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Síndrome de burnout en enfermería: prevención y manejo

Síndrome de burnout en enfermería: prevención y manejo

Autor principal: Andrés Adell Pellicer

Vol. XVIII; nº 16; 901

Burnout syndrome in nursing: prevention and management

Fecha de recepción: 17/07/2023

Fecha de aceptación: 23/08/2023

Incluido en Revista Electrónica dePortalesMedicos.com Volumen XVIII. Número 16 Segunda quincena de Agosto de 2023 – Página inicial: Vol. XVIII; nº 16; 901

Autores:

Andrés Adell Pellicer. Enfermero. Hospital de Alcañiz, Teruel, España.

Raquel Domingo López. Enfermera. Hospital de Alcañiz, Teruel, España.

Elena Bosque Gil. Enfermera. Hospital de Alcañiz, Teruel, España.

Elsa Celma Ibáñez. Enfermera. Hospital de Alcañiz, Teruel, España.

Marcos Crespo Soriano. Enfermero. Hospital de Alcañiz, Teruel, España.

Almudena Palomino Jiménez. Enfermera. Hospital de Alcañiz, Teruel, España.

Resumen: El síndrome de Burnout en enfermería es un fenómeno que afecta a muchos profesionales de la salud y puede tener un impacto significativo en su bienestar y calidad de vida. Se caracteriza por un agotamiento emocional, despersonalización y disminución de la realización personal en el trabajo. Los factores contribuyentes incluyen altas demandas laborales, falta de apoyo y recursos, y un entorno de trabajo estresante. Las manifestaciones clínicas pueden incluir fatiga, irritabilidad, disminución de la motivación y problemas de salud física y mental. Además, el Burnout puede tener consecuencias negativas en la calidad de la atención al paciente. Para prevenir y manejar el síndrome de Burnout se pueden implementar estrategias como promover un entorno de trabajo saludable, fomentar el autocuidado, proporcionar apoyo social y emocional y ofrecer programas de formación, gestión del estrés y detección temprana.

Palabras clave: síndrome de Burnout, enfermería, agotamiento emocional, desgaste profesional.

Abstract: Burnout syndrome in nursing is a phenomenon that affects many health professionals and can have a significant impact on their well-being and quality of life. It is characterized by emotional exhaustion, depersonalization and decreased personal fulfillment at work. Contributing factors include high job demands, lack of support and resources, and a stressful work environment. Clinical manifestations can include fatigue, irritability, decreased motivation, and physical and mental health problems. In addition, burnout can have negative consequences on the quality of patient care. To prevent and manage Burnout syndrome, strategies such as promoting a healthy work environment, encouraging self-care, providing social and emotional support, and offering training, stress management, and early detection programs can be implemented.

Keywords: Burnout syndrome, nursing, emotional exhaustion, professional weakening.

DECLARACIÓN DE BUENAS PRÁCTICAS

Los autores de este manuscrito declaran que:

Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses su elaboración y no tiene conflicto de intereses.

La investigación se ha realizado siguiendo las pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS) https://cioms.ch/publications/product/pautas-eticas-internacionales-para-la-investigacion-relacionada-con-la-salud-con-seres-humanos/

El manuscrito es original, no contiene plagio y no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.

INTRODUCCIÓN

El término Burnout es sinónimo de desgaste profesional. Su traducción al castellano es “estar quemado”. El síndrome de Burnout en enfermería se refiere a un estado de agotamiento físico, emocional y mental que resulta del estrés crónico relacionado con el trabajo en el campo de la enfermería.

Fue descrito por primera vez en la década de 1970 por Herbert Freudenberger, quien lo definió como un estado de fatiga y desgaste emocional que ocurre como resultado de la dedicación excesiva y prolongada a una causa, forma de vida o relación de trabajo.

El síndrome de Burnout en enfermería se caracteriza por tres componentes principales:

Agotamiento emocional. Los profesionales de enfermería experimentan una sensación de agotamiento físico y emocional constante. Se sienten desmotivados, sin energía y emocionalmente drenados.

Despersonalización. Los individuos desarrollan actitudes negativas, insensibilidad y distanciamiento emocional hacia los pacientes y compañeros de trabajo. Pueden perder la empatía y mostrar comportamientos cínicos o de indiferencia.

