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Enfermería ante el paciente con fibromialgia: medidas no farmacológicas

Estimulación nerviosa transcutánea (TENS):

No está muy clara su indicación en la fibromialgia. Diversas investigaciones sugieren que dicha terapia provoca una mejoría similar o incluso menor a otro tipo de tratamientos utilizados en la fibromialgia como son la termoterapia o los masajes superficiales. La estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS) trabaja reduciendo la excitabilidad central y activando las vías de inhibición central. Se ha aprobado la hipótesis que TENS podría reducir el dolor y la fatiga y mejorar la función y la hiperalgesia en personas con Fibromialgia quiénes tienen mejorada la excitabilidad central y reducida la inhibición.

Láser:

Es una terapia que ha demostrado su utilidad para el alivio del dolor, limitación funcional y disminución de puntos dolorosos en pacientes afectados de fibromialgia. Sólo existe un estudio donde no encuentra mejoría clínica tras su aplicación.

Masajes:

El masaje es muy beneficioso para quienes sufren de Fibromialgia porque reduce el ritmo cardíaco, aumenta la elaboración de analgésicos naturales del cuerpo, bajan el dolor sin pastillas, relaja los músculos y mejora el movimiento en las articulaciones.

El masaje también puede tener una intención preventiva. Podemos utilizar presiones de 60 a 90 segundos, en puntos no dolorosos. La Fibromialgia se caracteriza por tener de 11 a 18 puntos dolorosos en el cuerpo. El masaje, debe trabajar todo el cuerpo, presionando cada punto, unos segundos, hasta que el dolor disminuye.

El masaje debe respetar el umbral de dolor de cada paciente. Comenzará con una presión suave, que gradualmente aumentaremos hasta llegar a un umbral soportable de dolor. Siempre se debe adaptar a cada paciente ya que cada uno de ellos presentará diferentes síntomas y diferentes niveles de tolerancia al dolor, nada de manipulaciones fuertes, enérgicas ni vigorosas.

Hidroterapia:

  • El agua caliente ayuda con la relajación de los músculos.
  • El agua permite ejercitar causando bajo impacto en las coyunturas.
  • Ayuda a aliviar el dolor y aminora la sensibilidad muscular.
  • La Hidroterapia es un comienzo de ejercicio fácil para quiénes están inactivos.
  • Mejora la calidad del sueño.
  • Mejora la condición física y cognitiva.

Se ha comprobado que la realización de esta terapia, tres veces a la semana en agua caliente, por 16 semanas, mejora los síntomas de la Fibromialgia.

Homeopatía:

Desarrollada por un médico alemán, trata la fibromialgia a base de preparaciones de productos naturales a dosis bajas. Una investigación analiza el efecto del Rhus toxicodendron en pacientes con fibromialgia. Los resultados sobre el número de puntos dolorosos, número de pacientes que mejoraron el sueño o el dolor resultaron favorables. Como la mayoría de terapias alternativas, aunque existan varios estudios sobre este tema, no se puede generalizar, al no existir un número grande de estudios ni seguimiento en el tiempo.

Terapia cognitivo-conductual:

Dicha terapia es considerada como la más beneficiosa en comparación con otras terapias psicológicas. Es conducida por un profesional entrenado, como un psicólogo o psiquiatra, formando parte de una terapia individual o grupal. Estudios demuestran que dicha terapia mejora el dolor, fatiga y funcionalidad del paciente con fibromialgia, incluso 12 meses después de un programa.

Técnicas de Relajación:

Existe evidencia moderada de que las técnicas de relajación son eficaces en el tratamiento de la fibromialgia a corto plazo. No son un objetivo en sí mismas, pero practicadas con asiduidad, dotan al individuo de la capacidad de afrontar situaciones cotidianas que le producen ansiedad, estrés, y en el caso de la fibromialgia, dolor. Las técnicas de relajación más conocidas y sencillas son:

  • Relajación Progresiva de Jacobson:

Consiste en, tras adoptar una postura cómoda, tensar y destensar todos los músculos del cuerpo, obteniendo una placentera sensación de relajación corporal profunda que produce bienestar mental.

En primer lugar deben hacerse unas respiraciones abdominales profundas, a continuación se contraen y relajan por orden ascendente las piernas, glúteos, abdomen, hombros y espalda, cuello, cara (boca, ojos, frente); deben contraerse unos segundos lo más fuerte que se pueda y relajarlos después. Esta técnica puede alargarse cuanto se quiera, pero es posible hacerla en 3 minutos. La sensación relajante posterior se intensifica cuanto más se practica.

  • Relajación Pasiva:

Esta técnica no se sirve de tensiones, se centra en cada grupo muscular, fijando la atención en él y relajándolo mentalmente. Se acompaña de una respiración serena. Se debe utilizar en aquellas personas con patologías que impidan la contracción muscular. Se pueden encontrar en la red, muchos archivos de audio para hacer esta relajación en casa o en consulta.

