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Efectos de THC Como Tratamiento Sintomático de la Migraña

Efectos de THC Como Tratamiento Sintomático de la Migraña

Autor principal: Diego Villalpando Camarena

Vol. XVII; nº 3; 123

Effects of THC as a Symptomatic Treatment of Migraine

Fecha de recepción: 03/12/2021

Fecha de aceptación: 10/02/2022

Incluido en Revista Electrónica de PortalesMedicos.com Volumen XVII. Número 3 – Primera quincena de Febrero de 2022 – Página inicial: Vol. XVII; nº 3; 123 

Autores:

Diego Villalpando Camarena, Julio Aspe Viñolas, Sebastián Reyes Illades, María Fernanda Villegas Morales

Facultad Mexicana de Medicina, Universidad La Salle, Ciudad de México, México.

Resumen

Las academias nacionales de ciencia, ingeniería y medicina afirman que el cannabis es una potencial terapéutica para distintas enfermedades y síntomas, basándose en numerosos ensayos clínicos bien controlados y abundantes pruebas sustanciales que respaldan que el cannabis es un tratamiento eficaz principalmente para el dolor crónico en adultos. Este beneficio puede extenderse hacia la terapéutica de la migraña y el dolor de cabeza, fundamentándose en la superposición de los mecanismos neurológicos del dolor, como la modulación del sistema endocannabinoide a través del agonismo o antagonismo de sus receptores. Lo que supone un tratamiento dirigido a la regulación de las vías metabólicas endocannabinoides y/o su combinación con otros analgésicos para conseguir efectos sinérgicos, potencialmente formando así la base de una gran variedad de clases de fármacos nuevos.

Palabras clave: thc, migraña, dolor, dolor de cabeza, marihuana, cannabis, 9-tetrahidrocannabinol, cannabis medicinal, tratamiento migraña,  cbd, analgésico.

Abstract

The national academies of science, engineering and medicine affirm that cannabis is a potential therapeutic for various diseases and symptoms, based on numerous well-controlled clinical trials and abundant substantial evidence supporting that cannabis is an effective treatment primarily for chronic pain in adults. This benefit can be extended to the treatment of migraine and headache, based on the superposition of the neurological mechanisms of pain, such as the modulation of the endocannabinoid system through the agonism or antagonism of its receptors. This is a treatment aimed at the regulation of endocannabinoid metabolic pathways and/or their combination with other analgesics to achieve synergistic effects, potentially forming the basis of a wide variety of new drug classes.

Keywords: thc, migraine, pain, headache, marijuana, cannabis, 9-tetrahydrocannabinol, medical cannabis, migraine treatment, cbd, analgesic.

Correspondencia a Julio Aspe Viñolas:

Declaración de buenas prácticas

Los autores de este manuscrito declaramos que: Todos hemos participado en su elaboración y no tenemos conflictos de intereses. La investigación se ha realizado siguiendo las pautas éticas internacionales para la investigación relacionada con la salud con seres humanos elaboradas por el Consejo de Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas (CIOMS) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS). El manuscrito es original y no contiene plagio. El manuscrito no ha sido publicado en ningún medio y no está en proceso de revisión en otra revista.

Introducción

El Δ 9-tetrahidrocannabinol o THC, a nivel mundial, es una de las sustancias psicoactivas con mayor consumo. Desde hace miles de años se ha implementado su uso en el área de la medicina. El primer informe oficial sobre el cannabis como medicamento apareció en China, hace casi 5000 años, cuando empezó a ser recomendada como tratamiento para la malaria, el estreñimiento, el dolor reumático, el parto, e incluso se mezcló con vino para crear un analgésico quirúrgico1. Sin embargo, fue hasta el siglo XIX que el cannabis se convirtió en una medicina convencional en Gran Bretaña. W.B. O’Shaughnessy, un científico y médico irlandés, documentó su uso en la India como analgésico, anticonvulsivo, antiespasmódico, antiemético e hipnótico1. Gracias a diversos estudios científicos realizados en los últimos años, se estima que los cannabinoides son prometedores como agentes terapéuticos, particularmente como analgésicos. Esto ha generado una gran expectativa en la sociedad sobre los posibles usos medicinales de los compuestos derivados de la cannabis2. No obstante su aplicación como uso medicinal tiene participaciones éticas, sociales y legales.

