30% del volumen total administrado o bilioso.
-Sangre en heces, visible u oculta.
-Signos de infección: Apneas, letargo, irritabilidad, inestabilidad térmica, alteraciones de la perfusión, la frecuencia cardiaca y/o en el patrón respiratorio……..
-Abdomen sensible al tacto.
-Cambio en el color de la piel abdominal en casos severos.
– Signos de obstrucción abdominal: Ausencia de deposiciones, salida de contenido bilioso o fecaloideo en sondaje gástrico….
CLASIFICACIÓN DE WALSH Y KLIEGMAN (6)
Ia: Sospecha: Apnea, bradicardia, letargia, residuos gástricos, distensión abdominal, alteración de la temperatura y vómitos.
I b: Sospecha: Igual que Ia más sangre en heces.
II a: enterocolitis necrotizante (ECN) confirmada leve: Igual que Ib más hipersensibilidad, dilatación del íleo y neumatosis.
II b: enterocolitis necrotizante (ECN) confirmada moderada: Igual que II a más acidosis, hipersensibilidad, gas portal, trombopenia, ascitis o no.
III a: enterocolitis necrotizante (ECN) avanzada grave: Igual que II b más apnea, hipotensión, bradicardia, peritonitis, distensión abdominal, ascitis, acidosis, CID y neutropenia.
III b: enterocolitis necrotizante (ECN) avanzada grave: Todo lo anterior más perforación peritoneal y neumoperitoneo.
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico se basa sobre todo en el cuadro clínico y en la realización de varias pruebas diagnósticas, en la que destacamos:
-Pruebas radiológicas: Radiografía simple de abdomen, pudiendo verse la dilatación de las asas intestinales con edema de pared en los casos más leves hasta presencia de neumatosis intestinal o en el sistema venoso portal en casos más graves.
En los estadios más avanzados podemos ver signos de perforación intestinal como la presencia de aire en la cavidad abdominal (7).
-Analítica sanguínea (7): Encontraremos signos de infección como leucocitosis o leucopenia, trombocitosis, aumento de la PCR……
-Pruebas microbiológicas(7): Hemocultivos, coprocultivos…..
-Ecografía (7): para ver si existe gas en la vena Porta antes de su aparición en las radiografías .
-Laparotomía exploradora (7): solo estaría indicado en casos en los que el diagnóstico es dudoso.
Ver Figuras nº1 y nº2, al final del artículo.
TRATAMIENTO
El tratamiento será conservador (7):
- Medidas generales de soporte hemodinámica y respiratorio.
- Reposo intestinal con alimentación parenteral y sueroterapia por 2 semanas.
- Monitoreo frecuente del perímetro abdominal
- Introducción precoz de alimentación enteral con leche materna.
- Sonda nasogástrica (SNG) conectada a aspiración baja intermitente para la descompresión intestinal.
- Tratamiento antibiótico sistémico, inicialmente de amplio espectro hasta el resultado del antibiograma.
- En determinados casos se procederá al aislamiento de contacto entérico para evitar la diseminación del patógeno.
- Estará contraindicado el uso de sondas rectales, tomar la temperatura rectal, los enemas opacos para así evitar la sobrepresión intestinal y agravar el cuadro.
En los casos más graves podremos realizar (7):
- Paracentesis evacuadora y colocación de drenajes peritoneales bajo anestesia local.
- Resección quirúrgica del área intestinal necrosada, intentando conservar la mayor cantidad viable y la instalación de una colostomía temporal.
TRATAMIENTO QUIRÚRGICO
Uno de los principales problemas relativos al tratamiento quirúrgico reside en la elección del momento óptimo para llevarlo a cabo, que sería idealmente aquel en que se ha producido una gangrena intestinal pero todavía no existen perforación ni peritonitis secundaria.
- Signos radiológicos: la existencia de neumoperitoneo demostrado ecográficamente o mediante radiografías simples es la única indicación absoluta de tratamiento quirúrgico (4) .
- Signos clínicos: aunque los signos de deterioro clínico a pesar del tratamiento médico intensivo no constituyen una indicación absoluta de cirugía, su aparición y empeoramiento progresivo sí contribuyen a identificar aquellos pacientes que presentan una necrosis intestinal: signos de peritonitis como edema y eritema de pared, masa abdominal, trombopenia y acidosis persistentes (4).
- Paracentesis: un resultado positivo es altamente específico de necrosis intestinal. Esta técnica no se usa de forma rutinaria. Sin embargo, no debe sustituir a otras determinaciones clínicas o radiológica (4).
Ver figura nº3, al final del artículo.
PREVENCIÓN DE LA ENFERMEDAD
En los últimos años se ha demostrado que la nutrición enteral con leche materna es un factor protector debido a que ofrece una serie de inmunoglobulinas y de factores tróficos intestinales protectores (4). Diversos artículos señalan las bondades de la leche materna para los recién nacidos, en especial para los que tienen enterocolitis necrotizante (ECN) (13-14)
CUIDADOS DE ENFERMERÍA.
Los cuidados de Enfermería en estos pacientes son fundamentales y muy importantes, debido tanto a la fragilidad en si del recién nacido prematuro, como a las complicaciones que lleva asociado esta enfermedad y que van a estar relacionadas principalmente con la nutrición. Son cuidados especializados que se explican a continuación siguiendo el Proceso de Atención Enfermero (PAE), expuestos en tres columnas para facilitar su comprensión; la primera son los diagnósticos de Enfermería NANDA más usados en enterocolitis necrotizante (ECN) (7), la segunda las intervenciones de Enfermería y la tercera las actividades.
Diagnóstico de Enfermería: Patrón de alimentación ineficaz del lactante.
Intervenciones Enfermería: Sondaje gastrointestinal.
Actividades Enfermería:
- Proceder a la inserción de la sonda nasogástrica (SNG) según protocolo.
- Comprobar la correcta colocación de la sonda nasogástrica (SNG).