Cuidados de enfermería en el acto de vacunación. Calendario vacunal infantil en Aragón
Autora principal: María Armengod Burillo
Vol. XVII; nº 20; 825
Nursing care in the act of vaccination. Childhood vaccination calendar in Aragon
Fecha de recepción: 08/09/2022
Fecha de aceptación: 18/10/2022
Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XVII. Número 20 Segunda quincena de Octubre de 2022 – Página inicial: Vol. XVII; nº 20; 825
AUTOR PRINCIPAL:
- María Armengod Burillo. Graduada en Enfermería. Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España.
COAUTORES:
- Andrea Mañas Andrés. Graduada en Enfermería. Centro de Salud José Ramón Muñoz Fernández, Zaragoza, España.
- Borja Paz Ramos. Graduado en Enfermería. Centro de Salud Fernando el Católico, Zaragoza, España.
- David Corzán López. Graduado en Enfermería. Centro de Salud Fernando el Católico, Zaragoza, España.
- Miguel Oros Gascón. Graduado en Trabajo Social. Zaragoza, España.
- Celia Pastor Giménez. Graduada en Enfermería. Centro de Salud Fernando el Católico, Zaragoza, España.
- Coral Orruño Cebollada. Graduada en Enfermería. Centro de Salud Fernando el Católico, Zaragoza, España.
Los autores de este manuscrito declaran que: Todos ellos han participado en su elaboración y no tienen conflictos de intereses
La investigación se ha realizado siguiendo las Pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El manuscrito es original y no contiene plagio.
El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.
Han obtenido los permisos necesarios para las imágenes y gráficos utilizados.
Han preservado las identidades de los pacientes.
RESUMEN
El proceso de vacunación constituye una de las intervenciones sanitarias de salud pública más importantes que ha logrado salvar la vida de millones de personas a lo largo de la historia y, quizá, sea la única actuación farmacológica efectiva frente a las enfermedades infecciosas causadas por virus. Pero la vacunación es un proceso largo y complejo, compuesto de numerosas fases, en las que es necesario ser extremadamente estricto y organizado en el desarrollo de todas ellas para obtener los resultados idóneos y evitar ciertos errores.
Para el desarrollo de esta fase de la vacunación es preciso disponer de conocimientos y competencias tanto en lo relacionado con las vacunas, como en lo que respecta a la salud del paciente. Es por ello que los profesionales de enfermería son el mayor referente para la implementación de la vacunación mediante el acto vacunal.
PALABRAS CLAVE: Vacunas, inmunología, calendario, enfermería
ABSTRACT
The vaccination process is one of the most important public health interventions that has managed to save the lives of millions of people throughout history and, perhaps, is the only effective pharmacological action against infectious diseases caused by viruses. But vaccination is a long and complex process, made up of numerous phases, in which it is necessary to be extremely strict and organized in the development of all of them to obtain the ideal results and avoid certain mistakes.
For the development of this phase of vaccination it is necessary to have knowledge and skills both in relation to vaccines and in relation to the health of the patient. That is why nursing professionals are the main reference for the implementation of vaccination through the vaccination act.
KEYWORDS: Vaccines, immunology, calendar, nursing
CONCEPTO DE VACUNA Y RESPUESTA INMUNOLÓGICA
Una vacuna es una suspensión de microorganismos vivos, atenuados o inactivados, que se administra para producir una infección similar a la infección natural pero sin peligro para el que la recibe, con el objetivo de producir una respuesta inmunitaria que le proteja frente a posteriores contactos con el microorganismo del que se le ha vacunado (1).
Las vacunas son altamente efectivas en prevenir enfermedades infecciosas a través del desarrollo de una respuesta inmune protectora, sin desarrollar la propia enfermedad. El objetivo principal de la vacunación es lograr que los pacientes inoculados tengan una respuesta inmune protectora. A su vez, si dicha protección se extiende a personas no vacunadas se habla de inmunidad de grupo o de rebaño (1, 2).
El mecanismo de respuesta inmunológica subyacente consta de tres fases principales (2):
- Fase 1: En primer lugar, lograr una respuesta innata que posteriormente estimule el desarrollo de una respuesta inmune adaptativa específica.