  • Relajación autógena de Schultz:

Consiste en inducir una serie de estados de relajación basados en autosugestiones. Es una técnica más utilizada para hacer en grupo y en su nivel inferior de uso se consiguen estados relajantes, otros niveles superiores de uso están enfocados en el autoconocimiento. El primer nivel que es el que interesa, en este caso consta de 7 ejercicios escalonados:

  • Ejercicio de relajación: “Estoy muy tranquilo, no pienso en nada. Sólo en relajarme. Nada puede perturbarme”.
  • Ejercicio de pesadez: “Mis brazos y piernas están muy pesados, siento como se ralentiza mi circulación”.
  • Ejercicio de calor: “Mis extremidades están calientes, noto como mi piel se calienta lentamente”.
  • El ejercicio de respiración intensifica la relajación mediante una inspiración y espiración tranquilas. “Mi respiración es tranquila y regular”.
  • El ejercicio para el corazón (concentración en los latidos) es aún más relajante. “Mi corazón late lentamente”.
  • El ejercicio abdominal. La fórmula para este ejercicio sería: “Mi abdomen es una corriente de calor, mis vísceras están calmadas, calientes”.
  • Ejercicio de cabeza: Conservar una mente fresca, mantenerse despierto y recuperar la concentración. “Mi mente está despierta”.
  • Visualización:

Se centra en el poder de la mente y de la capacidad de ésta para producir cambios en el cuerpo y estado de ánimo. Consiste en ejercicios sencillos que atraen imágenes atractivas y relajantes a la cabeza. Pueden ser, desde estar tumbado flotando sobre una nube con una suave brisa, hasta visualizaciones muy elaboradas, como estar en un bosque, percibiendo los sonidos de las ramas de los árboles, de pequeños animales, de un río cercano, las sensaciones táctiles de las hojas, etc.

  • Respiración abdominal:

Es quizás la más sencilla de las técnicas de relajación, y por ello, puede llevarse a cabo prácticamente en cualquier situación. Aunque por lo general, todas las técnicas aquí descritas deben practicarse de manera ideal en un lugar tranquilo, silencioso y cómodo, en el caso de la respiración abdominal, puede recurrirse a ella en casi cualquier momento.

En primer lugar, debe practicarse tumbado con una almohada baja la cabeza y otra bajo las rodillas. Se colocan ambas manos sobre el abdomen, en postura relajada. Una vez adoptada esta postura, vaciaremos los pulmones en una espiración forzada. Tras esto, de forma instintiva, necesitaremos hacer una inspiración profunda, metiendo todo el aire que podamos en nuestros pulmones, visualizando cómo se llenan desde las bases hasta los vértices, al mismo tiempo, estaremos hinchando el abdomen. Debe mantenerse la inspiración durante unos segundos, para luego, muy lentamente, ir expulsando el aire, en una espiración lo más lenta posible.

  • Musicoterapia:

Científicos de la Universidad de Granada han demostrado que la musicoterapia, unida a una serie de técnicas de relajación con imágenes guiadas, disminuye notablemente los síntomas asociados a la fibromialgia, como el dolor, la depresión, la calidad del sueño y la ansiedad, por lo que mejora la calidad de vida de estos pacientes. Un estudio experimental, pionero en toda Europa, ha puesto de manifiesto que estas dos técnicas mejoran el bienestar y el poder personal del enfermo, que tiene la posibilidad así de participar en el proceso de su propia curación.

La Asociación Americana de Musicoterapia define dicha terapia como el uso de la música por una persona cualificada para provocar cambios en el funcionamiento físico, psíquico, cognitivo o social de pacientes con problemas de salud.

Existen referencias históricas de su uso hace cientos de años. Florence Nightingale, fundadora de la Enfermería moderna, utilizó la escucha musical como una intervención de Enfermería y proponía que era responsabilidad de esta profesión para controlar el entorno del paciente y favorecer su curación. Diferentes estudios demuestran una mejoría significativa en cuanto a la intensidad del dolor y síntomas depresivos en pacientes con fibromialgia. Uno de ellos argumenta que, con sólo escuchar música una vez al día durante 30 minutos, ayuda a controlar el dolor en la fibromialgia. No sólo tiene un efecto instantáneo sino que también perdura durante 2 horas.

  • Dietoterapia:

Las características que debe tener la alimentación para las personas con fibromialgia distan en muchos aspectos de la alimentación de la persona sana, esto es debido a que las necesidades de muchos nutrientes se encuentran aumentadas. Por lo general, en el organismo de las personas con fibromialgia se produce una pérdida crónica de calcio y magnesio. Esta bajada de minerales genera contracturas espasmódicas en los puntos dolorosos de la musculatura descritos anteriormente. Además, también es frecuente encontrar un déficit de Selenio, Zinc, Iodo, Hierro y Vitamina D. Las necesidades de macronutrientes (azúcares, grasas y proteínas) son las siguientes: