COVID 19 o SARS COV-2. Descubriendo las secuelas del virus
Autor principal: Jaime Rodrigo Hinzpeter Cohen
XVI; nº 19; 931
COVID 19 or SARS COV-2. Discovering the aftermath of the virus
Fecha de recepción: 26/07/2021
Fecha de aceptación: 08/10/2021
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XVI. Número 19 – Primera quincena de Octubre de 2021 – Página inicial: Vol. XVI; nº 19; 931
Autores:
Jaime Rodrigo Hinzpeter Cohen.
Centro de Trabajo actual: Hospital Clínico Universidad de Chile, Facultad de Medicina.
Resumen:
El COVID-19 o SARS COV-2 declaró una pandemia por la OMS el 11 de marzo. A fines de diciembre, se habían reportado más de 80 millones de casos y más de un millón y medio de muertes en 191 países. Sabemos bastante sobre este virus a estas alturas, su bioquímica, su genética y cómo se transmite: principalmente a través del aire, a través de gotitas y aerosoles. El coronavirus ha afectado a un amplio abanico de pacientes, desde los asintomáticos hasta los pacientes muy graves que finalmente acaban muriendo. Este es un virus muy agresivo. Es un virus que está a la par de un mundo moderno pero complejo. Ni siquiera el escritor estadounidense Edgar Allan Poe podría haber imaginado tal status quo hoy.
Como vemos, además de la expansión geométrica y las variaciones en la estructura del virus (con más subtipos infecciosos en estudio), un tercer elemento está complicando el panorama: las secuelas en los pacientes que se han recuperado de la enfermedad. Una tríada a la que temer.
Secuelas como cambios en la morfología y función del cerebro, confusión, pérdida de memoria y alteraciones del comportamiento. En un principio se pensaba que el COVID 19 era una enfermedad respiratoria, pero a abril del año pasado ya sabíamos que no solo genera daño pulmonar (que ya es muy grave per se debido a la cascada de eventos inflamatorios que están ocurriendo). Generado cuando el virus invade macrófagos alveolares) pero también involucra a otros órganos y hoy abarca una multiplicidad de aspectos, sin mencionar el efecto potenciado que ocurre en pacientes con enfermedades crónicas preexistentes como la hipertensión y la diabetes.
Palabras clave: Covid-19, sars cov-2, bioquímica, genética, virus.
Abstract:
The COVID-19 or SARS COV-2 declared a pandemic by the WHO on March 11. By the end of December, more than 80 million cases and over a million and a half deaths in 191 countries had been reported. We know quite a bit about this virus by now, its biochemistry, its genetics, and how it is transmitted: mainly via the air, through droplets and aerosols. The coronavirus has affected a wide range of patients, ranging from those who are asymptomatic to very serious patients who finally end up dying. This is a very aggressive virus. It is a virus that is on par with a modern yet complex world. Not even the American writer Edgar Allan Poe could have imagined such a status quo today.
As we can see, in addition to the geometric expansion and variations in the structure of the virus (with more infectious subtypes under study), a third element is complicating the panorama: the sequelae in patients who have recovered from the disease. A triad to be feared.
Sequelae such as changes in brain morphology and function, confusion, memory loss, and behavioral disturbances. In the beginning, it was thought that COVID 19 was a respiratory disease, but as of April last year we already knew that it not only generates lung damage (which is already very serious per se due to the cascade of inflammatory events that are generated when the virus invades alveolar macrophages) but it also involves other organs and today encompasses a multiplicity of aspects, not to mention the enhanced effect that occurs in patients with pre-existing chronic diseases such as hypertension and diabetes.
Keywords: covid-19, sars cov-2, biochemistry, genetics, viruses.
El autor de este manuscrito declaran que he participado en su elaboración y no tengo conflictos de intereses
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS) https://cioms.ch/publications/product/pautas-eticas-internacionales-para-la-investigacion-relacionada-con-la-salud-con-seres-humanos/
El manuscrito es original y no contiene plagio
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
Han preservado las identidades de los pacientes.
Durante mucho tiempo, la “muerte roja” había devastado la comarca. Jamás peste alguna, fue tan fatal tan horrible (1)….”
Así empieza el relato LA MASCARARA DE LA MUERTE ROJA, escrito por EDGAR ALLAN POE. Aterrador ¿no? Y Dicen que la realidad supera la ficción (2).