- Fase 2: En segundo lugar, favorecer la existencia de un amplio repertorio de anticuerpos capaces de reconocer y eliminar los patógenos incluidos en la vacuna.
- Fase 3: Por último, el sistema inmune logra establecer una memoria inmunológica que se reactivan frente a un segundo encuentro con el patógeno combatiéndolo.
TIPOS DE VACUNAS (2, 3)
Existen numerosas clasificaciones de las vacunas, según se atienda a diferentes aspectos de su composición (víricas, bacterianas), síntesis (purificación de antígenos, recombinantes, por vacunología inversa) o naturaleza (atenuadas, inactivadas). La más sencilla y práctica es la que las divide simplemente en vivas o atenuadas y muertas o inactivadas, pero de una forma más precisa, pueden clasificarse como:
- Vacunas atenuadas:
Contienen patógenos debilitados, alterados o seleccionados para ser menos virulentos.
- Vacunas no vivas o inactivadas:
No contienen ninguna partícula viva o infecciosa. Pueden estar compuestas de patógenos enteros inactivados o sólo parte de ellos, como proteínas o polisacáridos, lo que se conoce como vacunas de subunidades. Estas subunidades pueden ser proteínas, toxoides, polisacáridas o polisacáridas conjugadas.
- Vacunas vivas atenuadas:
Son vacunas que contienen patógenos que han sido debilitados, alterados o seleccionados como menos virulentos que el patógeno “salvaje”. Esto permite que no sean capaces de causar la enfermedad frente a la que quieren inducir respuesta protectora o, en su defecto, producirla en una forma leve. Generalmente son vacunas contra virus, puesto que ellos se componen de menos genes y así el proceso de “atenuación” es más confiable. El efecto adverso más relevante de las vacunas vivas atenuadas es que, de forma muy infrecuente, puede tener lugar la enfermedad con ellas, aunque de forma más leve. En este contexto, están contraindicadas en embarazadas, por el riesgo teórico de transmisión del agente infeccioso al feto y la consiguiente enfermedad congénita. Un ejemplo de este grupo de vacunas es la conocida vacuna triple vírica (sarampión, rubéola y parotiditis).
- Vacunas no vivas:
Pueden componerse por medio del patógeno completo inactivado o estar hechas en base a subunidades del mismo. Todas ellas tienen la ventaja de que no son capaces de causar la enfermedad y tampoco pueden reactivarse. Por tanto, son más seguras y son las que pueden usarse en individuos inmunosuprimidos. Sin embargo, su inmunogenicidad y la duración de la protección que confieren tiende a ser menor que la que otorgan las vacunas vivas.
CONCEPTO DE ACTO DE VACUNACIÓN
Por otra parte, se define como acto vacunal al conjunto de procesos, protocolos y técnicas que se aplican desde el momento en que el paciente demanda al sistema sanitario dicha actuación, hasta el momento en que se ha completado esta vacunación. Por lo tanto, no se ciñe exclusivamente al hecho de administrar el preparado, sino que comprende una serie de procesos diferenciados y cuyo principal representante es el personal de enfermería (4).
- ANTES DEL ACTO DE VACUNACIÓN
Antes de iniciar el acto de vacunación, los profesionales sanitarios deben identificar a quién se va a vacunar, comprobar su registro de vacunaciones dentro de su historia clínica y confirmar que son correctos (4).
- Preparación de material: cadena de frío.
Se conoce como cadena de frío al proceso de distribución, transporte, manipulación, conservación y almacenamiento de las vacunas, en condiciones óptimas de luz y temperatura, garantizando en todo momento la inmunogenicidad y la eficacia protectora de las mismas. Debe comprobarse que los requisitos exigidos para garantizar la conservación y manipulación de las vacunas se han cumplido en tiempo y forma. Dentro de los métodos más comunes para llevar a cabo un control idóneo de la temperatura, destacamos el uso del termómetro digital, el cual, debe permanecer en el interior de las neveras donde se almacenen las vacunas. Este tipo de termómetro permite conocer una doble lectura de la temperatura del frigorífico. Por un lado, mide la temperatura actual del exterior e interior y por otro la temperatura máxima y mínima alcanzada desde la última medición. Es muy importante resetear el termómetro una vez anotadas las mediciones del día. Ambas mediciones se deben anotar en una gráfica u hoja de control mensual (4).
