Inicio > Enfermería > Profundización en el área de trabajo social en una residencia de mayores del Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS)

Profundización en el área de trabajo social en una residencia de mayores del Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS)

Profundización en el área de trabajo social en una residencia de mayores del Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS)

Autora principal: Irene Román Cuartero

Vol. XV; nº 9; 366

Analysis of the social work area in an elderly residence of Aragones Institute of Social Services

Fecha de recepción: 27/03/2020

Fecha de aceptación: 04/05/2020

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XV. Número 9 –  Primera quincena de Mayo de 2020 – Página inicial: Vol. XV; nº 9; 366

AUTOR: IRENE ROMÁN CUARTERO

CENTRO DE TRABAJO: ENFERMERA EN HOSPITAL ROYO VILLANOVA (ZARAGOZA)

Resumen

El trabajador social en una residencia proporciona al residente/usuario y su familia la atención y orientación profesional necesaria para lograr la máxima adaptación e integración en el centro. Es el referente del usuario y su familia en la residencia. En este trabajo, tras una entrevista con la trabajadora social de la residencia se ponen de manifiesto los aspectos esenciales para realizar su labor día a día.

Palabras clave: residencia, ancianos, trabajador social.

Abstract

The social worker in a residence provides the resident and his family the professional attention and guidance necessary to achieve maximum adaptation and integration in the center. It is the benchmark of the user and his family in the residence. In this work, after an interview with the social worker at the residence, the essential aspects to carry out their work day by day are revealed.

Keywords: residence, social worker, elderly.

INTRODUCCIÓN

El trabajo social es una profesión basada en la práctica y una disciplina académica que promueve el cambio y el desarrollo social, la cohesión social, y el fortalecimiento y la liberación de las personas. Los principios de la justicia social, los derechos humanos, la responsabilidad colectiva y el respeto a la diversidad son fundamentales para el trabajo social. Respaldada por las teorías del trabajo social, las ciencias sociales, las humanidades y los conocimientos indígenas, el trabajo social involucra a las personas y las estructuras para hacer frente a desafíos de la vida y aumentar el bienestar (1).

Para contextualizar el inicio del trabajo social me parece interesante hacer un breve repaso por la historia, que nos conlleva a la situación por la que hoy en día entendemos la profesión del Trabajador Social (2).

Todo comienza en el siglo XVI en Inglaterra, cuando tras la ruptura del rey Enrique VIII con la Iglesia Católica, se funda la Iglesia Anglicana, dando lugar a que el Estado asumiera la caridad y ayuda a los menos favorecidos, que hasta esos instantes, había estado en manos de la Iglesia Católica. Para ello funda un proyecto: realiza un registro de los menos favorecidos, destina fondos privados a su ayuda y proporciona empleo a los que estuvieran aptos para ello.

Estos objetivos dieron lugar a un conjunto de políticas, que posteriormente fueron formalizadas a través de leyes, la Ley de los Pobres, promulgadas desde finales del siglo XVI hasta el surgimiento del Estado de Bienestar.

Esta ley marca el reconocimiento de las obligaciones sociales; establece la primera base para la asistencia pública organizada a los menos favorecidos.

En 1869 se funda en Londres la Charity Organization Society (COS), quien sienta las bases para la tecnificación de la ayuda social a través de sus ocho principios. La construcción del Trabajo Social como disciplina y profesión se realiza en Estados Unidos, donde la caridad se convierte en una actividad científica, a través de Laura Jane Addams y Mary Ellen Richmond, considerada esta última como la pionera del trabajo social científico, quien propone la creación de una institución para capacitar voluntarios.

La primera Escuela de Trabajo Social se crea en 1899 en Amsterdam, Holanda, con el fin de contar con personal capacitado y cualificado para el trabajo filantrópico, y así llevar a cabo la institucionalización de la Asistencia Social.

