(respuesta en grupos).
Por otra parte el componente afectivo del proceso de aprendizaje se puede estimular mediante el uso de estrategias como fomentar el respeto a las opiniones de los demás (empatía), reflexionar sobre los propios problemas para buscarles solución (hablar consigo mismo), hacer inferencias a partir de ilustraciones o palabras clave que lo permitan (responder anticipadamente), reconocer los errores para buscarles solución (monitoreo), reuniones extra clase para buscar material bibliográfico que pueda ayudar (creación de oportunidades para aprender), usar la relajación, música y risa (disminuir la ansiedad), asumir riesgos, recompensarse a sí mismo, hacer juicios de valor positivos hacia si (animarse uno mismo), reconocer las sensaciones y discutir las emociones con otros compañeros (temperatura emocional). Según Santrock (2007) en la medida en que el estudiante utiliza estrategias de aprendizaje las convierte en hábitos de estudios.
El conocimiento de estrategias de aprendizaje por parte del estudiante según lo referido por Castillo y Pérez (2005) influye directamente en que sepa, pueda y quiera estudiar. Sea parte de la idea que el estudio es un trabajo del estudiante y puede realizarlo con métodos que faciliten su eficacia. Esto es lo que pretenden las estrategias de aprendizaje: que llegue a alcanzar el máximo rendimiento con menor esfuerzo y más satisfacción personal.
Por tanto la tarea del docente es dar a conocer a los estudiantes las estrategias de aprendizaje más especificas adecuadas a su disciplina y sus expectativas, que comprendan tanto estrategias cognitivas (repetición, organización y elaboración), metacognitivas (conocimiento y control) y de apoyo también llamadas afectivo motivacionales (González, 2005)
Conclusiones
Los estudios sobre estrategias de aprendizaje puede considerarse una de las líneas de investigación más fructíferas desarrolladas a lo largo de los últimos años dentro del ámbito de aprendizaje escolar y de los factores que inciden en el mismo. Para algunos autores las investigaciones sobre las estrategias de aprendizaje junto con la teoría del procesamiento de la información, constituyen los aportes más relevantes de la psicología cognitiva al estudio del aprendizaje escolar y gracias a ello puede hoy en día tanto el docente como el estudiante hacer uso de ellas para mejorar el proceso educativo, en este caso en estudiantes universitario y con ello formar profesionales de mejor calidad.
Por otra si los estudiantes universitarios pueden reconocer sus propios procesos, ejercitarse en la selección de estrategias adecuadas y verificar cómo están funcionando las que utilizan se evitarían, sin dudas, los procesos de aprendizaje deficientes en los estudiantes. Si reconocen que el conocimiento, dominio, aplicación y transferencia de dichas estrategias, es fundamental, la necesidad de tomar conciencia de aquellos modos más eficientes en que aprende, de estar alerta durante la realización de la tarea, de planificarla, de volver sobre los pasos, etc. En definitiva que sea responsable y encamine su actuar académico hacia la autorregulación de los aprendizajes.
Como docentes la enseñanza de estrategias de aprendizaje tiene relación directa con el objetivo de formar estudiantes más autónomos y meta cognitivamente más activos.
Se reafirma la importancia que tienen las estrategias de aprendizaje en diversos aspectos, con esto se parte de la idea de que tanto docentes como estudiantes debemos tomar conciencia que revisten valor en el proceso educativo, sobre todo, aquellas que llevan al logro del conocimientos que perduran más allá de las evaluaciones, que tiene utilidad futura y que contribuyen a una formación autónoma, dentro y fuera del aula.
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