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Cuidados básicos de Enfermería de pacientes en Unidades de Cuidados Intensivos

Cuidados básicos de Enfermería de pacientes en Unidades de Cuidados Intensivos

RESUMEN:

El servicio de Uci es considerado uno de los servicios hospitalarios más complejos. Esta complejidad se debe a que los pacientes presentan patologías de una gravedad importante y precisan cuidados muy específicos en base a estas patologías. A pesar de esta complejidad de la que hablamos, en este trabajo me he querido centrar en la importancia que los cuidados básicos de Enfermería tienen a la hora de abordar este tipo de pacientes y como son realizados por el equipo multidisciplinar.

Isabel Madrona Elena

Puesto: Due en Centro de Salud de Calaceite, Teruel

PALABRAS CLAVE: bienestar, organización, cuidados.

INTRODUCCIÓN:

La uci es un área del hospital donde atendemos a aquellos pacientes cuyo estado de salud es grave o pueden presentar complicaciones que requieren de una actuación inmediata. Aunque las UCIs pueden variar mucho en forma, organización, protocolos, etc de un hospital a otro, es cierto que todas ellas reúnen unas características comunes: son espacios destinados al cuidado de pacientes en estado crítico, con personal muy cualificado y especializado y con recursos materiales altamente tecnológicos.

En la UCI se llevan cabo intervenciones para manejar situaciones fisiológicas tan delicadas que comprometen la vida del paciente. Dos de estas intervenciones son pilares de la unidad: los cuidados críticos de Enfermería y la monitorización del estado del paciente.

En este servicio, los profesionales de Enfermería son la principal fuente de asistencia a los pacientes durante su estancia. Es el personal que más tiempo pasa junto al paciente y proporciona al paciente tanto cuidados más especializados como la colaboración en cuidados básicos de Enfermería recordemos que éstos últimos se consideran la base de nuestra profesión.

La metodología utilizada para ofrecer estos cuidados debe estar basada en los avances tecnológicos, en ética y evidencia científica y nunca debemos perder la visión holística del cuidado, permaneciendo alerta a las necesidades fisiológicas, psicológicas y sociales del paciente como un ser integral.

Las funciones básicas de Enfermería son a nivel general: Gestión, asistencial, docencia e investigadora. En las Ucis concretamente, estás funciones vendrían referidas de la siguiente manera:

– Función de gestión: permite “gestionar los recursos asistenciales (materiales, humanos y financieros) con criterios de eficiencia y calidad”.

– Función asistencial: se da en el 100% de los enfermeros de cuidados críticos y que proporciona el cuidado oportuno, integral e individualizado a través de la aplicación de la metodología enfermera (proceso de atención de Enfermería).

– Función de docencia: se desdobla en educación al paciente y educación al equipo. La formación de los futuros profesionales de Enfermería debe ser también un objetivo para la Enfermería de cuidados críticos, ya que por esa formación pasa la calidad y excelencia aquéllos que desarrollarán en un tiempo su labor en nuestras unidades.

– Función de investigación: como elemento fundamental de la ciencia enfermera que permite generar conocimiento para la aplicar en la práctica y tomar nuevos problemas que surjan de esa práctica para investigar.

Por último, a hora de afrontar los cuidados en la Unidad de Cuidados Intensivos, podemos valernos del modelo que más nos interese (ó el protocolizado por la unidad en caso de estar ya establecido). Entre los más aceptados destaca V. Henderson y su Teoría de las Necesidades.

DESARROLLO:

CUIDADOS BÁSICOS DEL PACIENTE EN UCI

Como cualquier paciente hospitalizado, el paciente crítico necesita también cuidados diarios encaminados a satisfacer las necesidades básicas alteradas por su estado patológico. No obstante, partiendo de la situación de compromiso vital, los cuidados de nuestro paciente crítico se regirán bajo los criterios de prioridad, continuidad y sistematización.

Además, una correcta organización de dichos cuidados implica asignarlos a un turno específico (mañana, tarde, noche) y supone tener en cuenta las peculiaridades implícitas en los cuidados a pacientes según su patología y área de ingreso (UCI coronaria, UCI polivalente, UCI pediátrica…).

Cuidados diarios:

Entre los cuidados generales del paciente crítico a realizar en todos los turnos encontramos:

  • Participar del relevo de Enfermería para conocer la evolución de nuestro paciente durante las últimas 24 horas, con especial interés en la realidad inmediata (el último turno).
  • Aplicar los cuidados planificados para nuestro paciente.
  • Aplicar el tratamiento médico prescrito y colaborar con el médico en procedimientos diagnósticos y terapéuticos.
  • Cumplimentar los registros de Enfermería de la unidad: gráfica, plan de cuidados, hoja de evolución, etc.
  • Controlar y registrar las constantes vitales.
  • Actuar ante situaciones de amenaza vital inmediata.
  • Controlar la nutrición del paciente: tolerancia, tipo de dieta, sensación de apetito.
  • Dar respuesta adecuada a las demandas del paciente y de la familia y asegurar que disponen de los recursos para hacérnoslas llegar.
  • Movilizar al paciente de forma segura cuando así esté indicado (cambios posturales, levantar al sillón…)
  • Asegurar una correcta higiene del paciente, especialmente ante y después de las comidas (manos, boca…) y siempre que la circunstancia lo requiera (diarrea, vómitos, diaforesis…)
  • Asegurar el correcto cumplimiento de las medidas de aislamiento por parte del personal, del paciente y de los familiares.

Para desarrollar este punto más ampliamente, me voy a basar unos puntos importantes como son la higiene, cuidados del entorno y la movilización.

Higiene del paciente:

Al realizar la higiene del paciente perseguimos varios objetivos. Obviamente, la higiene permite eliminar secreciones y excreciones corporales reduciendo el número de microorganismos patógenos transitorios y, por consiguiente, el riesgo de infección. Pero además, la higiene favorece el bienestar del paciente, mejorando su autoimagen y autoestima y el estado de confort del que hablábamos al inicio de la lección. Al realizar la higiene del paciente crítico deberemos partir de la capacidad de autocuidado del mismo, estimulando siempre su independencia y supliendo sólo aquellas funciones en las que el paciente es dependiente.

  • La higiene completa se realizará al menos una vez al día y tantas veces como sea necesario. En ella colaborará todo el equipo de Enfermería responsable de ese paciente (enfermeras y técnicos en cuidados auxiliares en Enfermería) con la colaboración del celador/es.
  • Antes de iniciar la higiene, la enfermera se informará del estado del paciente y de todas aquellas particularidades del mismo que deban ser tenidas en cuenta durante la técnica (paciente con PIC elevada, politraumatizado, postoperatorio cardiaco, arritmias, etc.)
  • Durante la higiene del paciente encamado, la enfermera se encargará especialmente de la correcta movilización y manipulación del mismo, prestando especial interés a la protección de vías, drenajes, tubuladuras, apósitos, etc.
  • En caso de higiene y movilización de pacientes intubados, la enfermera mantendrá durante todo el proceso de movilización la fijación manual del tubo endotraqueal para evitar su desplazamiento accidental. Ante cualquier alarma del respirador, se parará el proceso de higiene y se resolverá la situación que ha provocado dicha alarma (aspiración de secreciones, desconexión accidental, falta de sedación y/o relajación…)

(continúa en la siguiente página)