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Uso de medicamentos en el embarazo y lactancia

Uso de medicamentos en el embarazo y lactancia

El objetivo de este trabajo es revisar la literatura disponible para permitirnos proveer unos cuidados seguros a la hora de la utilización de los medicamentos indicados para tratar los trastornos menores más frecuentes en embarazadas y lactantes.

Uso de medicamentos en el embarazo y lactancia

María Garrido Piosa. Diplomada y Máster en Enfermería. Enfermera en el hospital Raymond Poincaré. París.

Ossama Nasser Laaoula. Diplomado y Máster en Enfermería. Enfermero en el hospital Raymond Poincaré. París.

Lucía Jiménez Cupet. Diplomada en enfermría. Enfermera en el hospital Raymond Poincaré. París.

INTRODUCCIÓN

Hay que tener especial cuidado en esta población concreta. En el embarazo existe la posibilidad de que se produzca teratogenia (1, 2): alteración morfológica, bioquímica o funcional que puede causar cualquier agente o factor que cause anormalidades físicas o mentales en el feto o embrión). Posteriormente, durante la lactancia (3), esta alteración se causa por pasar a través de la leche materna al lactante y producir algún tipo de iatrogenia sobre el mismo.

EMBARAZADAS

En las embarazadas, es necesario tener en cuenta los cambios fisiológicos (4) que se producen con la gestación, como el aumento del volumen plasmático y otros. Estos cambios van a afectar a los parámetros farmacocinéticos de los medicamentos, alterando su eficacia y su toxicidad tanto para la madre como para el feto. Los medicamentos pueden dañar al feto en cualquier momento del embarazo, aunque no se aconseja utilizar fármacos durante el primer trimestre del embarazo a menos que sea indispensable y siempre valorando el posible riesgo o beneficio.

Hay que tener especial cuidado en este primer trimestre porque es durante esta fase cuando tiene lugar la formación de la mayoría de los órganos, por lo que existe mayor probabilidad de que el medicamento produzca mayores anomalías estructurales en el feto. Durante la octava semana hasta el parto, los fármacos pueden afectar al crecimiento y desarrollo funcional del feto, originar anomalías morfológicas de menor gravedad y provocar dificultades a la hora de dar a luz.

Los fármacos pueden afectar al desarrollo del feto en tres estadios diferentes (5):

  1. Fecundación, periodo de preimplantación y primeros días de implantación, es decir, desde la unión del óvulo al espermatozoide al día 17 de la gestación. Es en este periodo donde los efectos tóxicos son letales y pueden causar el aborto.
  2. Organogénesis o fase embrionaria: del día 18 al 55 aproximadamente. La teratogenicidad alcanza la máxima incidencia entre los días 27 y 35. Es en este periodo donde aparecen las anomalías más graves.
  3. Crecimiento y desarrollo o fase fetal, a partir del día 56, donde los medicamentos afectan a los órganos.

De todo lo anterior se deriva la gran importancia que tiene saber qué tiempo de gestación tiene la mujer a la hora de prescribir y administrar un fármaco. En cuanto al paso de los fármacos a través de la placenta, no es solo importante saber si el fármaco atraviesa o no la barrera placentaria, sino también a qué velocidad y en qué proporción lo hace.

Para disminuir la aparición de teratogénesis, se ha de decidir:

  1. Si es imprescindible tratar la enfermedad, teniendo en cuenta la relación beneficio/riesgo, ya que algunas enfermedades no tratadas como la diabetes, pueden ser tan peligrosas para el feto como la administración de medicamentos.
  2. Usar fármacos que se consideren más seguros, de mayor experiencia clínica, evitando los de reciente comercialización.
  3. Prescribir la dosis mínima terapéutica y durante el menor tiempo posible.
  4. Evitar la prescripción de preparados con múltiples principios activos en su composición, ya que es difícil valorar la potenciación de efectos teratógenos.
  5. Considerar que ningún medicamento es totalmente inocuo, ni siquiera los preparados tópicos.
  6. Es importante avisar al paciente sobre los riesgos de la automedicación.

