de uso muy extendido por los buenos niveles de analgesia postoperatoria. En general, tras la cirugía torácica, la tolerancia del paciente se inicia a las 24 horas.
- Colecistitis aguda alitiásica.
Observada entre un 3% y un 5% de pacientes sometidos a cirugía mayor, presenta un curso clínico que puede evolucionar de forma rápida hacia la gangrena y perforación, con una elevada mortalidad que puede alcanzar el 50%, sobre todo ante diagnósticos tardíos, posteriores a las 48 horas.
- Hepatitis.
Aparece como consecuencia de la hipoxia y la hipovolemia, que provoca necrosis celular, hemorragias y ectasia biliar, traduciéndose clínicamente en ictericia, aumento de transaminasas y de fosfatasa alcalina. También se ha relacionado con el uso de fármacos como el halotano o el methoxyfluorano en pacientes con hipersensibilidad.
- Pancreatitis.
Relacionado con la presencia de enfermedades pancreáticas previas o el uso de fármacos (azathioprina, 6-mercaptopurina, estrógenos, diuréticos o tetraciclinas). Además, el páncreas puede ser un órgano diana en cuadros de sepsis y shock.
Insuficiencia suprarrenal aguda:
Complicación muy poco frecuente, causada por necrosis hemorrágica, uni o bilateral, de las suprarrenales, que cursa con hiponatremia y dolor abdominal (34). La aparición y persistencia de dolor abdominal, con hiponatremia e hiperpotasemia, junto a hallazgos en la TC de abdomen, orientarán al diagnóstico de este cuadro.
7. QUIMIOTERAPIA Y RADIOTERAPIA.
A pesar de prestar más atención al tratamiento quirúrgico del carcinoma broncogénico, no queríamos dejar de citar, aunque fuese brevemente, otros tratamientos alternativos y coadyuvantes a la cirugía, por lo que desarrollaremos brevemente a continuación algunos conceptos sobre la quimioterapia y la radioterapia en estos pacientes.
Respecto a la primera, destacar que en las últimas décadas, el tratamiento del cáncer de pulmón en estadios avanzados, ha estado fundamentado principalmente en la quimioterapia con citostáticos, diferenciando solamente entre Carcinoma Broncogénico de Células Pequeñas (CBCP) y Carcinoma Broncogénico de Células No Pequeñas (CBNCP) y observando resultados, tasa de respuestas y supervivencia global, en función de la mayor o menor efectividad de un fármaco o grupo de fármacos sobre la evolución de la enfermedad (35).
En la actualidad, y tras el descubrimiento de nuevos marcadores moleculares, el objetivo es conseguir tratamientos individualizados, en función de datos específicos del tumor (histología, subtipo histológico, características genéticas o moleculares concretas).
De esta forma, no sólo se opta por una quimioterapia más específica en cada paciente sino que, además, podemos utilizar fármacos no citostáticos (como inhibidores enzimáticos, anticuerpos monoclonales, etc.), que unas veces sustituyen y otras complementan a los tratamientos clásicos de quimioterapia, incrementando las opciones terapéuticas y dando lugar a un tratamiento dirigido, en lo que se conoce como dianas terapéuticas. Estas nuevas opciones, han abierto nuevas posibilidades, tanto en el momento del diagnóstico y clasificación de cada paciente, como en su tratamiento.
En el tratamiento del cáncer de pulmón, la quimioterapia se puede combinar con cirugía y radioterapia, de manera que el mejor abordaje terapéutico será, en ocasiones, multidisciplinar. Según cuándo y con qué finalidad se administre la quimioterapia respecto a las otras modalidades terapéuticas del cáncer, ésta puede ser clasificada como (35):
- Neoadyuvante: Se administra antes del tratamiento radical (cirugía o radioterapia), con el objetivo de reducir el tamaño tumoral. En estos casos, el tumor está localizado, pero es demasiado grande como para garantizar el éxito del tratamiento radical. Esta modalidad está especialmente indicada en los estadios III-a y algunos III-b del CBNCP.
- Adyuvante: Se administra después de una terapia radical, con objeto de reducir el riesgo de recidiva local o a distancia, en pacientes con elevado riesgo de recaída. Se asume el principio de que, tras la cirugía o la radioterapia, pueden quedar células ocultas, por tanto, la carga tumoral será baja y será más sensible al tratamiento médico. Su indicación viene establecida por la estadificación en base a los hallazgos de la pieza quirúrgica.
- Inducción: Aplicada a pacientes con enfermedad localmente avanzada o diseminada (algunos estadios III-b y IV), con finalidad paliativa y el objetivo principal de incrementar la supervivencia del paciente.
- Primaria: Determinados tipos de tumores muy quimiosensibles, son susceptibles de esta modalidad, donde los tratamientos locales (cirugía y/o radioterapia) no han demostrado mayor supervivencia, como es el caso del CBCP.
- quimioterapia-radioterapia concomitante o concurrente: Se aplica para potenciar un efecto local y conjugar la acción local y la sistémica de la quimioterapia.
- Primera línea: Es aquella combinación de fármacos que, gracias a estudios de investigación y ensayos clínicos, se ha mostrado superior en cuanto al aumento en la supervivencia y mejoría de la calidad de vida frente a otros regímenes de quimioterapia. Los fármacos denominados “de primera línea” son los empleados en los esquemas estándar de tratamiento y se consideran de referencia.
- Segunda línea: Se utiliza un segundo esquema terapéutico, cuando el tratamiento inicial o de referencia (primera línea) no ha resultado eficaz (progresión) o la enfermedad se reactiva tras una respuesta parcial