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Percepción de urgencias médicas en un hospital pediátrico privado

Durante el periodo de análisis se atendieron un total de 8888 niños, en los cuales se determinó como urgencia real en 2024 o el 22.7% (IC95% de 21.8 a 23.6%) y 77.2% definidas como sentidas (IC95% de 76.3 a 78.1%). Como se muestra en el cuadro I hubo más casos de urgencias reales en las edades extremas (menores de un año y mayores de 15), entre semana y durante el turno matutino. También se presentaron más urgencias reales durante la temporada de invierno y menos en la temporada de primavera (p<0.0001). No hubo diferencias estadísticamente significativas con respecto al sexo y el año.

Fueron los procesos infecciosos o la presencia de fiebre, los principales motivos por los cuales se solicitó la atención con un porcentaje global del 42.7%. En segundo lugar, los padecimientos asociados con intoxicaciones ó envenenamientos en conjunto con lesiones por accidentes (25%) y en tercer lugar enfermedades gastrointestinales (11%). Dentro de los procesos infecciosos (n=3797) los más frecuentes fueron las infecciones respiratorias altas (48.9%) seguidas de las gastrointestinales (20.1%) y las respiratorias bajas (18%).

Al analizar la proporción de urgencias reales según la afección que motivó la consulta (Cuadro II), se encontró que la proporción más alta de urgencia real contra la sentida fue en los pacientes con enfermedades cardiovasculares, aunque la muestra fue muy pequeña. También fue más alta la proporción de urgencias reales en enfermedades no infecciosas que infecciosas, en las primeras el porcentaje promedio fue del 55%, mientras que en las infecciosas del 20%. Las frecuencias más bajas de urgencias reales se dieron en padecimientos dermatológicos, algunos ortopédicos asociados a dolor muscular y otitis externas no infecciosas valorados por el servicio de otorrinolaringología. Es importante hacer notar que hubo 65 pacientes en quienes no se encontró enfermedad (sanos) y que ingresaron por dudas de cuidados generales; hecho sucedido particularmente en menores de un año de edad.

Con respecto a las condiciones de egreso, en 6983 niños (78,5%) se indicó el egreso a su domicilio con tratamiento o recomendaciones, de ellos el 6.8% (n= 449) habían acudido por urgencias reales meritorias de tratamientos inmediatos, el 75% asociados a traumatismos o intoxicaciones que se resolvieron en la sala de urgencias en un periodo no mayor de 24 horas. En 1870 (21%) se indicó hospitalización, de los cuales 170 (30.1%) fueron hospitalizados por urgencias sentidas y 69.9% reales. 17 de las 1700 (1%) urgencias reales ameritaron manejo intensivo. Dos pacientes fallecieron en urgencias (una niña de siete años por abdomen agudo y otra de dos años con choque séptico). Es de comentar que hubo 14 altas voluntarias, de las cuales solo en dos los motivos fueron urgencias reales (ambas por fracturas óseas). Por último, dos pacientes fueron trasladados a otros centros hospitalarios y también habían acudido por urgencias reales (uno por enfermedad neurológica, y otro con sospecha de neoplasia).

En el cuadro III se muestran que en el análisis multivariable de los factores estudiados, los que se asociaron mas con acudir por una urgencia real fueron: en la edad hubo menos probabilidad de urgencia real en los grupos de 1 a 15 años; mayor posibilidad de una urgencia real en enfermedades orgánicas; en la atención los casos vistos entre semana y por la mañana. Y por último los eventos atendidos en la temporada de invierno.

Discusión

Con nuestro trabajo queda claro que a nivel privado, son menores las urgencias reales, ya que los padres tienden a utilizar el servicio de urgencia cuando los niños presentan sintomatología simple que se puede manejar en el consultorio, a diferencia de otros hospitales donde las personas recurren a ellos cuando realmente es vital.

Como era de esperarse vemos que el tipo de urgencias fue más alto cuando se trataba de niños menores de un año y mayores de 16. Es posible que para los primeros, el grado de preocupación que genere sea mas grande por lo que acudan a los servicios de urgencia con mucha mayor frecuencia. Por otro lado en los adolescentes, el acudir a un centro suele ser menos deseable y por tanto, solo lo solicitan cuando en realidad se sienten mal o realmente presentan lesiones que ponen en peligro la vida.

Como se ha informado, las urgencias mas observadas suelen ser secundarias a lesiones por accidentes, intoxicaciones o envenenamientos. Todas ellas, aunque meritorias de un manejo inmediato, no en todos los casos comprometen la vida o la función y no siempre requieren ser atendidas en un centro hospitalario. En diversos países, los sistemas de comunicación vía telefónica y ahora en internet pueden apoyar a los padres en la resolución de los mismos en sus domicilios. Podemos lograr por medio de la educación opciones para la valoración por parte de los padres y los médicos de los niños realmente necesitan atención y que finalmente serán llevados a un servicio de urgencias. Por ejemplo, la capacitación en medidas de primeros auxilios que permitan minimizar el daño y así prestar una mejor atención hospitalaria. (10).

En relación a las enfermedades que motivaron la atención inmediata en urgencias, al tratarse de procesos infecciosos, fue obvio encontrar mayor urgencia real en condiciones de enfermedades crónicas o asociadas a malformaciones previas.

En cuanto a las condiciones de atención, como se comentó previamente existieron más urgencias reales entre semana y en los turnos matutinos. Esto pudo explicarse porque padres de niños atendidos en nuestro hospital, trabajan en estos horarios y es factible que por tanto, que realicen un mejor análisis de las condiciones de sus hijos para así no faltar a sus labores. Además es probable que el análisis en horario de trabajo lo realicen personas encargadas del cuidado de los niños como en guarderías o escuelas las cuales tienden a ser mas objetivas en la identificación de los riesgos.

Por último, observamos que en temporada de invierno hubo más urgencias reales, asociadas a enfermedades infecciosas respiratorias más severas. Situación esperada por la presencia de brotes de virus asociados a estas enfermedades y agravamiento en niños con riesgo (asmáticos, broncodisplásicos, cardiópatas, pacientes con discapacidad neurológica entre otros). Estos cambios estacionales han sido informados en otros estudios (11).

La principal fortaleza de este estudio, es el número importante de casos analizados y el periodo de dos años de estudio. La adecuada clasificación de los casos como reales o sentidos y la disponibilidad del seguimiento desde su ingreso hasta su alta.

Analizar los tipos de urgencias en hospitales permite establecer estrategias de acción para dar mejor calidad de atención. Un aspecto fundamental es el prevenir la sobreutilización de estos servicios, lo cual se da en