- Anamnesis.
A pesar de que la seguridad de las vacunas es elevada, el profesional de enfermería debe realizar una anamnesis previa con el fin de conocer las precauciones, contraindicaciones y diversas situaciones especiales que puedan tener cabida en el proceso de preparación del acto vacunal. De vital importancia es, a su vez, mantener un registro adecuado del paciente para conocer su situación vacunal. Por medio de todas estas acciones conseguimos evitar administrar dosis innecesarias, conocer los efectos adversos a dosis previas, comprobar si se tienen que administrar otras vacunas y, en caso afirmativo, elaborar un esquema de vacunación alternativo (5).
- La importancia de informar.
Antes de proceder al acto de administrar la vacuna, hay que informar al paciente o a los padres de este en caso de ser menor de edad sobre una serie de aspectos importantes. El personal sanitario debe informar acerca del tipo de vacuna que está a punto de administrar, las enfermedades contra las que protege, sus efectos secundarios, cómo actuar si aparecen y potenciales beneficios, vía de administración de la vacuna. Una vez informados, se solicita el consentimiento para la vacunación y registrarlo en la historia clínica del paciente. En el caso de pacientes menores de edad o que presentan un determinado grado de incapacidad, el consentimiento será otorgado por sus padres o tutor legal del paciente (5).
- Preparación del material y preparación de la vacuna.
El profesional enfermero encargado de administrar posteriormente la vacuna, debe ser el mismo que organice y compruebe previamente el material a emplear. Dentro del material a utilizar hay que destacar el uso de guantes, agujas de bioseguridad, apósitos, antiséptico (Clorhexidina) y un contenedor de residuos cortopunzantes y material biológico (4, 5).
A continuación, hay que comprobar que se tiene disponibilidad de las vacunas a inocular y que estas se encuentran dentro de sus envases originales y en buen estado. Al mismo tiempo, es necesario comprobar e identificar si la vacuna corresponde a la que se va a administrar y su fecha de caducidad. Es recomendable sacar las vacunas del refrigerador 10 minutos antes de su administración para que esta no esté muy fría, de esta manera se evita el dolor al inyectarla. Finalmente, se comprobará el estado de la vacuna, asegurándose de que no se observan partículas de suspensión en el líquido de inyección (5).
- ¿CÓMO SE DESARROLLA EL ACTO DE VACUNACIÓN?
- Vía de administración.
En primer lugar, un aspecto primordial es escoger la vía de administración de la vacuna. La vía a utilizar viene marcada por la capacidad de inmunogenicidad y la reactogenicidad de cada vacuna. Es en la ficha técnica donde se encuentra la recomendación del fabricante de la vacuna. Una vez finalizada la etapa previa al proceso de vacunación y tras haber comprobado que la piel del paciente está limpia y libre de lesiones, se escoge la vía de administración en función de la edad del paciente y la zona anatómica. Las vacunas que se administren por vía intramuscular se inyectarán en el músculo vasto externo en aquellos pacientes menores de doce años y en el músculo deltoides en pacientes mayores de doce años. En el caso de que la vía de administración sea la subcutánea, la vacuna se administrará en el deltoides o en la cara externa del tríceps. En los pacientes menores de 12 años, puede emplearse en la misma zona que se emplearía para la vía intramuscular (5).
- Higiene y seguridad (5).
- Se debe utilizar agujas con mecanismos de protección, que sean estériles y de un solo uso, para evitar pinchazos accidentales tanto al profesional sanitario como al propio paciente.
- El profesional enfermero tiene que realizar un lavado previo de manos con agua y jabón o con solución hidroalcohólica. Posteriormente, se colocará los guantes.
- Limpiar la piel con una gasa impregnada en suero fisiológico o clorhexidina y dejar secar. No emplear alcohol para desinfectar la piel, su uso podría inactivar las vacunas vivas.
- Tras inocular la vacuna, eliminar inmediatamente el conjunto de jeringa y aguja dentro del contenedor de residuos. Es de vital importancia no reencapuchar nunca la aguja una vez usada.