La pandemia del COVID-19 o SARS COV-2, (declarada pandemia por la OMS el 11 de Marzo) azotó al planeta todo el año 2020. Y será sin duda protagonista del 2021. A finales de diciembre, se habían reportado más de 80 millones de casos y sobre el millón y medio de muertos en 191 países. Del virus ya sabemos bastante, su bioquímica, su genética, y como es su transmisión: Fundamentalmente vía aérea, a través de gotículas y aerosoles, esto último son gotas de saliva muy, muy pequeñas, que se expelen al hablar, cantar, gritar o toser y pueden permanecer en el aire más tiempo. Las gotas más espesas caen al suelo o permanecen en cubiertas y superficies .El investigador José Luis Jiménez (9) de la Universidad de Colorado y especialista en aerosoles, dice que por cada gotícula hay mil aerosoles y hace activo hincapié en la ventilación de los lugares cerrados y uso correcto de una mascarilla de calidad, junto con la distancia social y correcto lavado de manos.
El Coronavirus nos ha mostrado un gran abanico de pacientes desde aquellos asintomáticos hasta pacientes muy graves, que finalmente terminan muriendo. Este es un virus agresivo, (no una gripecita como la llamó una autoridad de Brasil), un virus a la altura de un mundo complejo, moderno, pero complejo. Ni el mismo escritor norteamericano Edgar Allan Poe podría haber imaginado semejante statu quo hoy.
Su expansión en el mundo ha sido rápida y progresiva, a finales de abril del pasado año, se reportaban 2, 5 millones de infectados en el mundo. Calcule el lector su progresión aritmética. Cuando ya hoy al terminar de escribir estas líneas el número de contagiados se acerca peligrosamente a la centena de millones.
Actualmente, la nueva arista, controversial y complicada, es aquella que dice relación con la mutación del virus. Unos hablan tajantemente de nueva cepa, otros son más cautos al hablar cambios en la secuencia genética que siguen el curso natural de las mutaciones de los virus. Sea como fuere lo anterior, se afirma que la “variante” es más infectante. La variante, en cuestión, fue identificada como la B.1.1.7 y se ha focalizado en Inglaterra, pero también en Dinamarca, España Australia y varios otros países (3) como parte de la segunda ola (tercera en el caso de países asiáticos) que irrumpió a fines del verano del hemisferio norte (mención también para la variante Sudafricana la de la cual se habla menos). El caso de Inglaterra muestra en la práctica que efectivamente la B.1.1.7 es más infectante (se evalúa por estos días su letalidad). Y haciendo una retrospectiva, meses atrás, la BBC news nos contaba que ya en septiembre del año pasado, se estaban prohibiendo reuniones de más de 6 personas en Gran Bretaña(8), medidas que fueron endureciéndose hasta culminar en cuarentenas muy estrictas para fin de año (y a pesar de ello siguió habiendo cifras muy altas de contagios diarios.)
Como vemos; a la expansión geométrica y variaciones de la estructura del virus (con subtipos más infectantes en seguimiento), le agregamos un tercer elemento que complica el panorama: Las secuelas en pacientes recuperados de la enfermedad. Una triada de temer.
Secuelas tales como, cambios en la morfología y función cerebral, confusión, pérdida de memoria, y alteraciones conductuales. Se pensó en sus inicios, que el COVID 19 era una enfermedad respiratoria, pero desde abril del año pasado ya sabemos que no solamente genera daño pulmonar (que ya per se es muy grave por la cascada de eventos inflamatorios que se generan al invadir el virus los macrófagos alveolares) sino que compromete otros órganos y hoy abarca multiplicidad de aspectos. Para que hablar del efecto potenciado que se produce en los pacientes con enfermedades crónicas prexistentes como hipertensión y diabetes. Un temible catalizador. Incluso, acelerando trastornos mentales posteriores (4). Siguiendo esta arista neurológica encontramos, un estudio de pacientes recuperados de un hospital de chicago (octubre2020) donde fue confirmada la presencia y permanencia de: dolor de cabeza, vértigo y anosmia; incluso reportes de cuadros aislados de casos sicóticos (5). El virus invade neuronas, y va degradando la capa de mielina. A partir de las consecuencias neurológicas del COVID 19 se ha acuñado el término de Neuroinvasión (7).
En uno de los cohortes publicado en enero de este año 2021 en The Lancet (14), se siguió desde junio a septiembre del 2020(13) a pacientes ya dados de alta. Y arrojó gran porcentaje la presencia de secuelas como fatiga y debilidad muscular, seguido de insomnio y depresión. Queda aún mucho por estudiar, en relación a estos y otros síndromes y enfermedades mentales en desarrollo. The lancet Psiquiatric en una publicación de la agencia Reuters nos decía en noviembre que el 20% de los infectados por COVID 19 desarrollarán trastornos siquiátricos en los 90 días posteriores (10).
Cuando partí escribiendo artículos sobre el tema pandemia(6); primero una breve reseña histórica de la peste negra y la gripe española; seguida luego de una reflexión en medio del túnel (un túnel que se ha hecho más largo) me imaginé escribiendo una tercera editorial sobre el fin de la pandemia. Pero no. No estamos cerca del fin. Pero…
Por fin…. ¡Llegó la vacuna!
