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Trastornos de la conducta alimentaria: anorexia nerviosa

Trastornos de la conducta alimentaria: anorexia nerviosa

Los trastornos de la conducta alimentaria son enfermedades de curso crónico, muy prevalentes en la sociedad.

Autores:

– Yolanda Alcarraz Valles. Graduada en Enfermería y en Fisioterapia. Lugar de trabajo: Hospital de Alcañiz.

– Isabel Andrés Balsa. Graduada en Enfermería. Master en urgencias, emergencias, y trasporte sanitario. Lugar de trabajo: Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa.

– Sandra Castillón Romeo. Graduada en Enfermería. Máster en urgencias, emergencias y cooperación internacional. Lugar de trabajo: Hospital Miguel Servet.

– Sandra Gros Polo. Graduada en Enfermería. Master en iniciación a la investigación en ciencias de la enfermería. Lugar de trabajo: Hospital Miguel Servet.

– Cristina Martín Pallás. Graduada en Enfermería. Máster en urgencias, emergencias y trasporte sanitario. Lugar de trabajo: Hospital universitario Miguel Servet.

– Leticia Villuendas Bazán. Graduada en Enfermería. Master en urgencias, emergencias y trasporte sanitario. Lugar de trabajo: Hospital Royo Villanova.

Resumen:

Son enfermedades con gran repercusión en la esfera física de los pacientes. Se caracteriza por una distorsión de la imagen corporal provocada por factores psicológicos, sociales, afectivos, o familiares que repercuten en la ingesta alimentaria, bien de forma restrictiva o purgativa. Su diagnostico debe realizarse precozmente para un mejor abordaje de la enfermedad y disminuir las secuelas. El tratamiento debe realizarse por parte de un equipo multidisciplinar que trate todos los aspectos del paciente y ayude al restablecimiento tanto del peso, como de los hábitos nutricionales adecuados y una mejora de la esfera psicológica.

Palabras Clave: Trastornos de la conducta Alimentaria, Anorexia nerviosa, factores riesgo

Keywords: Eating behavior disorders, anorexia nervosa or eating disorder, risk factor.

Introducción:

Los Trastornos de la conducta alimentaría (TCA), son trastornos mentales caracterizados por una obsesión por el control del peso y un comportamiento patológico frente a la ingesta alimentaria. Son patologías que provocan consecuencias negativas tanto para la esfera social, física, como mental de la persona.

Son trastornos que pueden ser causados por muchos motivos, de origen biológico, familiar, sociocultural, y psicológico.

Bajo la categoría de trastorno de la conducta alimentaría se agrupan una serie de alteraciones conductuales que varían en las manifestaciones y gravedad de su sintomatología.

Los tipos de trastornos más comunes son:

  • Anorexia nerviosa
  • Bulimia
  • Sobre ingesta compulsiva

 

En éste tipo de trastornos, la comida es un vehículo de expresión de algún tipo de conflicto mental de fondo.

Los pacientes que padecen un trastorno alimentario, tienen características comunes:

  • Preocupación obsesiva
  • Distorsión de la imagen corporal
  • Problemas con la comida
  • Baja autoestima
  • Inseguridades

Factores de riesgo de padecer TCA:

  • Predisposición genética
  • Rasgos psicológicos
  • Baja autoestima
  • Adolescencia
  • Sexo femenino
  • Imagen corporal negativa
  • Ambiente familiar desestructurado o sobreprotectores
  • Experiencias vitales extremas
  • Cánones sociales de belleza
  • Criticas o burlas de la sociedad sobre el físico
  • Determinado deportes o profesiones

Los TCA aparecen normalmente durante la adolescencia o en adultos de edad temprana. Aunque también puede ocurrir durante la niñez o en adultos.

Según la OMS, es uno de los problemas más importante de la humanidad, tanto por la repercusión que produce en las personas que les llevan hasta la muerte en ocasiones, como por el número de personas afectadas, que es cada vez mayor.

Uno de los trastornos más comunes es la anorexia nerviosa.

La anorexia es un trastorno psiquiátrico, que se caracteriza por una dispersión de la imagen corporal, observándose insatisfacción con la delgadez alcanzada y con su peso. Tienen una incapacidad de mantener un cuerpo saludable con un IMC dentro de los valores normales.

El mayor estímulo de éstos pacientes es perder peso cada vez más.

La anorexia nerviosa consta de dos subtipos:

  • Restrictivo: No se han producido purgas o atracones en los últimos tres meses. Se debe al ejercicio excesivo, o la restricción alimentaria.
  • Compulsivo/purgativo: En los últimos tres meses, ha habido conductas de purgas o atracones.

Señales de alarma:

  • Distorsión de la imagen corporal
  • Miedo exagerado a engordar, incluso estando por debajo del peso normal.
  • Rechazo a tener un IMC dentro de los valores saludables
  • Hiperactividad
  • Amenorrea, estreñimiento.
  • Piel seca, pies y manos fríos, pérdida de pelo.
  • Se somete a dietas aun estando delgada
  • Come sola o a escondidas
  • Al terminar de comer se encierra en el baño

En el caso de detectarse varias de éstas señales de alarma, es conveniente concertar una cita con el medico o psiquiatra.

Diagnóstico:

Se puede realizar un diagnóstico diferencial con la bulimia nerviosa, debido a que son las dos patologías más comunes dentro de los TCA.

Pero para diagnosticar a una persona de anorexia existen tres criterios según la APA (American Psychological Association) que deben cumplirse:

  • Pérdida de peso
  • Distorsión de la imagen corporal
  • Miedo a engordar

Antes se incluía también el criterio de desaparición de la menarquia, pero se excluyo dejando sólo los tres anteriores, debido a que la mayoría de las pacientes eran premenárquicas.

Consecuencias:

Las pacientes diagnosticadas de TCA, además del trastorno psiquiátrico suelen asociarse otra serie de alteraciones que afectan globalmente a la persona, alteraciones endocrinas, cardiovasculares, digestivas, hidroeléctricas, hepáticas, y neurológicas.

Tratamiento:

El tratamiento de los pacientes debe ser individualizado y específico según el caso particular de cada personal, sus necesidades, y alteraciones propias.

Son enfermedades crónicas, que suelen alargarse en el tiempo. Aunque su detección e intervención temprana es imprescindible para evitar daños físicos irreversibles provocados por el transcurso de la enfermedad en etapas de crecimiento como son la infancia y la adolescencia.

La mejor opción es un trabajo multidisciplinar para solventar éstos problemas. Realizando un abordaje por parte del psiquiatra, nutricionista, trabajador social, psicólogos, y demás profesionales de la salud necesarios.

Los grupos de apoyo o autoayuda son muy útiles en etapas más avanzadas del tratamiento puesto que les ayudan a compartir experiencias, problemas y vivencias comunes con otras personas que han pasado por lo mismo que ellas. Se sienten más comprendidos, e identificados con otros pacientes que también han pasado por el trastorno. Además siguen en contacto con profesionales que dirigen estos grupos de autoayuda para poder seguir controlando, y detectando una posible recaída, y esos casos ayudarlos cuanto antes.

En ocasiones pueden necesitar concertar una visita con otros médicos especialistas para abordar otros problemas relacionados con la esfera física.

En todo caso, el tratamiento va encaminado al restablecimiento del peso, tratar complicaciones médicas existentes, eliminar las conductas que produjeron la enfermedad, evitar las recaídas, y normalizar patrones alimentarios, mejorar el estado anímico y conseguir una buena calidad de vida.

Conclusión:

La sociedad es culpable en cierta medida, debido a los cánones de belleza y estereotipos que se han prefijado. La publicidad y los medios de comunicación deberían mediar en ésta lucha para intentar normalizar estos cánones y no darle tanta importancia a la belleza, y aspecto físico. También tenemos que concienciarnos toda la sociedad, para saber inculcar y dar ejemplo de los valores que realmente son importantes y que tendrían que prevalecer.

Desde el ámbito de la sanidad, por medio de la prevención primaria, se podría hacer una buena labor informativa a la población general y en particular a la población de riesgo en colegios o institutos.

Y por último en cada unidad familiar, desde la infancia se debería concienciar del consumo conciente y responsable y de las conductas adecuadas y las que no lo son.

Bibliografía:

  1. Vargas MJ. Trastornos de la conducta alimentaría. Revista médica de Costa rica y Centroamérica LXX 2013;(607): 475-482.
  2. Méndez JP, Vázquez- velazquez V, García-García E. Los trastornos de la conducta alimentaria. Scielo 2008; 65 (6). URL: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1665-11462008000600014 (Último acceso 28 Abril de 2018).
  3. American Psychological Association. Trastornos en la alimentación. American Psychological Association. 2018. URL: http://www.apa.org/centrodeapoyo/alimentacion.aspx (Último acceso 1 de mayo del 2018).
  4. Berner LA, Stefan M, Lee S, Wang Z, Terranova K, Attia E, Marsh R. Altered cortical thickness and attentional deficits in adolescent girls and women with bulimia nerviosa. Pubmed 2018; 43 (3). URL: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/29688871 (Último acceso 25 de abril de 2018).