal que pueden ser cuantificados en la escala Maslach Burnout Inventory.

Se realizó una búsqueda bibliográfica de la cual obtuvimos cinco artículos con el fin de conocer el padecimiento del síndrome de burnout en los profesionales de enfermería de Oriente Medio.

El nivel de burnout entre el personal de enfermería de Oriente Medio es alto. No se encontraron datos concluyentes sobre la asociación de los factores demográficos y el síndrome del trabajador quemado. Sí existe asociación significativa entre condiciones del puesto a desarrollar y características organizacionales con el grado de burnout. Existen correlaciones entre las dimensiones del burnout y determinados rasgos de personalidad, así como con la ansiedad y depresión.

Conocer los factores predictores de riesgo y preventivos del burnout es necesario para conseguir disminuir la prevalencia entre los profesionales sanitarios y darles herramientas para contrarrestar los efectos del mismo.

Palabras clave: burnout, enfermeros, hospital.

ABSTRACT: Health professionals are more susceptible to experiencing burnout syndrome that is considered today as an occupational disease. It´s a state of feelings like emotional exhaustion, cynicism and personal dysfunction that can be quantified on the Maslach Burnout Inventory scale.

A literature search was carried out. We obtained five articles in order to know the suffering of burnout syndrome in nursing professionals from the Middle East.

The level of burnout among Middle Eastern nurses is high. No conclusive results were found on the association of demographic factors and burnout syndrome.

There is an association between conditions of the position to be developed and organizational characteristics with the degree of burnout. There are correlations between the dimensions of burnout and certain personality traits, as well as with anxiety and depression.

Knowing the risk predictors and preventive factors of burnout is necessary to reduce the prevalence among healthcare professionals and give them tools to counteract its effects.

Keywords: burnout, nurses, hospital.

INTRODUCCION:

El medio laboral genera intensas demandas psicosociales frecuentemente 1,2. Cuando son adversas en la actividad profesional generan un alto nivel de estrés para el profesional 3. Asociado al estrés profesional  aparece el síndrome de burnout (o del trabajador quemado), cuando el primero persiste en el tiempo 4. Los síntomas que presenta pueden ser psicosomáticos, conductuales, emocionales, actitudinales, sociales e interpersonales.

Así pues el síndrome de burnout engloba el agotamiento emocional como sobrecarga y merma de recursos emocionales, la despersonalización como actitud deshumanizada y cínica con otras personas, compañeros y/o pacientes y el abandono de la realización personal que se acompañara de autoevaluación negativa 5,6.

Maslach y Jackson describieron los efectos de burnout sobre el individuo y sobre su entorno de trabajo. La evidencia advierte que los profesionales de la salud son susceptibles a experimentarlo en mayor medida y clara muestra de ello es el aumento exponencial de los estudios sobre el asunto 7.

El estrés laboral y el síndrome de burnout [también llamado síndrome del trabajador quemado (SQT)] se engloban dentro de los riesgos laborales de carácter psicosocial, provocados por condiciones de trabajo nocivas que pueden provocar accidentes y absentismo.

El burnout o SQT es considerado una enfermedad profesional resultante del estrés laboral. En la CIE-11 presentada en la 72ª Asamblea Mundial de la Salud de la OMS, se incluyó el síndrome de desgaste profesional como un problema “relacionado con el trabajo” y no como “problema relacionado con la dificultad en el control de la vida” 8-10.

