Utilidad de una encuesta escrita como método de triaje en atención primaria
Durante los últimos años en España se ha observado un gran aumento del número de demandas de asistencia urgente tanto a nivel hospitalario como en atención primaria.
Autores:
- Marta Monsalve Saiz. Pediatra del centro de salud Cudeyo. Cantabria.
- Irene Castro Ramos. Pediatra del centro de salud Cudeyo. Cantabria.
- Enara Sainz Navedo. Enfermera de pediatría del centro de salud Cudeyo. Cantabria.
- Esther Rubín de la Vega. Pediatra del centro de salud Rubayo. Cantabria.
- Luis Ángel Lastra Martínez. Pediatra del centro de salud Rubayo. Cantabria.
- Marina Lecue Martínez. Enfermera de pediatría del centro de salud Dobra. Cantabria.
RESUMEN:
Existe una saturación de los servicios asistenciales que en muchas ocasiones deriva en una peor calidad de la atención prestada e incremento del estrés de los profesionales. Nuestro centro de salud carece de un sistema de triaje que clasifique a los pacientes según su prioridad para ser atendidos. Desde el servicio de pediatría se inicia un proyecto para evaluar si una encuesta escrita serviría como tal.
PALABRAS CLAVE: triaje, pediátrico, encuesta, urgencias, atención primaria.
INTRODUCCIÓN:
Durante los últimos años en España, así como en otros países, se ha venido observando un gran aumento del número de demandas de asistencia urgente tanto a nivel hospitalario como en atención primaria. Las causas de este aumento son múltiples: las necesidades de salud, la percepción de las personas de su estado de salud, el modelo de sociedad, factores socioeconómicos, el funcionamiento y organización del sistema sanitario, etc. Además, en el caso de la asistencia pediátrica, son los padres los que deciden dónde y cuándo llevar a sus hijos cuando enferman y, por dificultades laborales, en muchas ocasiones se utiliza la asistencia urgente para problemas no urgentes. Esto provoca una saturación de los servicios asistenciales que en muchas ocasiones deriva en una peor calidad de la atención prestada e incremento del estrés de los profesionales. El “triaje” es un proceso de evaluación clínica preliminar que clasifica a los pacientes en niveles de urgencia y prioriza la asistencia según estos niveles y no por su severidad. Su objetivo fundamental es que los pacientes de gravedad severa y con mayor riesgo de deterioro si se demora el tratamiento, sean atendidos lo antes posible. No tiene por objetivo el establecer un diagnóstico.
El triaje está implantado en numerosos servicios de urgencia hospitalaria desde hace años, y en algunos centros de atención primaria, siendo realizada en la mayoría de los casos por personal de enfermería. Existen varios modelos de triaje estructurado con gran implantación, pero a nivel de España, los dos que han alcanzado mayor difusión son el Sistema de Triaje Manchester y el Sistema Español de Triaje. Ambos clasifican a los pacientes en cinco niveles de prioridad, dónde el nivel I precisaría atención inmediata y el nivel V se consideraría no urgente pudiendo demorarse la atención hasta 240 minutos.
Actualmente, la falta de profesionales sanitarios a nivel nacional asociado a que en nuestro centro de salud no existe un protocolo de triaje establecido, provoca que en determinadas épocas del año se sature el servicio de pediatría, alargándose el tiempo de espera y provocando en los profesionales cierta ansiedad al desconocer la prioridad que deben tener los pacientes que están esperando la atención.
Ante esta situación el servicio de pediatría del centro de salud de Solares inicia un proyecto consistente en entregar a cada paciente que solicita cita urgente una hoja de recogida de datos y encuesta sobre el motivo de la asistencia.
MATERIALES Y MÉTODOS:
Nuestro centro de salud consta de dos consultas de pediatría y una de enfermería pediátrica, en horario de lunes a viernes de 8 a 15 horas con un día a la semana de prolongación de jornada hasta las 17 horas. Atiende a un cupo de 2650 niños de hasta 16 años, y tiene una media de 30 visitas por profesional de pediatría al día, pudiendo llegar a duplicarse en determinadas épocas del año, como periodos vacacionales, bajas laborales o epidemia de gripe.
La agenda diaria de cada pediatra está organizada de la siguiente manera: 4 citas programadas para revisiones de salud, 21 citas de demanda y 5 citas de consulta reservadas para pacientes que solicitan cita ese mismo día. A esto se añaden las citas que los pacientes solicitan como urgentes.
Desde el 2 de febrero hasta el 2 de abril de 2018 se realiza un estudio observacional descriptivo prospectivo. Este estudio consiste en que cada paciente que acude al centro de salud solicitando una cita urgente con el pediatra, el auxiliar administrativo, además de citarlo al momento en la agenda del profesional, le hace entrega de una hoja informativa y de recogida de datos. Ésta debe ser entregada a cualquiera de los profesionales del servicio de pediatría tras ser cumplimentada. En el cuestionario (ver imagen 1: encuesta, al final del artículo) se recoge la siguiente información: datos de filiación, edad y motivo de la consulta, ofreciéndose una serie de opciones como fiebre, tos, vómitos, traumatismo, exantema, etc. que el paciente puede marcar y además explicar brevemente. Así mismo se le informa en dicha hoja, que el motivo de consulta y el estado general del paciente será evaluado por el profesional de pediatría, y la atención se realizará de forma inmediata en caso de tratarse de una urgencia. Por el contrario, en caso de ser una consulta ordinaria se demorará la asistencia, no dándole preferencia sobre el resto de usuarios que sí tienen cita previa. En el momento en el que el paciente hace entrega de la hoja de encuesta al personal de pediatría, éste evalúa el estado general del niño.
