Sustitución valvular
Cuando la válvula tiene lesiones graves, debe remplazarse por otra.
En el remplazo valvular se pueden utilizar dos tipos de válvulas:
- Válvulas mecánicas:
Estas válvulas normalmente se realizan con materiales artificiales como el plástico, el carbono o el metal. Las válvulas mecánicas son resistentes y duraderas.
Uno de los inconvenientes de estas válvulas es que la sangre suele adherirse a las válvulas mecánicas formando coágulos, por lo que los pacientes que tienen este tipo válvulas deben tomar diluyentes de la sangre (anticoagulantes) el resto de su vida.
Ver imagen nº3, válvula mecánica, al final del artículo.
- Válvulas biológicas:
Están hechas de tejido animal o humano.
Tejido animal (lo que se denomina «xenoinjerto») o del tejido de un corazón humano donado (lo que se denomina «aloinjerto» u «homoinjerto»). A veces es posible usar el tejido del propio paciente en la sustitución valvular (lo que se denomina «autoinjerto»).
Al contrario que con las válvulas mecánicas los pacientes con válvulas biológicas no suelen necesitar diluyentes de la sangre. Sin embargo, estas válvulas no son tan resistentes como las mecánicas, y podría ser necesario cambiarlas aproximadamente cada 10 años.
Las válvulas biológicas se desgastan con mayor rapidez en los niños y adultos jóvenes, por eso se emplean con mayor frecuencia en los ancianos.
Ver imagen nº4, válvula biológica de cerdo.
Usted y su médico decidirán qué tipo de válvula es la más indicada para usted.
Durante una intervención quirúrgica para reparar o sustituir una válvula, se divide y se corta de forma longitudinal el esternón, se detiene el corazón y la sangre se deriva a una máquina de circulación extracorpórea. Como es necesario abrir el corazón o la aorta, la cirugía valvular cardíaca es una intervención de corazón abierto.
Circulación extracorpórea
Es una técnica que permite realizar operaciones a corazón abierto pasando la sangre venosa por un aparato donde se oxigena y se reinyecta posteriormente en la aorta mediante un sistema de bombeo, siendo ya sangre oxigenada.
La máquina de circulación extracorpórea también se denomina máquina de derivación cardiopulmonar. Esta máquina se encarga de realizar las mismas funciones del corazón y los pulmones (acción de bombeo y oxigenación de la sangre), pudiendo suplir a ambos órganos durante varias horas. Así, el corazón permanece inmóvil durante la operación, siendo esto indispensable para abrir y manipular el corazón (cirugía de corazón abierto).
Ver imagen nº5, circulación extracorpórea.
Esta máquina transporta la sangre desde la aurícula derecha (la cavidad superior derecha del corazón) a un recipiente especial denominado «oxigenador». Dentro del oxigenador las burbujas de oxígeno se mezclan con la sangre y se introducen en los glóbulos rojos. Esto hace que la sangre cambie de color rojo oscuro (pobre en oxígeno) a rojo vivo (rica en oxígeno). A continuación, un filtro retira las burbujas de aire de la sangre rica en oxígeno y la sangre pasa por un tubo de plástico hasta llegar al principal conducto de sangre del organismo (la aorta). Desde la aorta, la sangre llega al resto del organismo.
Riesgos de una cirugía cardiaca
Los posibles riesgos de hacerse una cirugía a corazón abierto son:
- Ataque cardíaco o accidente cerebrovascular.
- Problemas con el ritmo cardíaco. Arritmias.
- Infección de la incisión, lo cual es más probable en personas obesas, con diabetes o que ya se han sometido a esta cirugía.
- Infección de la nueva válvula, una endocarditis.
- Insuficiencia renal.
- Pérdida de la memoria y de la claridad mental o “pensamiento confuso”.
- Mala cicatrización de la incisión.
- Síndrome posterior a pericardiotomía (febrícula y dolor torácico) que podría durar hasta 6 meses.
CUIDADOS DE ENFERMERÍA
- Cuidados pre quirúrgicos
- Día anterior a la intervención quirúrgica:
- Confirmación de que el paciente ha recibido la información adecuada, respecto al tipo de intervención.
- Verificar que estén completos los estudios necesarios (ecocardiograma, cateterismo…) y preoperatorio de anestesia junto con Rx de tórax, analítica y solicitud de sangre, plasma y plaquetas para intervención quirúrgica.
- Consentimientos informados firmados de la intervención a realizar.
- Verificar que los fármacos anticoagulantes y antiagregantes se han suspendido adecuadamente.
- Pesar y tallar.
- Hacer entrega de incentivador respiratorio e instruir en su uso.
- Recoger urocultivo.
- Administrar Bactroban (Mupirocina) nasal, tres veces al día, hasta cinco días del postoperatorio. Mupirocina es un antibiótico nuevo, tanto en estructura química como en su forma de acción, disponible únicamente para uso tópico. Mupirocina es activo contra los microorganismos responsables de la mayoría de las infecciones de la piel, por ejemplo, Staphylococcus aureus, incluyendo cepas resistentes a la meticilina, y otros estafilococos y estreptococos. También es activo contra ciertos patógenos gramnegativos, como Haemophilus influenza.
- Cena ligera día previo a la cirugía, exenta de grasas.
- Administración de enema limpieza, para la limpieza del intestino.
- Higiene corporal con jabón antiséptico (Clorhexidina) para la correcta desinfección de la piel. En caso de uñas pintadas de retirará el esmalte.
- Enjuague bucal con Cariax (digluconato de clorhexidina (0,12%)).
- Cambio de ropa de cama.
- Con la cena administrar protector gástrico (Alquen 150 mgr, Ranitidina) para evitar el reflujo de contenido gástrico evitando así broncoaspirados ácidos.