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Enfermería ante el uso de terapias físicas frente al dolor: crioterapia y termoterapia

El término de crioterapia y su fundamentación como técnica procede de Japón. Yamauchi fué el primer médico que aplicó la primera crioterapia con gas en 1979. En la actualidad, esta técnica ha evolucionado mucho, se dispone de sistemas de gran eficacia en la obtención de una disminución extrema de temperatura en el área que hay que tratar, en un tiempo breve, como son los paquetes fríos, bolsas de hielo, bloques o cubos de hielo para la aplicación de masaje, toallas o paños humedecidos e impregnados en hielo triturado, baños fríos, cámaras frías, etc.

Fundamentos:

Desde el punto de vista físico, se puede producir un efecto refrigerante a través de tres mecanismos: ya sea por conducción, por convección o por evaporación. Se puede lograr un enfriamiento en un plano superficial, a nivel de la piel, pero también puede obtenerse a nivel más profundo como una articulación o una zona muscular determinada. Además, es posible realizar un enfriamiento progresivo, como el que se emplea en fisioterapia, pero también se puede obtener un enfriamiento rápido y agresivo.

Los efectos fisiológicos y biológicos de la crioterapia se deben a la reducción de la temperatura de los tejidos, así como a la acción neuromuscular y la relajación post-aplicación de los músculos, causadas por la aplicación de bajas temperaturas.

Efectos fisiológicos:

A grandes rasgos el frío es antiinflamatorio, analgésico, antiespasmódico y favorece la reabsorción de edemas. Los efectos fisiológicos más importantes que produce la crioterapia son:

  • Analgesia y anestesia de la zona tratada.
  • Disminuye o elimina el espasmo muscular por adormecimiento.
  • Efecto vasoconstrictor.
  • Reduce el flujo sanguíneo.
  • Disminuye el edema y la inflamación.
  • Disminuye el metabolismo.
  • Disminuye la velocidad de conducción nerviosa.

Al aplicar un estímulo frío sobre determinadas estructuras corporales éstas se comportan de la siguiente manera:

  • Sobre los vasos sanguíneos: un estímulo de baja duración va a producir una vasoconstricción, volviéndose la piel pálida. Al retirar la aplicación en la piel aparece una hiperemia y produce a nivel local una vasodilatación. Disminuye la frecuencia cardiaca y se produce un aumento de la presión arterial, que puede disminuir al comenzar la vasodilatación.
  • Sobre el aparato respiratorio: en un principio producen una inspiración profunda, seguida de una pausa, y luego una gran espiración con movimientos respiratorios acelerados.
  • Sobre la musculatura: una aplicación corta de frío produce una excitación y facilita la actividad muscular.
  • Sobre el aparato digestivo: produce relajación de los espasmos espásticos.
  • Sobre el aparato urinario: produce un aumento de la diuresis.
  • Sobre el sistema nervioso: un estímulo breve producirá excitación mientras que si se prolonga producirá anestesia en la zona de aplicación, reduciendo la capacidad nerviosa.

Cómo utilizar la crioterapia:

Aplicar el hielo inmediatamente después de producirse la lesión, durante 10-15 minutos, descansar 10-15 minutos y aplicar de nuevo. Se podría continuar así durante las primeras 48-72 horas de producida la lesión. Posteriormente se puede seguir aplicando pero durante 20 minutos y con intervalos de una hora. La duración del efecto analgésico es de tres a cinco horas, dependiendo de la zona de aplicación.

Las bolsas de hielo no deben aplicarse nunca directamente sobre la piel, sino que hay que separarlas mediante vendajes, toallas o paños, porque podrían causar quemaduras. El hielo no debe aplicarse directamente sobre las heridas, ni sobre tejidos previamente lesionados por radioterapia, o en presencia de enfermedad vascular periférica.