Si nos centramos en España, los antecedentes más próximos al Estado de Bienestar son los años sesenta, donde el sector privado con la prestación de servicios sanitarios, educativos y sociales tienen un importante peso en la sociedad.

En 1957, Cáritas crea la Sección Social con el fin de superar la beneficencia pública y desarrollar los servicios sociales. El Estado español, en 1963, crea el Sistema de la Seguridad Social, donde las prestaciones para servicios sociales y asistencia social se ven incluidos.

Desde esta última fecha hasta la actualidad se ven mejorados los Servicios Sociales y con ello el ámbito de trabajo del Trabajador Social.

FUNCIONES DEL TRABAJO SOCIAL

Las funciones que realiza un trabajador social son las siguientes (1):

    a       Función preventiva: actuación precoz sobre las causas que generan problemáticas individuales y colectivas.

    b      Función de atención directa: potenciar el desarrollo de las capacidades y facultades de las personas para afrontar por sí mismas futuros problemas e integrarse en la vida social.

    c       Función de planificación: acción de ordenar y conducir un plan de acuerdo con unos objetivos propuestos, contenidos en un programa determinado.        

    d      Función docente: impartir enseñanzas teóricas y prácticas de Trabajo Social y de servicios sociales, tanto en las propias escuelas de Trabajo Social como en otros ámbitos académicos.

    e       Función de promoción: restablecer, conservar y mejorar las capacidades, la facultad de autodeterminación y el funcionamiento individual o colectivo.

    f       Función de mediación: actúa como catalizador, posibilitando la unión de las partes implicadas en el conflicto con el fin de posibilitar con su intervención que sean los propios interesados quienes logren la resolución del mismo.

    g      Función de supervisión: ejercer el control de las tareas realizadas por los profesionales.

    h      Función de evaluación: contrasta los resultados obtenidos en las distintas actuaciones, en relación con los objetivos propuestos, teniendo en cuenta técnicas, medios y tiempos empleados.

    i       Función gerencial: el trabajador social tiene responsabilidades en la planificación de centros, organización, dirección y control de programas sociales y servicios sociales.

Todas estas funciones, tanto directas como indirectas, se desarrollan en la intervención socio-sanitaria, y van dirigidas a movilizar los recursos formales e informales del entorno de la persona en la tercera edad con la finalidad de dar una respuesta a las necesidades y demandas planteadas por su dependencia (3).

CONTEXTO

En este trabajo trataré de profundizar en las funciones y actividades que desempeña la trabajadora social a diario en una Residencia de Mayores, perteneciente al Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS en adelante). Para ello he realizado una entrevista personal con dicha trabajadora, donde especifica cuál es su labor en el centro, la problemática que puede dar con los usuarios y su relación con el equipo multidisciplinar, dado que en el centro hay médicos, enfermeras, auxiliares de enfermería, terapeuta ocupacional, fisioterapia, coordinadora y responsable de área.

Tipos de usuario

Las personas mayores que ingresan en una Residencia de la red pública debe contar con una valoración previa de la Dependencia, según la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia (4).

Con esta valoración, son asignados a un recurso en función del grado de dependencia que posean. Uno de los recursos de la Ley de Dependencia es el Servicio de Atención Residencial. En la actualidad, el grado para acceder a una Residencia pública debe ser grado II o grado III. Los distintos perfiles de residentes que se encuentran en la Residencia son los siguientes:

  • Estancias nocturnas: la Residencia cuenta con cuatro plazas para estancias nocturnas con horario de atención de 19h a 11h del día siguiente, los 365 días al año. Puede incluir desayuno y cena, incorporándose a la vida de la Residencia durante el horario de atención.
  • Estancias completas: los mayores que ingresan de forma permanente en la Residencia cumplen con los grados II y III de Dependencia valorados según la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia. Estos ancianos realizan su vida diaria en las instalaciones de la residencia.
  • Estancias temporales: las estancias temporales que ingresan suelen ser, en su mayoría, por “Descanso del cuidador principal”. De esta forma, ingresan durante un mes, aunque prorrogable a dos meses, para que el cuidador principal descanse durante una temporada del anciano dependiente, así evitando la sobrecarga de sus funciones.