Reducción de la realización personal. Los profesionales de enfermería experimentan una disminución en la satisfacción y la sensación de logro en su trabajo. Pueden sentir que su trabajo carece de sentido o que no están logrando un impacto positivo en la vida de los pacientes.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS

El síndrome de Burnout en enfermería se manifiesta a través de una serie de síntomas físicos, emocionales y cognitivos. Estas manifestaciones clínicas pueden variar en intensidad y duración, y pueden afectar la vida personal y profesional del individuo. Algunas de las manifestaciones clínicas comunes del síndrome de Burnout en enfermería incluyen:

Agotamiento físico y emocional. Los profesionales de enfermería pueden experimentar una fatiga constante y una sensación de agotamiento físico y emocional. Pueden tener dificultades para recuperarse incluso después de períodos de descanso.

Cambios en el estado de ánimo. Los individuos pueden experimentar cambios en el estado de ánimo, como irritabilidad, ansiedad, depresión y frustración. Pueden sentirse abrumados y emocionalmente desequilibrados.

Dificultades cognitivas. El síndrome de Burnout puede afectar la capacidad cognitiva, produciendo dificultades para concentrarse, tomar decisiones y recordar información importante.

Despersonalización. Los profesionales de enfermería pueden desarrollar actitudes negativas y cínicas hacia los pacientes. Pueden distanciarse emocionalmente de sus responsabilidades y mostrar una falta de empatía.

Aumento de enfermedades físicas. El estrés crónico asociado con el síndrome de Burnout puede debilitar el sistema inmunológico, lo que puede aumentar la susceptibilidad a enfermedades físicas, como infecciones recurrentes, dolores de cabeza y problemas gastrointestinales.

FACTORES CONTRIBUYENTES

El síndrome de Burnout en enfermería es resultado de la interacción de diversos factores relacionados con el entorno laboral y las características individuales. Comprender estos factores contribuyentes es crucial para prevenir y abordar el síndrome de Burnout de manera efectiva. A continuación, se exploran algunos de los factores más significativos:

Sobrecarga de trabajo. La sobrecarga de trabajo es uno de los factores más prominentes en el desarrollo del síndrome de Burnout en enfermería. Las largas horas laborales, la falta de personal y la alta demanda de atención médica pueden generar una carga excesiva para los profesionales de enfermería. El aumento constante de la carga de trabajo puede llevar a la fatiga física y mental, lo que contribuye al agotamiento emocional.

Exposición al estrés y trauma. Los profesionales de enfermería están expuestos diariamente a situaciones estresantes y traumáticas. El cuidado de pacientes que sufren enfermedades graves, dolor intenso o incluso la muerte puede tener un impacto emocional significativo. Esta exposición constante al estrés y al trauma puede agotar los recursos emocionales de los profesionales de enfermería y aumentar el riesgo de desarrollar Burnout.

Falta de apoyo social y profesional. La falta de apoyo emocional y el aislamiento social pueden ser factores contribuyentes al síndrome de Burnout en enfermería. Cuando los profesionales de enfermería no cuentan con un sistema de apoyo sólido, ya sea por parte de sus colegas, supervisores o la organización, pueden experimentar una sensación de soledad y desamparo. La falta de apoyo también puede dificultar la resolución de conflictos y el manejo del estrés.

Falta de control y autonomía: La falta de control y autonomía en el trabajo puede ser un factor desencadenante del síndrome de Burnout en enfermería. Cuando los profesionales de enfermería no tienen la capacidad de tomar decisiones o de influir en su entorno de trabajo, pueden experimentar una sensación de falta de control y frustración. Esto puede minar la motivación y el compromiso con el trabajo, contribuyendo al desarrollo del Burnout.

Falta de reconocimiento y recompensas. La falta de reconocimiento y recompensas por el arduo trabajo y la dedicación de los profesionales de enfermería puede contribuir al síndrome de Burnout. Cuando los logros y contribuciones de los enfermeros no son valorados o recompensados, puede generar una sensación de desvalorización y desmotivación en su labor.

Desajuste entre los valores personales y la realidad del trabajo. Si existe un desajuste entre los valores personales y las demandas del trabajo en enfermería, esto puede aumentar el riesgo de Burnout. Por ejemplo, si un profesional de enfermería valora la empatía y la atención centrada en el paciente, pero se encuentra en un entorno donde prevalece la burocracia y la falta de tiempo para el cuidado individualizado, puede experimentar una disonancia que afecte a su bienestar emocional.