Tipos de crioterapia:

Las formas de aplicación más importantes son:

  • Compresas frías: enrollar una toalla o compresa empapada sobre el área lesionada.
  • Cubitos de hielo: masaje circular sobre la lesión, en articulaciones y superficies pequeñas.
  • Cilindros: para superficies de tamaño medio.
  • Bloques de hielo: en articulaciones y áreas grandes.
  • Bolsas de hielo o hielo picado: en áreas grandes y articulaciones.
  • Baños de agua fría por inmersión: se puede incluso añadir hielo al agua.
  • Productos sintéticos: se enfrían y se aplican en forma de geles que son moldeables.
  • Bolsas con productos químicos: al unirse los distintos componentes que los constituyen dan lugar a una reacción química que produce frío durante un tiempo.
  • Líquidos en aerosoles: producen frío por congelación al pulverizar sobre la piel.

Indicaciones:

Está indicado para:

  • Procesos digestivos como apendicitis, peritonitis agudas y vómitos.
  • Procesos hemorrágicos.
  • Traumatismos mecánicos como contusiones, contracturas, fracturas, desgarros musculares, tirones, hematomas, etc.
  • Procesos inflamatorios e inflamaciones bacterianas, inflamaciones reumatoideas agudas.
  • Patologías óseas: periostitis y fisuras.

Contraindicaciones:

  • En personas alérgicas al frío.
  • En personas con anemia.
  • Procesos graves como neoplasias.
  • En alteraciones vasculares, con problemas de vasoconstricción y vasorelajación.
  • Enfermedad de Raynaud (trastorno circulatorio crónico).
  • Cardiopatías.
  • Crioglobulemia (las globulinas del plasma cristalizan con el frío).
  • No se aplica en tejidos lesionados por radioterapia.

TERMOTERAPIA

Se denomina termoterapia a la aplicación de calor sobre el organismo con el objetivo de contribuir a la salud. Se realiza por medio de cuerpos materiales de temperatura elevada, por encima de los niveles fisiológicos. El agente terapéutico es el calor que se propaga desde el agente térmico hasta el organismo produciendo, en principio, una elevación de la temperatura, y como consecuencia de esta elevación surgen los efectos terapéuticos. Para que un agente térmico se considere caliente debe estar entre los 34 y 36ºC como mínimo. El límite superior depende de la sensibilidad cutánea y no debe sobrepasar los 58ºC.

Reseña histórica:

Una de las características de nuestro cuerpo consiste en que es capaz de mantener una temperatura constante, y es capaz de transmitir ese calor a todas las partes que lo componen. Por ello es lógico que las terapias que nos aportan calor nos hayan sido gratas a lo largo de la historia, de sobra son conocidos los baños y las saunas que tomaban nuestros antepasados con fines curativos. La termoterapia ha sido utilizada como analgésico desde los inicios de la medicina.

Durante el último cuarto del siglo XIX se desarrolló casi definitivamente la «teoría del calor» y la correlación de la ley fundamental de la termodinámica, lo que contribuyó a crear una base científica para el uso de este agente físico terapéutico. Hoy día es una de las técnicas terapéuticas de mayor uso por los profesionales por sus grandes beneficios y su bajo costo.

Fundamentos:

El calor se propaga de un cuerpo a otro mediante tres mecanismos de transferencia térmica:

  • Conducción: el calor se propaga por la cesión de energía cinética de las moléculas calientes a las frías adyacentes.
  • Convección: es una propagación de calor que se produce en los fluidos por desplazamiento del mismo.
  • Radiación: emisión de energía en forma de irradiación que depende de su temperatura.
  • Conversión: es la transformación de otras formas de energía en calor, por ejemplo mediante los ultrasonidos, donde la energía mecánica acaba degradándose como consecuencia del rozamiento y la viscosidad del medio, produce fricción y se transforma en calor.

Efectos fisiológicos:

La variación de la temperatura al alza va a poner en marcha la termorregulación, que va a producir, una vasodilatación periférica, sudoración, hiperventilación, irradiación térmica y piloerección. La termoterapia presenta diversos efectos terapéuticos:

  • Efecto antiinflamatorio: en lesiones que ya no se encuentran en su fase aguda.
  • Efecto analgésico.
  • Efecto antiespasmódico: actúa sobre los espasmos.
  • Efecto revulsivo: aumenta la circulación.
  • Efecto cauterizante: el calor aplicado en una zona limitada y con una gran intensidad, produce la destrucción de los tejidos por quemadura.

Los efectos fisiológicos de una aplicación termoterápica corporal son muy variados: