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Síndrome de Charles Bonnet

durante periodos variables de tiempo o en distintos momentos a lo largo de su evolución, pero prefieren ocultar el trastorno temiendo ser tildados de enfermos psiquiátricos, como ocurrió en nuestros casos 1 y 2.

Los criterios tradicionales para su diagnóstico exigían que la vía y la corteza visual estuvieran indemnes (1,2). Sin embargo se han descrito casos de enfermos con hemorragias o infartos 6 u otras alteraciones en la corteza cerebral occipital, como sucede en el caso 2.

El compromiso de la visión en el síndrome de Charles Bonnet es severo pero no total, los pacientes conservan la visión luz y sombra o cuentan dedos. Se describen casos en la literatura médica, en que el paciente deja de tener alucinaciones una vez queda totalmente ciego o una vez recupera o mejora la visibilidad (4,5) .Todos nuestros pacientes tenían severa afectación de la visibilidad. Las patologías oculares más frecuentes asociadas a este síndrome son la degeneración macular senil, la retinopatía diabética, el glaucoma y las afectaciones corneales, circunstancias que se da en nuestra casuística.

Las alucinaciones que se describen en la literatura médica, al igual que en los nuestros, suelen ser complejas, variables y coloridas, a veces relacionadas con figuras geométricas, con escenas familiares, con paisajes o con animales (1,2,3,4,5,6). Pueden ser agradables o desagradables. En ocasiones, desaparecen cuando el paciente cierra los ojos o cuando dirige la mirada hacia otro lado, como sucede en nuestro primer caso. Siendo premisa indispensable para el diagnóstico de este síndrome, que el paciente sea consciente de que lo que ve es irreal. Aunque en la mayoría de los casos suele crear gran ansiedad

La frecuencia de las alucinaciones varía entre dos episodios al año o varios por día durando desde pocos minutos a varias horas. Siendo más frecuente hacia el anochecer, cuando hay poca luz y durante la inactividad y la soledad, condiciones que hacen idónea la aparición de estos cuadros durante internamientos hospitalarios y en las unidades de cuidados intensivos. En estos servicios por las características estructurales de las unidades, clínicas y terapéuticas de los pacientes, ese síndrome es frecuente que pase inadvertido o se confunda con cuadros de delirium, psicóticos o iatrogénicos medicamentosos.

El diagnóstico diferencial del Síndrome de Charles Bonnet debe realizarse con alucinaciones por fármacos, epilepsia, migrañas, accidentes cerebro vasculares, demencias degenerativas, delirios o cuadros psicóticos.

La forma de tratar a estos pacientes es tranquilizarlos y explicarles que es lo que sucede para que disminuya su grado de ansiedad y sus temores. En ocasiones los neurolépticos y los antiepilépticos han dado buenos resultados (6).

En las unidades de cuidados intensivos es importante sospechar la posibilidad de esta etiología en pacientes que refieran alucinaciones visuales y tengan deterioros visuales, porque simplemente tranquilizándolos se puede evitar recurrir a sedaciones innecesarias cuando no peligrosas, dadas las características y edad de esta población. Además las unidades de cuidados intensivos y probablemente cualquier internamiento de este tipo de pacientes sean los lugares propicios para la aparición de estos cuadros dada sus características de escasa luminosidad, aislamiento de la persona…etc.

En cuanto a la fisiopatología de las alucinaciones podría ser un fenómeno de desaferentización, producido por incremento de la excitabilidad de las neuronas desaferentizadas, ocasionada por cambios moleculares como puede ser el aumento del número de receptores de la membrana postsináptica ,o, bioquímicas como puede ser el incremento del N-Metil-D aspartato y la disminución del acido gamma-aminobutírico (1,2,3,4,5,6).

Si bien el diagnóstico de este síndrome no es sencillo, porque no existen criterios clínicos establecidos y en segundo lugar porque los episodios alucinatorios son variables en duración, frecuencia y características, incluso en el mismo paciente; pretendemos recordar su existencia y señalar de forma clara que no todos los pacientes con alucinaciones visuales en UCI tienen delirios o cuadros psicóticos y necesitan ser sedados; circunstancias éstas que pueden ser reproducibles en geriátricos e internamientos hospitalarios de pacientes con pérdida importante de visión y edades avanzadas.

BIBLIOGRAFÍA

1.- I Gómez-Feria Prieto. Un caso de alucinosis orgánica: Síndrome de Charles Bonnet. Psiquiatría Biológica; 1996; 3(4).

2.- Fernández Mendy J. Síndrome de Charles Bonnet. Medico Oftalmólogo. Diciembre 2000 ; 6 :11.

3.- Terao T, Collins S. Charles Bonnet. Syndrome and dementia. Lancet 2000; 355 :2168.

4.- Nesher R, Nesher G, Epstein E, Assi E. Charles Bonnet syndrome in glaucoma patient with lown vision. J Galucoma 2002; 10 :396-400.

5.- Anu Jacob. Charles Bonnet syndrome-elderly people and visual hallucinations. BMJ 2004; 328: 1552-1554.

6.- López M, Aguado M, Rodríguez M, Piñeiro S, Bellas P, Gómez, Alonso J. Síndrome de Charles Bonnet desencadenado por infarto occipital. Rev Neurol 200846(8): 507.