El Maslach Burnout Inventory (MBI) es el cuestionario más utilizado para la evaluación del síndrome de burnout y se han desarrollado tres versiones del mismo: Maslach Burnout Inventory- Human Services Survey (MBI-HSS), Maslach Burnout Inventory- Educators Survey (MB-IES) y el Maslach Burnout Inventory- General Survey (MBI-GS)

El Maslach Burnout Inventory- Human Services Survey (MBI-HSS) es el más usado en los trabajadores de la salud y corresponde a la versión clásica del año 1986. Consta de tres subescalas [EE; Emotional Exhaustion- DP; Despersonalization- PA; Personal Accomplishment]. El MBI entiende el cansancio emocional como el sentimiento de hartazgo en lo emocional y afectivo, aparecen desesperanza e indefensión, decaimiento físico y psíquico. La despersonalización es actitud y sentimiento de carácter negativo hacia los usuarios, deshumanización hacia el paciente. La baja realización consiste en la autoevaluación negativa, no viendo utilidad de su trabajo. Valores altos de EE y DP y un nivel bajo de PA son indicativos de burnout 11-13.

METODOLOGÍA:

Se realizó una búsqueda bibliográfica en la base de datos Pubmed. Los comandos de búsqueda de palabras clave fueron “burnout” AND “nurses” AND “hospital”, en título y resumen (title/abstract) aplicando los filtros de los artículos publicados en los últimos 5 años y con acceso libre a texto completo.

Los artículos obtenidos fueron sometidos a los siguientes criterios de inclusión:

  • Personal de enfermería.
  • Cien o más de cien trabajadores a estudio de centros hospitalarios.
  • Uso del Maslach Burnout Inventory (MBI).
  • Realizados en países de Oriente Próximo.

Quedaron excluidos aquellos artículos que no cumplieran los anteriores puntos. Tras someter los artículos obtenidos en primer término a los criterios de exclusión e inclusión se obtuvieron cinco artículos 14-18.

OBJETIVOS:

Conocer en Oriente próximo entre los trabajadores de enfermería:

  • Los niveles de padecimiento del síndrome de burnout.
  • Los factores asociados y predictores del burnout.

RESULTADOS:

Abedi-Gilavandi et al. 14  llevaron a cabo un estudio transversal en el Hospital Ziaeian en Teherán (Irán), con el objeto de conocer el síndrome de burnout entre 287 participantes del personal de enfermería. La descripción de la muestra arrojó una media de edad de 31±6,7 años, 77,1% mujeres, el estado civil del 70% de la muestra estaban casados, 46,2% trabajaban en la sala y alrededor del 40% tenían menos de cinco años de experiencia.

Las subescalas del MBI mostraron las siguientes medias; agotamiento emocional 29.25±12.64, despersonalización 14.7±5.1 y realización personal de 37.3±7.9. A partir de aquí se categorizó el nivel de las esferas del burnout sufrido en leve, moderado y severo.

Los puntos de corte para los distintos grados en las subescalas del MBI fueron:

EE severo (mayor o igual a 30), DP severa (mayor o igual a 12 puntos) y PA (severo por debajo o igual a 33).

Los niveles de burnout en cada dimensión más prevalentes de la muestra fueron agotamiento emocional severo (47,4%), disfunción personal moderada (37,4%) y despersonalización severa (70,2%).

Se hallaron relaciones estadísticamente significativas entre la severidad del agotamiento emocional y el grado educativo (p=0,02). El personal con mayor formación alcanzaba niveles de agotamiento emocional severo. También la posición jerárquica relacionaba estadísticamente con el grado de agotamiento emocional (p=0,006) ya que los profesionales con severo agotamiento emocional se encontraban preferentemente en puestos de mando.

La dimensión de despersonalización y el estado civil de los encuestados mostraba relación significativa (p=0,01), cerca del 70% de solteros y también de los casados mostraban severa despersonalización. La severidad de la despersonalización se relaciona con el grado de educación alcanzado (p=0,01), manifestada en que los enfermeros con formación superior sufrían despersonalización severa. Por último los puestos de alto rango eran los que más despersonalización en grado severo padecían.

Con respecto a la esfera de la realización personal, se halló relación significativa (p=0,02) entre grado de formación y disfunción personal. Conforme el nivel educativo aumenta es más frecuente la disfunción personal severa.