Sumario de la historia y contexto actual de la cannabis en México

Se estima que la cannabis llegó al continente americano durante la época de la conquista, en el siglo XVI, dado que existe evidencia en la literatura que indica su presencia en los viajes de exploración comandados por el conquistador español Pánfilo de Narváez. Sin embargo, el cultivo de dicha planta fue recomendado por Pedro Cuadrado, uno de los conquistadores que integraban parte de una expedición diversa3.  A su vez, el historiador Silvio Zavala mencionaba que el propio Hernán Cortés recomendó la siembra y el cultivo del cáñamo4: “Las proposiciones que hace Juan de Zumárraga con respecto a la agricultura coinciden fundamentalmente con las de Hernán Cortés. (…) Dice que a los indios, para vivir bien, les ha faltado, principalmente, antes de la llegada de los españoles, lana fina, cáñamo, lino, plantas y cuatropeas5.”

Aparentemente, Zumárraga era un promotor entusiasta de la cannabis. De acuerdo con Fray Juan de Torquemada, Zumárraga, en 1531, puso diligencia en plantar frutos provenientes de la región de Castilla, tales como el cáñamo y el lino6 para crear y encaminar una fuente económica que permitiera que los españoles radicaran y prosperaran en las nuevas tierras4.

En la Nueva España, el uso no industrial del cáñamo se penaliza por primera vez bajo la orden del Tribunal Supremo de la Santa Inquisición. La prohibición impuesta constaba en impedir el uso de plantas como el peyote, el ololiuqui, los pipilizinzintles y “niños venerables», refiriéndose al cáñamo4. Dichas plantas solían emplearse en rituales realizados por los indígenas debido a sus efectos psicoactivos. Esta prohibición fue expedida en el año 1769 por el arzobispo Francisco de Lorenzana, que expresó “…la prohibición de las plantas fue reiterada por edicto de fe el 11 de febrero de 1769, que señalaba como delitos, entre otros, al ejecutar curaciones supersticiosas, valiéndose de medios en lo natural inconducentes para la sanidad o abusando de los pipiltzintzintles, peyote o de otras hierbas7.”

En el lapso de tiempo entre la independencia y la revolución (1821-1910), el uso del cáñamo o cannabis dejó de ser textil y se le dio principalmente uso en rituales y prácticas medicinales4.  Los procedimientos de curación y las prácticas con plantas ya no fueron perseguidas debido a  motivos religiosos, a pesar de ello, en su lugar, “la práctica médica que se produce en esta conciencia contemporánea asumirá esa persecución, aunque durante todo el siglo XIX e inicios del XX no fundamenta la necesidad del castigo y sólo se concretan a condenar las creencias o rituales de su práctica, exhibiendo su falsedad8.” Durante el siglo XIX, se vieron las primeras reglamentaciones en el ámbito de salud que fueron el antecedente del Código Penal de 1871, conocido como el “Código de Martínez de Castro”, en el que por primera vez se sancionan los delitos contra la salud. Lo que a su vez significó el inicio de una serie de pasos hacia la consolidación de una política sanitaria en México4.