Funciones específicas de trabajo social en residencia de personas mayores (5-6)

El trabajador social en la Residencia proporciona al residente/usuario y su familia la atención y orientación profesional necesaria para lograr la máxima adaptación e integración en el centro. Es el referente del usuario y su familia en la Residencia y se pondrá en contacto con ella siempre que la situación del usuario lo aconseje tanto por motivos de salud como de otra índole. También proporciona apoyo psicosocial a los usuarios y familiares, orientándoles a los recursos más adecuados en función de las necesidades sociales detectadas previamente.

Las funciones específicas que se derivan de este puesto son las siguientes:

  • Investigación y actualización sobre los aspectos sociales relativos a las personas.
  • Información, valoración y orientación a los familiares de los mayores que han sido dotados con el recurso asistencial sobre el funcionamiento del centro.
  • Comunicación formal de ingresos y bajas al resto del equipo multidisciplinar, y comunicación a IASS de nuevas plazas vacantes en la Residencia; en el caso de baja del centro los diversos motivos pueden ser el fin de la estancia temporal, la renuncia de la plaza a petición particular o fallecimiento del residente.
  • Realización de los Informes Sociales, Valoraciones e Historias Sociales del residente, además de su actualización. En caso de baja, las historias deberán ser archivadas por un tiempo de 10 años, cuya custodia la realiza la Responsable de Área.
  • Control de que todos los usuarios de la Residencia cobren la pensión que les corresponda y gestión de aquellos cambios necesarios. Aquellos mayores que estén tutelados por el IASS, la trabajadora social del centro será la encargada de administrar y gestionar su pensión.
  • Organización de todas las distribuciones de las habitaciones de los mayores.
  • Algunas de las gestiones que tendrá que llevar a cabo serán: renovaciones de DNI, empadronamiento en el nuevo domicilio (la Residencia), cambio al centro de salud que tienen asignada la Residencia por ubicación y todas aquellas necesarias para garantizar los derechos de los residentes.
  • Coordinaciones externas con Servicios Sociales, Ayuntamiento, hospitales, entidades privadas para voluntariados y gestión de acompañamiento a personas tuteladas, en caso de traslados a consultas médicas, gestiones bancarias a los tutelados, organización de los armarios a los tutelados (recuento de ropa con la que ingresan y, si fuera necesario, gestionar la necesidad de más enseres).
  • Fomentar la integración y participación de los residentes en el centro, a la vez, evitar que se produzca un alejamiento familiar. También a los usuarios que participen de los servicios residenciales. Para ello se realizan excursiones programadas con los residentes más válidos a Puerto Venecia, visita al Belén que se coloca en la Plaza del Pilar en época navideña…
  • Programar actividades de ocio a los mayores. Este trabajo está coordinado con la Responsable de Área, por la que se buscan entidades de voluntariados que acudan al centro a cantar villancicos en navidad, o jotas para las fiestas del Pilar, y así amenizar las tardes de los residentes. También, los jueves se proyecta una película, adecuada a la edad de los usuarios, en la sala de actos con el fin del entretenimiento e interacciones con los familiares que van a centro a visitar a sus mayores. Se realizan también espectáculos de variedades, juegos de cartas, tardes de bingo…
  • Velar por el cumplimiento de los derechos y deberes de los residentes conjuntamente con el resto del equipo.