Alfuqaha et al. 15 evaluaron el peso en la predicción del burnout de la autoevaluación, del status profesional y varios factores demográficos y de condiciones laborales en las enfermeras jordanas (sexo, estado civil, tipo de hospital, experiencia, puesto ocupado y nivel formativo). Este estudio fue diseñado en un muestreo estratificado de 350 enfermeros procedentes de 6 hospitales de 4 unidades distintas (sala médica, quirúrgica, UCI y urgencias)

La muestra se describió de la siguiente forma; 64,9% mujeres, 57,4% estado civil casado, el 58% del personal desempeña su labor en hospitales públicos y el 46,6% acumulaban una experiencia como enfermeros menor de 5 años. El porcentaje de trabajadores en cada unidad era similar.

El instrumento de medida del STQ fue el MBI modificado de 25 items. Se obtuvieron las siguientes medias para EE (3,29± 0,62), DP (2,53±0,73) y PA (2,86±0,80) y para la puntuación total de burnout (2,92±0,49), que atendiendo a los puntos de corte determinados para este estudio, sitúa a la muestra en niveles moderados para cada una de las dimensiones del cuestionario Maslach. La media de la autoevaluación 2,77±0,36 se sitúo en el rango moderado así como también lo hizo el status profesional con una media de 2,38±0,56.

Existía una asociación estadísticamente significativa entre el nivel de burnout y los factores tipo de hospital y nivel de educación.

Con respecto al tipo de hospital, en los hospitales privados se sufría niveles más altos de síndrome del trabajador quemado que en los de tipo público.

Los enfermeros con más nivel de formación se mostraban más propensos a sufrir burnout.

El resto de factores como el género, estado civil, experiencia y cargo ocupado no mostraron asociación significativa con el nivel padecido de síndrome de desgaste profesional.

Tras realizarse las pruebas estadísticas necesarias encontraron que únicamente dos factores podían considerarse como predictores del síndrome de burnout; el status profesional y la autoevaluación (ambas p<0,001). En conjunto suponían una variación de 53,6% (48,4% de la varianza responde al estatus profesional y el 5,2% a la autoevaluación)  Por otro lado no se puede considerar como predictores del desgaste profesional ninguno de los factores sociodemográficos, excepto cuando la muestra se estratifica en trabajadores de hospital público y privado donde a los anteriores se le añadía un factor predictor de burnout el estado civil con una contribución a la variación que no alcanzaba el 1%

Farahbod y otros 16, en Irán, investigaron la asociación entre el burnout y el capital social entendiéndose este como la red social  de interrelación de trabajadores que busca la mejora de la  calidad, del trabajo en equipo y de la organización. Las dimensiones que conformaban el capital social fueron la confianza, la influencia, justicia, compromiso organizacional, relaciones sociales y comunicación.

Para ello llevaron a cabo un estudio descriptivo correlacional sobre 214 enfermeros trabajando en distintas salas del Hospital de Poursina como cirugía, ortopedia, neurología, neurocirugía, departamento de urgencias, UCI, etc.

Los hallazgos en la estadística descriptiva indicaron una media de edad de 34,3 años, 92,1% eran mujeres, el  74,3% estaban casados y con una experiencia laboral que iba desde los 3 a los 30 años. El 76,4% trabajaban en turnos rotatorios.

Las dimensiones del MBI puntuaron EE 26,45±12,16; PA 41,09±9,58; DP 4,71±5,11. En líneas generales el personal de enfermería mostraba niveles altos para el agotamiento emocional, despersonalización y bajo-moderado en la subescala realización personal.

La asociación entre el capital social y el burnout resultó inversa y estadísticamente significativa (-0,451 y p<0,0001). El capital social predice al 20% el síndrome del trabajador quemado. Por otra parte se encontró una relación inversa y estadísticamente significativa de cada una de las dimensiones del capital social (confianza, influencia, justicia, compromiso organizacional, relaciones sociales, comunicación) con el SQT. Entre ellas, la dimensión del compromiso de la organización se mostró como la variable que más efecto provocaba con un coeficiente de regresión de -5,08.