A principios del siglo XX, durante la era de la revolución (1910-1920), el historiador Ricardo Pérez Montfort describe en su obra “Hábitos, Normas y Escándalo. Prensa, Criminalidad y Drogas durante el Porfiriato tardío” que “el uso de la marihuana formó parte de los ambientes cotidianos, haciendo referencias hemerográficas, en novelas, anécdotas y hasta documentos internos de los cuarteles y partes militares9.” Fue en 1908 cuando comenzó un control más estricto sobre el consumo de enervantes. Así, por medio de la iniciativa del poder ejecutivo se reforma la fracción XXI de la Constitución de 1857, lo que implicó la supremacía del poder federal para legislar en materia de salubridad, una prerrogativa correspondiente a cada uno de los estados de la república. De esta forma comenzó un proceso de leyes que apelaba a la regulación de aspectos como la medicina, la salud pública y leyes para persecución del consumo, venta y producción de sustancias enervantes4.

En México, el origen del narcotráfico es incierto, se cree que el fenómeno inició en el estado de Sinaloa debido a la llegada de inmigrantes chinos con conocimientos del cultivo de la amapola y la marihuana. El cultivo de estas plantas y la marihuana era permitido por las autoridades federales, este se intensificó debido a la gran demanda que exigía Estados Unidos, debido a la Segunda Guerra Mundial. Esto propició que los cultivos se expandieran sin evidentes obstáculos legales, sin embargo, dado el auge de la demanda y los embates de las campañas de erradicación, los cultivos fueron extendiéndose a otras regiones del país. Todo esto dio inicio a un poderío conformado por familias y organizaciones criminales mexicanas, además de alianzas con narcotraficantes colombianos, surgiendo así el problema de violencia que actualmente se vive en México.

En el 2021 la cámara de legisladores aprobó una medida que permitirá a los usuarios fumar cannabis y, con un permiso, cultivar un pequeño número de plantas de cannabis en casa. También se otorgarán licencias a los productores desde pequeños agricultores hasta productores comerciales para cultivar y vender la cosecha9. Esto podría propiciar que el consumo y uso de cannabis en México no sea solo de forma empírica, ya que, desde antes se sabía que al macerar la planta y la flor en etanol (alcohol al 70%) las concentraciones de los terpenos y cannabinoides se elevaban, dándole uso tópico al “frotar” el alcohol previamente macerado con cannabis para dolores reumáticos y/o musculares. Aunque esta legislación pueda ser bastante debatible y de gran controversia debido a la situación actual del país, puede ser potencialmente benéfica para la ciencia y la salud como tratamiento agudo y crónico de diversas enfermedades, y patologías10.

El THC

Existen tres diferentes especies de cannabis: Cannabis indica, Cannabis ruderalis y Cannabis sativa. La cannabis cuenta con diferentes usos y aplicaciones: para fabricación de ropa, productos industriales, cuerdas, velas, pintura, solvente, papel, champú, cosméticos, a veces como alimento; como tratamiento analgésico, somnífero, antitusígeno o antiepiléptico; y para uso recreativo11.

Actualmente, la Ley de Sustancias Controladas (Controlled Substances Act), la clasifica como una droga de tipo 1. Al ser de tipo 1 significa que es una droga con un alto potencial de abuso y su uso para fines medicinales está prohibido. La FDA no la considera como una droga segura, y no la ha aprobado como tratamiento, sin embargo, sí está aprobado uno de sus tres derivados y tres drogas relacionadas con la cannabis (sólo disponibles con prescripción médica)12.

Efectos en el Sistema Nervioso

El sistema endocannabinoide involucra al sistema nervioso central y periférico. Está involucrado en procesos inflamatorios, de dolor, y juega un papel en una multitud de procesos fisiológicos reguladores en prácticamente todos los sistemas de órganos. La eficacia de los cannabinoides en el tratamiento del dolor neuropático crónico se atribuye en parte a la modulación del sistema endocannabinoide de las vías inhibidoras supraespinales descendentes. Estas vías a menudo se ven afectadas en los síndromes de dolor crónico11,13,14.

