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Cuidados de Enfermería en la pancreatitis

Cuidados de Enfermería en la pancreatitis

Resumen

La pancreatitis consiste en la inflamación del páncreas. Puede ser de carácter agudo o crónico. Las causas más comunes son los cálculos biliares y consumo excesivo de alcohol. Los síntomas más característicos son el dolor abdominal intenso, vómitos y fiebre. El diagnóstico incluye radiografías, ecografías y análisis de sangre. El tratamiento consistirá en la toma de analgésicos, administración de líquidos por vía intravenosa y control dietético. Los cuidados de enfermería se basarán en el control de los síntomas y alivio del dolor. También informarán y prestarán apoyo psicológico al paciente.

Autores:

  1. Elena Pereira Jiménez DUE. Interclinik
  2. Ana Hermosín Alcalde DUE. Centro de diálisis Diaverum(Cartaya).
  3. Mª Dolores Loro Padilla DUE. Servicio andaluz de Salud(SAS)

Palabras clave: páncreas, inflamación, intestino delgado, cálculos biliares, alcohol.

Introducción

La pancreatitis es la inflamación del páncreas. Ocurre cuando las enzimas pancreáticas (especialmente la tripsina), que digieren la comida, se activan en el páncreas en lugar de hacerlo en el intestino delgado. La inflamación puede ser súbita (aguda) o progresiva (crónica). La pancreatitis aguda generalmente implica un solo «ataque», después del cual el páncreas regresa a su estado normal. La pancreatitis aguda severa puede comprometer la vida del paciente. En la pancreatitis crónica, se produce un daño permanente del páncreas y de su función, lo que suele conducir a la fibrosis.

Tipos

  • Aguda: inflamación aguda del páncreas. Sus causas más frecuentes son cálculos procedentes de la vesícula (colelitiasis) con un 38%,1​ y el alcohol (en general, consumo muy elevado de alcohol de forma continuada) con un 36%,1​ aunque también la ingesta abundante de grasas contribuye a su aparición. El síntoma principal es de dolor abdominal epigástrico (es decir en la zona central superior del abdomen) que puede irradiarse a espalda por los costados (en cinturón).

En un 80% de los casos la enfermedad tiene un curso leve, recuperándose el paciente totalmente en 2 o 3 días. En un 20% la evolución es grave, pudiendo ocasionar hipotensión, fallo respiratorio, fallo renal, necrosis de páncreas (parte de la glándula muere, y puede posteriormente infectarse) y/o pseudoquistes (bolsas de líquido dentro del abdomen).

La mortalidad global de la pancreatitis aguda es del 4 al 8%. El tratamiento consiste en fármacos para el dolor, ayuno absoluto, fluidos intravenosos, y en casos graves, antibióticos (para impedir la infección de la necrosis pancreática) y nutrición por sonda nasoyeyunal (tubo de alimentación que descarga el alimento en el yeyuno, dentro del intestino delgado) o intravenoso por vía central. Una vez superado el episodio, si era debido a colelitiasis, debe extirparse la vesícula por cirugía.

  • Crónica: inflamación crónica del páncreas caracterizada por fibrosis (tejido cicatrizal) y en ocasiones calcificaciones (cúmulos de calcio, visibles en pruebas de imagen como la radiografía o el escáner). Produce dolor abdominal (crónico o en ataques agudos repetidos), diabetes (por pérdida de la producción de insulina) y pérdida de grasa por las heces (por pérdida de la lipasa, proteína que digiere las grasas)

Causas

En el 60 u 80% de los casos de pancreatitis aguda, las causas más frecuentes son loscálculos biliares y el abuso de alcohol. En el caso del alcohol, tomar más de 4-5 consumiciones alcohólicas al día durante más de 15 años aumenta el riesgo de padecerla, y uno de cada 10 alcohólicos sufre una pancreatitis alguna vez en su vida.

Esta afección es frecuente en los pacientes con síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) y en los que tienen hiperparatiroidismo e hipercalcemia.

También se ha observado la aparición de este trastorno en el periodo postoperatorio tras la cirugía abdominal y torácica, y en personas con excesivos niveles de grasa en la sangre (hiperlipemia, concretamente los niveles elevados de triglicéridos).

Otras causas menos frecuentes de pancreatitis son el consumo de ciertos medicamentos, traumatismos o causas genéticas.

Cualquier tumor o inflamación que obstruya o disminuya el calibre del conducto que drena el páncreas puede provocar su inflamación. De hecho, algunas malformaciones como el páncreas divisum, la aparición de divertículos en el duodeno u otras alteraciones son causas de pancreatitis, aunque poco frecuentes.

La pancreatitis crónica se debe en el 90% de los casos al consumo habitual de alcohol, siendo más frecuente entre los varones de entre 35 y 45 años. Incluso un consumo moderado de alcohol puede ocasionar pancreatitis a personas que presenten predisposición genética, especialmente si se asocia a ciertos hábitos dietéticos, consumo de fármacos, y otros factores. De hecho, las dietas ricas en proteínas pueden favorecer el desarrollo de pancreatitis en personas alcohólicas.

Ocasionalmente aparece junto con fibrosis quística o hiperparatiroidismo, o como una enfermedad hereditaria transmitida genéticamente.

Síntomas.

Entre los principales síntomas de la pancreatitis aguda se encuentra el dolor abdominal intenso, que irradia hacia los hombros y la espalda en forma de cinturón; la presencia de vómitos, fiebre y, en algunos casos, derrame pleural, con dificultad para respirar. Este dolor está presente en todos los casos de pancreatitis, salvo en casos excepcionales como los asociados a una falta de riego en personas ingresadas en la UVI o unidades de reanimación y que se hallan bajo sedación después de una cirugía.

En algunas ocasiones, cuando el páncreas presenta una inflamación muy severa, asocia necrosis y hemorragia de las estructuras que hay a su alrededor, manifestándose como un hematoma en ambos lados del ombligo, siendo un signo de gravedad en la exploración llevada a cabo por el médico.

Si el cuadro se agrava, pueden aparecer otros síntomas como disminución de la tensión arterial, insuficiencia respiratoria, renal, o cardiaca, alteraciones mentales, etcétera. En estos casos, se produce un fallo multiorgánico y se trata de una pancreatitis grave.

A veces, cuando la pancreatitis se presenta en un paciente alcohólico, puede asociarse un cuadro de delirium tremens que conlleva un agravamiento de la enfermedad y del pronóstico.

La pancreatitis crónica se manifiesta con dolor abdominal que se irradia en la espalda, trastornos digestivos (náuseas, vómitos) e intolerancia al alcohol, pérdida de peso (asociada a una digestión deficiente), y diarrea con presencia de grasa, que confiere a las heces un aspecto grumoso.

En ocasiones el enfermo desarrolla diabetes mellitus, porque el páncreas no es capaz de producir insulina adecuadamente. Además, los pacientes con pancreatitis crónica inducida por el consumo de alcohol presentan calcificaciones pancreáticas.

Diagnóstico

Además del examen físico y la historia médica completa, los procedimientos de diagnóstico para la pancreatitis pueden incluir los siguientes:

Radiografía abdominal: un examen diagnóstico que utiliza rayos invisibles de energía electromagnética para producir imágenes de los tejidos internos, los huesos y los órganos en una placa.

Exámenes de sangre: para determinar el aumento de enzimas propias del páncreas como la amilasa y la lipasa.