Molavynejad et al. 17, estudió una muestra de 106 enfermeros en la unidad de oncología del hospital Baghaei afiliado a la Universidad de Ciencias Médicas Ahvaz Jundishapur en Irán. Usaron las escalas de MBI, NEO FFI, el DSM IV y recogieron datos sociodemográficos.

El 36,8% de la muestra eran varones y el 63,2% mujeres, alrededor del 71% de la muestra de estado civil casado y el 28,2% sin cargas filiales. La media de la experiencia laboral resultó de 290,4 meses y la media de permanencia en el puesto 126,6 meses. El turno rotatorio se daba en el 73,5% de los casos.

Las medias de los rasgos de personalidad: neuroticismo (27.41 ± 5.51), extraversion (44.86 ± 5.81), amabilidad (43.65 ± 8.30), responsabilidad (46.48 ± 6.75), y apertura a la experiencia (41.43 ± 6.41). La puntuación media de ansiedad y depresión fue  31.16 ± 11.32 y 43.02 ± 15.56 respectivamente.

Las dimensiones del burnout fueron evaluadas usando el MBI [DP 5.68 (± 4.68); PA 34.87 (± 4.51) y EE  18.05 (± 10.40)].

Clasificando el burnout en tres niveles según las subescalas encontraron que el 19,8% de la muestra sufría alto nivel de despersonalización, 27,4% nivel alto de agotamiento emocional y 43,7% de los participantes experimentaban nivel bajo de realización personal.

Los niveles moderados se situaron en el 35,9% para la dimensión de despersonalización, el 27,9% para el agotamiento emocional y el 37,7% para la realización personal.

El 44,3% del personal de enfermería sufría nivel bajo de despersonalización, el 44,7% experimentaba niveles bajos de agotamiento emocional y un 19% niveles alto de realización personal

Hubo asociación estadísticamente significativa entre el turno de trabajo con la despersonalización y el agotamiento emocional, respectivamente, siendo mayores los niveles alcanzados en estas dimensiones en el turno rotatorio.  No fueron encontradas otras asociaciones entre las dimensiones del burnout y las características demográficas.

Las tres dimensiones del MBI estaban correlacionadas de manera estadísticamente significativa con todos los rasgos de personalidad (neuroticismo, extraversión, amabilidad, responsabilidad y apertura a la experiencia), la ansiedad y depresión.

Las correlaciones que se dieron eran las esperadas siguiendo el mismo patrón para la despersonalización y agotamiento emocional correlacionaban directamente con el neuroticismo, ansiedad y depresión y de manera inversa con la amabilidad, la responsabilidad, extraversión y amabilidad. La realización personal  sigue el patrón inverso con respecto a las dos esferas anteriores en sus asociaciones con la ansiedad, depresión y los cinco rasgos de personalidad.

Mudallal y otros 18 analizaron el síndrome del desgaste profesional en el personal de enfermería jordano y la influencia de las conductas de liderazgo empoderado sobre él mismo, en un esfuerzo por mejorar los resultados del trabajo del personal de enfermería.

En este estudio transversal sobre 407 enfermeros pertenecientes a 11 hospitales jordanos (pertenecientes a tres tipos público, privado y de maestría), se recogieron datos obtenidos de las escalas Leader Empowering Behaviours (LEBs) y del cuestionario MasIach, así como variables sociodemográficas (edad, genero, estado civil, años de experiencia) así como características del trabajo (tipo de hospital y departamento, modelo de cuidados, modelo de liderazgo y turnos). Los comportamientos a puntuar para el LEB fueron 5 (valor del trabajo, participación toma decisiones, confianza en los empleados, facilitación de cumplimiento de metas, permisividad de autonomía)

Cerca del 57% de los participantes eran mujeres. La media de edad de los profesionales fue 29.78 ±6.51 años, la experiencia media de los profesionales de 7.22 ±6.20 años, más de la mitad de la muestra representaban a población casada (53,07%). El ratio de pacientes atendidos por día era de 19,85±17,61. Solamente el 29.48% de los encuestados trabajaban en un turno fijo. Con respecto al modelo de cuidados el 42,75% eran asignados a equipos. Lo más frecuente fue la adopción de un estilo de liderazgo democrático con un 38,82% de representación.