Entre los compuestos de dicha planta, se encuentran los cannabinoides: Δ 9-tetrahidrocannabinol (THC), cannabidiol (CBD),  araquidonil etanolamida (AEA o anandamida) y el 2-araquidonil glicerol (2-AG)15, siendo estos los más importantes y de los que mayor información se tiene en la literatura. Su acción y activación se lleva a cabo sobre los receptores endocannabinoides (CB) que están presentes en el sistema nervioso central (SNC), siendo los principales receptores CB1 y CB216.

Los receptores de tipo 1 o CB1, tienen función neuromoduladora y están presentes a nivel presináptico, en las terminales de neuronas glutamatérgicas y gamma-aminobutíricas-ergéticas, y postsináptico17.  Los receptores se encuentran en mayor concentración en el hipocampo, la cual es un área relacionada con el aprendizaje y su respectiva consolidación de la memoria18; el cerebelo, encargado de la coordinación, ajuste y control del movimiento19; ganglios basales, corteza prefrontal y sistema límbico que produce respuestas emocionales como miedo, alegría, enojo o tristeza20. La activación retrógrada del receptor de señalización de los receptores CB1 conduce a la apertura de los canales de potasio, la hiperpolarización de la terminal presináptica, el cierre de los canales de calcio y la inhibición de la liberación de neurotransmisores inhibidores y excitadores almacenados, incluido el glutamato, 5-hidroxitriptamina (5-HT) (serotonina), acetilcolina, ácido gamma-aminobutírico (GABA), noradrenalina, dopamina, D-aspartato y colecistoquinina en las sinapsis inhibidoras y excitadoras11,13. También se sabe que los cannabinoides exógenos y endógenos modulan las vías del dolor que involucran a los receptores de opioides, serotonina y N-metil-d-aspartato (NMDA) a través de otros mecanismos indirectos21.

Los receptores CB2 se concentran principalmente en los tejidos periféricos y las células inmunes donde influyen en la liberación de citocinas, quimiocinas y migración celular, incluidos neutrófilos y macrófagos, y en menor grado en el sistema nervioso. Se pueden encontrar en concentraciones más bajas en algunas regiones del cerebro, incluido en la sustancia gris central y algunas subpoblaciones neuronales de astrocitos, microglía y oligodendrocitos. Los receptores CB2 también pueden contribuir al alivio del dolor mediante la modulación de la liberación de dopamina y disminución de la función del sistema inmunológico22,23.

​​Estos compuestos funcionan para producir efectos sobre sus receptores, para disminuir la nocicepción y disminuir la frecuencia e intensidad de los síntomas relacionados con el dolor, como el cáncer, el dolor crónico, las migrañas y los trastornos psicológicos (siendo estas ansiedad, depresión y trastorno de estrés postraumático por mencionar algunas)24.

Cuando se activan los receptores CB1 se sabe que existe una disminución de la neurotransmisión de dopamina, ácido γ-aminobutírico (GABA) y glutamato. Cuando se activan los receptores CB2 produce analgesia y disminución de la función del sistema inmunológico24.

Cannabis y Migraña

La migraña afecta aproximadamente a 700 millones de personas a nivel mundial, presentando una mayor prevalencia en mujeres. Considerando esto, en 2016 se le determinó como la segunda causa de discapacidad y también la segunda causa de enfermedades neurológicas mundialmente25.

La migraña se debe a la activación del sistema trigémino vascular y se define como una enfermedad recurrente en la que se disponen 5 dolores de cabeza que duran de 4 – 72 horas. Teniendo, como referencia, al menos dos de las siguientes características: unilateral, tipo punzante, intensidad de moderada a severa, el dolor se ve aumentado por la actividad física, presencia de náuseas y/o vómito, fotofobia y fonofobia26.