Falta de equilibrio entre el trabajo y la vida personal. La falta de equilibrio entre el trabajo y la vida personal es otro factor contribuyente al síndrome de Burnout en enfermería. Los largos turnos de trabajo, las exigencias laborales y la falta de tiempo libre pueden dificultar la capacidad de los profesionales de enfermería para dedicar tiempo y atención a sus propias necesidades y responsabilidades personales. Esto puede llevar a la fatiga, el agotamiento y la incapacidad para recuperarse adecuadamente, aumentando así el riesgo de desarrollar Burnout.

Es importante destacar que estos factores contribuyentes no actúan de forma aislada, sino que interactúan entre sí y pueden amplificar los efectos del síndrome de Burnout. Por ejemplo, la sobrecarga de trabajo combinada con la falta de apoyo social y la falta de control puede generar un nivel de estrés insostenible para los profesionales de enfermería.

Además, es importante reconocer que los factores individuales también desempeñan un papel en el desarrollo del síndrome de Burnout. Algunos profesionales de enfermería pueden ser más vulnerables debido a características personales, como la falta de habilidades de afrontamiento, la tendencia al perfeccionismo o la dificultad para establecer límites entre el trabajo y la vida personal.

CONSECUENCIAS

El síndrome de Burnout en enfermería tiene importantes consecuencias tanto para el profesional de enfermería como para la calidad de atención y seguridad del paciente. Algunas de las consecuencias más comunes incluyen:

Disminución de la calidad de atención. Los profesionales de enfermería que experimentan síndrome de Burnout pueden tener dificultades para brindar una atención de calidad. Su agotamiento emocional y falta de motivación pueden afectar negativamente la comunicación con los pacientes, la toma de decisiones clínicas y la capacidad de brindar cuidados centrados en el paciente.

Aumento de errores y accidentes. El agotamiento y la falta de concentración asociados con el síndrome de Burnout pueden aumentar el riesgo de cometer errores en la administración de medicamentos, la documentación inadecuada y la falta de seguimiento de los protocolos de seguridad. Esto puede tener graves consecuencias para la seguridad del paciente.

Ausentismo y rotación laboral. Los profesionales de enfermería que sufren de síndrome de Burnout pueden experimentar un aumento en el ausentismo laboral y una mayor probabilidad de abandonar la profesión. Esto puede llevar a una escasez de personal de enfermería y una mayor carga de trabajo para los demás profesionales, lo que a su vez puede aumentar el estrés y la insatisfacción laboral.

Impacto en la salud y bienestar personal. El síndrome de Burnout puede tener consecuencias negativas para la salud y el bienestar personal de los profesionales de enfermería. El estrés crónico y el agotamiento emocional pueden dar lugar a problemas de salud física, como hipertensión arterial, trastornos del sueño, dolores musculares y enfermedades cardiovasculares. Además, el síndrome de Burnout puede afectar la salud mental, aumentando el riesgo de depresión, ansiedad y trastornos de estrés postraumático.

Deterioro de las relaciones interpersonales. El síndrome de Burnout puede afectar las relaciones con los compañeros de trabajo, los supervisores y los pacientes. Los profesionales de enfermería agotados y desmotivados pueden tener dificultades para establecer y mantener relaciones saludables, lo que puede afectar negativamente el trabajo en equipo, la comunicación y la colaboración.

Pérdida de satisfacción y sentido de la profesión. El síndrome de Burnout puede hacer que los profesionales de enfermería pierdan la satisfacción y el sentido de propósito en su trabajo. Pueden experimentar una disminución en la motivación y el compromiso, lo que puede llevar a una falta de disfrute en el ejercicio de su profesión y una pérdida de la pasión por el cuidado de los pacientes.

ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN

A continuación, se presentan algunas estrategias efectivas para prevenir la aparición y desarrollo del síndrome de Burnout.

Promover entornos laborales saludables. Es esencial crear entornos de trabajo que fomenten la salud y el bienestar de los profesionales de enfermería. Esto implica establecer políticas y prácticas que promuevan la conciliación entre el trabajo y la vida personal, así como garantizar una carga de trabajo adecuada y un equilibrio entre la demanda y los recursos disponibles. Además, es importante fomentar una cultura de apoyo mutuo, respeto y reconocimiento en el lugar de trabajo.

Fomentar el autocuidado. Los profesionales de enfermería deben ser alentados y capacitados para cuidar de sí mismos tanto física como emocionalmente. Esto incluye promover prácticas de autocuidado, como una alimentación saludable, ejercicio regular, descanso adecuado y actividades de relajación. También es importante animar a los enfermeros a buscar actividades recreativas y hobbies que les proporcionen placer y alivio del estrés.