Los enfermeros jordanos sufrían niveles altos de EE (31.50±12.84) y DP (15.24±6.87) y moderados de PA (32.30±10.98). El 65,11% de los enfermeros padecían despersonalización severa (puntuando por encima de 13). Por otra parte el 43% del personal tenían bajas puntuaciones de PA por debajo de 31 puntos, lo que indica niveles severos de PA.

El agotamiento emocional severo fue el más representativo en la muestra con un 60,93% (por encima de 27).

Los principales factores que influenciaron en EE fueron el tipo de hospital, los hospitales públicos causaban mayor agotamiento emocional (p ≤ .01) el servicio de UCI arrojó peores resultados (p ≤ .05), el turno fijo más EE que el restante (p ≤ .05). Además EE correlacionaba positivamente con la edad y experiencia laboral (p ≤ .05) y negativamente con LEB “participar en la toma decisiones” (p ≤ .05). Se definieron como variables predictores para EE el tipo de hospital, el turno de trabajo, dar autonomía y adopción en la participación de la toma de decisiones.

El sentimiento de despersonalización estaba asociado en mayor medida con la UCI y con las mujeres. Además la DP correlacionaba negativamente con las 3 categorías de conductas de liderazgo empoderado “mejora del valor del trabajo” (P ≤ .01), “confianza en el desempeño de los trabajadores” (P ≤ .05) y “adopción de oportunidad para tomar decisiones” (P ≤ .05). Tres variables resultaron predictoras de DP fueron el género, colaboración en la toma de decisiones y el tipo de departamento (pudiendo ocasionar un total de 5,9% de la varianza).

En relación a la realización personal, existía una influencia significativa del tipo de hospital y del género, los hombres mostraban mejor puntuación de PA que las mujeres y en los hospitales privados se registraban mejores puntuaciones de realización personal que en los públicos o educacionales. El sentimiento de realización personal correlacionaba positivamente con todas las categorías de LEB, con la edad y con la experiencia, aunque no con demasiada fuerza. Dos variables predictoras surgieron para esta subdimension de manera estadísticamente significativa, la experiencia y la facilitación del logro de metas pudiendo predecir el 8,3% de la PA.

DISCUSIÓN:

De nuestros resultados tres artículos fueron realizados en Irán 14,16,17 y dos en Jordania 15,18, países que muestran distintas situaciones socioculturales, demográficas y económicas que pueden justificar ciertos resultados obtenidos. La disparidad de los datos extraídos con otra bibliografía consultada, parece justificarse en que la atención sanitaria se apoya en el modelo de salud (presupuestos, estructuras, personal disponible) e idiosincrasia del país donde se realiza el estudio.

Podemos decir que los niveles de Burnout detectados en los estudios analizados son elevados.

Lo más habitual es la afectación de las tres esferas que componen el síndrome de Burnout. En algunos de nuestros resultados hemos encontrado la afectación en el mismo grado de las tres esferas, ya sea en grado moderado 15 o en grado severo 18. Pudimos observar en nuestros datos analizados que también se da la afectación dispar en las distintas esferas de la MBI ya que se padecía con mayor severidad el cinismo y la fatiga emocional que la falta de autorrealización 14,16. En contraste a estos dos artículos, Molavynejad et al.17 mostraron que los niveles de deshumanización y cansancio emocional eran leves, frente a una mayor y clara disfunción personal de los profesionales. Si observamos otros estudios realizados en la región europea, concretamente el estudio de Ramirez Baena et al.19 parece seguir este último patrón de afectación en el cual la dimensión más afectada en un 45,5% de los profesionales de enfermería fue la autorrealización.