El tratamiento de la migraña se divide en terapia aguda y preventiva. La mayoría de las terapias preventivas existentes se adoptan a partir de medicamentos antiepilépticos, antidepresivos y/o antihipertensivos. Actualmente, la onabotulinumtoxina se presenta como tratamiento de la migraña crónica y por otro lado, los antagonistas del péptido relacionado con el gen de la calcitonina (CGRP) y los dispositivos de neuromodulación tienen un uso en la etapa tardía del desarrollo para las terapias de migraña aguda y preventiva25. Los fármacos con mayor uso en presencia de migraña aguda son los AINEs y triptanos.  No obstante, todavía el 25%  de los pacientes no logra responder a estos y su cumplimiento se vuelve deficiente. Junto con ello, los pacientes en los que si logra tener una disminución en el dolor, sólo del 17 – 25% logra aliviar el dolor por más de 24 horas, mientras que un tercio logra tener este efecto sólo 2 horas25.

En la actualidad, existen procedimientos de producción estrictos y estériles con el objetivo de optimizar la reproducción de cepas de cannabis y la estandarización de cepas con composiciones específicas de los principales cannabinoides, THC y CBD25.

La literatura médica y distintos estudios científicos sobre el tratamiento del dolor de cabeza, la migraña y los trastornos de dolor facial muestran evidencia que respalda el uso de cannabis/cannabinoides en el tratamiento de dolores de cabeza crónicos, migraña (incluida la migraña crónica) dolor de cabeza por uso excesivo de medicamentos, dolor de cabeza en racimo, hipertensión intracraneal idiopática y esclerosis múltiple asociada a neuralgia del trigémino27,28,29,30,31. Los estudios y la literatura han demostrado que el THC y CBD contienen una amplia gama de efectos benéficos para el usuario, por lo que distintas asociaciones a nivel global han decidido implementar el uso de cannabinoides para tratar el dolor crónico, por ejemplo, las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina de EE. UU., publicaron una declaración en el cual el uso de cannabis para el tratamiento del dolor está respaldado por ensayos clínicos bien controlados y que existe evidencia sustancial de que el cannabis es un tratamiento eficaz para el dolor crónico en adultos32. La Canadian Pain Society revisó su declaración de consenso en 2014 para recomendar cannabinoides como terapia de tercer nivel para el dolor neuropático crónico33.

En el ataque agudo de migraña, la teoría actual propone que, la activación de los receptores endocannabinoides (CB), amortigua los síntomas de la migraña a través de varias vías a nivel central y periférico, por ejemplo, la inhibición de glutamato, la vía de la inflamación,  las opiáceas y la vía serotoninérgica12,24. La anandamida (AEA) potencia los receptores 5-HT1A e inhibe los receptores 5-HT2A, por lo tanto éstos hallazgos respaldan la eficacia de uno de los tratamientos de la migraña aguda, crónica y preventiva. Los cannabinoides también demuestran efectos antiinflamatorios y efectos del bloqueo de la dopamina24. Además, los cannabinoides pueden tener un efecto profiláctico específico en las migrañas debido a su capacidad para inhibir la liberación de serotonina plaquetaria y el efecto vasoconstrictor periférico. Este último efecto es de suma importancia, ya que el dolor característico de la migraña, siendo este de tipo pulsátil, se consideró como un problema vascular al principio, relacionado con fenómenos de vasodilatación; actualmente se considera que este fenómeno vascular de vasodilatación es una consecuencia parte del fenómeno neurógeno que inicia un cerebro excitable34.

De acuerdo a la teoría de la Deficiencia Clínica de Endocannabinoides (CED), se ha encontrado que los niveles de anandamida (AEA) en el líquido cefalorraquídeo de los pacientes que presentan migraña crónica es muy bajo. Al igual que los niveles de enzimas del metabolismo y  recaptación de AEA. La gran deficiencia en la degradación y recaptación de AEA puede conllevar a un aumento de los niveles de cannabinoides en estos pacientes como efecto de adaptación para compensar la disminución de éstos. Para alcanzar un nivel normal de cannabinoides dentro del organismo de estos pacientes se busca el uso del THC medicinal, aumentando los cannabinoides directamente en el cuerpo, en lugar de que el cuerpo actúe mediante la disminución de degradación y recaptación de AEA35. También, la activación de los receptores CB1 disminuyen la nocipercepción a través de una vía mediada por la serotonina, mientras que, la activación de los receptores CB2 producen analgesia sin desarrollar tolerancia ni efectos secundarios36.