- Al finalizar, retirar los guantes y volver a realizar un nuevo lavado de manos.
- Administración de la vacuna.
Una vez que la piel ya está preparada y desinfectada, se introduce la aguja e inyectar rápidamente. No es necesario hacer un aspirado antes de la inyección, pues en las zonas recomendadas, los vasos no tienen el calibre suficiente como para introducir la aguja en ellos. No obstante, si se decide aspirar y aparece sangre, retirar la aguja lo suficiente como para cambiar de plano y repetir la inyección en otra zona. Una vez inoculado todo el contenido, se retira la aguja y se presiona como una gasa en la zona, sin masajearla. Finalmente, se cubre con un apósito limpio (5).
En el caso de los pacientes pediátricos, los padres pueden ayudar con la aplicación segura de las vacunas sosteniendo firmemente a sus hijos cuando se apliquen inyecciones. El abrazo de un padre durante la vacunación ofrece muchos beneficios. Al sostenerlo con un agrazo reconfortante, se previene que el niño mueva las piernas o los brazos durante la inoculación, evita que los niños se asusten, estimula el instinto de proteger y permite al profesional sanitario tener un control firme de la extremidad y del lugar de la inyección (4, 5).
- Técnicas de administración de vacunas (5).
- Técnica de administración intramuscular: Para esta técnica se debe introducir la aguja en un ángulo de 90º. Una inyección rápida, sin aspiración, puede resultar menos dolorosa. Se recomiendan dos tipos de prácticas:
- Técnica del aplanado: Consiste en aplanar la piel y el tejido subcutáneo en el lugar de la inyección mediante un movimiento de separación entre el dedo pulgar e índice, al tiempo que se ejerce presión. Esta es la técnica recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
- Técnica del pellizco: Consiste en coger el músculo entre los dedos índice y pulgar de la mano libre.
- Técnica de administración subcutánea: Se utiliza la técnica del pellizco, intentado separar la piel y el tejido celular subcutáneo del músculo. Para esta técnica se debe introducir la aguja en un ángulo de 45º.
- Técnica de administración intradérmica: No se utiliza prácticamente en vacunas en nuestro país, pues tan solo se utilizaría para la vacunación BCG. Se debe administrar con el bisel de la aguja hacia arriba, con una inclinación de 15º con respecto a la piel, para provocar la aparición de una pequeña pápula.
- Técnica de administración oral: Las vacunas de administración oral no deben atemperarse, sino administrarse inmediatamente después de sacarla del frigorífico. Para su administración, se colocará al lactante en posición de decúbito supino, ligeramente incorporado. El líquido se debe administrar hacia los lados de la boca para evitar atragantamientos. En la administración de la vacuna frente al rotavirus donde se produzca una regurgitación, no es necesario repetir la dosis.
- DESPUÉS DEL ACTO DE VACUNACIÓN
- Eliminación del material.
La eliminación de residuos constituye uno de los puntos importantes de la gestión del riesgo biológico en los centros sanitarios. Las vacunas vivas atenuadas son clasificadas dentro del Grupo III como residuos sanitarios específicos y por sus características y grado de contaminación biológica, requieren un tratamiento específico y diferenciado de los residuos municipales, tanto dentro como fuera del centro sanitario. Asimismo, las agujas y jeringas utilizadas en la administración, como material biopeligroso, seguirán el mismo tratamiento (5).
- Cuidados inmediatos (5).
- Registrar la vacunación en el registro vacunal comunitario y en la cartilla individual.
- Informar y programar cuándo debe volver para una nueva vacunación.
- Recomendar que permanezca, al menos, 30 minutos en observación en la sala de espera, para detectar posibles reacciones adversas inmediatas.
- El profesional sanitario debe reinformar a los padres o a los pacientes vacunados sobre las posibles reacciones adversas y la actuación ante ellas.
REACCIONES ADVERSAS. ANAFILAXIA.
