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Trabajo de investigación. Estilos de vida y control de la presión arterial

Instituto Nacional de Corazón, Pulmón y Sangre de EEUU (National Heart, Lung and Blood Institude). La dieta DASH consiste en aumentar el consumo de frutas, vegetales y lácteos con bajo contenido en grasas (desnatados ó semidesnatados). Es una dieta especialmente rica en magnesio, calcio y potasio, así como en proteínas y fibra. Se cree que esta dieta puede disminuir la presión arterial por una acción diurética facilitando la excreción renal de sodio, además como es rica en antioxidantes tiene un efecto sobre la inflamación vascular y el estrés oxidativo. Cabe reseñar que los beneficios tensionales se obtuvieron ya a las dos primeras semanas de iniciar la dieta.

Por supuesto, no podía dejar de recogerse también la ingesta del nutriente más relacionado con la hipertensión arterial (HTA), el sodio (Na). En cualquier nivel de Na la mayor reducción se consiguió con la dieta DASH, y por supuesto el mejor resultado sobre el descenso tensional se consiguió con la plan de alimentación DASH y la ingesta de sólo 1500 mg de Na al día.

La estimación de la ingesta alimentaria no es un tema nuevo en nuestro país. Clínicos, epidemiólogos y gestores sanitarios necesitan información sobre la relación de la dieta con el estado de salud de los individuos o comunidades, y la obtención de esta información requiere el uso de algún método de encuesta dietética.

Se han identificado 4 métodos de estimación de la ingesta individual, que son: el recordatorio de 24 horas; el diario ó registro dietético; la historia dietética; y el método de frecuencia de consumo alimentario. Existen variaciones de estos métodos en cuanto a su administración y duración del período estudiado.

En nuestro caso utilizaremos el diario dietético. Estos son descripciones detalladas de los tipos y cantidades de alimentos y bebidas consumidos. En este método los sujetos registran su dieta durante un período de tiempo determinado, generalmente de uno a siete días, aunque también se han registrado períodos hasta de un año (en nuestro estudio el período fue de 15 días). El diario suele escribirse en un librito especialmente diseñado para este propósito (Tabla 6).

Las ventajas de este método son su precisión en la estimación o cálculo de las porciones ingeridas; y que el procedimiento no depende de la memoria del individuo.

Como inconvenientes tenemos: el individuo ha de saber leer, escribir y contar; requiere mucho tiempo y cooperación por parte del encuestado, especialmente el registro por pesada (en este estudio se prescindió de esto aunque se considere el método más exacto, por la dificultad que conllevaba); los patrones de ingesta habitual pueden ser influenciados o cambiados durante el período de registro; la precisión del diario disminuye al aumentar el número de días consecutivos; y que el costo de codificación y análisis es elevado.

ANÁLISIS DE DATOS

Se utilizó el paquete estadístico Statistical Package for Social Sciences (SPSS) versión 13.0 para Windows.

Para las variables cualitativas como el sexo se utilizó el test de Chi-cuadrado.

Para las variables cuantitativas como la edad, que se consideró como una variable independiente con dos categorías: <65 años y >65 años; se utilizó la T de Student.

Para todos los análisis se estableció un margen de error del 0.05 (p) y una confiabilidad del 95%.

RESULTADOS

Como ya se ha comentado anteriormente se parte de una muestra (n) de 100 pacientes, escogidos por muestreo aleatorio simple, pertenecientes a los centros de salud de la Zona Básica de Benaoján. Todos ellos tienen recogido en su historial clínico el icono que los identifica con el problema de salud hipertensión arterial (HTA). Todos los pacientes conocían su diagnóstico. Dentro de este grupo el 87% estaban tratados con fármacos y el resto con consejos en la modificación del estilo de vida (y pendientes de reevaluaciones, en su mayor parte, para comenzar o no tratamiento farmacológico).

Para hacer más fácil el análisis de los resultados se consideró al paciente como controlado o no controlado (el 43 % de nuestros pacientes estaban en el grupo de pacientes controlados):

-Paciente controlado: Aquel que en todas las tomas de presión arterial durante este período de tiempo ha tenido cifras inferiores a 140/90. O adecuadas para grupos de riesgo (Ej. Diabético: 130/85)

-Paciente no controlado: Aquel que en este período, menos del 60% de las cifras de presión arterial hayan sido de 140/90 0 mayores. Acorde a grupo de riesgo.

En este momento me gustaría reseñar que se ha tratado de hacer un estudio meramente descriptivo-observacional, es decir, no se realizó ninguna intervención específicamente o como tal; sin embargo, es probable que al hacer estas entrevistas al paciente y “recordar” esos estilos de vida saludables, pudiera haberse hecho una actividad educativa y de concienciación con su enfermedad, con lo que podría haber una cierta modificación en su comportamiento con respecto a los factores estudiados.

En general, los efectos beneficiosos de un estilo de vida saludable son claros y probados para el control de la hipertensión arterial (HTA) (además de otras enfermedades que concurren con ésta como factores de riesgo cardiovascular).

Respecto a la práctica de actividad física, las encuestas permiten estimar que la práctica de algún tipo de actividad física, fuera de las labores habituales (fundamentalmente, caminar al menos 2-3 veces a la semana) es del orden del 45% de la población estudiada.

En cuanto al tabaquismo, se pudo establecer que en la mayoría de los sujetos encuestados, el número de cigarrillos consumidos es menor ó igual al considerado como factor de riesgo coronario, y que el consumo es esporádico en muchas ocasiones.

Respecto a la importancia del consumo de alcohol, fue difícil obtener un dato fidedigno, pero al parecer, no constituye un hábito diario y es a predominio de ingesta de bebidas de baja graduación (cerveza, vino…); muy bajo porcentaje (3%) consumía habitualmente licores y otras bebidas del alta graduación.

Todos estos factores están relacionados directamente con el control de las cifras tensionales, tanto de la presión arterial sistólica (PAS) como de la presión arterial diastólica (PAD) (Tabla 7).

Sobre el comportamiento del manejo del estrés, más de la mitad de estas personas no dedican tiempo a la relajación, aún necesitándola. Aunque se trate de una variable más subjetiva, el 81% de estos pacientes reconocía tener un nivel de estrés elevado con una percepción de su intensidad importante. De éstos, hasta un 79% tenía algún tipo de medicación (aunque fuera un solo fármaco) para controlar su presión arterial.

En cuanto a los factores dietéticos, el consumo de sal y la aproximación a la dieta DASH, al analizar los resultados se encontró una relación positiva y significativa entre la ingesta de sodio y la pendiente de elevación de la presión