Proporcionar apoyo social y emocional. Los profesionales de enfermería deben contar con un sistema de apoyo sólido, tanto dentro como fuera del entorno de trabajo. Esto puede incluir la creación de programas de mentoría, grupos de apoyo y espacios para la expresión de emociones y el intercambio de experiencias. Además, es importante fomentar la comunicación abierta y el trabajo en equipo, donde los profesionales puedan compartir sus preocupaciones y recibir el apoyo necesario.

Fomentar la resiliencia. La resiliencia es una habilidad crucial para hacer frente al estrés y prevenir el síndrome de Burnout. Los profesionales de enfermería deben ser capacitados en el desarrollo de habilidades de afrontamiento y resiliencia, que les permitan manejar eficazmente las demandas laborales y los desafíos emocionales. Esto puede incluir la enseñanza de técnicas de relajación, prácticas de mindfulness, habilidades de resolución de problemas y la promoción de pensamientos y actitudes positivas.

Establecer límites y prioridades. Los profesionales de enfermería deben aprender a establecer límites claros entre el trabajo y la vida personal. Esto implica definir y respetar horarios de descanso, tiempo libre y actividades personales. Asimismo, es importante ayudar a los enfermeros a identificar y priorizar sus responsabilidades y tareas, evitando la sobrecarga y el agotamiento.

Proporcionar programas de formación y desarrollo profesional. Al proporcionar programas de formación y desarrollo profesional se les ofrece a los profesionales de enfermería la oportunidad de fortalecer sus habilidades, adquirir nuevas competencias y mantenerse actualizados en su práctica. Esto les permite sentirse más competentes en su trabajo y aumentar su satisfacción laboral, lo que a su vez puede prevenir el síndrome de Burnout.

Fomentar la participación en decisiones y el control sobre el trabajo. Permitir a los profesionales de enfermería participar en la toma de decisiones y tener cierto control sobre su trabajo puede reducir el estrés y aumentar el sentido de empoderamiento. Esto puede lograrse mediante la promoción de la participación en comités, la asignación de responsabilidades y la consulta en la planificación y organización del trabajo.

Implementar programas de gestión del estrés. Los programas de gestión del estrés pueden ser eficaces para prevenir el síndrome de Burnout en enfermería. Estos programas pueden incluir técnicas de relajación, entrenamiento en habilidades de afrontamiento, actividades de mindfulness y sesiones de terapia cognitivo-conductual. Proporcionar a los profesionales de enfermería herramientas prácticas para manejar el estrés puede ayudarles a mantener su bienestar emocional y prevenir el agotamiento.

Mejorar la comunicación y retroalimentación. Una comunicación clara y efectiva es fundamental para prevenir el síndrome de Burnout. Fomentar una comunicación abierta y transparente entre los miembros del equipo de enfermería, los supervisores y la dirección puede facilitar la resolución de conflictos, la expresión de preocupaciones y la identificación de soluciones. Además, proporcionar retroalimentación regular y constructiva a los profesionales de enfermería puede ayudarles a mejorar su desempeño y sentirse valorados.

Realizar programas de detección e intervención temprana. Es importante implementar programas de detección temprana del síndrome de Burnout en enfermería. Esto puede incluir la realización de evaluaciones periódicas de bienestar emocional, monitoreo de los niveles de estrés y agotamiento, y la identificación de señales de alerta. En caso de identificar indicios de Burnout, se deben ofrecer intervenciones adecuadas, como asesoramiento psicológico, terapia individual o grupal, y remisión a servicios de apoyo especializados.

En resumen, la prevención del síndrome de Burnout en enfermería requiere un enfoque holístico que aborde tanto los factores del entorno laboral como las características individuales. Al implementar estas estrategias, se puede promover la salud y el bienestar de los profesionales de enfermería, lo que a su vez contribuirá a una atención de calidad para los pacientes.

MANEJO Y ABORDAJE

El manejo y abordaje del síndrome de Burnout en enfermería puede requerir intervenciones terapéuticas específicas para ayudar a los profesionales a recuperarse y desarrollar estrategias de afrontamiento efectivas. Algunas de las intervenciones terapéuticas utilizadas comúnmente son:

Terapia cognitivo-conductual (TCC). La TCC es una forma de terapia que se centra en identificar y cambiar los pensamientos y comportamientos negativos que contribuyen al síndrome de Burnout. Mediante la TCC, los profesionales de enfermería pueden aprender a reconocer y desafiar patrones de pensamiento negativos, desarrollar habilidades de afrontamiento saludables y establecer metas realistas.