Las reacciones vacunales pueden clasificarse, en función de su extensión, en locales y sistémicas. Las reacciones locales se caracterizan por dolor, tumefacción y enrojecimiento en el lugar de la punción. Son las más frecuentes, presentándose durante las primeras 48 horas tras la vacunación, y pueden variar de intensidad de forma individual. Ceden espontáneamente en 1 o 2 días. Las reacciones locales más comunes son; dolor, enrojecimiento, edema e induración, nódulo en el punto de la administración vacunal y linfadenitis regional. Por otra parte, respecto a las reacciones vacunales sistémicas, son menos comunes. Entre ellas se destaca; fiebre, irritabilidad, cefalea, astenia y malestar general, dolor muscular, exantema generalizado, artralgias, adenopatías y vómitos. Por otro lado, existen las reacciones adversas neurológicas, como son; la parálisis aguda flácida posvacunal, síndrome de Guillan Barré (SGB), meningitis, parálisis facial, encefalopatías o convulsiones (6).
Finalmente, a la hora de administrar una vacuna, una de las reacciones más graves a las que un profesional de la salud puede enfrentarse es la reacción anafiláctica. La anafilaxia es una reacción alérgica aguda y sistémica que puede poner en riesgo la vida y se asocia con distintos mecanismos inmunológicos, factores desencadenantes y manifestaciones clínicas. Todas las inmunizaciones tienen el potencial de desencadenar una anafilaxia, aunque es un evento muy poco frecuente. No obstante, a diferencia de lo que sucede con los medicamentos, es poco frecuente que el principio activo sea el desencadenante de la reacción anafiláctica. Por ende, es más común que estas reacciones se deban a excipientes, por ejemplo; adyuvantes, conservadores, sustancias residuales del medio de cultivo o látex. A la hora de actuar frente a un cuadro clínico de anafilaxia, el primer paso es identificar el cuadro de anafilaxia. Posteriormente, se debe llevar a cabo una historia clínica exhaustiva y analizar la causalidad del cuadro clínico. Posteriormente, se administrará el tratamiento estrella en los casos de reacción anafiláctica; la adrenalina. Esta se administrará vía intramuscular con una proporción de 0,3-0,5 mL 1:1000 en adultos y 0,1 mL por cada 10kg de peso en el paciente pediátrico (7).
CALENDARIO VACUNAL INFANTIL EN ARAGÓN (Anexo 1)
- Vacuna Hepatitis B
La vacuna contra la hepatitis B es una vacuna inactivada no viva, disponible en preparado individual que se administra tanto a los pacientes recién nacidos como a los adultos. También la encontramos como componente formando parte de vacunas combinadas, que son las que se emplean en el calendario vacunal infantil (Hexyon, Infantix Hexa). Este es el caso de la vacuna hexavalente que, en el calendario vacunal infantil, se administra a los 2, 4 y 11 meses de edad. En Aragón, se le administrará al recién nacido una sola dosis de la vacuna contra la hepatitis B, junto con una inmunoglobulina concreta, en aquellos casos donde las madres sean portadoras de AgHBs o sin seguimiento serológico previo (8).
- Vacuna Hexavalente
Es una vacuna combinada. Reúne, en un único inyectable, 6 vacunas distintas. La vacuna hexavalente que, en el calendario vacunal infantil, se administra a los 2, 4 y 11 meses de edad (Hexyon, Infantix Hexa) (8).
- Vacuna Neumococo
Las vacunas actuales están preparadas para que sean eficaces también en niños menores de 2 años, que son los más vulnerables. Disponemos en la actualidad de 2 vacunas: una que protege frente a 10 serotipos (Prevenar 13) y otra que lo hace frente a 13 serotipos (Prevenar 23). La vacuna de 10 serotipos se administra a niños menores de 5 años y la de 13 en adultos. La vacuna contra el neumococo que, en el calendario vacunal infantil, se administra a los 2, 4 y 11 meses de edad. En Aragón, se administrará una dosis adicional a los 6 meses en aquellos niños que presenten factores de riesgo (9).
- Vacuna Meningococo C
El meningococo es una bacteria que produce infecciones graves, sobre todo meningitis y sepsis que pueden provocar importantes secuelas e incluso la muerte de la persona afectada. La infección se puede tratar con antibióticos, sin embargo, la mejor arma para su prevención es la vacunación. En la actualidad, existen varios serogrupos de meningococos y cada familia de este germen necesita de una vacuna específica. Los más importantes son los serogrupos A, B, C, W, X e Y. La más extendida en los calendarios europeos es la del meningococo C (Neisvac C), que en España está incluida en el calendario infantil financiado. En Aragón, se administra dos dosis dentro del calendario de vacunación infantil, a los 2 y 4 meses de edad (10).
- Vacuna Meningococo B
Actualmente disponemos de dos vacunas específicas para prevenir la meningitis B: Bexsero y Trumenba. La vacunación no está financiada por el Sistema Nacional de Salud, salvo para algunas personas inmunodeprimidas, también para quienes hayan padecido una enfermedad meningocócica anteriormente y en caso de brotes. La pauta de la vacuna Bexsero dentro de la CCAA de Aragón es a los 3, 5 y 13 meses. De esta forma, se evita añadir una vacuna más a todas las que ya se administran a los 2 y 4 meses. En el caso de Trumenba, esta se administra a partir de los 10 años de edad con dos dosis separadas 6 meses entre ellas (11).
- Vacuna Meningococo A+C+W+Y
Hay vacunas antimeningocócicas que contienen 4 componentes: A, C, W e Y (Nimenrix), que se están incorporando en los calendarios europeos y que además pueden resultar recomendables individualmente en determinados viajes internacionales y en la adolescencia, especialmente a partir de los 12 años. En el calendario vacunal infantil en Aragón, se administrará una dosis de la vacuna a los 12 años.
- Vacuna Triple Vírica
Se trata de una vacuna de virus vivos, contiene tres virus diferentes contra los que hacer frente (sarampión, rubéola y parotiditis) y, como tal, es la única que se administra vía subcutánea dentro del calendario de vacunaciones infantiles. En Aragón, la pauta consiste en administrar dos dosis de vacuna del sarampión, rubéola, y parotiditis (triple vírica); la 1.ª a los 12 meses y la 2ª a los 3 años de edad. Esta segunda dosis se aplica en forma de vacuna tetravírica (triple vírica + varicela) (13).
- Vacuna Varicela
Se trata de una vacuna de virus vivos y, como tal, es la única que se administra vía subcutánea dentro del calendario de vacunaciones infantiles, junto con la vacuna triple vírica. En Aragón, la pauta consiste en administrar una dosis de vacuna a los 15 meses y otra a los 3 años de edad. Esta segunda dosis se aplica en forma de vacuna tetravírica (triple vírica + varicela) (13).
- Vacuna Difteria, tétanos y tosferina (DTPa/Tdpa)
En Aragón, la pauta consiste en administrar cinco dosis. En primer lugar, se realiza una primovacunación con la vacuna hexavalente de 2 dosis a los 2 y 4 meses de edad, una tercera dosis de refuerzo a los 11 meses con DTPa (hexavalente), a los 6 años una nueva dosis con DTPa y a los 14 años una última vacuna con Tdpa (14).
- Vacuna VPH
Vacunación sistemática universal frente al virus del papiloma humano (VPH), tanto de chicas como de chicos, a los 12 años, aunque para estos últimos no se encuentre financiada por el Sistema Nacional de Salud. Las vacunas disponibles en la actualidad son VPH2 (Cervarix) y VPH9 (Gardasil 9). En la CCAA de Aragón, las pautas de vacunación según el preparado vacunal son las siguientes; en el caso de Cervarix se administran dos dosis separadas por 6 meses. Por otra parte, si la vacuna es Gardasil 9, se administran tres dosis (0-1-2 meses). No hay interacciones en su coadministración con las vacunas MenC, MenACWY, varicela, hepatitis A y B y Tdpa (15).
- Vacuna Rotavirus
La pauta completa se basa en dos o tres dosis de vacuna frente al rotavirus, según el preparado comercial que se escoja (Rotarix y Rotateq). Con la vacuna Rotarix se necesitan exclusivamente dos dosis a los 2 y 4 meses de edad. En el caso de Rotateq, se administrarán tres dosis a los 2, 4 y 6 meses. La pauta ha de iniciarse entre las 6 y las 12 semanas de vida, lo cual, es muy importante para minimizar riesgos. Ambas vacunas se pueden coadministrar con cualquier otra y es la única vacuna que se administra por vía oral (16).
Ver anexo
BIBLIOGRAFÍA:
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