Con respecto al papel del género, los resultados hallados han sido contradictorios. Existe un estudio español que habla del sexo como predictor de ciertas dimensiones del burnout19. Si bien en nuestros resultados no hemos hallado ese valor predictivo, el artículo de Mudallal et al.18 diferencia la severidad del padecimiento del Burnout según el género, siendo mayor en las mujeres. Sin embargo en el resto de nuestros artículos 14, 15-17 no se encontraron asociación significativa entre el sexo y la severidad del Burnout. El rol de género y tradiciones ligadas a la cultura de los países de oriente medio puede explicar posibles diferencias de Burnout entre hombres y mujeres (obligaciones familiares que ambos roles no comparten de manera equitativa, el abandono profesional del personal femenino al casarse, la no aceptación de hombres en ciertas unidades donde las mujeres necesitan cuidados y principalmente si están acompañadas de sus hijos) 14,18.

Nuestros resultados, en relación y en consonancia con otra bibliografía existente 19.20,  concretamente Molavynejad et al.17 muestra que el agotamiento emocional, la despersonalización y la realización personal correlacionaban estadísticamente con el neuroticismo, la extraversión, la franqueza, la amabilidad y la responsabilidad. El sentido de la asociación fue el esperado según la positividad o negatividad de cada uno de los rasgos de la personalidad que fueron registrados. Del mismo modo correlacionaban las tres dimensiones del burnout con la ansiedad y la depresión.

En un estudio realizado en Andalucía  por un grupo de investigadores sobre trabajadores del área de oncología, los resultados apuntan que no solo existe asociación significativa entre los rasgos de personalidad del NEO FFI y las dimensiones del burnout, si no que se constituyen como factores preventivos como es el caso de la amabilidad en la deshumanización y en la realización  personal y de la responsabilidad como factor protector de la autorrealización. En el otro extremo se situaba el neuroticismo como claro factor de riesgo para el agotamiento emocional 20. Resaltar que con respecto a la correlacion que fue hallada entre ansiedad y depresión y dimensiones del burnout, existe bibliografía que corrobora estos resultados 19,21,22,

Existen diversos factores que afectan al ambiente laboral; cargo, formación, turnos, tipos de liderazgo, capital social, etc.

  • La sobrecarga laboral puede condicionar la existencia de mayor desgaste profesional. Adrianssens et al. 23 ya determinó que en los puestos de mayor jerarquía se experimentaba mayor burnout. En nuestros resultados Abedi et al.14 hallaron asociación significativa entre la posición jerárquica y la severidad del agotamiento emocional y la deshumanización, siendo más alto en los puestos de mando. Sin embargo Alfuqaha et al.15 no encontró dicha asociación.
  • La formación alcanzada por los profesionales afecta al nivel de burnout experimentado. Dos de nuestros artículos analizados apuntan a un padecimiento mayor de burnout conforme el nivel de formación es superior 15 con mayores puntuaciones en las esferas del agotamiento emocional y despersonalización. Sin embargo la realización personal se beneficia de la formación 14. Mudallal et al. 18 por el contrario, no encontró relación signficativa entre el nivel educativo y el burnout.
  • Los turnos en los que el personal de enfermería desarrolla su trabajo, tienen un papel importante en el padecimiento del desgaste profesional de este colectivo. En dos de nuestros existe asociación entre el SQT y el turno de trabajo, pero existe disparidad entre el tipo de turno y la severidad del padecimiento del mismo. En el estudio de Mudallal et al.18 el turno fijo se relaciona con altos niveles de agotamiento emocional así como de despersonalización. En contraposición el estudio de Molavynejad et al.17 era al revés, la gente en el turno rotatorio mostraba mayor agotamiento emocional y despersonalización.

En otros estudios europeos donde se analizaban distintas variables y su relación con el desgaste profesional se determinó que turnos largos de 12 horas o más (ya sean fijos o rotatorios) tenían una clara relación con las dimensiones del síndrome del trabajador quemado, siendo experimentado mayor nivel de desgaste profesional 24. Según otro artículo los turnos de guardia, nocturnos y los de fin de semana eran claros predictores del agotamiento emocional 19.