En su elaboración se embarcaron varias grandes compañías farmacéuticas (11), entre las cuales destacaban a mediados del año 2020, Moderna y Pfizer; y culminó con victoria para Pfizer, en donde la FDA (12), en el mes de diciembre, autorizó su uso de emergencia para la prevención del Covid-19 en mayores de 16 años. No obstante en enero del 2021, ya tenemos varias vacunas aprobadas de otros laboratorios, no sólo Pfizer, sino también Moderna., Oxford-Astrazeneca y la llamada Sputnik V o vacuna de la federación Rusa (estas dos últimas con secuencia viral modificada, Pfizer y Moderna ocupan ARN) La competencia por pasar las fases respectivas no ha estado exenta de reveses ni polémicas, como tampoco de dudas, como la que dice relación si acaso las mutaciones del virus les permitirán a las vacunas aprobadas seguir siendo efectivas. Hasta ahora al menos, las voces autorizadas, manifiestan que sí, que las vacunas siguen, y seguirán siendo efectivas (salvo que emerja una nueva cepa, con todas sus letras, que sea una especie de némesis de la secuencia del virus actual).
Mención aparte merecen la aparición de grupos antisistema y anti vacunas, que han hecho una arremetida con fake news y teorías conspirativas. No obstante ellos, sabemos que la luz de esperanza para contener el avance de este virus, se llama vacuna. Qué duda cabe que las vacunas han salvado millones de vidas y forman parte de la historia colectiva del progreso de la humanidad y como dicen muy bien los investigadores de John Hopkins, Gigi Kwik Grovall y Rachel West: “históricamente la inmunidad de rebaño se ha logrado sólo mediante el uso de vacunas”. Una flamante verdad que los detractores parecen ignorar.
En el cuento del gran escritor norteamericano, no había vacuna desde luego, como tampoco había solidaridad, el Príncipe y sus amigos, se aislaron tras los muros de la abadía con abundante comida y bebida, sin importarles la suerte de sus coterráneos, pero claro está, esto no fue impedimento para que la muerte roja se colara entre sus muros y desencadenara los desgraciados hechos del final del relato. El 2020 fue un año generoso en concebir literatura científica, traducida en libros e investigaciones, también en testimonios y relatos de diversa índole relacionado con la pandemia. Quizás si Allan Poe se basó para su relato la muerte roja en la epidemia de cólera que surgió en Baltimore en 1842.
La realidad supera a la ficción, sin duda, y creo que a nosotros superaremos esta realidad, esta dura prueba, equilibrando la difícil triada que mencioné párrafos más arriba. Algunos son más optimistas con los tiempos y hablan de derrotar a la pandemia en tiempo record, lo cierto que acotar los tiempos resulta aventurado. Por el momento la pandemia como dije, es y será protagonista este 2021, y yo, como otros colegas del área de la salud le damos la bienvenida a la vacunación.
BIBLIOGRAFIA.
1.- CUENTOS COMPLETOS –EDGAR ALLAN POE. Ed penguin clásicos .2020
2.- Resumiendolo.com/terror-Resumen y análisis. ANÁLISIS CUENTO LA MASCARA DE LA MUERTE ROJA.
3.- GISAID.ORG/DICIEMBRE REVISTA GISAID digital. Reino unido informa de una nueva variante (Diciembre 2020).
4.- DESERET NEWS.COM / Brian fog is the latest COVID-19 symptom. October 19-2020 by Herb Scribner.
5.-DW.com (DEUTSCHE WELLE). En Español. Dialogo pandémico: Covid 19 puede causar graves daños cerebrales… (9 de julio 2020).
6.- PANDEMIA. CRISTINA MARTIN JIMENEZ. ED.PLANETA 2020
7.- THE CONVERSATION.COM. Neuroinvasión del SARS COV -2 (o Covid 19): Consecuencias a largo plazo.
8.- BBC.COM/news-Septiembre 2020. Restricciones en el reino unido por Covid 19.
9.-José Luis Jiménez- Científico. University of Colorado Boulder. Experto en aerosoles.
10.- Reportaje agencia Reuters. (Londres) Uno de cada 5 pacientes Covid 19 desarrolla enfermedad mental en un plazo de 90 días-by Kate J. 9 noviembre 2020.
11.- WHO.COM /Farmacéuticas-diagrama.
12.- FindDX.org (centro colaborador de la OMS. Organización mundial sin fines de lucro)
13. The Lancet. Yiping Lu MD; Et al. Cambios en la microestructura del cerebro en pacientes Covid 19. 3 agosto 2020
14.-The Lancet. Chaoling Huang MD; Et al. Consecuencias de seis meses de Covid 19 en pacientes dados de alta. 8 enero 2021