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La seguridad como indicador de calidad inherente al producto enfermero

en Andalucía.

Prácticas clínicas seguras

Prácticas clínicas seguras: son aquellas que reducen el riesgo de que puedan producirse sucesos adversos relacionados con la atención sanitaria, aportando recomendaciones validadas.

El estudio realizado por Shojania el al. después de una revisión sobre prácticas clínicas seguras identificó 79 prácticas, de las cuales 11 mostraron nivel alto de evidencia según los criterios de la Medicina Basada en la Evidencia. Igualmente el Consenso nacional Quality Forum (NQF) publicó un listado de prácticas seguras englobadas en los siguientes grupos:

  1. Crear una cultura de seguridad.
  2. Adecuar la capacidad de los servicios a las necesidades de salud: servicios quirúrgicos, cuidados intensivos, cuidados de Enfermería y farmacia.
  3. Favorecer la transmisión de información y comunicación: manejo de órdenes verbales, abreviatura, requisitos de una información segura, manejo de consentimiento informado, disponibilidad de voluntades anticipadas, informatización de la prescripción médica, identificación de pruebas diagnósticas correctas y cirugía errónea.
  4. Recomendaciones particulares relacionadas con algunos procedimientos concretos. Prevención de isquemia cardiaca, úlcera por presión (UPP), tromboembolismo pulmonar (TEP), trombosis venosa profunda (TVP), paciente anticoagulado, etc.

En España el II Plan de Calidad del Sistema Nacional de Salud ha descrito estrategias en seguridad y ha asociado prácticas seguras a las siguientes áreas:

  • Prevención de efectos adversos de la anestesia en cirugía electiva.
  • Prevención de las fracturas de cadera en pacientes post quirúrgicos.
  • Prevención de úlceras por presión en pacientes de riesgo.
  • Prevención del tromboembolismo pulmonar y la trombosis venosa profunda en pacientes sometidos a cirugía.
  • Prevención de la infección nosocomial y las infecciones quirúrgicas.
  • Prevención de cirugía en lugar erróneo.
  • Prevención de errores debidos a medicación.
  • Implantación y aplicación correcta del consentimiento informado en determinadas actuaciones y el cumplimiento de últimas voluntades expresadas por los pacientes.

Recomendaciones validadas en materia de seguridad

Hay instituciones como la Nacional Patient Safety Agency (NPSA), la Joint Comission on Acreditation of Health Care Organizations (JCAHO) o el Nacional Center for Patient Safety (NCPS) realizan el análisis de los sucesos centinela. Los resultados de estos análisis se difunden como alertas de seguridad, donde se incorporan recomendaciones validadas y describen un modelo de actuación que garantice la seguridad.

National Patients Safety Goals

Se describen los Nacional Patients Safety Goals publicados por JCHAO y recomendaciones validadas asociadas a las mismas.

  1. Mejorar la precisión de la identificación de los pacientes. Recomendaciones:
  • Usar al menos dos identificadores válidos.
  • Verificar previamente a un procedimiento invasivo o quirúrgico.
  • Utilizar pulseras identificativas y utilizar identificadores inequívocos.
  • Registrar identificadores inequívocos, únicos e intransferibles para el paciente (nombre, apellidos, fecha de nacimiento, n.º historia clínica).

                Mejorar la efectividad de la comunicación entre los profesionales sanitarios. Recomendaciones:

  • Evitar órdenes verbales y, si se requieren, definir un procedimiento para su normalización (quienes pueden realizarlas, cómo se registran, se debe repetir la orden en voz alta para su verificación, etc.).
  • Lista de abreviaturas normalizadas.

                Mejorar la seguridad del uso de medicamentos de alto riesgo. Recomendaciones:

  • Retirar las soluciones de electrolitos concentrados de las unidades de hospitalización.
  • Estandarizar y delimitar el número de electrolitos concentrados disponibles en la organización.
  • Revisar al menos una vez al año los medicamentos con presentación o nombres parecidos (sound alike y look alike) y tomar medidas para evitar confusiones.
  • Reducir la probabilidad de lesiones asociadas a terapia anticoagulante.

                Eliminar el lugar, procedimiento, paciente equivocado. Recomendaciones:

  • Crear un procedimiento de verificación preoperatorio.
  • Implantar un proceso para marcar el sitio de la cirugía (involucrar al paciente).
  • Confirmación del Equipo Quirúrgico.
  • Evitar iniciales de lateralidad “D” o “I”.
  • Estudios radiológicos disponibles, etiquetados y colocados en los visores.
  • Asegurar el nombre del paciente en la radiografía y no en el sobre.
  • Marcar cerca o en la incisión con “sí” o una línea (“X” puede resultar ambiguo).

                Mejorar la seguridad del uso de bombas de infusión. Recomendaciones:

  • Usar el sistema de protección del fabricante.
  • Uso de válvulas antisifón.
  • Renovar periódicamente las bombas de la organización.
  • Formar al personal para el uso correcto de equipos.

                Mejorar la efectividad de los sistemas de alarma clínica. Recomendaciones:

  • Realizar un mantenimiento preventivo de las alarmas y garantizar que se activan de forma apropiada.

                Reducir el riesgo de infecciones nosocomiales. Recomendaciones:

  • Cumplir las normas universales y guías de la CDC sobre el lavado de manos.
  • Gestionar como sucesos centinela todos los casos de muerte imprevista o de pérdida de alguna función que esté relacionada con infecciones nosocomiales.
  • Considerar prioritario el programa de prevención y control de las infecciones nosocomiales y realizar acciones formativas a todo el personal del centro.

                Reconciliación terapéutica para evitar errores de medicación. Recomendaciones:

  • Escribir la lista de medicamentos y pautas que toma la persona que requiere asistencia sanitaria para realizar la conciliación con el tratamiento prescrito en el centro sanitario, comunicándolo a todo el personal que interviene en este proceso.