  • Con respecto al tipo de liderazgo u organización de trabajo, Mudallal et al.18 en su estudio sobre los comportamientos de liderazgo de empoderamiento halló una influencia significativa del mismo en las distintas dimensiones del síndrome del trabajador quemado, más concretamente que el agotamiento emocional y la despersonalización disminuyen y la realización personal aumenta. El estudio de Meng et al.25 en esta misma línea mostraban que el empoderamiento estructural y psicológico provocaba una mayor permanencia de las enfermeras en sus puestos de trabajo porque el nivel de burnout disminuía, suponiendo este tipo de liderazgo un factor preventivo del síndrome de desgaste profesional.
  • En uno de nuestros resultados vemos como el llamado capital social está relacionado inversamente con el AQT 16. Anteriores estudios hablaban de la relación inversa entre el capital social y el agotamiento emocional. El personal de enfermería que no percibe el soporte del capital social tiende a padecer mayor desgaste profesional. El capital social, entendido como la red de relaciones que se establecen entre los trabajadores de áreas médicas (compuesto por varios factores como la justicia, confianza, compromiso de la organización) parece ser un protector del estrés laboral que suele ser una de las puertas de entrada de la aparición del síndrome de burnout 26,27.
  • El lugar de trabajo así como el tipo de hospital afecta al padecimiento del síndrome del desgaste profesional. Según nuestros resultados parece ser que las esferas se afectan de manera distinta según el área del hospital en el que los enfermeros desarrollan su labor. Las unidades de cuidados intensivos y quirúrgicas provocan altos niveles de cansancio emocional y despersonalización18, sin embargo en la unidad oncológica están se ven reforzadas pero está afectada con mayor severidad la realización personal 17. La explicación que los autores se basan en la sobrecarga laboral y complejas técnicas usadas en las primeras unidades y por el contrario en la unidad oncológica el desenlace fatal de determinados casos afectan a la sensación de utilidad del propio trabajo y esfuerzo. Estudios anteriores ya demostraron los niveles preocupantes de burnout en las áreas de urgencias 24 y en las UCIs neonatales 28.
  • En alguno de nuestros resultados hemos encontrado asociación entre el tipo de hospital y la severidad del padecimiento del síndrome del trabajador quemado, pero mostrándose contradictorio en cuanto a saber si son los centros del sector privado o sector público los que se asocian a ese mayor padecimiento del mismo. En el artículo de Mudallal et al.18 los profesionales del hospital público sufrían con mayor severidad el burnout que el privado. Este mismo autor justifica con otro de sus estudios estos resultados ya que los trabajadores de los hospitales privados percibían mejor organización del trabajo y el ratio de pacientes atendido por trabajador era menor que en otros hospitales 29. En el artículo de Alfuqaha et al. 15 el resultado fue a la inversa.

CONCLUSIONES:

Los profesionales de enfermería de Oriente Medio sufren un nivel moderado-severo del síndrome de burnout, con distinto patrón de afectación de las subdimensiones despersonalización, agotamiento emocional y realización personal.

No existen resultados claros con respecto al papel de los factores demográficos en el la severidad del burnout padecido.

Las dimensiones del burnout correlacionan en el sentido esperado según la positividad/negatividad de los rasgos de personalidad neuroticismo, la extraversión, la franqueza, la amabilidad y la responsabilidad. También correlaciona el SQT con la ansiedad y depresión.

Distintas condiciones del puesto de trabajo se asocian con el grado de severidad del burnout mayor padecimiento de burnout.

El capital social, el liderazgo por empoderamiento y los rasgos de personalidad como la amabilidad y responsabilidad parecen postularse como factores preventivos de burnout.  Por el contrario el neuroticismo y turnos de guardia, nocturnos o de fin de semana parecen ser factores predictores de riesgo para el padecimiento de burnout.

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