Inicio > Neurología > Formas de presentación de accidente cerebrovascular (ACV) en un Hospital de mediana complejidad > Página 4

Formas de presentación de accidente cerebrovascular (ACV) en un Hospital de mediana complejidad

necesidad de reforzar la prevención en etapas previas a las edades mencionadas, ya que según la literatura el riesgo de Accidente cerebrovascular se duplica cada década sucesiva a partir de los 55 años (19). El mayor predominio en el sexo masculino, de acuerdo a lo reportado por el trabajo de Lewington (20), es atribuible a la mayor frecuencia de aterosclerosis en el hombre y a la protección hormonal de la mujer en edad fértil.

En relación a los factores de riesgo, la hipertensión se presentó en la mayor frecuencia de pacientes (el 90%), sumado a que la etiología de la enfermedad vascular cerebral fue hipertensiva en dos tercios de la casuística hacen que los datos de este reporte sean consistentes con los hallazgos de otros autores en el plano internacional (21,22), quienes acuerdan en que la hipertensión arterial es el factor de riesgo principal en la producción de los accidentes cerebrovasculares. En lo que respecta al consumo de sustancias como alcohol y tabaco, también fue descrito por otros autores (23,24).

En otros estudios se ha planteado que deben considerarse con la misma importancia también aquellos factores de riesgo hereditarios que de forma secundaria pueden ser responsables de aumentar el riesgo de procesos cerebrovasculares, por caso la diabetes mellitus y la hipercolesterolemia (25-27). Todo esto indica que el control de los factores de riesgo constituye la piedra angular para emprender estrategias de intervención a nivel local y regional para disminuir la carga de enfermedad de las enfermedades vasculares en general, ya que en muchas regiones, en los últimos años se ha conseguido una reducción del 50% de la mortalidad por enfermedades vasculares, y de ellas, una buena parte se debe al creciente control de sus factores de riesgo, siendo de ellos el más importante la hipertensión arterial más importante, que conlleva al uso correcto del tratamiento medicamentoso, la modificación del estilo de vida, el control del peso corporal, la práctica de ejercicios físicos y la dieta saludable (28).

En relación a la etiología, la mayor frecuencia de los accidentes cerebrovasculares que se describen en este artículo, correspondieron a las formas isquémica, (hipertensiva). Cabe señalar que las causas de estos eventos cerebrales en adultos son diversas y, sin embargo se considera que a menor edad de afectación se requieren estudios diagnósticos mas minuciosos y extensos que los adultos mayores para determinar la causa subyacente a la enfermedad isquémica. Esta conducta resulta de sumamente importante, ya que muchas de las etiologías tienen tratamiento y su reconocimiento ofrece la oportunidad de modificar su riesgo específico como factor de recurrencia (29).

Los datos de algunos trabajos indican que aproximadamente el 20% de los eventos cerebrovasculares isquémicos en adultos de edades jóvenes son provocados por oclusión ateroesclerótica de las grandes arterias, un 25% por enfermedad oclusiva no ateroesclerótica, un 17% por cardioembolismo (destacándose el foramen oval permeable, el aneurisma septal atrial, la enfermedad reumática y la endocarditis), mientras que el resto son por diversos procesos vasculares o por consumo de sustancias (30-32).

En cuanto al cuadro clínico presentado por la casuística analizada en este estudio, las manifestaciones resultaron variadas, destacándose poca frecuencia de afectación del nivel de conciencia y coma, con mayor frecuencia de disartria, hemiparesia, hipertensión arterial, afectación de los pares craneales. Se sabe que todas las manifestaciones clínicas en su conjunto dependen fundamentalmente del tamaño del vaso ocluido, del estado de la circulación colateral y estado físico de la sangre, como lo señalan algunos autores (33-35).

La alta tasa de mortalidad asociada a las perturbaciones del nivel de conciencia está estrechamente relacionada con la extensión y la topografía de la lesión neurológica, de acuerdo a lo descripto por otros autores (36); sin embargo, factores extra-neurológicos, tales como el gasto cardiaco reducido y los trastornos metabólicos pueden contribuir o explicar el deterioro de la consciencia. A todo esto cabe señalar que en nuestro estudio, se produjo un solo óbito por accidente cerebrovascular. Se reconoce aquí que el análisis del nivel de conciencia después de dos o tres días de admisión tiene un alto valor predictivo en relación con el resultado clínico. La estrecha asociación entre el coma prolongado y profundo y el resultado después del accidente cerebrovascular ha sido sugerido por Gowers (37) ya en el año 1886, y más tarde fue confirmado por otros estudiosos (38,39), quienes encontraron una tasa de mortalidad del 44% después de 24 horas de coma, y de casi el 90% después de más de 48 horas de coma. Después de este período, la mayoría de los pacientes que siguen obnubilados o comatosos han sufrido lesiones neurológicas extensas.

Se sabe que la tomografía computada y la resonancia magnética son las herramientas más valiosas para el diagnóstico de la enfermedad cerebral (40), sin embargo al tratarse de un hospital de mediana complejidad se realizó en todos los casos únicamente tomografía. La tomografía permitió en forma rápida identificar no sólo signos precoces de isquemia y de presencia o no de hemorragia, sin embargo se reconoce la necesidad y la utilidad de contar con imágenes obtenidas por Resonancia Magnética (41).

Conclusión

En conclusión, el accidente cerebrovascular, en nuestro estudio predominó en personas menores de 70 años del sexo masculino y con antecedentes de hipertensión arterial. Las formas isquémicas (hipertensivas) fueron las que aparecieron con mayor frecuencia. Los principales antecedentes previos de los pacientes fueron la hipertensión arterial, el tabaquismo, el sedentarismo, la obesidad y las cardiopatías. Los síntomas la disartria, las hemiparesias, la hipertensión y la afección de los pares craneales.

A pesar de que en esta investigación no se demostró ninguna asociación estadística (dado que la cantidad de casos sólo se presta para un estudio de nivel descriptivo) en