Terapia de apoyo. Proporciona un espacio seguro y de apoyo donde los profesionales de enfermería pueden hablar abiertamente sobre sus experiencias, preocupaciones y emociones relacionadas con el síndrome de Burnout. El terapeuta ofrece empatía, comprensión y orientación, lo que ayuda a los enfermeros a procesar sus sentimientos y encontrar formas saludables de hacer frente al agotamiento.

Terapia de grupo. Reúne a profesionales de enfermería que experimentan síntomas de Burnout para compartir sus experiencias y recibir apoyo mutuo. En un entorno de grupo, los participantes pueden aprender de las experiencias de los demás, obtener diferentes perspectivas y sentirse menos aislados. El terapeuta facilita el grupo y proporciona orientación y apoyo emocional.

Programas de manejo del estrés. Los programas de manejo del estrés están diseñados para enseñar a los profesionales de enfermería habilidades prácticas para gestionar y reducir el estrés. Estos programas pueden incluir técnicas de relajación, como la respiración profunda y la meditación, así como estrategias de afrontamiento, como la resolución de problemas y la reestructuración cognitiva.

Terapia de mindfulness. Se centra en la atención plena y la conciencia del momento presente. Los profesionales de enfermería aprenden a cultivar la atención plena en su vida diaria, lo que les ayuda a reducir el estrés, mejorar la concentración y encontrar un mayor equilibrio emocional. La práctica regular de mindfulness puede ser beneficiosa para prevenir y manejar el síndrome de Burnout.

Asesoramiento de carrera. El agotamiento profesional puede estar relacionado con la falta de satisfacción laboral o la falta de alineación entre los valores y metas personales y las demandas del trabajo. El asesoramiento de carrera puede ayudar a los profesionales de enfermería a explorar sus intereses, fortalezas y metas profesionales, y tomar decisiones informadas sobre su carrera. Esto puede ayudar a reducir el riesgo de Burnout y promover un mayor sentido de propósito y satisfacción en el trabajo.

Es importante destacar que las intervenciones terapéuticas deben adaptarse a las necesidades individuales de cada profesional de enfermería y pueden ser utilizadas de manera complementaria. Es recomendable buscar la orientación de profesionales de salud mental capacitados para recibir una evaluación adecuada y un plan de tratamiento personalizado.

CONCLUSIONES

En conclusión, el síndrome de Burnout es un desafío significativo en el campo de la enfermería debido a las demandas emocionales y físicas inherentes al trabajo. Los profesionales de enfermería están expuestos a una serie de factores de riesgo que pueden contribuir al desarrollo de este síndrome. El agotamiento crónico y el estrés asociados con el síndrome de Burnout pueden tener un impacto negativo en la calidad de atención que brindan, así como en su propia salud y bienestar.

La prevención del síndrome de Burnout es fundamental y se deben implementar estrategias en múltiples niveles. Promover el autocuidado y el bienestar físico y emocional de los profesionales de enfermería es esencial. Esto implica fomentar la conciencia de la importancia de cuidarse a sí mismos, establecer límites y buscar apoyo cuando sea necesario. Las organizaciones de atención médica también deben desempeñar un papel activo en la prevención, brindando un entorno laboral saludable, apoyo emocional y oportunidades de desarrollo profesional.

Además, mejorar la comunicación y el trabajo en equipo puede ayudar a reducir el estrés y fortalecer la resiliencia. Capacitar a los profesionales de enfermería en técnicas de manejo del estrés y promover la resiliencia puede proporcionarles herramientas para hacer frente a las demandas laborales de manera efectiva.

Cuando el síndrome de Burnout ya está presente, es fundamental identificarlo tempranamente y brindar el apoyo adecuado. El tratamiento del síndrome de Burnout puede incluir intervenciones terapéuticas, como la terapia cognitivo-conductual o el asesoramiento psicológico, así como la participación en grupos de apoyo. La reintegración al trabajo debe ser un proceso gradual y se deben implementar medidas para prevenir recaídas.

En resumen, el síndrome de Burnout representa un desafío importante en la enfermería. La prevención, el manejo temprano y el apoyo adecuado son fundamentales para abordar este problema. Al promover el autocuidado, fomentar entornos laborales saludables y brindar apoyo a los profesionales de enfermería, se puede contribuir a su bienestar y garantizar una atención de calidad para los pacientes.

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