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Enfermería ante el uso de terapias físicas frente al dolor: crioterapia y termoterapia

  • A nivel celular: los procesos metabólicos aumentan, hasta un punto en el cual aunque siga subiendo la temperatura, disminuye el proceso metabólico.
  • En la circulación sanguínea: a nivel local produce en principio una vasoconstricción de breve duración para a continuación producir una vasodilatación con la que se obtiene una hipertermia. La acción profunda es una hipertermia simultánea a la superficial, que va a producir una mejoría de la nutrición celular, un aumento de la reabsorción de productos patógenos, y una acción bactericida, antiinflamatoria y analgésica.
  • Sobre el corazón: produce taquicardia y disminuye la presión sanguínea.
  • Sobre la sangre: el pH sanguíneo se alcaliniza y disminuye la coagulación sanguínea, la glucemia y la viscosidad.
  • En el aparato digestivo: las aplicaciones locales de calor disminuyen las secreciones y aumentan el tono y la motilidad de la musculatura, con una disminución del tiempo de vaciamiento y un aumento del peristaltismo intestinal.
  • En el aparato urinario: produce aumento de la diuresis y acelera el vaciado vesical. Si la hipertermia produce mucha sudoración se produce oliguria.
  • En el sistema respiratorio: aumenta la frecuencia respiratoria.
  • En el sistema nervioso: los estímulos calientes de poca duración aumentan la sensibilidad y los de larga duración la disminuyen.
  • En el músculo: produce relajación y un efecto antiespasmódico. Contribuye a la desaparición de la fatiga, disminuye la excitabilidad, aumenta la elasticidad muscular y disminuye el tono.
  • En la piel: produce una mayor evaporación del agua, aumentando su permeabilidad y una disminución de la sensibilidad de la sensación táctil.

Cómo utilizar la termoterapia:

  • La temperatura máxima oscilará alrededor de los 40ºC. Si durante la terapia el paciente precisa estar recubierto o tapado, nunca se le recubrirá la cabeza.
  • La duración de la elevación de la temperatura no será efectiva por debajo de los 5 minutos así como tampoco será más allá de los 30 minutos, lo cual sí podría ser contraproducente.
  • Es importante tener cuidado en zonas de pérdida o trastornos de la sensibilidad de la piel, así como vigilar la aparición de dolor durante la aplicación.
  • Se debe eliminar todo contacto con objetos metálicos durante el tratamiento, por lo que es adecuado ubicar al paciente sobre silla o camilla de madera. Tampoco aplicar en pacientes con implantes metálicos en la zona del tratamiento.
  • Se debe elegir la modalidad termoterapéutica que caliente más rápido el sitio de la lesión, sin sobrepasar los niveles de tolerancia en los tejidos circundantes. Hay que conocer la distribución de la temperatura que producen los dispositivos de calentamiento que se utilizan.
  • Tomar precauciones cuando se aplica termoterapia en pacientes con edades extremas de la vida, ya que puede haber una respuesta mayor del aparato vascular del paciente: puede ser todavía inmaduro o puede tener cambios severos degenerativos.
  • Es importante retirar las lentes de contacto antes de la aplicación, por constituir núcleos de calor.

Tipos de termoterapia:

  • Peloides: son agentes físicos semilíquidos. Se forman a partir del sedimento resultante de una mezcla de agua mineral, agua del mar o agua de lago salado, con sustancias orgánicas o inorgánicas. Se utilizan a una temperatura elevada. Entre los peloides se encuentran los fangos, limos, turbas, biogleas, etc.
  • Arena: agente físico sólido. Normalmente se aplica como baño general. Este baño de arena produce gran sudoración.
  • Envolturas secas: se usan sábanas o mantas calientes. Se aplican directamente sobre la piel.
  • Masaje con piedras calientes.
  • Parafina: agente físico semilíquido. Mantiene su poder calorífico mucho tiempo.
  • Parafangos: es la mezcla de parafina con fango de origen volcánico. Es necesario enfriarlos un poco antes de aplicarlos.
  • Aire seco: es un baño de aire caliente. Se puede utilizar en tratamientos generales (se hace en habitaciones cerradas) o locales (introduciendo la zona a tratar en una especie de cajas o mediante una especie de chorro de aire).
  • Vapor de agua: se utiliza en forma de saunas, baño ruso o turco, o en aplicaciones locales.
  • Infrarrojos, diatermia: para generar los primeros se usan lámparas de irradiación y el segundo es producido mediante un condensador de ondas. Ambos son de aplicación muy específica y pertenecen al campo de la fisioterapia.

Indicaciones:

Está indicado para:

  • Aparato locomotor: contusiones, artrosis, artritis, esguinces, dolores musculares, etc.
  • Sistema nervioso: neuralgias, neuritis, contracturas y espasmos de origen central.
  • Aparato circulatorio: enfermedades vasculares como la arteriosclerosis.
  • Aparato urogenital: litiasis, cistitis y nefritis.
  • Aparato digestivo: cólicos, espasmos y dolores gástricos.
  • Aparato respiratorio: laringitis, pleuritis y bronquiectasias.
  • Enfermedades metabólicas: cuando se padece obesidad.
  • Piel: en procesos inflamatorios como los abscesos.
  • Contraindicaciones:

No está contraindicado pero debemos realizarla bajo supervisión médica en pacientes cardiópatas, con patologías depresivas, con afecciones inflamatorias de la cavidad abdominal, con inflamaciones agudas del aparato locomotor y en pacientes con tratamiento anticoagulante. Está contraindicada en:

  • Tejido con irrigación inadecuada, ni cuando exista tendencia al sangrado.
  • En zonas donde existan procesos malignos.
  • En procesos inflamatorios en fase muy aguda, ni durante procesos febriles.
  • Pacientes con trastornos cardiovasculares descompensados.
  • Sobre las gónadas, ni sobre el feto en desarrollo.
  • Tampoco aplicar en pacientes con implantes metálicos en la zona del tratamiento.
  • No aplicar en pacientes con marcapasos ni con dispositivos intrauterinos que contienen metal.
  • No se debe aplicar durante el período menstrual por la posibilidad de aumentar el sangramiento.
  • No se debe aplicar sobre zonas de crecimiento óseo en niños.

CONCLUSIONES

La aplicación de agentes físicos en ciertas enfermedades dolorosas constituye un pilar importante en el tratamiento a seguir. Las aplicaciones tanto de frío como de calor no tienen un efecto curativo tal cual, sino que a través de la respuesta del organismo al cambio de temperatura contribuyen a ello. Pueden ser usadas, no sólo por el campo de la fisioterapia, sino en el día a día del paciente en el hospital o en su casa. El personal de Enfermería tiene un papel de unión entre dichas técnicas y el paciente; las diferentes técnicas pueden ser orientadas y adaptadas para cada persona en particular. Siempre es primordial la localización precisa de la lesión y su estado de evolución, lo cual se controla con la ayuda del resto del equipo sanitario (médicos, especialistas de la fisioterapia, etc.).

BIBLIOGRAFÍA

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