Instrumentos de uso para la trabajadora social (7)

Para desarrollar sus funciones, la trabajadora social cuenta con unos instrumentos específicos del trabajo social:

  • Historia social: es el documento en el que se registran exhaustivamente los datos personales, familiares, sanitarios, de vivienda, económicos, laborales, educativos y otros significativos de la situación socio-familiar del residente.
  • Ficha Social: es el soporte documental de trabajo social, en el que se registra la información sistematizable de la historia social.
  • Informe Social: es el dictamen técnico que sirve de instrumento documental que elabora y firma con carácter exclusivo el profesional del trabajo social. Su contenido se deriva del estudio, a través de la observación y la entrevista, donde queda reflejada en resumen la situación, valoración, un dictamen técnico y una propuesta de intervención profesional, si fuera necesario.
  • Proyecto de intervención social: diseño de intervención social que comprende una evaluación-diagnóstico de la situación y personas con quienes actuar, una determinación de objetivos operativos, actividades y tareas, utilización de recursos, temporalización y criterios de evaluación.

A continuación se describen algunos de los ejemplos en los que la intervención de la trabajadora social son fundamentales:

Cómo se lleva a cabo el ingreso del anciano en el centro

La Residencia cuenta con una capacidad de 216 plazas, pero no siempre se ofertan todas desde el centro pues siempre se tienen habitaciones reservadas para ancianos que están muy frágiles y su situación de salud cambia en un corto espacio de tiempo, por lo que conllevan más cuidados y una atención especial por todo el equipo multidisciplinar. Teniendo en cuenta esto, la capacidad de la Residencia suele oscilar sobre los 200 usuarios.

Se oferta nuevas plazas cuando ha habido bajas de residentes por distintos motivos (fin de la estancia temporal, renuncia a la plaza o fallecimiento). Es entonces cuando se activa el protocolo para gestionar la lista de espera de dependientes con el recurso de residencia asignado por la Ley de Dependencia.

El IASS es el encargado de ordenar al centro al que deben ingresar los dependientes, y una vez asignada la plaza, es la trabajadora social la que se encarga de llamar a la familia y comunicarles el día y la hora del ingreso. Previamente se cita con la familia, la encargada de sus cuidados diarios, para enseñarles el centro.

La familia en esta cita conoce las instalaciones del centro, la habitación en la que se alojará el residente, los horarios a los que se acomodará en el centro (desayuno a las 9-9.30h, comida a las 13h, merienda a las 16.30h y cena a las 20h). La familia deberá aportar la documentación pertinente del mayor, como es el informe médico del centro del que provenga, si es una residencia, o de su médico de atención primaria del centro de salud al que pertenezca en su domicilio, Tarjeta Sanitaria, Documento Nacional de Identidad, si tuviera, Seguro de Decesos, y todos los datos bancarios referentes al usuario. También harán conocedores al centro del recurso que tienen asignado, de la pensión mensual que cobra en mayor o de la valoración social previa si proviene de una residencia; todo ello queda reflejado en la historia social del residente.

En la entrevista previa informarán al centro del estado físico y mental del futuro residente, como son aspectos tan importantes para el día a día del anciano el caminar, qué tipo de alimentación lleva, si requiere una dieta determinada, si es autónomo para las actividades básicas de la vida diaria o si es plenamente dependiente… con todos estos datos la trabajadora social los pone en conocimiento de la Responsable de Área y, en función de las particularidades del residente, es asignado a un determinado módulo y un tipo de habitación.

Muchas veces nos encontramos problemas con las familias, ya que “camuflan” la realidad de su familiar. Dicen en esta entrevista previa que come solo, que no se mueve por las noches en la cama, que hace pie o camina, y nos encontramos que no es así, por lo que, tanto las enfermeras como las auxiliares de enfermería son las encargadas en los primeros días tras el ingreso en el centro del mayor de comprobar si realiza todas las actividades descritas por la familia.

Dado que ingresa en un centro y conviven muchas más personas de características similares a él, la Gobernanta del centro le asigna un número de lavandería, el cual será exclusivamente suyo durante toda la estancia en el centro. Esto lo deberá llevar cosido a todas las prendas de vestir o elementos personales de uso diario que requiera en residente; con ello se evita la pérdida o extravío de ropas o demás elementos.

Aconsejamos en el ingreso que no porten joyas de valor, pues es probable que si el anciano presenta una demencia avanzada, no recuerde el sitio en el que ha dejado el reloj, el anillo, el collar…

El día del ingreso definitivo, con toda la información previa, la trabajadora social se encarga del recibimiento del nuevo usuario y su familia, y los acompaña con el médico y la enfermera, que son los encargados de los cuidados sanitarios del residente y de su correspondiente entrevista.

Para las familias este día es tremendamente duro pues sienten que se deshacen de su familiar, pero les indico que es todo lo contrario, ya que los cuidados son delegados en el personal del centro pero su opinión e información será muy valiosa durante toda la estancia.

Para algunos es difícil cambiar esta rutina e intentan amoldar la residencia a sus cuidados y no a la inversa, y esto conlleva numerosos conflictos con las familias.

Cómo realizar una intervención social

En ciertas ocasiones, en el centro se ha visto la necesidad de realizar una intervención social a alguno de los residentes; uno de los ejemplos es el que se expone a continuación:

Las auxiliares del centro son las que dan la alarma a la trabajadora social, pues son las que conviven día a día con los residentes y comprueba diariamente su evolución.

Si se detecta un problema, avisan a la trabajadora social. En este caso, vamos a recrear una situación en la que un residente del centro, no tutelado y válido, descuida su higiene y aspecto físico, provocando quejas por el resto de familiares y residentes. La familia de este anciano no lo visita muy a menudo y ello conlleva problemas como son la reposición de elementos para el aseo personal y nuevas prendas de vestir.

La trabajadora social observa, tras este aviso, que es una situación reiterada en el tiempo y procede a comunicarse con la familia. Les cita a una entrevista y les expone la situación. Tras una intensa charla, la familia expone que no dispone de tiempo y no quiere seguir a cargo de su familiar y ponen a disposición del centro los cuidados y gestiones pertinentes sobre el anciano. Esta situación deriva en la tramitación de la tutela del anciano hacia la DGA, por el rechazo por parte de la familia al cargo de su mayor.

CONCLUSIÓN

La labor del trabajador social es principalmente la puesta en contacto entre la familia y el centro en el que permanezca el mayor. Su labor es indispensable en la gestión de los recursos sociales, sin olvidarnos también del apoyo psicosocial que supone tanto a las familias como de los usuarios.

Un trabajo algo desconocido que se pone de manifiesto en este trabajo tras una entrevista personal con la trabajadora social de una residencia del IASS, a la cual le estoy profundamente agradecida por ello, dada su generosidad al compartir sus experiencias.

Sus puntos fuertes son la escucha activa, la empatía y la proximidad, lo que hace más cercana y entrañable a las personas de esta profesión. 

BIBLIOGRAFÍA

  1. Consejo General del Trabajo Social. (2018). Portal del Consejo General del Trabajo Social – Consejo del Trabajo Social. [online] Disponible en: https://www.cgtrabajosocial.es [Accessed 7 Ene 2018].
  2. Barahona Gomariz MJ. El Trabajo Social: Una Disciplina y Profesión a la Luz de la Historia. Madrid: Universidad Complutense de Madrid; 2016.
  3. Filardo Llamas C. Trabajo Social para la Tercera Edad. Revista de Trabajo Social y Acción Social. Colegio Profesional de Trabajo Social de Málaga. 2011;49.
  4. Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia. Documento consolidado BOE-A-2006-21990 [Internet]. Boe.es. 2006 [Accessed 7 Ene 2018]. Available from: https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2006-21990.10
  5. Delgado Losada M. Intervención psicosocial en residencias para personas mayores. Cuadernos de Trabajo Social. 2001;14:323-339.
  6. Martín García M. Trabajo Social en Gerontología. Madrid: Síntesis; 2007.
  7. Informe Funciones del Trabajo Social. Murcia: Colegio Oficial de Trabajo Social de la Región de Murcia; 2015.