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Proceso de atención de Enfermería a paciente con hipertensión intracraneal. A propósito de un caso

Proceso de atención de Enfermería a paciente con hipertensión intracraneal. A propósito de un caso

La Hipertensión Intracraneal (no benigna) es una condición fisiopatológica grave en la que, por diferentes motivos, se produce un aumento de la presión intracraneal por encima de los valores fisiológicos  que puede causar importantes lesiones en el tejido cerebral, en muchos casos irreversibles y potencialmente mortales. De este modo, esta condición puede cursar con diferentes signos sugestivos de afectación neurológica, como alteraciones sensitivas y motoras, disminución del estado de consciencia, alteraciones en el comportamiento y convulsiones.

Proceso de atención de Enfermería a paciente con hipertensión intracraneal. A propósito de un caso

Autores

Rubén Yagüe Pasamón. Máster Universitario en Investigación en Ciencias de la Salud por la Universidad San Jorge. Graduado en Enfermería por la Universidad San Jorge. Profesor asociado del grado en Enfermería de la Universidad San Jorge (Zaragoza).

Dr. Daniel Sagarra Mur. Doctor en Medicina y Cirugía, Especialista en Neurología. Hospital Santa Bárbara, Complejo Asistencial de Soria.

Javier Anía Melón. Máster en Salud Pública por la Universidad de Zaragoza. Graduado en Enfermería por la Universidad de Zaragoza. Hospital Royo Villanova (Zaragoza).

Paco Serrano Devís. Máster en especialización en Cuidados de Enfermería quirúrgica por la Universidad CEU Cardenal Herrera. Graduado en Enfermería por Universidad Católica de Valencia. Hospital Universitario Doctor Peset (Valencia).

PALABRAS CLAVE: plan de cuidados; Enfermería; NANDA; NOC; NIC; cuidados intensivos; hipertensión intracraneal.

RESUMEN

A continuación se presenta el caso de un paciente de 40 años que padece un cuadro de hipertensión intracraneal secundario a hematoma epidural causado por un politraumatismo grave con traumatismo craneoencefálico que requiere de intervención quirúrgica de urgencia.

En este caso, mediante la aplicación del Proceso de Atención de Enfermería, diseñamos e implementamos cuidados de Enfermería de alta complejidad y calidad, basados en conocimientos y evidencia científica para evitar la aparición de las graves complicaciones potenciales y sustituir al paciente en la realización de las actividades de autocuidados que él no podía satisfacer a consecuencia del deterioro de su estado de salud, hasta la resolución del estado de salud del paciente en función de su evolución y capacidad de recuperación.

  1. INTRODUCCIÓN

La hipertensión intracraneal (HIC) aparece en situaciones en los que se produce un daño cerebral, ya sea traumático,  hipóxico o tóxico-metabólico. El organismo pone en marcha una serie de mecanismo para disminuir la presión intracraneal y evitar el colapso lecho venoso y puede colapsar también las arterias cerebrales. Clínicamente se observa desde cefalea, edema de papila, disminución del nivel de consciencia, signos de enclavamiento, entre otros.

Se debe realizar en la medida de lo posible una neuromonitorización, para así poder optimizar en la medida de lo posible el arsenal terapéutico disponible. Dentro del tratamiento está el establecimiento de medidas generales y paliativas para controlar la HIC y el abordaje directo del agente causal inicial. Aunque existe un gran abanico de tratamientos posibles dependiendo de la etiología que lo produce.

  1. PRESENTACIÓN DEL CASO CLÍNICO

Varón de 40 años que, acompañado de su mujer y sus hijos tiene un accidente de tráfico por choque frontal con otro vehículo. Como resultado del choque, su mujer y su hija resultan heridas leves, su hijo fallece en el acto. El equipo de urgencias sanitarias se encuentra al paciente en el lugar del accidente con un importante traumatismo craneofacial con arrancamiento del cuero cabelludo. El paciente es trasladado al hospital más cercano para proveerle de asistencia sanitaria avanzada.

En el servicio de urgencias se realiza un TAC craneal que revela un voluminoso hematoma epidural derecho con desplazamiento de la línea media y signos de herniación subfacial. El paciente se traslada a quirófano inmediatamente para realizar craneotomía y se drena un voluminoso hematoma a nivel epidural. También se deja sonda de Nelaton nº8 en espacio epidural para drenaje y se instala sistema para control de la Presión Intracraneal (PIC) camino. Dado que el paciente empieza a despertarse, se decide sedación con una perfusión continua de clorazepato y midazolam y se decide su traslado a UCI.

El paciente mantiene buenas diuresis y porta sonda vesical tipo Foley de látex de 16 Fr. También porta sonda nasogástrica Salem de 16 Fr. con nutrición enteral, y  nutrición parenteral parcial (NPP) a través de la vía central.

Tras realizar la anamnesis y la exploración física del paciente, procedimos a valorarle empleando el modelo de las 14 necesidades humanas básicas de Virginia Henderson.

Anamnesis: No alergias ni reacciones adversas a medicamentos conocidos. Antecedentes personales de Hipertensión Arterial y derrame pleural hace 20 años, que requirió toracotomía evacuatoria. Antecedentes familiares no relevantes.

Exploración física: El paciente ingresa en Unidad de Cuidados Intensivos con un estado general grave. Puntuación en escala de Barthel= 0 (dependencia total en actividades de la vida diaria). Puntuación en escala Norton modificada=  5 puntos (riesgo muy alto de padecimiento de úlceras por presión). Temperatura de 37ºC.

El paciente está hemodinámicamente estable (frecuencia cardiaca: 83 latidos por minuto, tensión arterial: 161/77 mmHg. Monitorizada continuamente a través de una vía arterial radial instalada en su antebrazo derecho). También se instaura una vía venosa central subclavia derecha de tres luces (que revela una presión venosa central de 11 mmHg (fisiológica).

A la exploración neurológica, se obtiene un resultado de Escala de Coma de Glasgow de 9 puntos, que indica que el paciente padece una alteración moderada del estado de consciencia. Pupilas de unos 2mm de tamaño, isocóricas, con reflejos corneal y fotomotor negativos. Mantiene reflejo tusígeno ante secreciones. El dispositivo de monitorización de la presión intracraneal refleja, en el momento de la valoración, revela una hipertensión intracraneal (19 mmHg.), con lo que se puede deducir que posee una Presión de Perfusión Cerebral (PPC) de 87 mmHg. (Normal).

En cuanto la ventilación e intercambio gaseoso, el paciente se encuentra conectado a ventilación mecánica invasiva con tubo orotraqueal del nº8 y respirador en modo controlado (IPPV). Con esta configuración mantiene una situación de oxígeno del 100% y una frecuencia respiratoria de 21 respiraciones por minuto.