Quedan excluidas del estudio las urgencias que precisan atención inmediata, tales como episodios convulsivos, sepsis o accidentes graves.
Finalmente se realiza una breve encuesta al personal administrativo del centro de salud, compuesto por 4 profesionales.
RESULTADOS:
Durante estos 2 meses se recogen un total de 138 cuestionarios. Los motivos de consulta urgente fueron: fiebre 39´8%, tos 16´6%, traumatismos 8%, exantema 5´8%, vómitos o diarrea 5% y otros síntomas 23´1% (otalgia, odinofagia, secreción ocular etc.) (ver gráfico 1: motivos de consulta, al final del artículo). No hubo diferencias significativas en cuanto a sexo de los pacientes, el 48,5% fueron niños y el 45,6% niñas (ver gráfico 2: distribución por sexo, al final del artículo). Para el análisis de datos se organizó a los pacientes por rango de edad según la clasificación de la escuela anglosajona simplificada, en recién nacido para los menores de 28 días, lactante desde el mes de edad hasta los 2 años, pre-escolar de 2 a 6 años, escolar de 6 a 12 años y adolescente desde los 12 años en adelante, hallándose los siguientes resultados: los pre-escolares fueron los que más solicitaron cita urgente en un 33.6% de los casos, seguidos por los escolares 31.25%, lactantes 20.3%, adolescentes 12.5% y recién nacidos tan sólo en un 2.34% (ver gráfico 3: distribución por edades, al final del artículo).
En cuanto a los días de la semana, el día de mayor demanda de citas urgentes es el lunes, seguido en orden de frecuencia por el jueves, viernes, martes y miércoles (ver gráfico 4: distribución por días de la semana, al final del artículo). Analizando los datos según la hora de solicitud de la cita, hemos dividido la jornada en 3 rangos, sin tener en cuenta el día de prolongación de jornada que solamente corresponde a 2 días a la semana, de 8 a 11 horas acudieron el 18.75% de las citas urgentes, de 11 a 13 horas el 39.85% y de 13 a 15 horas el 41.4% (ver gráfico 5: distribución según franja horaria, al final del artículo). El tiempo medio de demora para la asistencia fue de 20 minutos, si bien algún día de saturación de asistencia la demora llegó hasta los 76 minutos, por el contrario en días de menor afluencia de pacientes la atención era inmediata. De los 138 pacientes que solicitaron cita urgente tan sólo a 5 se les derivó al servicio de urgencias hospitalarias para realización de alguna prueba complementaria, 1 para análisis sanguíneo, 1 para radiografía de tórax y 3 para radiografía ósea por traumatismos. También hubo 2 pacientes a los que se les derivó de forma programada a consultas hospitalarias de especialidades. Cabe destacar que el 27% de los cuestionarios estaban incompletos, bien porque les faltaban datos de filiación o bien porque el cuestionario no estaba contestado. No hubo ninguna queja o reclamación por parte de los usuarios por el hecho de tener que rellenar el cuestionario.
Durante este periodo quedó excluido del estudio un paciente que precisó atención inmediata por parte del equipo de pediatría hasta su derivación hospitalaria, mediante sistema de transporte sanitario, debido a un episodio de sepsis confirmado posteriormente con hemocultivo.
Al finalizar el estudio se realiza una breve encuesta al personal administrativo del centro de salud que unánimemente cree que en los últimos años ha habido un aumento de la demanda asistencial, que es necesario implantar algún sistema de triaje, y que entregar la hoja de encuesta a los pacientes que solicitan cita urgente no les ha afectado negativamente a su trabajo. La mitad de ellos sí considera que a los pacientes le molesta tener que rellenar tal formulario antes de ser atendidos.
CONCLUSIONES:
De nuestro trabajo podemos sacar las siguientes conclusiones:
- El sistema de triaje mediante cuestionarios resultaría efectivo si los pacientes rellenasen de forma adecuada toda la información solicitada, por lo que nos planteamos la modificación del formato de dicho cuestionario de forma que sea más visual, comprensible y esquemático para facilitar su cumplimentación.
- Deberíamos añadir una escala objetiva de gradación de la gravedad de cada cita solicitada como urgente para facilitar la estratificación de gravedad al profesional que realice el triaje.
- La mayoría de los pacientes que solicitan una consulta urgente lo hacen por patologías de escasa gravedad que no precisan derivación hospitalaria ni realización de pruebas complementarias, por lo que se debería trabajar a nivel de educación sanitaria a la población para que entendieran la importancia y trascendencia de solicitar una cita de este tipo.
- El motivo de consulta que más preocupa a los padres es la fiebre (casi un 40% de las citas urgentes), por lo que se debería instruir a los padres en el manejo de la misma y en la identificación de signos de alarma.
- El día de mayor demanda de citas urgentes corresponde a los lunes, probablemente debido a que el fin de semana no existe asistencia pediátrica a nivel de atención primaria.
- Durante la realización del estudio, los profesionales de pediatría sí han notado una disminución del nivel de ansiedad generado por la demanda urgente, ya que ahora tienen conocimiento del motivo de consulta y del estado general del paciente que está esperando a ser atendido.
BIBLIOGRAFÍA:
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