LACTANCIA

La lactancia natural es muy beneficiosa tanto para el niño como para la madre ya que incrementa el vínculo psicológico entre ambos, tiene un menor coste al no utilizar otros productos sustitutivos, disminuye la fertilidad (método MELA) y parece estar relacionada con una menor incidencia del cáncer de mama. Disminuye además en el lactante la incidencia de patologías debido a la presencia de lisoenzimas en la leche materna (6). Mejora el estado inmunológico del lactante, al traspasarle a través de la leche inmunoglobulinas tipo A, M y G. Incrementa la absorción de hierro y por tanto, disminuye la probabilidad de contraer anemia. Produce menos incidencia de obesidad y disminuye la frecuencia de aparición de alergias alimenticias.

Hay que tener en cuenta los factores que determinan la excreción de medicamentos en la leche materna. Estos factores son maternos, relativos al lactante y relacionados con el propio medicamento (7, 8):

  1. a) En cuanto a los factores maternos, hay que tener en cuenta que para que el fármaco afecte al recién nacido, la dosis de dicho fármaco debe ser suficientemente grande como para que excrete, prestando atención además al intervalo de administración, ya que en las dosis únicas o esporádicas es poco probable una excreción láctea importante. La cantidad de leche producida por la madre (si es escasa es poco probable que afecte) y el flujo sanguíneo mamario también son factores a tener en cuenta.
  2. b) Atendiendo a los factores relativos al lactante, hay que prestar atención a la capacidad de succión del lactante, al tiempo transcurrido desde la administración a la madre del medicamento, la capacidad metabolizadora del lactante, el PH gástrico, tiempo de tránsito y flora gastrointestinal, la cantidad de sales biliares y enzimas pancreáticas y la afinidad de las proteínas plasmáticas por los fármacos.
  3. c) Y por último, en cuanto a los factores relacionados con el propio medicamento, debemos considerar la ionización y liposolubilidad, ya que la porción no ionizada es la que atraviesa las membranas más fácilmente. Los medicamentos ligeramente ácidos relativamente liposolubles y sobre todo los ligeramente básicos relativamente liposolubles, son los que mejor difunden a través de la membrana lacto-plasmática. La unión a proteínas plasmáticas también es importante, ya que los fármacos que tienen un índice alto de unión a proteínas plasmáticas tienen una mayor dificultad a la hora de penetrar en la leche materna. Por otra parte, cuanto mayor sea el peso molecular, menor probabilidad tendrá de llegar a la leche.

CONCLUSIONES

Cuando vayamos a elegir un determinado medicamento para una madre lactante, debemos utilizar medicamentos a dosis única o en tratamientos cortos, recomendando la lactancia artificial. La dosis de los fármacos debe de ser la mínima eficaz y debe de alimentar al niño justo antes de tomarse el medicamento. Utilizaremos fármacos de vida media corta y que se absorban pobremente por vía oral, ya que administrados a la madre de forma parenteral llegan al lactante por vía oral y no será absorbido.

BIBLIOGRAFÍA

  1. MARTÍNEZ-FRÍAS, María Luisa.Medicamentos y teratogenia: revisión bibliográfica y situación en España. Ministerio de Sanidad y Consumo, 1989.
  2. SÁNCHEZ, Eva Romá, et al. Medicamentos y embarazo: informes de evaluación de teratogenia en el primer trimestre del embarazo. 2007.
  3. DAMASE-MICHEL, C., et al. Medicación en la lactancia materna.EMC-Tratado de Medicina, 2004, vol. 8, no 3, p. 1-10.
  4. HILL, Christina C.; PICKINPAUGH, Jennifer. Cambios fisiológicos durante el embarazo.Clínicas quirúrgicas de Norteamérica, 2008, no 2, p. 391-401.
  5. FIGUERO-RUIZ, E.; PRIETO PRIETO, I.; BASCONES-MARTÍNEZ, Antonio. Cambios hormonales asociados al embarazo: Afectación gingivo-periodontal. Avances en Periodoncia e Implantología Oral, 2006, vol. 18, no 2, p. 101-113.
  6. PACHECO, José, et al. Avances en Anticoncepción.Revista Peruana de Ginecología y Obstetricia, 2015, vol. 42, no 4, p. 128-136.
  7. VELÁSQUEZ, María Cristina Noreña. Lactancia y medicación de la madre. Memorias Curso de Actualización en Ginecología y Obstetricia, 2015, vol. 10, p. Pág. 127.
  8. REYES VALDIVIESO, Laura, et al. Estudio del nivel de riesgo del consumo de productos de uso habitual en mujeres lactantes. 2014.