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Estrés Oxidativo en el envejecimiento. Ateroesclerosis e Hipertensión Arterial

cardiovasculares es resultado de una transformación sin precedentes en las causas de morbilidad y mortalidad durante el siglo XX. Conocido como transición epidemiológica, este cambio es impulsado por la industrialización, urbanización y cambios correspondientes en el estilo de vida; este fenómeno ocurre en todo el orbe y en todas las razas, grupos étnicos y culturas. (17)

El oxígeno, esencial para la vida, posee una paradoja en los organismos que lo utilizan. Este elemento desempeña una función importante como aceptor final de electrones durante la respiración celular, pero también constituye el punto de partida para un tipo de daño celular conocido como estrés oxidativo. La experiencia clínica y los estudios prospectivos constituyen una herramienta de gran utilidad, lo cual ha permitido establecer una asociación entre el estrés oxidativo y las enfermedades cardiovasculares, se plantea que este es un evento precoz en el desarrollo de la disfunción endotelial y de la subsecuente afección cardiovascular. (18)

Los vasos sanguíneos (ver anexo 1) participan continuamente en la homeostasis y contribuyen a la fisiopatología de las enfermedades de casi todos los órganos y sistemas. Por consiguiente, comprender los fundamentos de la biología vascular representa una base sólida para comprender la función normal de todos los órganos y sistemas y muchas enfermedades. Los vasos sanguíneos más pequeños, es decir, los capilares, constan de una sola capa de células endoteliales en yuxtaposición íntima con células interpuestas que se conocen como pericitos. Típicamente las venas y las arterias tienen una estructura trilaminar. La íntima consta de una sola capa de células endoteliales que se continúa con las de los lechos capilares. (17)

La célula decisiva de la íntima vascular, es decir, la célula endotelial, desempeña múltiples funciones tanto en condiciones de salud como durante las enfermedades. Una de las más evidentes es que el endotelio forma la interfaz entre los tejidos y el compartimiento sanguíneo. Por tanto, debe regular la entrada de moléculas y células en los tejidos de una manera selectiva. La capacidad de las células endoteliales para hacer las veces de una barrera permeable selectiva fracasa en muchos trastornos vasculares, incluidas la arterioesclerosis y la hipertensión. (17)

La aterosclerosis, enfermedad arterial que afecta a la capa íntima de las arterias de mediano y gran calibre, se caracteriza por la acumulación de material lipídico, y elementos celulares, sobre todo macrófagos y células musculares lisas (CML) en la capa íntima de las arterias. (19)

En la actualidad se considera que es una respuesta inflamatoria especializada a diferentes formas de lesión de la pared. El carácter crónico del proceso inflamatorio conduce a la formación de placas que en fases avanzadas pueden ocluir las arterias. (20)

En la etiopatogenia de la ateroesclerosis han sido consideradas diversas hipótesis, desde el daño al endotelio, el aumento en los niveles de colesterol y lipoproteínas plasmáticas, el aumento en la retención de partículas portadoras de apo B-100 en la íntima arterial, la presencia de agentes infecciosos en la pared arterial, el origen inmunológico de la ateroesclerosis y el estrés oxidativo. (18)

La disfunción endotelial se define como una de las primeras manifestaciones de la enfermedad vascular y la arteriosclerosis; es un comportamiento anormal del endotelio, con una respuesta inapropiada frente a diferentes estímulos, caracterizado por la incapacidad endotelial para producir óxido nítrico y lograr una vasodilatación satisfactoria. (21)

El endotelio participa en la regulación local del flujo sanguíneo y del calibre de los vasos. Las sustancias endógenas producidas por las células endoteliales, como el óxido nítrico, proporcionan estímulos vasodilatadores tónicos bajo condiciones fisiológicas in vivo. Las alteraciones en la producción o un catabolismo excesivo de óxido nítrico afectan a la función vasodilatadora dependiente del endotelio y contribuye a una vasoconstricción excesiva en diferentes estados patológicos. La producción excesiva de especies de oxígeno reactivo, como el anión superóxido (O2-), por las células endoteliales o de músculo liso en condiciones patológicas, favorece la tensión oxidativa local e inactiva el óxido nítrico. (17)

En la patología aterosclerótica se encuentran niveles elevados de lipoproteínas de baja densidad (LDL) cuyas formas oxidadas (LDLox) se acumulan en el espacio subendotelial de la pared endotelial. La interacción de las LDL con ERO consume ON y desencadena estrés nitrooxidativo, lo cual conlleva disfunción endotelial. (21)

El óxido nítrico liberado por el endotelio no sólo es importante para mantener el tono arterial, sino que también evita la proliferación de las células musculares lisas (CML), reduce la adhesión de monocitos y la agregación de plaquetas y preserva de la oxidación a las LDL. Por tanto, la disminución de la liberación de NO potencia el daño endotelial y facilita la proliferación de las células musculares lisas (CML) inducida por mitógenos. (19)

El estado aterosclerótico puede acompañarse por una triacilgliceridemia e hipertensión arterial; entonces hay un incremento de las especies reactivas del oxígeno leucocitarias, fundamentalmente O2_, lo que posibilita el aumento de radicales peroxinitrito y sus efectos deletéreos. Al parecer, la angiotensina II puede estimular la NADPH oxidasa leucocitaria generadora de especies reactivas del oxígeno. Todo ello, además del aumento del inhibidor fibrinolítico PAI – 1 (plasminogen activator inhibitor), favorece el estado protrombótico en la aterosclerosis. (21)

Por otra parte dentro de las anormalidades metabólicas documentadas en la hipertensión arterial (HTA) han surgido evidencias de la participación del estrés oxidativo en la génesis de la enfermedad.

Estudios clínicos han mostrado que en humanos con hipertensión arterial (HTA) esencial ocurre un incremento en la producción de especies reactivas del oxígeno. (22)

Se ha sugerido que el deterioro en la respuesta vasodilatadora dependiente del endotelio que manifiestan los pacientes con hipertensión arterial (HTA) esencial podía ser atribuible mayormente a una reducida bioactividad del ·NO. Los autores del trabajo encontraron que la concentración basal de los productos finales del metabolismo del ·NO (nitratos y nitritos) en el plasma de los pacientes con hipertensión arterial (HTA) esencial estuvo reducida, al menos en la circulación periférica. (22)

La baja biodisponibilidad del ·NO ha sido relacionada