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Cuidado de Enfermería en la adolescencia tardía en trabajo de parto humanizado

aunque el mayor riesgo no parece estar influenciado por las condiciones fisiológicas especiales, sino por la influencia de las variables socioculturales y las condiciones de cuidado, siendo de vital importancia el apoyo emocional, ya que este suceso es algo desconocido para la adolescente.

El trabajo de parto es un proceso fisiológico y dinámico caracterizado por la presencia de contracciones uterinas regulares y dolorosas que aumentan en frecuencia e intensidad, su evolución está influida no solo por factores biológicos propios de cada mujer y bebe, sino también por factores psicológicos, culturales y ambientales, las adolescentes deben ser tratadas en el máximo respeto disponer de toda la información y estar implicadas en la toma de decisiones. Para facilitar esto, los profesionales sanitarios y el resto del personal que le atienden, deberán establecer una relación empática y humanizada donde interactúen los conocimientos de la ciencia y los valores del ser humano para establecer una asistencia con calidad, aplicando amor y paciencia, de la forma más actualizada e integral.

METODOLOGÍA:

Para la elaboración del siguiente artículo se realizo la consulta de documentos de revistas reconocidas de origen científico, e información en Google académico y documentales, este se realizo en el periodo de julio-noviembre. Delimitando las variables de cuidado, Enfermería, la adolescencia tardía, el trabajo de parto y el concepto de humanización, consultando alrededor de 65 bibliografías y al ser analizados a profundidad, con la perspectiva que se deseaba dar a esta investigación, 53 fueron de beneficio e interés para esta.

DESARROLLO:

El cuidado es el conjunto de actividades y el uso de recursos para lograr que la vida de cada persona, este basada en la vigencia de los derechos humanos, prioritariamente el derecho a la vida. A pesar del cambio social que poco a poco se ha logrando un cambio, aunque aun hoy cuidar se escribe en femenino, las mujeres asumen de forma mayoritaria el papel de cuidadoras y el coste que asume, es elevado en términos de salud, calidad de vida, impacto económico y disponibilidad del propio tiempo. Las características de las cuidadoras y el contexto en el que se desarrollan los cuidados, generan un gran nivel de sobre carga con sus consiguientes efectos agobio, ansiedad, estrés frente a la doble o triple jornada, depresión y angustia por la continua sesión de intereses propios. ONU (2009) (6).

Está constituido por el conjunto de intervenciones, basadas en conocimientos científicos, técnico y disciplinas, dirigidos a mantener o recuperar la salud, prevenir la enfermedad y sus complicaciones a favor de la calidad de vida de quienes participan recíprocamente en esta relación de proximidad. (4) Es una actividad sencilla y habitual en el ser humano, que práctica continuamente como parte integral de la vida diaria pero, la forma organizada de cuidar constituye una disciplina humanística y sanitaria, que utiliza conocimientos de las ciencias físicas, biológicas y sociológicas. (5)

La ética de este entiende al ser humano como un ser en relación, rechaza la idea de un individuo solitario, no está cerrado a sí mismo, por lo tanto vinculado a la realidad social y a otros seres humanos, es absolutamente independiente y necesita de otros en situación de carencia o vulnerabilidad (10) Es por esto que, el cuidado es una relación y un proceso cuyo objetivo va más allá de la enfermedad, este se considera como la esencia de la disciplina que implica no solamente al receptor, es conjunto de categorías que involucran la comunicación verbal y no verbal, la minimización del dolor físico, la empatía para entender el todo, y el envolvimiento, que se refiere a la aproximación entre el cuidador y ser cuidado como finalidad terapéutica, Según Watson (1999), el cuidador se manifiesta en la práctica interpersonal que tiene como finalidad promover la salud y el crecimiento de la persona. (2).

Ante todo, este es un acto de vida, significa movilizar las capacidades del ser humano en su cotidianidad, en el proceso de vida-muerte, en estado de salud o enfermedad, teniendo en cuenta sus costumbres, con el objeto de lograr el desarrollo de sus capacidad de vivir o de compensar y suplir la alteración de sus funciones bio-sociales, implica acercarse al otro con una actividad ética de apertura, sensibilidad y responsabilidad ante las experiencias propias y de los otros, así orientar la aplicación de sus conocimientos y habilidades. (9) asociándose a las dimensiones psicológicas, culturales, sociales, espirituales y no solo a la dimensión biológica, para recupera con esto la integridad del individuo, permitiendo una amplia comprensión, tanto de la persona como de los procesos a los cuales se encuentra sometida. (11)

Para abordar las dimensiones es necesario tener presente los elementos afectivos y técnicos, ambos reflejan el nivel de compromiso, ya que este no es estático sino que debe basarse en evidencias que aporten las mejores alternativas para el paciente, la integración y confluencia de las creencias y valores a respetar. (1) Así mismo, implica la preocupación, el acompañamiento, sensibilidad al dolor humano y esperanza, así como ganarse la confianza del paciente y la familia, Según Colliere (1986) creer, cuidar, preocuparse por alguien, acompañarle en su experiencia de salud-enfermedad, estando presente, es reforzar sus capacidades permitiéndole recobrar la esperanza, estas son acciones invisibles. (1) De igual forma, es una