Extracción de aceite de cannabis (Maceración)

Maceración se refiere al proceso de extracción de una sustancia sólida a una sustancia líquida dejando reposar la materia prima sólida en un contenido líquido por determinado tiempo. Sin embargo es necesario aclarar que ninguno de los métodos de producción de aceites está aprobado por la literatura. En México, se ha empleado la maceración de la planta de cannabis desde hace muchos años, con el fin de generar aceites y ungüentos principalmente para aliviar molestias musculares y reumáticas.

Un estudio realizado por la Universidad de Siena (Italia) y de Leiden (Países bajos) publicó el proceso para la extracción correcta de los componentes de la cannabis (cannabinoides y terpenos) con el uso de la variedad de la planta, ‘Bedrocan’, usando sólo flores  femeninas (‘Cannabis Flos’),  Etanol HPLC  (99.8%) y otros disolventes10.

Se realizaron dos extracciones, la primera con 5g cannabis en 100 ml etanol, agitando 20 minutos, filtrándose con el uso de “filtro de papel”. La segunda extracción se utilizó la cannabis previamente filtrada en 100 ml de etanol, agitando 20 min, filtrando nuevamente con el uso de “papel filtro” para finalmente mezclar los extractos.  Posteriormente se evaporó el disolvente a “baño maría” dando como resultado  una concentración del extracto de  5g / 100ml (cannabis/disolvente); y una concentración final de 2.5 mg/ml (cannabis/disolvente). Finalmente se demostró que el etanol y el aceite de oliva son los mejores disolventes para “macerar” la cannabis. Dando como mejor opción como disolvente, aceite de oliva10.

Estos resultados respaldan el uso de los cannabinoides para efectos paliativos en relación a la reducción de las náuseas, también como antiemético, analgésico (migraña), y estimulante del apetito.

Absorción THC

El THC se considera altamente lipofílico ya que se acumula en tejido adiposo y en el bazo. Su vía de administración más estudiada es la oral, la cual incluye la ingesta del componente por medio de cápsulas, tabletas, productos horneados, té o aceites. En general, hay una variabilidad importante en cuanto a la absorción, ya que existen picos de concentración retardados en el plasma; sin embargo, la vía oral produce efectos mucho más duraderos comparado con otros modos de administración. Como consecuencia, existen datos que confirman que las concentraciones más altas de THC en el cerebro se dan cuando el paciente utiliza la vía descrita anteriormente, por lo que se observan efectos pronunciados en el comportamiento del individuo. Existe una correlación entre la posible inhibición del metabolismo del THC al ingerir CBD por vía oral, por lo que se estudia que dosis bajas de CBD y THC potencian el efecto, mientras que una dosis alta de CBD reduce el efecto del THC ingerido37.

Cuando el THC ingresa al organismo al fumar, alcanza el torrente sanguíneo en un periodo breve de aproximadamente tres a diez minutos, detectando altos niveles en el plasma después de la primera inhalación. Al utilizar esta vía, los niveles registrados de THC en el individuo llegan a ser mayores comparado a la ingesta por vía oral. Además, se conoce que en los cigarrillos que contienen un 3.5% de THC se alcanza un nivel en el plasma sanguíneo de 270 ng/ml. Sin embargo, su biodisponibilidad por este medio es muy variable y se le atribuye al peso, edad, género, salud,  antecedentes psicológicos de cada individuo, fumadores, el tamaño de las partículas inhaladas y donde es que se logran depositar en el sistema respiratorio. Existen estudios en los cuales se ha confirmado que en los fumadores constantes la concentración máxima de THC es mayor que en fumadores ocasionales37,38.

Existen otras dos vías de administración relevantes al estudiar el efecto del THC en los pacientes; sin embargo, su uso es poco común, por lo que existe poca información al respecto. La vía anal y la vía sublingual tienen la característica de que se saltan la vía hepática. Esto reduce el impacto del THC en términos de metabolismo, por lo que es considerado como una ventaja. En términos de absorción, ambas vías aceleran el proceso, y al igual que las descritas anteriormente, tienen un impacto importante en el comportamiento del paciente y en los posibles beneficios que el THC brinda.

Otra vía de administración del THC es mediante el uso del vaporizador. Por esta vía los riesgos respiratorios, los compuestos pirolíticos tóxicos  factores que se asocian y que asocian por fumar , se evaden.

Efectos secundarios THC

Como cualquier otro elemento implementado como uso terapéutico, el THC también presenta efectos secundarios. Su uso debe ser con precaución en dosis altas debido a que limitan su potencial terapéutico por sus grandes efectos adversos. Dentro de los efectos adversos se encuentra la presencia de ansiedad, euforia, psicosis, percepción alterada y disminución en la memoria.

Cuando aplicamos el THC como tratamiento para la migraña, inhibe la COX dependiendo de la dosis y tiempo. Es decir, si se consume con frecuencia a dosis altas puede conllevar a que el dolor de cabeza se exacerbe y aumente. Recalcando en la importancia en la regulación de su consumo con fines terapéuticos26.

Justificación

El propósito de este artículo es informar sobre el THC y sus medidas terapéuticas alternativas. Se enfoca a un problema de salud muy común en la actualidad, la migraña. Con ello desarrollamos y analizamos los diferentes mecanismos por los cuales se pueden obtener sus beneficios en el área de la medicina, pero también tomando en cuenta los riesgos que se conllevan.

De igual manera se busca facilitar la información, exponiendo cuales son los beneficios  que se posee acerca de la cannabis de forma no recreativa, ya que, actualmente existen muchos estigmas sobre el uso de la misma en la sociedad. El TCH es un tema del cual se ha tenido un sin fin de opiniones, por ello es que elegimos desarrollar el tema, con un enfoque dirigido al área medicinal, y con la migraña que es un tema altamente relevante en la sociedad. Hablar de la cannabis y proponerla como un tratamiento, conlleva a muchos debates y controversias dado que últimamente ha sido legalizada en varios estados y países, sin embargo, es una planta que todavía no la ha aprobado la FDA como uso medicinal en su totalidad. Su administración conlleva efectos adversos al igual que todos los tratamientos, sin embargo, por ello se hace la revisión sobre los riesgos y beneficios que se obtienen en su administración para ver si la relación entre riesgo-beneficio inclina más a un beneficio.

Conclusiones

Gracias a que existe una creciente evidencia de los beneficios terapéuticos del cannabis/cannabinoides en muchas enfermedades y síntomas, particularmente en el tratamiento del dolor agudo y crónico con una extensión a las migrañas, y dolores de cabeza; la medicina basada en cannabis se está situando como un nuevo sector médico y una industria en rápido crecimiento. Esto implica un ingenioso y complejo cruce de cepas específicas para composiciones estandarizadas de cannabinoides, terpenos y otros fitoquímicos con uso medicinal, específicamente para combatir enfermedades y/o síntomas como migrañas y dolores de cabeza. El cannabis es seguro en caso de sobredosis, pero a menudo causa efectos indeseables, por lo general sedación, torpeza, mareos, boca seca, presión arterial baja o aumento de la frecuencia cardíaca. Estos efectos secundarios pueden ser reducidos y/o moderados con la dosis que se da como tratamiento. La dosis es un factor con la ventaja de que es modificable, esto para buscar los resultados que queremos, contrarrestando los efectos secundarios,  siempre teniendo en cuenta el balance de riesgo – beneficio.

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